Diana: Recupero la conciencia cuando Yunior Farías me levanta, tirando del collar que me han puesto al cuello, y arrojándome a uno de sus matones, la primera vara se clava en mis costillas devolviéndome al piso, la quita ponen la otra... No hay cosa más horripilante que esa sensación que dobla mis extremidades y pone en blanco mi mente. Los niveles de dolor son espantosos y me dan un descanso de segundos antes de arrastrarme, torturandome otra vez y otra vez convirtiéndome en una bola que mueven de aquí para allá. Los temblores en mi cuerpo son incontrolables, la taquicardia es horrible y me siento como si padeciera varias convulsiones a un punto dond quedo tendida boca abajo con la boca abierta. No la puedo cerrar y saliva gotea de mi boca. Me hacen preguntas que no puedo responder, preguntas básicas, pero no puedo hablar. El desgaste es demasiado y no me siento capaz de resistir un golpe más. Yunior revisa mis ojos con una linterna, el traidor se asegura y entre dos me ponen
Víktor: En la Mafya aprender que respirar es aprender a pelear y giro llevándome dos al piso, la patada a la cabeza noquea al primero y quiebro el cuello del segundo riéndome, cuando los soldados vuelven a llevarme hacía atrás y a los Volka no los pierdo de vista mientras con golpes contundentes me voy quitando del camino a los que intentan estorbarme. Uso las piernas cuando sujetan mis manos y mis manos cuando sujetan mis piernas, puedo perderlo todo si no salgo de este sitio y estoy seguro de que nada me va a joder más que eso. Sé perfectamente como dejé las cosas en Moscú y el enojo aumenta más y más, mientras estoy acabando con la vida de los que me rodean. Un grupo de pandilleros se junta atrás de mi, uniéndose a los guardias que me obligan a avanzar, queriendo encerrarme otra vez, me rehúso y un dardo tranquilizante que no sé de dónde salió se encrusta en mi antebrazo, otro en mi pecho y siento como otro se me entierra en la espalda. ¡Malditos! La debilidad no tarda de ap
Augusto:Un mes antes:El regreso de nuestro viaje fue exitoso, pero ella no despierta.Coma de causa ideopatica, lo llaman los médicos.Otra jodedera de esta inmunda vida, lo llamo yo.Mi madre está histérica. Cree que la mujer que duerme aquí, es mi amante, pero por suerte yo no soy mi padre.Soy Augusto, no Alonso y en vez de un infiel ahora soy el esposo de una única e invaluable mujer.Una mujer que sabía en su corazón que estaba metida hasta el cuello en una situación imposible. Y una mujer que tomó un veneno en mi lugar, pero rogó por lo que más le importa antes de cerrar los ojos.Ella sabía que yo cuidaría de su hija.Al menos tubo de en mti por esa parte.Lo que no sabe es que descubrí su más profundo secreto. Un secreto que por ahora me involucra.Tomo su mano entre las mías, me la llevo a los labios y la beso, mientras contemplo la palidez de su rostro.—Demonios, Mariela. ¿Nunca se te ocurrió confesarme lo todo y pedirme ayuda? El terror se apodera de mi garganta,
Un mes antes:Víktor:—Estoy bien aquí.Protesta ella y la firmeza de su voz me hace repararla de nuevo. Mi instinto insiste con lo mismo, tenerla cerca no está resultando para nada fácil, ya que que el parecido físico entre nosotros podría despertar sospechas.Sin embargo ella está decidida, no se quiere irse al refugio en la Ciudadela por ello tengo en cuenta su alegato, pero no la saco de la mansión de mis padres, soy yo quien se va rumbo al avión privado.—Escúchame bien, Viktoria —pido—. Pase lo que pase no le digas nada a nadie, no respondas preguntas. Mantén esos labios siempre sellados, ¿Lo entiendes?—O me matarás —responde y el que crea eso es lo mejor en estos momentos porque tiene quecallar.Los ojos se le llenan de sombras, y por un momento puedo ver tanto de mi padre en ella.—Confío en ti —confieso—. No me decepciones.Cierro la puerta del vehículo que arranca, cruzando las rejas de acero y continúando hasta la carretera.Le he pedido que guarde un objeto valiosísim
