Escucharla hablar solo le provoco nauseas, en algún punto quiso detener el auto y ser él quien acabara con la vida de esa miserable mujer pero se tragó las ganas al llegar a la delegación, se encargaría que su estadía en prisión fuera lo más miserable de lo que ella tenía planeado para Madison, apago la grabadora cuando obtuvo todo lo que quiso, detuvo el coche justo al frente del lugar en donde ya lo esperaban una fila de policías y bajo a Naomi del auto a rastras. –¡No, por favor! –suplico –¡Ya te dije todo lo que querías pero por favor! Le quito la venda de los ojos mostrándole el lugar en donde estaban, sus ojos se abrieron de par en par al verlo. –Tú… –murmuro cuando fue sujetada por uno de los oficiales –¡MALDITO INFELIZ! –Llévensela –ordeno el capitán de ellos al verla de arriaba abajo –Señor Clarke. –¡MALDITOOOOOOO! –grito Naomi al ser arrastrada en los adentros del edificio ahora esposada y privada de su libertad –¡ERES UN MALDITO! –Aquí viene la confesión de la mujer –
Las siguientes semanas que pasaron fueron caóticos pues el carnaval llego y la ciudad fue Inundada por un sinfín de turistas desenfrenados por la festividad: alcohol, música y el desorden era lo que reinaba en esos momentos en las calles sin embargo para él no era cosa de fiesta sino más mejor dicho de tortura humana porque comenzó a experimentar la abstinencia de no saber nada de ella, de ser ignorante a lo que pasaba a la distancia y para colmo de sus males incapacitado para ir a buscarla porque si bien había intentado llamarle más de una vez, Madison simplemente no aparecía.Y el caso contra El hombre y Naomi ya casi concluía; supo por medio de Asher (quien seguía ahí hasta que concluyera la investigación) que las influencias de Jude le ayudaron a la muchacha a poder rendir su declaración a la distancia, sin necesidad de hacerse presente en la ciudad, algo que no tomo nada bien pues limitaba cada vez las posibilidades de volver a verla, aunando que el muy imbécil no quiso revelarle
Después de lo que paso en carnaval sus pláticas con Armand fueron nulas, no podía ni verlo por error en la casa por eso mismo se recluyo en su habitación, siempre de malas y desesperado, la puta necesidad de hablar con Madison no se le pasaba con nada, ni durmiendo, ni leyendo, ni haciendo otra pendejada que no fuera pensar en ella: Asher se había ido una vez que el asunto de El hombre y Naomi concluyo, no había nada más que hacer pues gracias a las influencias de Jude y las denuncias pertinente logró lograr una gran red de trata de blancas, obviamente volvió a insistirle con el tema de Madison pero no obtuve nada del pelinegro que le contesto con un simple lo siento mucho Ezra pero Madison me pidió que no te dijera nada obviamente su desesperación se acrecentó aún más cuando regresar a clases se dio por enterado de la baja permanente tanto de Madison y la de Jude como profesor y para el colmo de sus masculinos no podía salir de la jodida ciudad hasta que su idiota tío recuperara el s
IIOIIOVolvería a verla, en malas condiciones pero lo haría, no pudo evitar mover la pierna inquieto.–Ya cálmate –espeto Carl a su lado –me pones nervioso.Sentados en la sala de espera de la oficina de su tío esperaban a que los dos últimos invitados llegaran, quería romperle la cara a Estefan pero ahora mismo estaba más concentrado en volver a verla.–¡Que te calmes! –bramo Carl al sujetarle la pierna.Ezra y él se miraron con el ceño fruncido hasta que…–Por aquí Señorita Bailey… Señor Clarke –la secretaría de su tío encamino a la pareja hasta donde ellos estaban.Los cuatro se vieron entre sí cuando Ashndaron la sala de espera; Madison respiro hondo, Jude entrecerró sus ojos y Ezra no pudo más que admirar a la mujer que amaba.Llevaba puesto un holgado vestido negro con un listón del mismo color rodear su cintura, la altura del mismo le daba justo por arriba de la rodilla, dándole ese toque provocador pero elegante, zapatillas de tacón negros, su cabellera recogida en un bonito c
