Vale la pena

Odio es un sentimiento y yo por ese ser no siento absolutamente nada, por mucho tiempo pensé que algo estaba mal en mí, que yo no hacia las cosas adecuadas para que mi papá me quisiera, pero ese no era el caso, el problema no era yo, el caso es que él no sentía nada por mí, por nosotros, solo fuimos un accidente, algo que quizá nunca deseo que pasara.Muchas personas me decían que no podía estar resentido toda mi vida, es verdad, tienen mucha razón, pero por un motivo fuerte deje de estarlo, mi madre, concentrarme en ayudarla, en estar con ella, fue un aliciente en tanto dolor para mí. Gracias a la ayuda de mis tíos, todo fue mucho más fácil, ellos nunca nos dejaron solos, en mi caso tenía la compañía de mis primos, con los que compartimos edad, pues los trillizos y yo somos del mismo año.Desde niño creí que las familias eran para

Mucho después

Han pasado treinta años desde que decidimos unir nuestras vidas en matrimonio, bueno más bien en tener una relación formal, o como mucho dijeron en su momento hacer las cosas bien, pues nosotros fuimos de los que comenzamos al revés.En todo ese tiempo, pasaron algunas cosas, unas que nos causaron alegría, otras preocupaciones, hasta las que causaron mucho dolor. Entre esas están el nacimiento de cada uno de nuestros nietos, aunque no lo parezca la primera en darnos nietos, fue Sandy, ella tuvo dos nenas, con un año de diferencia, después vino el jovencito que nos robó el corazón el hijo de May, Martin tuvo una niña recientemente, y en el caso de Santiago Jr. Él si fue el que salió con el mal o por decirlo así con el gen de gemelos, dándonos dos nenas hermosas, claro que dos años después tuvieron el varoncito. Y así, nuestra casa se volvió a lle

En un punto

Soy de las personas que siempre me dio igual el hecho de tener o no tener, aunque nací por así decirlo en cuna de oro, no fue arrogante ni mucho menos, he tenido errores como todas las personas, pero también aciertos y uno de ellos fue el encontrar a la que sería mi esposa.En mi niñez fui uno de los más activos a diferencia de mi hermano que fue un poco más calmado, dicen que de los gemelos uno siempre sale más loco, pero de verdad no podría decir eso pues a mi parecer los dos éramos un volcán a punto de erupción desde que salimos del vientre de nuestra adorada madre.Soy Santiago Jr. El porque me llamo así me imagino que lo asumirán, mi madre adora a mi papá, y además es tradición que se lleve los nombres de alguien de la familia, por ejemplo, mi hermana mayor se llama May, que es casi como el nombre de mamá Mayra, y en el caso d

Felicidad

SantiagoHabíamos decidido que nos jubilaríamos de la clínica pues ahora estaría a cago de nuestras hijas y sus respectivos esposos, claro eran asesoradas por los gemelos en cuestiones financieras y de administración, tal como ellos hacían en la Empresa Castelli, bueno el caso es que ambas tanto la Clínica como la Empresa Castelli eran familiares y laboraban la gran mayoría de los nietos del clan Castelli.Programe unas vacaciones a un lujoso chalet en una de las playas más hermosas de América latina, sabía que mi esposa disfrutaría de esos días de relax, al menos sin ningún tipo de preocupación, pues nuestros hijos se encontraban bien y los nietos igual.Seria una sorpresa para mi dulce esposa, hermosa como siempre, aunque pasen los años la belleza natural que ella tiene no se esfuma por nada, cada una de las marcas en su cuerpo demuestran todo el amo

Intentando

Otro más

Mayra Ver a mis hijos llegar a nosotros fue algo emocionante, pero cuando vi que eran los cuatro que habían ido por nosotros, no pude contener las lágrimas, saber que mi familia es unida en todo momento, me llena de felicidad, me reconforta saber que hicimos un buen trabajo Santiago y yo, en la crianza de ellos, pues siempre les inculcamos el amor, y sobre todo que siempre deben apoyarse y nunca dejar solo al que los necesita, en este caso, fuimos nosotros los que llegamos a necesitar de ellos y no escatimaron en nada por encontrarnos y regresarnos a casa.La llegada fue mucha más emotiva, allí estaban mis nueras, yernos y nietos, a la espera de nosotros, pero el caso fue que solo yo pude verlos en primera instancia, pues debían llevar a Santiago a la clínica para revisar la herida y hacer la sutura necesaria.Mis querido sobrinos habían preparado una reunión de bienvenida, e

Abriendo mis alas

No tenía ganas de asistir a ese evento en el que había sido invitada a celebrar uno de los campeonatos en el que participe de jueza, pero sin embargo lo debía hacer, me había maquillado acorde a el evento y asistí, sonriendo a cada persona que me reconocía, como la hija del gran abogado Castelli.Aunque me encontraba en otra ciudad en la que yo había decidido vivir, con la finalidad de abrir mis alas y hacer mi vida diferente, mis hermanos estaban en unas bonitas relaciones, yo no quería ser el mal tercio, ahora cada uno vivía por separado, pues ya estábamos de 25 años.Me había enamorado de un chico, pero mi amor no fue correspondido, pues él estaba enamorado de una de mis compañeras de la universidad, así que viví con eso por algunos años, y cuando llego el día que decidí cambiar de ciudad, también lo hice con la finalidad de des

Brisa interminable

Veo a lo lejos a mis hijos correr tras los suyos, no puedo creer la rápida que se me ha hecho la vida, ahora con un camino recorrido y con muchas experiencias.Tuve los mejores maestros que la vida me regaló, ellos nos criaron a mis hermanos y a mí, con mucho amor, ese que también le dimos a nuestros hijos y que siempre les pedimos transmitan a nuestros nietos.Recuerdo a mis padres decirnos que la mejor manera de vivir era bajo valores, que eso nos haría muy felices, hoy que ellos ya no están físicamente con nosotros, puedo asegurar que lo fueron hasta su ultimo día, que, a pesar de pasar penas inevitables, su sonrisa se mantenía, siempre viendo el lado positivo de las cosas.Aun conservamos la buena costumbre de hacer nuestras reuniones familiares, conversamos lo que nos acontece, cada cierto tiempo cambiamos de sitio de reunión, unas veces es en la casa de campo de Martin, o en la casa de S