Antonella:
Luego de una noche exhausta de placer con mi adorado Giancarlo, me desperté a mitad de la noche de nuevo por esa pesadilla en la que bueno antes aparecía Giovanni con un arma dispuesto a dispararme aunque está vez fue Massimo quien hizo acto de presencia. Es extraño porque desde esa vez que vino no ha vuelto sin embargo su amenaza aún me espanta porque estoy seguro que es capaz de cumplirla con el único fin de fastidiar.
—No podías dormir. – Se sienta a mi lado Giancarlo. Asiento con la cabeza. — ¿Acaso es por lo que te pregunte?
Recordé aquello y de nuevo la tensión se fue a mi espalda, mis manos comenzaron a sudar y un nudo en mi garganta se formo. A veces quería contarle a Giancarlo pero resulta difícil hablar de ello sin que termine hecha una mar de lagrimas. Con el único que hable de ello fue Giova
Antonella:Desde que nos enteramos que la familia Madicci vendrá a pasar las fiestas en la hacienda, Giancarlo anda desaparecido, en si no son las palabras exactas. Él se despierta muy temprano para comenzar con todo, ver de qué color se van a pintar las habitaciones, cual tendré que ocupar mientras su familia este de visita porque ambos estuvimos de acuerdo que sería mal visto que durmamos juntos.Otras de las reparaciones previstas son la revisión de tuberías y si fuera necesario el cambio de ellas. No debo olvidar la revisión de los muebles y camas. Lo que si me disgusto un poco fue el cambio que hicieron en el jardín. Había traído unos geranios muy bonitos y estos han sido cambiados por jazmines porque son los que le gustan a Teodora, incluso los colores han sido de acuerdo a los gustos de ella aunque eso no me desagrado al contrario son muy bonitos.&nbs
Antonella: Pase la noche en la casa del abuelo de Bradley, él cual fue muy comprensivo conmigo y tampoco me pidió explicaciones. En si nadie me ha dicho nada y lo agradezco, tampoco hay quien se acuerde salvo Bradley, que le tuve que contar por lo del divorcio, Giovanni y el señor Rodríguez que no lo veo desde hace mucho tiempo. Deseo ver mi celular pero ir hasta el ropero por el no vale la pena además que si me hubiera llamado o mensaje estaría sonando. Seguro ni cuenta se dio de mi partida salvo en la noche cuando se acueste pero quien sabe. Despierto temprano, desayuno y le agradezco al señor Harrison la amabilidad. Tomo el viejo camino hacia aquel lugar al que llame alguna vez casa. Paso la seguridad de la residencial sin problema, supongo que Rodriguez aviso sobre mi visita además que el señor Dono todavía continua en su puesto de vigilancia. Todas las residencia en este lugar son de luj
Antonella desde su viaje está distante además es como si estuviera enferma, todo el día tiene sueño, las pocas veces que la he visto han sido bostezando sin olvidar sus problemas estomacales, todo le cae mal ella le echa la culpa a todo el pop corn que come sin embargo no deja de hacerlo alegando que una película sin pop corn no es una. A veces puede resultar tan infantil. En verdad la quiero he tratado de no abrumarme tanto respecto a los fotos que mando Massimo pensar que para aquello hay una explicación razonable. Deseo aclarar esto con ella pero como ella me pidió no hacerle preguntas respecto a ese día, interrogarla seria un riesgo. Hoy es miércoles, me he demorado de nuevo en partir porque apenas despertó se metió corriendo al baño. Me preocupa, si continua así voy a tener que llevarla al médico. Porque seria fatal que se ponga grave en las fiestas y la sorpresa de la boda se estropee. —Giancarlo. – Me llama.
