–Yo me llamo Alejandra Robledo. –Contestó Sol con un tono bajo estrechando la mano de Alice que sonreía con amabilidad mirándola, pero después dirigió su atención a la niña que estaba escondida detrás de Sol.–¿y quién es esta pequeña? –Preguntó Alice mirando a Estrella con curiosidad.Alice se inclinó a la altura de los ojos curiosos de Estrella y le sonrió mientras que la niña la miraba con recelo. Alice se dio cuenta de que la niña se estaba comiendo las uñas y no tardó en saber porque lo hacía.–¿Tienes hambre verdad? –Preguntó con una sonrisa y Estrella asintió con timidez. –¿Qué te parece si nos vamos a comer una hamburguesa bien grande con mucho, pero muchísimo queso? ¿A mí me encantan y a ti? –Habló mirándola con ternura y Estrella sacó la manita de la boca.–También me gustan mucho. –Respondió Estrella y Sol miró a su hija con tristeza, porque era muy duro para ella ver a su hija con hambre y no poder darle de comer.–Pues conozco un lugar que hacen unas hamburguesas sabrosís
Sasha estaba en Central Park sentado en un banco con su libro de bocetos, observando a un hombre que tocaba un violín al lado de una fuente. Él intentaba dibujar a alguien y eligió aquel hombre que parecía estar tan solitario al igual que él. Tenía la necesidad de hacerlo para demostrarse a sí mismo que Sol no era tan especial, ya que él solo había dibujado dos personas en su vida, Sol y Estrella, porque siempre le había costado reflejar en sus cuadros lo que para él era lo más importante de una persona, el alma.Dibujar a Sol le había resultado fácil y podía hacerlo durante horas porque no solamente podía ver su alma, sino también se había enamorado perdidamente de ella, pero Sasha estaba dispuesto a olvidarla, dejar atrás sus recuerdos, sus mentiras y su traición.Sasha estaba tan perdido en sus pensamientos que tardó en darse cuenta de que su teléfono móvil estaba sonando y cuando vio quien era contestó de inmediato.–¡¡Harris!! –Contestó al teléfono con ansiedad esperando una buen
Sol estaba sentada observando a su hija jugar con otro niño que también estaba y vivía en el centro de ayuda al que Alice las había llevado. Habían pasado apenas tres días desde que habían llegado, pero ya se sentía más tranquilas porque estaban a salvo.Alice le había avisado a Sol que le presentaría a sus hijos que también colaboraban en el centro, después de acomodarlas en uno de los pequeños departamentos que había en uno de los edificios de las instalaciones de United Brothers. Era mucho más pequeño que la casita en la que vivían en Nueva York, pero era cómodo y acogedor. Un lugar perfecto para volver a empezar.Sol se fijó en los dibujos que decoraban las paredes del centro y hasta los techos, y le parecían muy hermosos, pero también les resultaban ser muy familiares, aunque no sabía exactamente porque.–¿Eres la chica nueva? –Preguntó un hombre con la voz grave detrás de ella y Sol se giró rápidamente para ver quien era.La chica se encontró con el hermoso rostro de un hombre m
–¡¡Sasha!! –Exclamó Sol despertando después de soñar con el hombre de que se había enamorado, lo que ya era una rutina para ella, y echó sus cabellos hacia atrás pasando con frustración porque cada sueño que tenía era una tortura para su corazón. Después se giró para ver a su hija que seguía durmiendo plácidamente a su lado y agradeció mentalmente el hecho de que su niña tuviera el sueño tan pesado. –¿Ahora como hago para olvidarte Alexander? –Murmuró para sí misma mirando por la ventana observando la luna llena.Para Sol lo más duro de pensar en Sasha era recordar los momentos felices y en cómo todo cambió de un momento a otro. Ella sí podía entender que la desconfianza entre ellos había destruido todo y tal vez por eso no podía dejar de amarlo, pero recordar todo lo que había sucedido, las cosas que le había dicho y lo mucho que había sufrido su hija era todo lo que bastaba para enterrar aquel amor y olvidarse por completo de él, de la misma manera que Sasha también deseaba hacerlo
