Narrador Omnisciente. —Tu romance no es como el de mis príncipes soñados. —susurra Zarya dejando otro beso sobre sus labios. —Igual nunca me ha gustado soñar. —Los soñadores mueren de ilusiones, los realistas nos alzamos con sus caídas. —proclama él con una risa maligna bailando sobre sus labios. —Disculpen la intervención. Amo el romance y los reencuentros y todo eso, pero debemos irnos. —se mete Adam intranquilo. —Con todo respeto, Zarya. Ella ríe divertida. Bennett por poco lo atraviesa con los ojos.—Por aquí. —dice ella soltando la mano del comandante que siente la ausencia rápidamente, pero la sigue también, yendo por donde la mujer de ojos azules los dirige hasta llegar a la cabina de mando que ya tenía libre de guardias. —Tu turno, Adam. Este truena sus dedos antes de acercarse a los aparatos que empieza a dominar como sus conocimientos se lo permiten. Quitando cada uno de los seguros de las puertas que abre, causando que todos los prisioneros salgan de sus celdas, yéndo
Narrador Omnisciente. Apuntan, disparan y arremeten contra los seguidores de la corporación a una velocidad bestial para devolver el fuego que derriban más de los enemigos que de los suyos, que son más listos a la hora de atacar. —¡Cuarto equipo de apoyo a veinte metros!—¿Dónde está el tres? —pregunta Zarya. —Sacando al comando alfa del área. —le responden.Eso los tranquiliza, pues el que Adam esté a salvo es una de la prioridades de Bennett, quién cambia cargador, despejando el camino cuando dos camionetas se detienen frente a ellos apuntandolos. Ninguno se mueve. Todos esperan la orden, pero la risa de Zarya dice todo indicando que se alejen cuando un lanzagranadas es maniobrado por Taddeo Giordano que sale por la ventana de un casa, explotando una de la camionetas, atacando a la segunda que es cerrada para evitar ser alcanzada por las balas. Sin servir de nada, ya que Bennett y Zarya los llenan de proyectiles que atraviesan el cristal, neutralizando a los sujetos que quedan
DamienCada etapa llega a su final, cada ficha caerá en su puesto y cada ser estará en donde pertenece, a eso nos abocamos siempre y nunca nos ha fallado tal ecuación. Aterrizamos en la parte más lejana de la propiedad que ya está estudiada en cada centímetro, preparada para su destrucción y evacuación en poco tiempo. Hay un límite para nosotros, porque debemos regresar a la parte final por lo que nadie pierde tiempo yendo directo a lo que nos interesa. El comandante no se separa de Zarya al introducirse en el espeso bosque, al cual también lo hace el escorpión por su lado cubriendo el este, según lo planeado. Por mi parte tomo el frente directamente, sin arandelas. Voy por lo mío y quitármelo no podrán esta vez cuando arrancaré la cabeza de todo el que se interponga entre mi objetivo y yo.Caminamos entre los árboles directo a los equipos que nos esperan con la ubicación precisa de Briana, ya no hay dudas, ni tiempo para esperar más. Voy por ella y me vale una mierd@ si debo desha
Damien. —Retirada en diez minutos para volver mierd@ este sitio. —oigo a Zarya a mis espaldas cuando subo los escalones que están custodiados por tipos, a los cuales no me cuesta nada regresar al suelo con las balas que suelto para seguir subiendo. Mis pies no se detienen y los sujetos siguen bajando. Un sonido ensordecedor me detiene cubriendo mis oídos por lo doloroso que resulta en mis tímpanos, a tal punto que un líquido tibio sale de mi oreja, el cual observo en mi mano, pero reacciono con rapidez al sentir a alguien que viene sobre mí con una jeringa que detengo antes que entre en contacto con mi espalda. Propino un cabezazo que le rompe la nariz reconociendo la sustancia que es, la droga que aminora tanto los latidos del corazón hasta que se vuelve nulos. La que usaron en Briana, según Bonnie. Una onda de ruido capaz de derribar un ejército es lo que suena, pero este se termina, mientras sostengo al gusano a quien le quito la jeringa. Alguien debió desactivarlo ya, pero el
