LAYLA;
Al Damian y yo quedarnos solos, este me mira con ira retenida.—No entiendo que te pasa Layla ¿Por que me haces quedar mal frente a los del consejo?Dice explotando de ira y yo le miro con el ceño fruncido.—¿Es lo único que te interesa? ¿El maldito consejo?Le pregunto sintiendo rabia.—¿Sabes que Layla? Ya me tienes harto.Dice mientras me observa a los ojos y lo que veo en su mirada me rompe… Nada, no veo nada del amor que sentía por mi.—¿Te tengo harto? ¿Dónde está el hombre que me juro amor eterno?—¿Amor eterno? Eres una ilusa que crees en esa cosa loba.Habla con cinismo y sonríe de manera leve.—Ni siquiera para el sexo sirves… ¿Crees que no me doy cuenta las veces que me evades?Dice y en algo tiene razón, son nulas las veces que me acuesto con él, y cuando insiste tanto le doy una poción de ilusión que me facilitó mi tía Alba y el muy estupido vampiro piensa que tuvimos una noche inolvidable.—No eres el hombre del que me enamore Damian… No se que ha pasado contigo en estos últimos tres años, eres irreconocible para mi.Hablo con un suspiro y doy la vuelta para retirarme, este matrimonio lamentablemente no llegará a nada.pienso mientras siento mi loba triste.—Tranquila, tú y yo saldremos adelante.Le hablo a mi loba mientras me dirijo a una de las habitaciones de invitado.Así como estoy vestida me lanzo a la cama y siento como las lágrimas calientes mojan mis mejillas .—No puedes llorar Layla, eres una mujer fuerte y valiente… Las mujeres no lloran… Las mujeres facturan.Pienso mientras me río de mi propio chiste. De pronto siento como tocan la puerta y el olor de Galed llega a mi olfato.—Pasa Galed.Digo lo suficientemente alto para que el escuche.—¿Necesitas algo señora?Me pregunta mientras entra a la habitación y asiento.—Quiero a mi esposo.—¿Necesita que llame al señor? —No, no quiero saber de ese idiota, si no hubiera hecho las prubas para comprobar que en realidad el es Damian… Hubiera jurado que no es el mismo chico de antes.Digo mientras tomo asiento en la cama y miro a la lejanía.—No puedo estar viviendo de esta manera, Galed no tengo autoridad en este lugar, soy un cero a la izquerda.Digo mientras pongo a mi mente a pensar en una solución.Miro la puerta al sentir el aroma de un vampiro y Galed y yo permanecemos en silencio.—Señora Layla, el rey requiere de su presencia en este instante.Dice uno de los guardias y frunzo el ceño.—Para eso está nuestro enlace, no entiendo por qué no lo usa.Susurro colocandome en pies para ir a su despacho.Galed me sigue y se detiene en la puerta para darme privacidad.Al entrar a su despacho la primera cara que observo es la de la zorra esa.—Al parecer te empeñas en hacerme la vida imposible ¿No Damian?Hablo mientras tomo asiento en uno de los muebles y observo a ambos vampiros sentados al lado del otro.—Es obvio lo que hay entre ellos Layla.Dice mi loba con dolor, pero mantengo el rostro sereno.—¿Estás segura de lo que dices?Le pregunto a mi loba.—Por supuesto, puedo sentirlo. Dice ella y yo me dedico a observar a ambos.—No seas dramática Layla, Cari solo está ayudándome en este papeleo.—Mmm, ya veo… ¿Para qué me necesitas?Hablo con serenidad mientras me observo las uñas… Ahora es Cari… Lindo apodo.—Hay un pueblo el norte que está dando problemas y como eres la reina necesito que vayas a mirar qué está pasando.Dice muy tranquilo y mira de reojo a "Cari"—Está bien ¿Cuando tengo que partir? Mañana al amanecer, un grupo de guardias te acompañarán.—¿Algo más?Pregunto.—No, eso es todo.—Bien.Es lo único que digo y salgo de ese asqueroso lugar.—Vamos a preparar nuestras maletas Galed, partiremos mañana al amanecer.—Si, señora.Dice Galed haciendo una reverencia.Mientras camino me quedo muy pensativa… Tiempo atrás Damian me hubiera acompañado porque por nada permitia exponerme a esta clase de situación y ahora solo me mandas y ya… Estoy segura que debe de ser una trampa… Ya no puedo confiar en él, no es el hombre del cual me enamore… Ese hombre no existe, para mi, mi Damian ha muerto.Encerrada en la habitación recuerdo todos esos lindos momentos que tuve cuando recién nos casamos, como era feliz y como él me hacía feliz.Recuerdo todos esos momentos de promesa y recuerdo que prometimos tener hijos después de cinco años de casados porque queríamos disfrutar nuestro matrimonio al máximo… Ser solo los dos por el momento…Una lágrima rueda por mi mejilla y lo limpio de inmediato.