Querida lectora si quieres conocer la historia de Ana y cómo conoció a Connie y a su esposo no te pierdas Mi ex jefe, mi sugar dady
Pasaban los días y Gabriel estaba cada día más estresado, había levantado la denuncia para que la policía buscara al responsable del fraude, pero tuvo que pagar una fuerte cantidad de dinero para que la información no se filtrara a los medios, no le convenía que nadie se enterara de que su empresa estaba en la ruina porque eso desplomaría el precio de sus acciones y ningún inversionista querría asociarse con una empresa que se encontraba en quiebra, a menos que quisiera comprarla y esa no era una opción porque él no quería perder la dirección del imperio de su padre.Al menos en su casa encontraba un poco de felicidad, pasar tiempo con Connie y con los niños era su mayor consuelo. A pesar de sus preocupaciones, se tomó el tiempo para jugar al futbol con Paquito mientras las niñas jugaban a las princesas.Disfrutaba mucho ver a Connie sentada en el césped bebiendo té con una taza de juguete y peinando muñecas. Qué razón tenía Ximena cuando decidió que una mujer como Laura no estaba a l
El fin de semana llegó demasiado rápido para gusto de Connie, tenía la certeza de que el posible socio de Gabriel no era Marco Duran porque Ana se lo habría dicho, pero de cualquier manera le pesaba la idea de volver a Acapulco.Aun cuando Gabriel no le había dicho el nombre del inversionista, ella supuso que podía tratarse Mr. Harry y a pesar de que le dijo que él era un caballero y que había olvidado que la conocía, le preocupaba encontrarse con algún otro hombre, eran tanto los empresarios que disfrutaban de las fiestas en casa de la güera que era fácil coincidir con ellos en algún lugar, aunque claro, a ninguno de ellos le convenía que se supiera que era cliente de un lugar como ese y para ello firmaban un acuerdo de confidencialidad.No le agradaba la idea de revivir su pasado, pero había algo que quería hacer y que no sabía por qué motivo, lo único que sabía era que realmente quería volver a ver a doña Lucha, la dueña de la pensión de estudiantes donde vivió antes de salir huyen
Cuando llegó a la habitación del hotel ya Gabriel estaba ahí y justamente estaba marcado su número en el móvil para preguntar dónde estaba y pedirle que se diera prisa porque los nuevos socios estaban esperando para festejar.—Connie, mi amor, que bueno que llegas, justo te estaba llamando, date prisa preciosa, debes cambiarte de ropa, hemos firmado el contrato y los socios nos esperan para festejar.—Gabriel yo…antes necesito hablar contigo, hay algo muy importante que quiero que sepas.—Hermosa, ¿no puede esperar? te digo que nos están esperando y todavía tienes que cambiarte de ropa.—Amor, por favor, es algo muy importante — insistió Connie tratando de contener el llanto.—Tranquila mi amor — le dijo él y la abrazó porque la vio muy nerviosa — te prometo que cuando regresemos hablaremos, voy a escuchar todo lo que me tengas que decir y voy a entenderte. Pero en este momento, es importante para mí quedar bien con los inversionistas, tú mejor que nadie lo sabes.Ella asintió con la
Por fortuna durante la cena los señores se la pasaron hablando de los planes para la empresa y de lo entusiasmados que estaban con nueva sociedad, Ana y Connie se limitaban a sonreír y a apoyar las ideas de sus parejas, la conversación fluia de manera que tal parecía que Marco no iba a decir nada que comprometiera a Connie, aun así ella evitaba mirarlo y tambien hablaba lo menos posible.—Es una pena que Ricardo no esté aquí — dijo Mr. Harry — se perdió una gran oportunidad.—Ricardo Fuentes y yo somos como hermanos, en la vida y en los negocios, espero que más adelante pueda adherirse a esta sociedad, si la idea es seguir creciendo la empresa — contestó Duran dirigiéndose a Gabriel.Gabriel pudo percibir que al mencionar a Ricardo fuentes, Marco Duran miró a Connie por un segundo, quizá solo fue una coincidencia, pero la mirada que cruzaron Ana y Connie en el mismo momento si le pareció un tanto sospechosa.—¡Por supuesto! — dijo al fin—, debo admitir que, al no conocer a Mr. Harry,