Los días iban pasando y Sol cada vez estaba más cómoda en su nuevo hogar y en la tienda de Meghan, donde había empezado a trabajar como dependienta.Alice le había explicado todo lo que deberían hacer con relación a Samuel y que Sol tendría que entregarse a la policía ya que estaba siendo buscada, pero también le aseguró que podía estar tranquila porque ella estaría a su lado para apoyarla en todo lo que les hiciera falta tanto a ella como a Estrella.Sol tenía miedo por su hija, y estaba aterrada de terminar en la cárcel por la muerte de Gloria, pero Alice le había dejado claro que no existía otro camino y que el momento de enfrentarse al padre de su hija se estaba acercando.Alice le había dicho que primero esperarían a que pasará la gala del Aniversario de la Fundación, después de eso ella lucharía al lado de Sol por su libertad y la de Estrella, pero mientras que esperaba llegar el momento de pelear Sol disfrutaba de la paz.–Huele muy bien Meghan. –Habló Sol oliendo una crema cor
Unos segundos después de que Sol se fue al baño Ava regresó con los demás y en lo primero que se fijó fue que la chica no estaba en la mesa con su hermano y sus tíos.–¿Dónde está Alejandra? –Preguntó Ava mirando alrededor viendo que el lugar estaba lleno.–¡Justo en este momento acaba de ir al baño! –Contestó Kilian señalando la dirección en la que la chica se había ido.–¡Pues iré a buscarla! –Exclamó y Kilian asintió, pero antes de marcharse agarró el rostro de su hermano y se acercó para decirle algo. –Y te aviso que cuando regrese no te me escapas nanito, está noche veremos quien aguanta beber más. –Afirmó haciéndole un guiño con el ojo y Kilian giró los ojos.–¡Cómo quieras bombón, pero te recuerdo que el primer puesto ya está ocupado por tu mellizo! –Habló con sarcasmo mirándola y Ava gritó mientras que se alejaba.–¡¡No lo será por mucho tiempo más, ese puesto será mío!!Ava se fue directo a buscar a Sol porque estaba loca por saber que se traía la chica con su hermano, pero c
Días después Ava estaba en el departamento de su mellizo, ya que desde que era una niña cada vez que necesitaba refugiarse en algún lugar lo hacía en los brazos de su hermano, que también era su mejor amigo, en Sasha ella siempre encontraba la paz.Ava creía que ellos tenían una conexión más especial por haber compartido el útero de su madre y se podía decir que de cierta forma era así.Ella todavía sentía el miedo y la adrenalina de aquella noche en su cuerpo y el recuerdo del cuerpo sin vida de Otto Anderson seguía atormentando sus noches de sueño.Ava había asumido la culpa de lo que había sucedido porque sabía que Sol había arriesgado demasiado para salvarla de Otto, y no pensaba permitir que la chica pagará por aquello.Aquella noche, después de lo que había pasado, Ava llamó a Kilian que no tardó absolutamente nada en encontrarlas en aquella espantosa situación y actuaron rápidamente.A pesar de las protestas de Sol que no quería aceptar la idea de que Ava asumiera las responsab
Sol estaba delante de su cama mirando los dos vestidos de gala que Alice había comprado para que ella pudiera lucir hermosa en la gala de la Fundación. Uno rojo y otro verde esmeralda.El rojo no era una opción por más hermoso que fuese, porque le hacía recordar el que había llevado puesto en la exposición de Sasha y ella quería no recordar nada que tuviese algo que ver con él.Su cabeza todavía estaba hecha un lío por lo que había pasado con Otto y más porque Ava le había comentado que era el primo de la exnovia de su hermano mellizo. Lo que le había parecido demasiada casualidad.–¿Mamita cuál te vas a poner? –Preguntó Estrella agarrando el vestido verde para ponerse delante del espejo con él. –Este es muy hermoso, como tú mamita.–Tú sí que eres muy hermosa mi pequeña princesa. –Respondió mirando a su niña con ternura. –¿Ese te gusta mi amor? –Preguntó y Estrella asintió sonriendo.–Mucho mamita, es muy lindo. –Respondió con entusiasmo.–Bueno, pues entonces este será el vestido qu