—Eres una loba fuerte Layla, no puedes llorar por esa basura.Me digo a mi misma frunciendo el ceño. Luego de unas horas y de alistar todo para mañana temprano, escucho la puerta de mi habitación ser tocada y frunzo el ceño al sentir el aroma de Damian.Al no responder entra como si nada pasara.—¿Todo bien?Pregunta mientras observa el lugar buscando lo que no se le perdió.—Seamos claros Damián ¿Qué quieres?Le digo cruzada de brazos y él me mira con una sonrisa cínica en el rostro.—Te marchas mañana a un largo viaje… ¿No es obvio lo que quiero?Dice acercándose a mi con coquetería y hago una mueca de asco.—Lárgate Damian, si quieres sexo ve ha revolcarte con aquella zorra.—Eres mi mujer y si quiero acostarme contigo…—¿Qué? ¿Piensas violarme?Le pregunto alzando las cejas.LAYLA: Al decir esas palabras Damián me mira fijamente y hace una mueca.—No vales la pena.Es lo único que dice antes de marcharse y dejarme con el corazón más destrozado de lo que estaba.Minutos más tarde me acuesto a dormir y así poder descansar un poco… Pero no pude conciliar el sueño por más que intentaba… Simplemente el sueño no quiso llegar y así amanecí, con el corazón destrozado y falta de sueño.Desde que empieza a aclarar el día me levanto de la cama y me dirijo al baño para tomarme una relajante ducha y así poder tener un poco de energía.Tiempo más tarde me encuentro mirándome al espejo.Llevo un pantalón de vestir negro y una blusa del mismo color.Me hago una coleta y luego pinto mis labios de rojo junto a un delineado que hace resaltar mis bellos ojos.Ya lista tomo mi maleta que la verdad no es muy grande y salgo de la habitación.—¿Todo está listo?Le pregunto a Galed que estaba esperando en la puerta de la habitación.—Así es señora, solo esperan por usted.—Perfe
Abro los ojos al sentir el aroma de carne asada y abro los ojos de inmediato.—Mmm, que rico huele.Susurro mientras observo como Galed asa lo que supongo es un conejo.—Oh, ya ha despertado señora ¿Cómo se siente?—Como la misma mierda… ¿Qué haremos?Le pregunto mientras acomodo la ropa que me dió Galed.—Eso debería de preguntarle yo a usted, por cierto le he traído ropa.Habla mientras señala algo envuelto.—¿Ropa? ¿Dónde la has conseguido?Pregunto mientras frunzo el ceño.—A unos kilómetros hay un pequeño pueblo vampiro… No fue difícil robarla, lamento si no es de su gusto.Dice mientras continúa con el asado.—Sí no es de mi gusto es lo que menos importa Galed, la cosa es que has salido sabiendo el peligro en el que estamos… No debiste de hacer eso.Le reclamo y este sonríe de medio lado.—Fui entrenado para estas cosas señora, y es mi deber que usted esté cómoda.—Deber… Ya no tienes ningún deber Galed, ya no soy la reina de los vampiros ¿Es que ya no ves? —Fui entrenado espec
LAYLA:Ya estaba anocheciendo cuando llegamos a la ciudad y todos nos bajamos del bus tomando rumbos diferentes.—Tengo una duda, Galed… ¿Has tenido parejas?Pregunto con curiosidad sin dejar de mirarlo.—No me interesa tener pareja, es una pérdida de tiempo.Dice encogiéndose de hombros y lo miro frunciendo el ceño.—No es una pérdida de tiempo, tener pareja es algo lindo.Digo con media sonrisa y Galed me mira con aburrimiento.—No tengo tiempo para esas cosas, es una pérdida de tiempo señora.—Bueno, lo que digas.Respondo mientras ambos entramos a un pequeño motel para pasar la noche.—Una habitación por favor.Pide Galed y el chico de recepción nos mira con aburrimiento y nos entrega una llave El vampiro le paga para luego ir a la habitación que hemos pedido.—Descanse por esta noche señora, mañana partiremos a México.—¿Tan pronto? Pregunto sorprendida.—Me subestimas señora, aparte de ser un guardián vampiro, soy un humano muy reconocido y con muchos contactos.Dice orgulloso
LAYLA;Galed toca el timbre de la gran mansión y dos hombres armados salen y me llega el aroma de cazadores.—¿Quienes son y qué quieren?Pregunta uno de ellos mientras nos observan con el ceño fruncido.—Venimos a hablar con el señor Bladimir Dominguez.—¿De parte de quién?Vuelven a preguntar, pero esta vez sosteniendo sus armas con sus grandes manos.—Galed volkova.Responde este y ellos nos miran analizandonos.—¿Y la chica?—Está conmigo.Responde Galed y ellos asienten dejándonos pasar al interior de su propiedad.De reojo observo la gran propiedades y la verdad es muy grande, hay mucho espacio para hacer cualquier cosa que deseen, pero lo que más llama mi atención, es la cantidad de hombres que hay en todas partes… parece una milicia.Pienso mientras miro a Galed, y este camina concentrado en el camino.Llegamos a una enorme mansión sumamente lujosa y los hombres nos guían al segundo piso dejándonos fuera de una enorme puerta de color negro.—Esperen aquí, le avisaré al señor s
