- Vamos, discúlpate. – ordenó Héctor.- Lo siento... Bárbara. – Dijo el hombre, casi sin voz.- Fuerte... Ella necesita escuchar. – dijo Sebastián.- Lo siento, Bárbara. - Repitió, pero no creo que su voz saliera más fuerte que eso.- Devuélvele el dinero. – habló Héctor con los dientes apretados. - ¡Ahora!- Suéltame... Y te lo devolveré... No sé cuánto... Pero tengo... Te lo devolveré.- Puede que ni siquiera lo recuerde. ¿Cuántas mujeres debe haber robado ya este descalificado?Una persona estaba grabando y al ver que lo observaban, comenzó a caminar rápidamente.- Toma el celular, Anon... Rompelo y luego paga el daño. – ordenó Héctor.- Sí señor.Anon fue tras el hombre, que salió corriendo con su teléfono celular todavía en la mano.- No necesitas eso, Héctor. - Yo hablé.- Si no hago exactamente eso, mañana Sebastian y yo saldremos en todas las noticias como matones de un buen acompañante masculino, que no hizo más que intentar cenar tranquilos en un restaurante."No tienes que
Pelear con Cindy frente al restaurante estaba incluso en mis planes. Pero preferí portarme bien, ya que le había quedado muy claro que yo tenía poder sobre Héctor. Simplemente no vi a nadie que no quisiera ver. Y ella era demasiado inteligente para no entender.Le di la espalda y subí al auto.- ¿Qué fue eso? Empecé a reír, todavía nerviosa.- Un hombre que lucha por el honor de su hermana. - El respondió.- Y... ¿Dónde entra Héctor en esta pelea?- Honestamente, no quiero pensar más en su actitud, o mi cabeza se enredará aún más.- ¿Crees que realmente podría gustarle?- ¿Incluso con Cindy a cuestas? Me miró de reojo. – ¿Quieres que te diga la verdad?- Porfavor, quiero.- Que Heitor Casanova es un sinvergüenza, todo el mundo lo sabe. Que siempre ha tenido a Cindy pisándole los talones, todo el mundo lo sabe. Que no le importa nadie más que él mismo, todo el mundo lo sabe. Pero él armando un escándalo en un restaurante de lujo para mi hermana... Todos lo vieron, pero no sé cómo se lo
- Y nadie cuestionó tu embarazo, ¿verdad? – preguntó Ben.- Acerqué un poco la barriga. - Ella rió. - Me da un dolor infernal en la columna.- Ben, tu comida es maravillosa. Simplemente no es mejor que el de Salma.- ¡Descalificado! Me sacó la lengua.Sonó la campana. Nos miramos, sorprendidos.- No quiero compartir la comida. – Salma miró las cacerolas, temiendo que no se repitiera.- Es que no ofrecemos. - Sugerí.- ¿Y si es Sebastián? ¿Ofrecemos o no? - Ben estaba en duda.- Sí, es mi hermano.- Daniel también puede comer un poco. - Salma sacó una sartén, tratando de asegurarle una parte.- No creo que sea Mandy, pero ella también tiene derecho... Incluso puede sentarse a la mesa con nosotros. Me levanté, preparándome para responder.Abrí la puerta y me encontré cara a cara con Milena. Me quedé quieto, sin saber qué decir.- ¡Hola Bárbara! Ella asintió tímidamente.- Hola... - Nada más salió de mi boca.Está bien, le pedí a Héctor que rompiera contigo, pero no fue para lastimarte.
