Antonella:
Giancarlo hizo caso a mi pedido y no apareció el día que me dieron el alta, tampoco el resto de días. No sé si eso me alegra o me entristece más. Por lo que intente no pensar demasiado en él, no sirvió de mucho porque Giancarlo ahora si escribía mensajes de texto.
Debería estar contenta sin embargo realmente me fastidia por la simple razón que lo hace para mostrar que si esta pendiente cuando aquello debió hacerlo mínimo dos semanas atrás. Ni siquiera es porque lo desea, estoy segura que piensa que es una obligación. Así que sus mensajes que dicen te quiero, te extraño, estoy preocupado por ti son falsos.
Lo único bueno de sus mensajes es que me informaba sobre Amelie. La pobre estuvo muy grave, pero ya se encuentra mucho mejor solo con una pata rota. Él la está cuidando y como m
Giancarlo:Las dos siguientes semanas volvimos a la rutina de antes, iba a dejarla y recogerla del trabajo, evitaba dejarla completamente sola, hasta ahora tengo presente la amenaza de los narcos, por poco me quitan algo que considero muy valioso y a ella casi la dejan sin su gata.Por una parte me alegra que Antonella considere esto un accidente y nada más que eso, sin tomar en cuenta que estuvo a punto de morir. Pensó que debe ser causado por lo que le sucedió antes y estuvo en peores condiciones que ahora. Si los comparamos el último parece un accidente en patineta. Aunque yo no olvidare el miedo que sentí al creer que la perdía y peor sabiendo que desaproveche momentos con ella además que estaba molesta, por más que lo negara.¿Quieres pensar?— La oigo preocupada.—No, dije que te acompañ
Giancarlo:Toda esta situación me provoca una gran ira y por supuesto celos. Ese tipo le ha hecho tanto daño y se atreve a molestarla. No puede dejarla tranquila y olvidarse de su existencia. Suspiro frustrado, porque ahora Antonella está molesta conmigo.Lo peor fue escucharla llorar quise entrar, pero prefirió no insistir en este momento porque terminaríamos diciendo cosas que no sentimos. Pero acaso no puede entender que me fastidia que la llame, que la busque y viendo como resultado sus lagrimas. La última vez casi terminamos si no es porque insistí.Iré a revisar unos asuntos en la oficina, junto a las órdenes de compra. Tal vez de esa forma consiga calmarme y ella igual, luego la llamare para preguntarle como esta, repetirle que es importante y que no pienso dejarla.Antonella:Recién me he puesto camino
Me preparo mentalmente para lo que acontezca ahora. Antonella esta callada pero luce molesta. Si que le fue mal en ese lugar, era de suponerse al encontrarse con ese tipo y con aquella mujer que según ella era su amiga aunque en mi opinión era lo opuesto.—¿Qué sucedió?— Comienzo el interrogatorio.—mmm. – Da un bufido.—¿Te lastimo?— Insisto.—Estoy molesta, decepcionada, furibunda… — Comienza.—La razón es él. – Concluyo.—Es que primero se muestra de una forma, me asegura que no le pego a ella sin embargo al hablar con Alexandra me cuenta que lo hizo y provoco que se golpeara contra el lava manos y que si termino así fue por él… — Me cuenta.—Es de esperarse de alguien que te
Sebastián:En el momento que vi el nombre de Reinaldo en la pantalla supe de inmediato que todo se fue a la basura. Todo está mal y es cuestión de días en los que ellos se encarguen de hacerme pagar las consecuencias. A pesar de no tener la culpa de nada, le advertí al imbécil de Reinaldo que no se metiera en las tierras de los Madicci. Giancarlo se daría cuenta de lo que sucedía y haría algo.El dinero que se ha perdido son miles de dolores y los jefes de Reinaldo tampoco estarán contentos pero con quien se van a desquitar no es con él sino conmigo por estar en el eslabón más bajo de la cadena. Maldita sea ahora qué va ser de mis hermanos, toda la hacienda las cosas van a pasar a ser de ellos.—Sebastían he visto una cartera Gucci hermosa y necesito dinero. – Entra Chelsea sin figurarse del gran problema
Por suerte el fuego aún se mantiene lejos de los cultivos pero si no conseguimos controlarlo, se va acabar todo y lo trabajado se va echar a perder, recuperarse de esa clase de perdida sería muy difícil, si antes el presupuesto se encontraba ajustado no quiero ni imaginar lo que sucedería porque no se cumplirían con los pedidos además de perderse una serie de clientes.—Giancarlo—hijo, han iniciado con la evacuación— Me informa Adam.—Ve con Nodal. – Le ordeno, es justo que este con su esposa e hijos.—No lo puedo dejar solo… Es peligroso. Giancarlo—hijo. – Intenta disuadirme.—Haz lo que te ordeno y que Antonella no sé ponga en peligro. – Insisto.—Si Giancarlo Hijo. – Se resigna, no entiendo porque si quiera intenta darme la contra al final siem
Antonella:Los cuatro días subsiguientes al incendio que arraso con la hacienda de Sebastián, son agridulces. Por una parte, estoy contenta que Giancarlo este bien y que esto no lo afectara sin embargo las investigaciones policiales han demostrado que el incendio fue provocado, lo más terrible fue descubrir que entre los cinco fallecidos está Sebastián. Por lo que se pudo saber su causa de muerte no fue porque se quedó atrapado, se sospecha que fue un homicidio, es lo que se rumorea.Me da pena, Sebastían parecía ser una buena persona preocupado por sus hermanos y con mala suerte en el amor. Recuerdo que me comento estar enamorado de alguien pero su amor no era correspondido. La última vez que lo vi fue en el supermercado si lo hubiera sabido tal vez me hubiera comportado y apreciado ese momento, no sé.Me pregunto ¿Quién querría l
Giancarlo:Todo se encuentra listo para partir. Amelie esta en su caja, le di ciertas indicaciones a Adam, sobre todo luego de lo ocurrido con Sebastían, la policía a comenzado rondar la zona y están siendo algo molestos con los pobladores, es lógico que sospechen de gente pero no de todos aparte que las personas no tenían problemas con él. Aunque varios suponen que su muerte esta relacionada con el narcotráfico pero nadie se atreve a siquiera mencionar este hecho porque automáticamente uno se convertiría en soplón y eso equivaldría a una sentencia a muerte.—Giancarlo, hay gente de la policía que te está buscando. – Me avisa Antonella.—mmm. – Me sorprende que vengan a buscarme. Me dirijo al recibidor donde encuentro a un par de policías sentados, que apenas se percatan de mi presencia se ponen de pi
—Son muchos hombres. – Es el único comentario que logro hacer.—Son ocho hombres en total. Reinaldo, cinco de sus hermanos y un par de desconocidos. Si te das cuenta las fechas van desde antes de nuestro divorcio hasta hace unos tres meses atrás. Hay dudas razonables sobre quién es el padre de la pequeña. ¿Comprendes? – Me ve fijamente.Supongo que te la deberías hacer la prueba de paternidad. De esa forma saldrías de dudas. – Esquivo su mirada.—Cierto, pero ese es mi dilema. Al estar casado con Alexandra, automáticamente esa niña pasa a ser mi hija. El problema radica en que si me divorciara de Alexandra y ponga en duda la paternidad de la niña, la mitad de lo adquirido pasa a manos de Alexandra, mejor dicho quien se haga cargo de ella y la pequeña a manos del padre. Si fallecer&a