Gregor Thompson
Mis respiraciones profundas no me están dando el efecto que mi mente requiere, llego a casa e Irina no se encuentra, de nuevo. Mi hijo está a cargo de su niñera, no tengo queja alguna de la señora Carla, le ha dedicado más tiempo a Mathias que su propia madre. Trato de estar presente, Pero mi trabajo no me lo permite, Soy el Chief executive officer de la Corporación que me ha dejado mi madre casi en banca rota. Fue difícil terminar mis estudios, todo porque ya la empresa se caía a pedazos, buscar entre montones y montones de papeles me llevo a conseguir el desfalco multimillonario de su pareja, ahora el vive en las Maldivas y ella en casa sobreviviendo luego de un ataque cardíaco. Irina es mi novia desde la universidad, me dio mucho apoyo emocional, fue quien me ayudó mientras estudiaba y trabajaba para resurgir a U&G de entre las cenizas, no era de familia adinerada como yo y su amor por mi me pareció sincero, no estaba en mis planes casarme con ella tan pronto, quería conocerla un poco más, pero quedó embarazada y no iba a dejarla sola y jamás permitiría que mi hijo no tuviera una familia, yo no la tuve, no deseaba eso para mí bebé. Así que me case a los 25 años, con Irina con tres meses de embarazo, hace exactamente un año. No sé si fue una ilusión, no sé si mi momento de debilidad me llevo a creer que ella se mostraba realmente como era, su verdadera cara salió luego del matrimonio, sabiendo que aún la empresa no estaba en las mejores condiciones comenzó con las exigencias, accedí en muchas cosas, es mi esposa y la madre de mi hijo, mi orgullo no me permitía que alguno de los dos tuvieran carencias. Por lo que esté último año he estado trabajando como si no hubiera un mañana, viajando, buscando socios, haciendo reconexion con viejos inversores, todo me ha salido bien, la empresa va viento en popa, Pero en la casa, el hogar que pensé que había creado se cae a pedazos. Me llegan los estados de cuenta y las cosas que hay en mi escritorio caen al suelo, jamás pensé que Irina sería capaz de hacerme esto, no después de que sabe lo que he vivido, de que mi madre fuera estafada por su pareja. Cómo es capaz de hacerme lo mismo. —Señor, ya le estoy enviando las fotos con la pruebas — me dice el investigador privado que contraté. —¿Sabes en dónde se encuentra en este momento? —El hotel California, piso tres, habitación 31, hicieron el pago por un par de horas, así que solo le quedan setenta minutos aún de uso de la habitación. —Muchas gracias Robert — Corto la llamada y cojo las llaves de mi camioneta, junto con mi teléfono. Hace una semana fue nuestro aniversario, la lleve a dónde quería, nos hospedamos en el hotel más costoso de la ciudad, luego de ir a uno de los restaurantes más caros, bailamos, bebimos, en la habitación del hotel no fue como esperaba, no reaccionó hacia mi como quería, la sentí distante, aún así, trate de ser comprensivo, estuve leyendo sobre la depresión post parto, quise hacer eso parte de la excusa para sus actitudes, pero esto me demuestra que es otro parásito más solo detrás de dinero. Envío a mi abogado las pruebas y le pido que proceda de inmediato con el divorcio, no pienso dejar que siga usando mi dinero con su amante, tanto que he trabajado, tanto que me he esforzado por conseguirlo, siempre pensé en darle lo mejor, ella llegaría a la cima conmigo, Pero al igual que mi madre, no se lo merece y no pienso terminar igual que mi progenitora. —Buenas tardes Alonso, desde este momento Irina tiene prohibida la entrada a la mansión, avisa a todo el personal, Si la ven cerca me avisan y si se pone intensa, llamen a la policía. Le aviso al jefe de seguridad quien pone cara de sorpresa, Pero asiente y se va hacer lo que le encargó, la quiero lejos de Mathias, jamás fue una buena madre o una madre como tal, así que aquí no hará falta ni para eso, que era lo único bien que debía hacer. Lo mejor es arrancar la mala hierba desde la raíz, así que me dirijo al hotel. Con una par de billetes verdes el de seguridad me lleva a la habitación en cuestión, es tan imbécil que es ella quien paga el hotel, con mi dinero. La puerta se abre y lo que me consigo es