LAYLA:
Al decir esas palabras Damián me mira fijamente y hace una mueca.—No vales la pena.Es lo único que dice antes de marcharse y dejarme con el corazón más destrozado de lo que estaba.Minutos más tarde me acuesto a dormir y así poder descansar un poco… Pero no pude conciliar el sueño por más que intentaba… Simplemente el sueño no quiso llegar y así amanecí, con el corazón destrozado y falta de sueño.Desde que empieza a aclarar el día me levanto de la cama y me dirijo al baño para tomarme una relajante ducha y así poder tener un poco de energía.Tiempo más tarde me encuentro mirándome al espejo.Llevo un pantalón de vestir negro y una blusa del mismo color.Me hago una coleta y luego pinto mis labios de rojo junto a un delineado que hace resaltar mis bellos ojos.Ya lista tomo mi maleta que la verdad no es muy grande y salgo de la habitación.—¿Todo está listo?Le pregunto a Galed que estaba esperando en la puerta de la habitación.—Así es señora, solo esperan por usted.—Perfecto, entonces vamos.Digo mientras le entrego mi maleta y este asiente.Al llegar al lugar de partida observo unos cincuenta guardias y una carreta.En este mundo vampiresco no es muy adelantado como los humanos, pero si hay auto y una que otra tecnología, pero a los vampiros les encanta vivir a la antigua, y eso incluye viajes en carreta cuando el camino es muy malo como el lugar donde voy.En ningún lado veo la presencia de Damián y eso hace que mi loba aúlla de dolor.Miro a Galed y este me mira con algo de pena, así que con un suspiro subo a la carreta, pero no sin antes dirigir mi vista hacia la habitación que ambos compartíamos.—Hasta nunca Damián.Susurro para marcharme sin mirar atrás.En un lugar no muy alejado.—No los quiero con vida, acaben con ambos y no dejen rostros, que todos piensen que fueron los roger.—Como ordene mi señora.Dice uno de los asesinos haciendo una reverencia para luego marcharse.—¿Su muerte no nos traerá problemas con sus padres o los alfas?—No, ellos culparán a los roger y nosotros quedaremos fuera de su radar.Dice con una sonrisa brillante en los labios.LAYLA:Miro por la pequeña ventana el bello paisaje y cierro los ojos para sentir la frescura de la mañana.—Señora.—¿Sí?—No piensa usted que todo esto es muy extraño.Susurra para que nadie escuche y asiento.—Definitivamente lo es, por esa razón tenemos que estar alerta a cualquier movimiento.Le susurro y este asiente de acuerdo.Las horas y los minutos continúan avanzando mientras Galed y yo nos encontramos encerrados en esta estúpida carreta… Odio lo tanto que se mueve.Ya para el atardecer llegamos a un lugar estrecho de pasar y un barranco a la derecha, literalmente el que se cae por ahí, es difícil que sobreviva.Mientras cruzamos el peligroso lugar siento movimientos extraños y Galed y yo nos miramos a los ojos.—Ve a ver qué pasa… Y ten mucho cuidado.Susurro y este asiente mientras abre la puerta para salir, pero es empujado con fuerza dentro.—Pero qué rayos…Susurra este mientras sale de golpe enojado.Escucho una pelea fuera y salgo… No voy a quedarme dentro mientras mi único compañero está luchando.Al salir una flecha se clava en mis brazos y la saco de inmediato uniendome a la lucha.Galed es un vampiro muy fuerte y entrenado para cualquier situación, pero no creo que logremos salir ilesos de esta… Son demasiados… Creo que se han unido más para acabarnos.Me transformo en lobo y acabo con algunos vampiros, pero los malditos son muy fuertes, al parecer son unos asesinos entrenados especialmente para esto.En medio de la pelea uno de ellos clava una daga en mi costado, pero eso no me detiene para luchar.En estos momentos Galed y yo estamos rodeados con más de cincuenta vampiros al frente y un precipicio sin fin detrás de nosotros.—Hay que saltar.Habla Galed abriendo un link para comunicarnos.—¿Estás loco?Susurro mientras observo el precipicio.—Es allá o son ellos… Usted decide señora.Frunzo el ceño al ver cómo se preparan para matarnos y miro el precipicio… —Bien, saltemos.Digo mientras salto transformada en hombre lobo junto a Galed.Siento el duro golpe de la caída y nuestro cuerpo rueda y se golpea con todo lo se encuentra.Mientras ruedo siento que soy tomada por mi pata de lobo y dejo de rodar.—Intenta subir vamos…Dice Galed haciendo un gran esfuerzo por sostenerme.Hago lo que me pide y subo a lo que parece una pequeña cueva.Inmediatamente estoy en tierra firme me transformo en humana haciéndome un bollito.Las heridas de los golpes y de las dagas empiezan a doler y trato de canalizar el dolor.