Viktoria: El korolev es uno de los que más furioso está, esto no se puede seguir retrasando, el Don no está dando las órdenes porque no puede y todo tiene que definirse de una vez por todas. Para los miembros de la Hidra hay muchas cosaw en peligro y no les queda más alternativa que moverse en busca de liberar a su líder. Tenía esperanzas de que las cuentas se ajustaran en España, pero ahora tendrá que ser en los laboratorios Vigma. Los últimos mensajes que recibió el intercomunicador, le confirmaron a Xander Farías que Viktor estaba en Bulgaria. De Augusto no sabemos su localización exactamente. Yudith llamó a Mariela y se lo contó. A ella le preocupa Augusto y a mí, mi padre, donde sea que esté el Don de seguro está el Lider también, ya que los atraparon juntos debido a la traición de CFO de Augusto, losas lógico es que nos estén prisioneros en los laboratorios. Un escalofrío me recorre. Porque de seguro el estará allí. Hemos preparado un plan junto con la señora Cuéll
Veinte y cuatro horas antes: Viktoria: —El avión ya despegó y los ajustes ya están listos—me avisan—. El Korolev viene en camino. El hacker está rondando por el jardín exterior y me voy a la oficina de Augusto aquí en su mansión. Este último mes se ha convertido en nuestro centro de operaciones. El baño que me di hace unos minutos y el frío de la madrugada me ponen a temblar, «esto es un desastre», porque no fue una pesadilla lo que me despertó esta madrugada, sino un sueño húmedo, hormonal en el que Yannek fue el protagonista. Dejo la puerta abierta para evitar problemas, mientras los guardias descargan mis cosas en la mesa haciéndose a un lado cuando traen los planos que necesito mientras conecto la memoria USB que contiene las coordenadas de los laboratorios. —Estamos al lado para lo que necesite, señorita —avisa uno de los luchadores del Kolissium, metiendo balas a su pistolas. Estos hombres son los asesinos más letales de la mafya, de ello salen los guardias de segurida
Seis meses antes:Viktoria:—No puedo hacer esto—intento quitamelo de encima pero él no se mueve. —¿Por qué no? — me pregunta abriendo los botones de mi blusa, antes de subirme y dejarme abierta de piernas sobre su regazo— Nadie lo sabrá. Será nuestro pequeño secreto.Me obliga a que lo mire, clavando sus dedos en mi cara y la forma en la que me mira a los ojos hace que mi humedad traspase la tela de mis bragas. Sé que no estoy siendo una persona sensataSe aferra a mi nuca y me lleva a su boca mordiéndome, mareandome, perdiéndome en este filo peligroso.— ¿No te gusta?—Es que no está bien.—El que te Mariela la verga la vez pasada y lo disfrutaras tampoco estaba bien—Pasea la nariz por mi clavícula—. Nada de esto ha estado bien, nunca.Me lleva contra sus labios y mete su dura lengua en mi boca, a la vez que mis dedos se cierran sobre la tela su camisa. Mi corazón parece temblar cuando lo siento deslizando sus labios en mi cuello, poniéndome a arder de las ganas que le tengo,
Cinco meses antes: Viktoria: Escapar del castillo aquí en Bulgaria sería imposible. Respiro lentamente. Lo que mi padre pide es un suicidio. Es evidente que las niñas no son de Yannek. No se le parecen, como tampoco se parecen a la difunta Mayla. Las niñas me despiertan temprano, cuando entran a avisarme que las llevarán a Alemania por cuestiones de seguridad, debemos viajar en la madrugada a Alemania y me parece bien. En ausencia de su padre puede que me las ingenie para hacerlas llegar a España. Me levanto a preparar las pertenencias de cada una, cerrando las maletas que dejó en las habitaciones, mientras Raquel termina de prepararles el desayuno. La contemplo en silencio, notando por millonesima vez, que la cocinera es impaciente y a leguas se nota que no es el tipo de sirviente a la que realmente le gustan los niños. —Kayla, buenos días —saludo como si nada cuando la tía de las niñas entra al comedor— ¿Cómo dormiste? —Soñé que te cortaba la lengua — se sienta, sirvién