aberrante. Si cara de horror lo dice todo. No pensé que mi dulce esposa le gustaran los sándwich, siempre se mostró tan comprensible, disponible y sumisa, una falsa. —Oh por Dios Gregor…. No la dejo terminar, me giro y salgo de allí, solo quería que se diera por enterada que ya lo se, con todas las pruebas que tengo en mis manos, la dejaren la calle y me quedaré con la custodia completa de mi hijo.Carlota Rodríguez. El último día de exámenes, mi amigos presentan los suyos según su carrera, y quedarnos en vernos en el cafetín del la universidad al terminar, zapateo cuando veo que no soy la primera en llegar, ya que Williams está en una mesa con su teléfono en mano, al verme acercarme me hace burla. —¿Por qué tardaste tanto, bebé? — resopló sentándome a su lado. —Fui la primera de mi clase en entregar. —Yo igual… Dorothea resopla al vernos también. —Joder, fui la primera en entregar, ¿Qué les tocaba? La materia más sencilla, de seguro — se sienta a mi lado. —Estadísticas — digo yo. —Calculo empresarial — responde Williams. —Cerebritos… ¿Qué haremos hoy para celebrar? Nos merecemos irnos de fiesta, asique no hay Pero que valga — se que lo dice por mi, no soy la más fiestera, soy más de leer libros en la soledad de mi habitación mientras me como un snack y bebo un delicioso papelón con limón. —Esta bien, Dorothea, hoy iré, debo ir a llevarle primero unas cosas a m
Gregor Thompson —Te espero en mi local a las 11:00 tengo un par de chicas nuevas que se, podrían gustarte, tus verdaderos gustos, aquellos, antes de que cometieras matricidio — giro los ojos, ya Mathias está dormido, así que salgo para poder hablar mejor al teléfono. —Tengo mucho trabajo, sabes que… — Me interrumpe —Desde que te casaste te dedicaste en cuerpo y alma a la empresa y a tu familia, por una noche que te aloques no va pasar nada. —Joder — Paso la mano por mi cabello, estos días han sido tres veces más estresante, la verdad si me merezco un noche para mí —Esta bien, estaré allí en un rato. —¡¡Aleluya!! Corto comunicación y me voy alistar, aviso a la niñera antes de salir, aunque yo sé que ella siempre está atenta a Mathias. Elijo mi auto deportivo, tengo siglos sin usarlo, no está demás presumir el fruto de mi trabajo por una noche. Ya casi en media noche y hay un gentío fuera esperando poder entrar, Nathan, mi mejor amigo y dueño me espera fuera. —El gran Gr
Carlota Rodríguez Mi cabeza duele, y no por lo que debería doler, imaginaba estar a esta hora sufriendo por una resaca olímpica, no por el señor jalón de mechas que me dieron, de gratis. Mi mente vuelve al momento y no lo creo, interrumpieron mi momento de diversión según que porque era menor de edad, y luego esa jodida loca apareció, lo más irónico es que no siquiera le ví la cara! Casi me deja calva. No, bueno, en realidad me arranco solo una par de cabellos, Pero el jalón si fue rudo. Aunque, aunque, viendo lo positivo del todo lo que sucedió, puede estar en los brazos del papacito de Gregor Thompson.Aprieto las sabanas y doy un gritito, que el hombre está buenísimo, que jamás me imaginé si quiera tocarlo, y anoche luego de que su ex enloqueciera me atendió y reviso para asegurarse de que estaba bien, además, me trajo en su lujoso auto a mi casa. Es una persona seria y se nota poco expresivo, Pero su vergüenza por lo sucedido se notaba a leguas, no hablamos nada en el camino
Carlota Rodríguez —¿Dónde está mi madre? — llego como torbellino a la clínica y le pregunto a Sr Thompson al verlo, bastante alterada — ¿Qué fue lo que pasó? —La están atendiendo, no hubo heridas graves…—¿¿Heridas?? — Busco a lo lados a ver si la veo, quiero llorar —¿Qué carajos fue lo que ocurrió? Suspira y pasa la mano por si rostro — La madre del niño se coló en la casa, violando la seguridad, tuvieron un altercado aparentemente ya que se quiso llevar a Mathias y tú madre se interpuso, estaba cerca de las escaleras y se cayo.—Esa maldita desquiciada — joder, que mi madre se pone también a meterse en lo que no debe, de pronto pienso en el bebé — ¿Y Mathias? ¿Cómo está Mathias? ¿Se lo llevó? —El está bien, la seguridad intervino y la lograron detener, ahora se encuentra a cargo de mi padre y su esposa, Irina está detenida.Paso las manos por mi cara — Gracias a Dios, ahora quiero ver a mi madre, por favor dime dónde está. —Esta en urgencias, la están revisando, solo fueron una