—Estarás bien, prometo cuidar bien de usted señora.Dice Galed mientras coloca la camisa que llevaba puesta encima de mí.No respondo y permanezco vuelta un ovillo hasta recuperarme un poco.GALED:Ver a mi señora de esa manera me hace sentir triste, no entiendo cómo el señor Damian haya cambiado tanto de la noche a la mañana… Y no sé si estoy equivocado, pero estoy seguro que el señor Damián tuvo algo que ver en este ataque…—Galed…Me llama ella con la voz rota.—¿Si?—¿Sabes? Las heridas no me duelen… Lo que más me duele es mi pobre corazón herido… Galed ¿Cómo podré superar esto?Dice con la mirada perdida sin derramar una lágrima y eso me hace sentir impotente.No entiendo cómo puede hacer eso el señor Damián… La verdad era que se miraba muy enamorado años atrás, pero desde hace un tiempo se ha vuelto irreconocible… Ni yo lo conozco… Ha cambiado demasiado y para peor.Abro los ojos al sentir el aroma de carne asada y abro los ojos de inmediato.—Mmm, que rico huele.Susurro mientras observo como Galed asa lo que supongo es un conejo.—Oh, ya ha despertado señora ¿Cómo se siente?—Como la misma mierda… ¿Qué haremos?Le pregunto mientras acomodo la ropa que me dió Galed.—Eso debería de preguntarle yo a usted, por cierto le he traído ropa.Habla mientras señala algo envuelto.—¿Ropa? ¿Dónde la has conseguido?Pregunto mientras frunzo el ceño.—A unos kilómetros hay un pequeño pueblo vampiro… No fue difícil robarla, lamento si no es de su gusto.Dice mientras continúa con el asado.—Sí no es de mi gusto es lo que menos importa Galed, la cosa es que has salido sabiendo el peligro en el que estamos… No debiste de hacer eso.Le reclamo y este sonríe de medio lado.—Fui entrenado para estas cosas señora, y es mi deber que usted esté cómoda.—Deber… Ya no tienes ningún deber Galed, ya no soy la reina de los vampiros ¿Es que ya no ves? —Fui entrenado espec
LAYLA:Ya estaba anocheciendo cuando llegamos a la ciudad y todos nos bajamos del bus tomando rumbos diferentes.—Tengo una duda, Galed… ¿Has tenido parejas?Pregunto con curiosidad sin dejar de mirarlo.—No me interesa tener pareja, es una pérdida de tiempo.Dice encogiéndose de hombros y lo miro frunciendo el ceño.—No es una pérdida de tiempo, tener pareja es algo lindo.Digo con media sonrisa y Galed me mira con aburrimiento.—No tengo tiempo para esas cosas, es una pérdida de tiempo señora.—Bueno, lo que digas.Respondo mientras ambos entramos a un pequeño motel para pasar la noche.—Una habitación por favor.Pide Galed y el chico de recepción nos mira con aburrimiento y nos entrega una llave El vampiro le paga para luego ir a la habitación que hemos pedido.—Descanse por esta noche señora, mañana partiremos a México.—¿Tan pronto? Pregunto sorprendida.—Me subestimas señora, aparte de ser un guardián vampiro, soy un humano muy reconocido y con muchos contactos.Dice orgulloso
LAYLA;Galed toca el timbre de la gran mansión y dos hombres armados salen y me llega el aroma de cazadores.—¿Quienes son y qué quieren?Pregunta uno de ellos mientras nos observan con el ceño fruncido.—Venimos a hablar con el señor Bladimir Dominguez.—¿De parte de quién?Vuelven a preguntar, pero esta vez sosteniendo sus armas con sus grandes manos.—Galed volkova.Responde este y ellos nos miran analizandonos.—¿Y la chica?—Está conmigo.Responde Galed y ellos asienten dejándonos pasar al interior de su propiedad.De reojo observo la gran propiedades y la verdad es muy grande, hay mucho espacio para hacer cualquier cosa que deseen, pero lo que más llama mi atención, es la cantidad de hombres que hay en todas partes… parece una milicia.Pienso mientras miro a Galed, y este camina concentrado en el camino.Llegamos a una enorme mansión sumamente lujosa y los hombres nos guían al segundo piso dejándonos fuera de una enorme puerta de color negro.—Esperen aquí, le avisaré al señor s
LAYLA:—Es raro que tengamos nueva integrante y el señor Domínguez no nos haya dicho… Pero bueno… Mi nombre es Claudia Gómez y esa rubia es Karelin Russo.Habla la castaña mientras señala a la chica rubia.—Hola, un placer conocerte chica nueva.Dice con amabilidad la rubia y sonrio.—Mi nombre es Layla Petrov, un gusto conocerlas.Hablo y observo la pequeña habitación.—Es lindo tu nombre Layla ¿Eres rusa?Pregunta la chica rubia llamada Karelin.—Así es, Eres italiana ¿No?Pregunto.—Mi padre lo es.Responde sin dejar de mirarme y eso me hace sentir algo incómoda.—Deja de mirarla Karelin, ya te he dicho que haces que las personas se sientan incómodas.Le regaña la castaña y luego suspira.—No le prestes mucha atención a Karelin, tiene malas costumbres… Esa de ahí es tu cama y puedes usar ese closet de ahí… Aunque veo que no tienes mucho… ¿Te has escapado?—Cielos Claudia ¿Cuál es la primera regla?La chica rueda los ojos y me mira desanimada.—La regla número uno es: La vida pasad