Esto estaba jodidamente mal, muy mal.Carl se le acerco en cuanto las puertas del despacho de su tío se abrieron pero Ezra no dejaba de ver a Madison que ahora era rodeada por la familia Clarke, todos hablando al mismo tiempo.–No creo que debas de hacer esto – menciono Carl.–No tengo opción –respondió al posar su atención en él, pues había detectado la mirada avellana de Jude a la lejanía, seguramente descubriendo que veía a Madison –este idiota, no sé qué mierda trama con todo esto.–El detective tampoco nos quiso dar las razones del porque Estefan actúa así, pero nos dejó claro en que todo es perfectamente legal y valido.Entonces alzo la cabeza mirando a Estefan quien ahora platicaba serenamente con el detective y el abogado.–En mi ausencia quiero que me investigues toda esta mierda –Carl asintió con la cabeza –también haz los trámites correspondientes para quitar a ese cabrón como asesor legal.–¿Y quién tomara su lugar?–Yo –contesto firme –ya es hora de que tome el lugar que
–¡Señor Miller! –ambos giraron su atención hacia el jodido oficial que ahora caminaba hasta ellos con el semblante serio, Ezra lo reconoció como el cabrón que llevaba la puta investigación de la golpiza –¡Me alegra mucho que estén los dos aquí! –Ezra soltó a su tío y este miraba a ambos confundido –Aunque mis sospechas casi están disipadas al ver tan cariñoso recibimiento entre familiares –los ojos oscuros se posaron en ambos –Señor Miller, salga por favor que necesito hablar con Estefan.Ezra le dirigió una mirada tenaz a su tío antes de salir de la habitación con un tremendo azoton.–Señor Estefan Miller –comenzó a decirle con voz firme –es necesario que sepa…Le escucho hablar, desde sus sospechas por la pelea con su sobrino hasta donde Madison se vio envuelta en algo severamente peligroso, por supuesto había investigado a la muchacha y sabía muchas cosas de ella que los demás ignoraban, incluyendo su posesión por aquellos papeles los cuales aún no usaba sin embargo el saber a El h
–Ezry me matará cuando sepa que te ayude a escoger su ropa junto con la de Madison, ambos saben que mis gustos son algo exagerados… –Armand se acercaba a su tío con dos maletas sumamente grandes; Estefan le sonrió cuando su sobrino se dejó caer en la silla frente a su escritorio –¡Puff! Después de esto necesitare un masajito en mi huesito feliz.–Él sabrá que fue por ayudarlo –se apresuró a decir su tío.–Si me hace ceviche al salir de la condenada casa, te voy a buscar y yo mismo te quito los huevos –Estefan negaba con la cabeza pero con una sonrisa de lado a lado.–¿No me odias? –le pregunto al fin.–Un poco –admitió sincero –pero sé que estas arrepentido, sino, no harías todo esto por él –ambos se vieron a los ojos –padre estaría agradecido contigo.–Mi hermano estaría revolcándose en su tumba –compuso –lo que hice no tiene nombre.–De nada sirve que te estas autocastigando, eres más de ayuda ahora para Ezry que antes y eso es lo que cuenta.–Solo espero que las cosas salgan como l
–¡Bájame! –ordenó de repente. –¿Qué? –Que me bajes –repitió con fuerza al mismo tiempo que se movía. –¡Cálmate! Nos harás caer a los dos. –Entonces, bájame. –No seas infantil, te llevare a tu habitación. –Yo puedo sola. –Lo dudo… Se vieron a los ojos con desafío, si, estaba ebrio pero aún era consciente de lo que pasaba a su alrededor y eso era la aparente caricia que la chica le propició al deslizar su mano por sus pectorales. No dijo nada, es más, se hizo el tonto cuando noto sus mejillas encenderse o estaba muy borracho o ya estaba alucinando. –Ya puedes bajarme aquí –dijo cuando llegaron al umbral de su habitación. –Te dejare en tu cama –respondió sin verla. Probablemente lo hizo al propósito o porque llevaba mucho tiempo intentando no perder el equilibrio pero justamente cuando se iba a inclinar para depositarla en el colchón, tropezó, cayendo ambos precipitadamente. ¿En qué punto se le bajó el coraje? A lo mejor cuando sintió los duros senos de la chica apretarse cont