- ¿Qué paso?- Nada grave, pero necesito que vengas.- No me preocupes, carajo.- Estoy bien, lo juro. Yo solamente te necesito.- Estaré allí en quince minutos.- OK.Me dirigía a la puerta cuando recordé mi abrigo, recogiendo a cualquiera en el frente y arrojándolo sobre mis hombros.Necesitaba resolver la situación entre Sebastian y Milena de una vez por todas. Me dolía verlos sufrir a los dos cuando se amaban y habían sido apartados por sus familias egoístas y mezquinas.Si no se llevan bien, bien. Pero al menos se verían y decidirían si perdonar o acabar con todo y seguir con sus vidas.Me senté en el sofá, ya renunciando a mi comida que estaba en la mesa y ciertamente se había enfriado.- ¿Cuál es tu relación con Cindy? Yo pregunté. – ¿Entonces ella te dirá estas mentiras?- No somos amigos... Tampoco somos enemigos.- ¿Pero sabías que ella tuvo una aventura con Héctor?- Si lo sabia. Ella bajó la cabeza.- ¿Y aceptaste?- ¿Pruebas? – se burló Ben.- No, no estoy juzgando. Solo
- Para que estés aquí... Algo salió mal.- No es lo mismo. Y cuando eso suceda, te necesito conmigo.- ¿Qué hora es?- Dos de la mañana.- ¿Qué paso?No pude ver a Ben porque las luces estaban apagadas, pero la luz de la calle iluminaba un poco su rostro. Acaricié su suave mejilla, su piel suave y bien cuidada.- No admitirá lo que siente. – dijo lleno de sentimientos.- ¿No lo asumirás por ti mismo o por los demás?- Ya se las arregló para tomarlo por sí mismo. Pero no hará eso con la familia.- ¿La perra lo amenazó?- Sí.- Pensé que Tony estaba preparado para asumir lo que sentían el uno por el otro.- Me ama y no tengo ninguna duda al respecto. Aún hoy me lo repitió varias veces. Aún así...” Su voz se apagó.- Amor es amor. No puedo entender este prejuicio. Su elección es vivir una vida de mentiras... ¿Para siempre?- Lamentablemente si. Y como he dicho antes, eso no me sorprende.- Sé que esta vez te enamoraste de verdad.- ¿Ahora entiendes que las otras veces no fue amor? Pero a
Salía de casa para Perrone al día siguiente cuando Salma apareció en la habitación:- Babi... no me siento bien. - Ella habló, pálida.- ¿Que estas sintiendo? - Fui hacia ella, quien se apoyó en mí.- Me duele mucho la cabeza... Tanto que me mareo y tengo náuseas.- ¡Bueno! Grité por él, lo que tardó unos minutos en llegar.- ¿Qué paso? – preguntó preocupado al ver a nuestro amigo completamente inactivo.- Tenemos que llevarla al médico. dije nerviosamente.- Llama a Daniel. - Preguntó y noté el sudor corriendo por su frente.Salma todavía estaba en pijama. Tomé su teléfono y llamé a Daniel mientras tomaba un atuendo para cambiarme.- Buenos días, Salma. ¿Ya te lo perdiste? Oí su voz al otro lado de la línea.Parecía feliz con su llamada y fue dulce. Tal vez juzgué a Daniel demasiado pronto.- Salma no se encuentra bien, Daniel. Tenemos que llevarla al hospital.- Me voy... Estaré allí en diez minutos. - Colgó.Regresé a la sala y Ben ya había puesto a Salma en el sofá y le había traí
- ¿Cómo va a descansar? Ni siquiera tenemos ascensor en nuestro edificio. Mira qué escalones hay para subir y bajar cada vez que necesites salir.- Esto va a ser complicado.- ¿Y si alquilamos un apartamento en la planta baja? - Sugerí.- En nuestro edificio no hay apartamentos libres en la planta baja, Babi. Que yo sepa, solo hay uno disponible en el tercer piso, lo que no ayudaría mucho a la situación.- ¿Y si cambiamos de edificio?- ¿De verdad crees que podremos encontrar otro alquiler tan bajo como el nuestro y en un lugar tan bien ubicado?- El alquiler es bajo porque no hay ascensor.- Sabes que es difícil encontrar algo así... Sin contar que nuestro apartamento es lo más acogedor y perfecto que existe.- Es para Salma...Ben se detuvo y tomó mis manos, girándose hacia mí. Miró a Salma, que subía al auto con Daniel, y dijo:- Es la hora exacta para que nos vayamos, Babi. Vamos a mi madre.- ¿En Noriah Sur?- Ya lo tenía en mente para irme. No estaba bromeando cuando dije que lo
- No. Voy a viajar.- ¿Viaje? ¿Como asi? ¿Hacia donde vas?-Noria Sur. Me quedo un tiempo en casa de un conocido... Yo, Ben y Salma.- No puedes hacer eso, Babi.- Yo puedo, Sebastián. sabes que puedo- ¿Somos nosotros? Nos acabamos de conocer... Todavía tenemos tantas cosas que hacer juntos.- Oye, acabo de decir que estoy de viaje. No dije que me voy a morir o que lo olvidaré - sonreí. – Mis amigos me necesitan.- ¿Qué pasa con Tony y Ben?- Sebastián, dime algo, de verdad... Por favor.- ¿Que quieres saber?- ¿Crees que Tony dejaría todo y saldría algún día, por Ben?- No lo sé, Babi - fue sincero. – Puedo imaginar lo confundido que está Tony.- Entonces no es amor, Sebastian.Arqueó una ceja:- Hice tanta mierda con Milena... Y la amaba. todavía lo hago Nos distanciamos durante años, a pesar de que realmente nos amábamos.Yo mismo amaba a Heitor y lo había abandonado por mi orgullo y el miedo a sufrir, huyendo porque en el pasado fui rehén de ese sentimiento.- Te conozco desde ha