LAYLA—¿Damián?Hablo con el corazón latiendo a mil por hora y mi cabeza se vuelve un lío.¿Qué hace Damián aquí?Me pregunto mientras lo observo con los ojos bien abiertos.Observo como él me mira con el ceño fruncido para luego acercarse demasiado a mi persona y alzar las cejas.—Dejaré algo en claro antes antes de empezar tu prueba, no se que trucos hayas usado para entrar en mi escuadrón, pero quiero que te metas esto en la cabeza… Aquí todos somos iguales sin excepción, así que a la primera queja te largas de mi vista.—¿Qué?Pregunto algo anonada.—Genial, también es sorda… Mira niña, no me gusta repetir las cosas dos veces así que…—Buenos días Layla ¿Cómo amaneciste? ¿Qué te parece este lugar?Interrumpe el señor Domínguez acercándose a nosotros.—Buenos días señor Domínguez, este lugar me parece estupendo, todo muy bien organizado.—Me alegra que te haya gustado… Veo que has conocido Dan, a veces es algo pesado, pero es un buen chico.Dice con una sonrisa y miro al llamado Da
DAN:Si a alguien le debo todo, es a Vladímir Domínguez mi jefe, a pesar de que él tenga un rostro duro y parezca alguien sin sentimientos, la verdad es que él se preocupa por lo demás.Me lo demostró hace tres años cuándo me encontró en el fondo de un precipicio agonizando y con múltiples heridas en todas partes del cuerpo principalmente en mi cabeza.FLASHBACK:—Señor, no creo que este chico sobreviva y si lo hace será completamente un vegetal, al parecer lleva varios días aquí.Escucho una voz lejana e intento abrir los ojos.—Puede ser… Pero no podemos dejarlo morir… Al parecer el chico está luchando por su vida, nadie sobreviviría con esta gravedad ¿Será que no es humano?Las voces permanecen en silencio por unos segundos y otro de ellos dice.—Es cien por ciento humano, su aroma lo dice todo señor.—De acuerdo, entonces llevémoslo con nosotros puede que tenga otra oportunidad.Escucho la misma voz del principio y luego siento como mi cuerpo es levantado.—Lay…Es lo único que s
LAYLA:—Oh, ¿Ahora vas a hablar? —Si, si, hablaré.Dice asintiendo varias veces y sonrío.—Pero aún así te castigaré por tardarte mucho en hablar.—No, no, por favor… Hablaré, les diré todo lo que quieran saber.Habla desesperado y mira al hombre que está detrás de mí con los brazos cruzados.—Entonces habla ¿Qué estás esperando?Pregunto con la mirada seria y este asiente.—Fueron los italianos…Dice y su voz vacila en sí decirme más o quedarse callado.Hago sonar las tijeras y me acerco a él con una sonrisa.—Bien, veo que no quieres continuar así que tendré…—Espera, espera… Sé quiénes están detrás del ataque.Dice y lo miro con cara de que continúe hablando.—Son los Colombos… Ellos quieren hacerse de esta organización.Dice y miro a Dan que frunce el ceño.¿Quiénes serán esos tal Colombo? ¿Serán mafiosos?Me pregunto, pero lo paso por alto… Creo que eso es algo que a mí no me concierne.—Tengo instinto para saber cuándo alguien dice la verdad, y él lo ha dicho… Mi misión está cu
LAYLA:Las chicas estaban en sus respectivos escuadrones mientras yo permanezco acostada en mi pequeña cama mirando el techo y pensando en nada.Escucho como la puerta es tocada y el aroma de un cazador llega a mi olfato y me levanto para ver de quién se trata.—¿Se le ofrece algo?Le pregunto al chico del otro lado de la puerta que me mira algo embobado.—Oh, sí… Layla ¿Verdad?—Si.Respondo.—El jefe ha mandado esto, dijo que te quiere lista para las ocho… Y por cierto mi nombre es Rafael, soy el segundo al mando del escuadrón a sus órdenes.Dice de manera muy amable y sonrío.—Gracias Raphael.Le respondo con una sonrisa y este asiente para luego retirarse.Abro la pequeña caja y en ella encuentro un vestido negro de lentejuelas bastante corto y bastante pegado junto a unos tablones aguja rojo y un pequeño bolso rojo.¿Acaso el jefe está loco? No acostumbro a usar estás clases de ropa.Frunzo el ceño mientras miro la ropa con mala cara.Con un suspiro dejo todo en la caja y me disp