Damien. La ayudo a quedar impecable, quitándole la suciedad y la sangre de su cabello antes de trenzarlo. Mientras lo hago, Briana nos observa a través del espejo frente a nosotros. Acomodo su pelo, dejando algunas hebras sueltas que le dan ese aire de dulzura y poderío en un mismo ser. Es magistralmente hermosa, una completa preciosura que ha heredado a la bebé que está por llegar. Sus mejillas rosadas y esa mirada, decorada por sus espesas pestañas, la vuelven irresistible de dejar de ver. —La comida de la señorita. —dicen en la puerta, doy la señal de que la deje mientras ella solo observa todo con incredulidad. Empiezo a dar bocados para que se alimente asegurándome de que tenga las energías que irá recuperando a mi lado. —Temo porque esto solo sea parte de mi cabeza con su jugarreta. —exclama girándose. —Es que me parece como...—No lo es. Por fin te encontré. Estoy aquí contigo. —acuno su rostro dejando caer los muros que antes cubrían mi corazón. —Y no sabes cuanto lament
Nota: El capítulo a continuación narra los mismos sucesos de capítulos anteriores en su rescate, contándose desde el punto de vista del comandante. (Tuve que dividirlo en dos) Si desean leerlo, aquí lo tienen y espero lo disfruten; sino, no hay problema ;).Bennett.Las balas siguen tronando, la sangre continúa emanando y cada escoria cae con cada puñetazo, bala y cabezazo que propino a quien se me quiere poner enfrente. Adam me lanza el cuchillo que atrapo en el aire para llevarlo directamente al pecho del tipo que queda a medio camino. Escupe sangre por la boca en lo que giro la hoja para sacarla, regreso al otro arremetiendo con puños y codos para quitarmelos de encima. Me hacen caer, pero cuando intentan atinarle a mi cabeza los pongo a mi lado dando en garganta y pecho acabando con los maldit0s. Una bota me quiere romper la cabeza por lo que ruedo poniendo una rodilla para ir por él a tiempo que una bala le atraviesa el cráneo reventando su cerebro.Me incorporo con rapidez t
Bennett. Hago a Zarya a un lado elevando los brazos para desatar los proyectiles que atraviesan a los infelices que no tienen tiempo de reaccionar cuando les vuelo los cesos, cubriendo a la mujer que en menos de tres segundos reacciona al fuego, colocándose en posición defensiva desde mi espalda en donde la siento moverse. Gira alzando las manos hacia los tipos que están en las alturas llegando a ellos con las balas que los hacen caer. Escucho a Zarya hablar por su auricular, preguntando por el siguiente equipo para luego avisar que Enzo ya está en el aire con el comando alfa. —Podemos... Las camionetas que se detienen de repente me ponen en alerta. No muevo, tampoco lo hace ella fijando los ojos en un solo sitio logrando que vea al mismo lugar, para distinguir al imbécil de Taddeo sosteniendo una bazuca que apunta en nuestra dirección, haciendo que vea como apartarla cuando la detona arrasando con los infelices que nos tenían rodeados. El ruido pasa sobre los dos antes de ver có
Advertencia: escenas perturbadoras, explicitas y muy descriptivas. Si eres sensible a ellas no leas.Narrador omnisciente Decisiones erradas, movimientos drásticos, sucesiones inevitables son las que se empiezan a dar con cada segundo que transcurre. Los soldados no dan crédito a lo que ven sus ojos con la cantidad de cuerpos mutilados que hay en Irlanda. La masacre ahora es de las más habladas alrededor del mundo, pues muchos hacen comentarios sobre estos como una jauría de fieras que atacó deliberadamente a todo lo que veían. Se escudan en simples suposiciones por si estos regresan por aquellos que dan declaraciones. A eso le temen. Si vieron un rostro, la decisión más sensata instintivamente es olvidar. Nadie quiere a los sapos, menos a los que dan información a quienes esa jauría está cazando. La sangre es la protagonista de esa ciudad y solo es el inicio de lo que sucede en la fría madrugada, cuando el comandante Evans se reúne con los otros dos integrantes de la Trinidad que