Gregor Thompson Disimulo viendo a la chica que se baja de mi camioneta, tiene unos jeans anchos con bolsillos y una blusa corta que su ombligo, su cabello es una maraña en la cima, aunque no se ve mal, toma su maleta y me ve esperando que le diga algo. Rasco mis cejas, mi padre aparece con Mathias en brazos y su esposa al lado. Observa a la joven que me acompaña, es mi hijo quien rompe lo incómodo del momento, ya que al verla alza sus bracitos hacia ella. —Buenas tardes — saluda antes de acercarse a mi hijo — Hola pequeño bebé travieso — le dice con voz dulce.Tomo a maleta para ayudarle mientras lo carga en brazos. —Hola Papá, Hola Maritza, ella será la niñera de Mathias mientras la señora Carla está de reposo.—¿Cómo conoces a Mathias? — pregunta mi padre. —Soy la hija de Carla, la persona que se encarga de el, lo he visto muchas veces antes, ¿Verdad bebé hermoso? El le muestra una sonrisa con sus encías solo con un par de dientes en ellos. —Me parece bien que se encargue del
Carlota Rodríguez Mathias es una bendición, durmió toda la noche, cuando me desperté eran las siete de la mañana, así que pude recuperar bastante sueño de mi noche de rumba. Lo primero que hago es cambiar su pañal y bajo a la cocina a prepararle un tetero.Me encanta que me sonría apenas me vea, es idéntico a su padre, por lo menos eso hizo bien su madre, no entiendo cómo alguien no puede querer a alguien tan perfecto como este ser, es tan inocente.. y más viniendo de ella. De verdad son cosas que no se pueden entender de algunos seres humanos.Yo solo me cepillo y medio acomodo mi cabello, bajo con mi pijama de gatitos, que es solo una blusa de tirantes y un shorts que me queda a medio muslo. El bebé se come todo.—Eres un bebé muy bien portado — le digo con voz cariñosa — Te voy a cambiar y ponerte muy guapo para que salgamos a tomar sol en el jardín. —Buenos días — me sobresalto ante la voz gruesa — mi cejas se alzan al ver al padre del niño, se nota que acaba de llegar y a mi
Carlota Rodríguez Amo el nuevo hogar de Mathias, es elegante, tiene una vista estupenda, y a pesar de ser un apartamento, tiene sus áreas recreativas, ayudo acomodar las cosas en su nueva habitación mientras el duerme plácidamente en su nueva cuna. Antes de salir de su antigua casa, me cambie el shorts por un vestido, es estilo veraniego, rojo con pequeñas flores blancas y combine con una sandalias planas estilo romano en marrón, no es lo más cómodo para una mudanza, Pero si lo más fresco, me rehusó a usar algo que me genere más calor de la que hay. A mí jefe no le causo mucha gracia, ya que pude escuchar claramente su gruñido insatisfecho por la ropa que elegí, hice como que la no escuche nada y seguí en lo mío. Su amigo se despidió rápido y con cara sería, no como cuando me vio en la casa, que fue todo sonrisas. Aprovecho la siesta del bebé para darme un paseo, hay algunas personas en las habitaciones organizando, me gusta, no es gigante, es grande, los espacios son cómodos.—¿
Gregor Thompson La vista se me va detrás de su trasero, no puedo evitarlo, Mathias se acerca con sus manitas en los ojos, así que lo coloco sobre mi pecho.Necesito que la señora Carla regrese pronto, además iré a visitar de nuevo dulce infierno, últimamente siento demasiada tensión, las piernas, sus pechos llenos me atraen, pero esos ojos verdes, con esa mirada pícara y desobediente me mata. “No es una buena idea, solo perdería a la mujer que cuida a mi hijo desde que nació y ella hace un trabajo excelente, aunque no puedo decir nada malo del trabajo de Carlota”Lo malo es que me atrae… Cuando aparece su sonrisa tierna al verme, me remueve por dentro… Comienza a recoger y yo me levanto para llevar a mi hijo a su habitación, lo dejo en su cuna, reviso que no haya mosquitos, y apagó la luz, escucho a Carlota en la cocina, decirle que se quite el puto vestido que trae solo hará que se coloque algo peor. Paso la mano por mi rostro. Me tienta, desde que la Vi con esos jeans caminado