LAYLA:—Es raro que tengamos nueva integrante y el señor Domínguez no nos haya dicho… Pero bueno… Mi nombre es Claudia Gómez y esa rubia es Karelin Russo.Habla la castaña mientras señala a la chica rubia.—Hola, un placer conocerte chica nueva.Dice con amabilidad la rubia y sonrio.—Mi nombre es Layla Petrov, un gusto conocerlas.Hablo y observo la pequeña habitación.—Es lindo tu nombre Layla ¿Eres rusa?Pregunta la chica rubia llamada Karelin.—Así es, Eres italiana ¿No?Pregunto.—Mi padre lo es.Responde sin dejar de mirarme y eso me hace sentir algo incómoda.—Deja de mirarla Karelin, ya te he dicho que haces que las personas se sientan incómodas.Le regaña la castaña y luego suspira.—No le prestes mucha atención a Karelin, tiene malas costumbres… Esa de ahí es tu cama y puedes usar ese closet de ahí… Aunque veo que no tienes mucho… ¿Te has escapado?—Cielos Claudia ¿Cuál es la primera regla?La chica rueda los ojos y me mira desanimada.—La regla número uno es: La vida pasad
LAYLA—¿Damián?Hablo con el corazón latiendo a mil por hora y mi cabeza se vuelve un lío.¿Qué hace Damián aquí?Me pregunto mientras lo observo con los ojos bien abiertos.Observo como él me mira con el ceño fruncido para luego acercarse demasiado a mi persona y alzar las cejas.—Dejaré algo en claro antes antes de empezar tu prueba, no se que trucos hayas usado para entrar en mi escuadrón, pero quiero que te metas esto en la cabeza… Aquí todos somos iguales sin excepción, así que a la primera queja te largas de mi vista.—¿Qué?Pregunto algo anonada.—Genial, también es sorda… Mira niña, no me gusta repetir las cosas dos veces así que…—Buenos días Layla ¿Cómo amaneciste? ¿Qué te parece este lugar?Interrumpe el señor Domínguez acercándose a nosotros.—Buenos días señor Domínguez, este lugar me parece estupendo, todo muy bien organizado.—Me alegra que te haya gustado… Veo que has conocido Dan, a veces es algo pesado, pero es un buen chico.Dice con una sonrisa y miro al llamado Da
DAN:Si a alguien le debo todo, es a Vladímir Domínguez mi jefe, a pesar de que él tenga un rostro duro y parezca alguien sin sentimientos, la verdad es que él se preocupa por lo demás.Me lo demostró hace tres años cuándo me encontró en el fondo de un precipicio agonizando y con múltiples heridas en todas partes del cuerpo principalmente en mi cabeza.FLASHBACK:—Señor, no creo que este chico sobreviva y si lo hace será completamente un vegetal, al parecer lleva varios días aquí.Escucho una voz lejana e intento abrir los ojos.—Puede ser… Pero no podemos dejarlo morir… Al parecer el chico está luchando por su vida, nadie sobreviviría con esta gravedad ¿Será que no es humano?Las voces permanecen en silencio por unos segundos y otro de ellos dice.—Es cien por ciento humano, su aroma lo dice todo señor.—De acuerdo, entonces llevémoslo con nosotros puede que tenga otra oportunidad.Escucho la misma voz del principio y luego siento como mi cuerpo es levantado.—Lay…Es lo único que s
LAYLA:—Oh, ¿Ahora vas a hablar? —Si, si, hablaré.Dice asintiendo varias veces y sonrío.—Pero aún así te castigaré por tardarte mucho en hablar.—No, no, por favor… Hablaré, les diré todo lo que quieran saber.Habla desesperado y mira al hombre que está detrás de mí con los brazos cruzados.—Entonces habla ¿Qué estás esperando?Pregunto con la mirada seria y este asiente.—Fueron los italianos…Dice y su voz vacila en sí decirme más o quedarse callado.Hago sonar las tijeras y me acerco a él con una sonrisa.—Bien, veo que no quieres continuar así que tendré…—Espera, espera… Sé quiénes están detrás del ataque.Dice y lo miro con cara de que continúe hablando.—Son los Colombos… Ellos quieren hacerse de esta organización.Dice y miro a Dan que frunce el ceño.¿Quiénes serán esos tal Colombo? ¿Serán mafiosos?Me pregunto, pero lo paso por alto… Creo que eso es algo que a mí no me concierne.—Tengo instinto para saber cuándo alguien dice la verdad, y él lo ha dicho… Mi misión está cu