Capitulo 2: Traición

Gregor Thompson

Mis respiraciones profundas no me están dando el efecto que mi mente requiere, llego a casa e Irina no se encuentra, de nuevo. Mi hijo está a cargo de su niñera, no tengo queja alguna de la señora Carla, le ha dedicado más tiempo a Mathias que su propia madre. Trato de estar presente, Pero mi trabajo no me lo permite, Soy el Chief executive officer de la Corporación que me ha dejado mi madre casi en banca rota.

Fue difícil terminar mis estudios, todo porque ya la empresa se caía a pedazos, buscar entre montones y montones de papeles me llevo a conseguir el desfalco multimillonario de su pareja, ahora el vive en las Maldivas y ella en casa sobreviviendo luego de un ataque cardíaco.

Irina es mi novia desde la universidad, me dio mucho apoyo emocional, fue quien me ayudó mientras estudiaba y trabajaba para resurgir a U&G de entre las cenizas, no era de familia adinerada como yo y su amor por mi me pareció sincero, no estaba en mis planes casarme con ella tan pronto, quería conocerla un poco más, pero quedó embarazada y no iba a dejarla sola y jamás permitiría que mi hijo no tuviera una familia, yo no la tuve, no deseaba eso para mí bebé. Así que me case a los 25 años, con Irina con tres meses de embarazo, hace exactamente un año.

No sé si fue una ilusión, no sé si mi momento de debilidad me llevo a creer que ella se mostraba realmente como era, su verdadera cara salió luego del matrimonio, sabiendo que aún la empresa no estaba en las mejores condiciones comenzó con las exigencias, accedí en muchas cosas, es mi esposa y la madre de mi hijo, mi orgullo no me permitía que alguno de los dos tuvieran carencias.

Por lo que esté último año he estado trabajando como si no hubiera un mañana, viajando, buscando socios, haciendo reconexion con viejos inversores, todo me ha salido bien, la empresa va viento en popa, Pero en la casa, el hogar que pensé que había creado se cae a pedazos.

Me llegan los estados de cuenta y las cosas que hay en mi escritorio caen al suelo, jamás pensé que Irina sería capaz de hacerme esto, no después de que sabe lo que he vivido, de que mi madre fuera estafada por su pareja. Cómo es capaz de hacerme lo mismo.

—Señor, ya le estoy enviando las fotos con la pruebas — me dice el investigador privado que contraté.

—¿Sabes en dónde se encuentra en este momento?

—El hotel California, piso tres, habitación 31, hicieron el pago por un par de horas, así que solo le quedan setenta minutos aún de uso de la habitación.

—Muchas gracias Robert — Corto la llamada y cojo las llaves de mi camioneta, junto con mi teléfono.

Hace una semana fue nuestro aniversario, la lleve a dónde quería, nos hospedamos en el hotel más costoso de la ciudad, luego de ir a uno de los restaurantes más caros, bailamos, bebimos, en la habitación del hotel no fue como esperaba, no reaccionó hacia mi como quería, la sentí distante, aún así, trate de ser comprensivo, estuve leyendo sobre la depresión post parto, quise hacer eso parte de la excusa para sus actitudes, pero esto me demuestra que es otro parásito más solo detrás de dinero.

Envío a mi abogado las pruebas y le pido que proceda de inmediato con el divorcio, no pienso dejar que siga usando mi dinero con su amante, tanto que he trabajado, tanto que me he esforzado por conseguirlo, siempre pensé en darle lo mejor, ella llegaría a la cima conmigo, Pero al igual que mi madre, no se lo merece y no pienso terminar igual que mi progenitora.

—Buenas tardes Alonso, desde este momento Irina tiene prohibida la entrada a la mansión, avisa a todo el personal, Si la ven cerca me avisan y si se pone intensa, llamen a la policía.

Le aviso al jefe de seguridad quien pone cara de sorpresa, Pero asiente y se va hacer lo que le encargó, la quiero lejos de Mathias, jamás fue una buena madre o una madre como tal, así que aquí no hará falta ni para eso, que era lo único bien que debía hacer.

Lo mejor es arrancar la mala hierba desde la raíz, así que me dirijo al hotel.

Con una par de billetes verdes el de seguridad me lleva a la habitación en cuestión, es tan imbécil que es ella quien paga el hotel, con mi dinero. La puerta se abre y lo que me consigo es aberrante. Si cara de horror lo dice todo. No pensé que mi dulce esposa le gustaran los sándwich, siempre se mostró tan comprensible, disponible y sumisa, una falsa.

—Oh por Dios Gregor….

No la dejo terminar, me giro y salgo de allí, solo quería que se diera por enterada que ya lo se, con todas las pruebas que tengo en mis manos, la dejaren la calle y me quedaré con la custodia completa de mi hijo.

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