—Tranquila — le dijo Ana y la abrazó — ya verás que cuando hables, te sentirás mejor — se puso de pie y antes de alejarse le dijo a Gabriel: — No la juzgues tan duramente, todos tenemos derecho a cambiar y a comenzar de nuevo.Gabriel solo asintió con la cabeza, tenía un hueco en el estómago porque las palabras de Ana y Marco Duran, le habían dado a entender que se trataba de algo demasiado fuerte.—¿Qué es lo que pasa bonita? — le preguntó sentándose a su lado.Connie subió los pies a la banca y abrazó sus rodillas, no se atrevía a mirarlo a la cara, pero ya no había marcha atrás, tenía que contarle todo su pasado.Se limpió las lágrimas y respiró profundo para tomar la fuerza para comenzar a hablar.—Mi nombre no es Constanza Ramírez, en realidad me llamo Concepción Rivas — fue lo primero que salió de sus labios.—¿Cómo es posible? ¿entonces la madre superiora no es tu tía? — preguntó Gabriel desconcertado, todos los que la conocían, sabían que la madre superiora se llamaba Leonor R
Connie se quedó mirando cómo Gabriel se alejaba sin siquiera voltear a mirarla, quería correr tras él, pero no quiso importunarlo más, quizá era mejor así, era mejor que terminara con esa ilusión absurda de vivir un amor verdadero, tal vez no era digna de ello.Sin pensarlo subió a la habitación, hizo su maleta y decidió volver a Huatulco, no quería pasar por el dolor de un nuevo rechazo quería sacar a Paquito y a Lolita de su casa y volver al albergue, iba a ser difícil, pero también tenía que decirle la verdad a la madre superiora.Revisó su cartera y se dio cuenta de que no tenía el suficiente dinero para un boleto de autobús, mucho menos para un boleto de avión, miró su mano y se quitó el anillo de compromiso que le había dado Gabriel. Tomó un trozo de papel y escribió una nota que dejó sobre el buró, todavía no sabía cómo iba a conseguir el dinero para volver, pero podía recurrir a Ana, o a doña Lucha, por lo pronto era mejor salir de ese lugar antes de que volviera Gabriel.Tení
Agarró su cabello con ambas manos, se sintió un estúpido por haber reaccionado de esa manera, pero solo quería aclarar su mente para poder decirle a Connie lo que estaba sintiendo sin herir sus sentimientos y sin que se sintiera rechazada u ofendida por sus dudas al respecto de si continuar con su relación o no.Llamó a la recepción para preguntar si habían visto salir a su mujer y la recepcionista le dijo que no, al menos desde que ella había tomado el turno, que posiblemente había salido cuando estaba el compañero de la guardia nocturna.Inmediatamente pensó en Ana Duran, era probable que estuviera con ella, por lo que pudo ver eran buenas amigas y quizá había recurrido a ella en busca de ayuda.Le habían robado el móvil así que pidió que lo comunicaran con Mr. Harry para que le proporcionaran el número de teléfono de Marco Duran.Por fortuna el gringo ya estaba en su oficina y lo comunicaron de inmediato. Le dio vergüenza molestar a sus socios, pero estaba seguro de que ellos enten
Se besaron larga y apasionadamente hasta que el sonido del claxon de varios vehículos que esperaban impacientes para que Gabriel quitara su auto de en medio de la carretera los hizo volver a la realidad.Los federales le perdonaron la multa y solo le recomendaron no volver a hacer una locura como esa, tuvieron que disculparse con los conductores molestos por el tráfico detenido.—Por favor señorita, si un día decide volverse a enojar con su novio, solo recuerde que es un loco suicida y escúchelo antes de abordar el autobús — dijo el oficial cuando subieron al auto.—¡Gracias oficial! Y perdonen el inconveniente— dijo Gabriel avergonzado, pero feliz por haber conseguido alcanzarla.Emprendieron el viaje de regreso a Acapulco, Gabriel tenía la cita ante el notario para formalizar su nueva sociedad, pero lo que más le importaba era llegar al hotel para hacerle el amor a su prometida.Le pidió a Connie su móvil para hacer una llamada y se detuvo en un paradero para tomar agua y comer algo