Antonella: —¿Qué significa esto? – Me muestra las pastillas que me dio Michael hace tiempo. —Son pastillas anticonceptivas. – Le respondo. —Pastillas anticonceptivas. – Repite, se enoja más. —¿Qué problema hay con eso? – No lo comprendo. —¿Qué problema hay con eso? – Parece disco rayado. —Puedes dejar de repetir y explicarme porqué estás furioso. – Me harto, si continuaba no íbamos a llegar a ninguna parte. Respira hondo: ¿Desde cuándo las tomas? Me siento incomoda con la pregunta pero si no le digo la verdad las cosas se van a poner color hormiga: Luego de la boda de tu prima… Después de esa noche. Pude ver sorpresa en sus ojos: No querías tener el hijo de un desconocido. —Compréndeme, en esa época apenas cruzamos unas palabras sobrios para que cuando nos
Antonella: Como predijo la señora Esther Giancarlo nunca se apareció. Medito sobre la información que recibí en la tarde. Por desgracia y la vez suerte se explican muchas de las actitudes de él como porque desea que nos casemos tan pronto o tener un hijo, es su forma de retenerme para que no se quede solo. Lo que consiguió es lo apuesto al presionarme. Lo que me parece raro en toda esta situación es el hecho que supiera que estuve con Giovanni, lo más correcto es decir que me lo encontré. Porque ninguno de los dos creyó que nos cruzaríamos ¿Él me habrá seguido? No, Giancarlo estaba muy ocupado y cansado. Si tan solo me hubiera escuchado los otros días comprendería lo que me sucede y nos hubiéramos ahorrado tantos problemas. Aunque creo que él más afectado en toda está situación es Oliver otra vez va pasar la noche en casa de Adam. Espero que está vez sea la última vez que tengamos una discusión tan fuerte en la que
Clarisse: Todo comenzó cuando una tarde recibí la llamada de mi querida amiga Antonella pidiéndome quedarse en mi apartamento. Me pareció raro, hasta donde sabía ella estaba viviendo muy feliz con su novio, además que me entere que la familia de este pasaría las fiestas con ellos. No la presione en aquel momento, no quería que se sintiera peor pero tome el primer vuelo de regreso a casa. Ahí me encontré a una devastada Antonella. Lloro como no lo había hecho hace mucho tiempo, para luego relatarme lo que sucedió. Me pidió no contarle a nadie sobre su paradero. Por una parte, no quería que su familia se preocupe en estas fechas, así que para ellos ella continua con él. Para los demás prefiere estar desaparecida en especial cualquiera que pueda darle información de donde se encontraba a él. Lo que ella desconoce es que el causante de su dolor apenas se entero de su huida salió a buscarla y como iba como un loco termi
Giancarlo: Hoy es víspera de año nuevo, estoy solo aquí en la clínica sin poder moverme por el condenado yeso y lo peor de todo es que me han dejado completamente incomunicado. Porque saben que a la primera persona con la que deseo hablar es con Antonella. Estoy enojado con todos por meterse en mi vida, si tan solo me hubieran dejado tranquilo nada de esto estaría sucediendo en estos momentos me encontraría con ella consolidando nuestro compromiso y en una semana hubiera sido mi esposa. Pero no, ellos estaban dispuestos a intervenir en mi vida y alguno de ellos le conto todo sobre lo que paso con Teodora y ella cree que no la quiero. Fueron tan entrometidos que se atrevieron a leer la carta que me dejo Antonella y todavía juzgarme e impedir que me comuniqué con ella sin olvidar que me sermonearon sobre que jugué con los sentimientos de ella. Cuando ellos ni saben cómo me siento ni la forma en que vi a Antonella des
Antonella: Llego el tan esperado lunes, Clarisse me acompaño a pesar que proteste porque se está tomando tantas molestias. Aunque en el fondo de verdad queria que viniera porque si es algo grave deseo tener en quien apoyarme. Hasta ahora la posibilidad de tener una grave enfermedad es muy grande, tal vez hasta alla avanzado demasiado encontrándome en la fase final. —Buenos días chicas ¿Qué tal el domingo? Descansaron bien. – Nos pregunta. —La pasamos tranquilo ¿Verdad Antonella? – Responde Clarisse. —Si, las nauseas disminuyeron mucho. Ahora solo las tengo al despertar. – Le contesto. —Eso es bueno, tienes que cuidarte mucho de ahora en adelante. – Me dice. —Ya conoces mi diagnostico ¿Es grave? ¿Cuántos meses de vida me quedan? ¿Vas a tener que internarme? Se sincero dime que es. – Hablo. —No es para que te asustes aunque si