Giovani había conocido varias facetas de Isabela a lo largo del tiempo que llevaban viviendo juntos, pero eso a lo que estaba viendo en ese momento… Wao. Era como si fuera una persona completamente diferente que lo tenía con la boca abierta de la impresión.-Daleeee Alleeeennnn, no dejes que te pasen. Patea duroooo- junto a otras mujeres pegadas a la cerca que rodeaba el terreno de futbol ella vociferaba en dirección al niño que se desempeñaba en el campo.Era como un gallinero de mujeres agitando las manos de un lado a otro y gritando alentando a sus hijos y familiares para que ganaran. Giovani en algún momento había soltado un bufido acomodándose en su asiento tres bancas más arriba mirando como la larga trenza roja de su esposa se agitaba de un lado a otro mientras se sacudía y saltaba.-Esto es más divertido de lo que me imaginé- murmuró antes de tomar un sorbo por el popote de su bebida mirando después al niño que, aunque normalmente tenía una expresión seria en su rostro, ahora
Kamil pasó una de las páginas del informe que le leía a Giovani e iba a seguir leyéndolo cuando notó el rostro de él y como se apretaba el entrecejo. No era algo que soliera hacer. Más bien, Giovani no era de los que mostraba cuando se sentía mal, así que era de preocuparse ahora.-¿Se siente mal?- le preguntó dejando el trabajo en segundo plano.-Estoy bien- Giovani dijo en medio de un leve jadeo. Su voz sonaba un poco ronca y su cabeza y hombros estaban pesados- Puede ser que no haya dormido bien.Giovani entrecerró los ojos y se acercó a él.-Si me permite- y acto seguido puso su mano sobre la frente del Ceo palpando su temperatura. Su ceño se frunció- Tiene mucha fiebre.Giovani negó. No era algo que tenían que mandarle a decir con nadie.-Se pasará dentro de poco. Debió ser por la lluvia cuando fui con Isabela al juego de Allen.Eso no convenció a Kamil. Sabiendo que Giovani era alguien terco sin decir nada salió de la oficina. El Ceo lo conocía por lo que seguro había ido a comp
Isabela no apartó su mano. La dejó allí, aunque la temperatura contra su piel era un poco incómoda, y más que eso, le preocupaba el estado de él. Sabía que había sido atendido y de seguro los medicamentos ya administrados, pero aun así no podía estar tranquila.-No me voy a ir. Tengo que mojar de nuevo la banda para ponerla sobre tu frente y también secarte un poco. Estás empapado en sudor.-¿Tú lo vas a hacer?- la pregunta de él sonó bastante grave.-Soy la única que está aquí- e Isabela no hablaba arisca como siempre, más bien usaba un tono suave y en voz baja dado que a él debía dolerle la cabeza.Los dedos de Giovani dejaron su mano, aunque no volvió a dormir. Isabela fue al baño y además de mojar la banda agarró una toalla. Después se dirigió al closet y proactivamente tuvo que adivinar donde estaba la ropa de dormir donde tuvo para escoger. Cómo malditamente un hombre tenía tanta ropa.Volvió de nuevo a la habitación encontrando que Giovani se había sentado en la cama recostando
Isabela se preguntaba cómo había pasado de solo querer saber cómo estaba Giovani la noche anterior, a dormir con él y ahora estar… sin ropa debajo de él y jadeando después de que hubiera hecho que se corriera simplemente rozándose entre sus muslos, como habían hecho aquella noche en la casa de sus suegros. Su brazo cubría sus ojos e intentaba llevar aire a sus pulmones.Como que Giovani enfermo era más peligroso que estando completamente sano. La fiebre se le había transformado en calentura y como siempre ella terminaba estando en el lugar indicado en el momento indicado, pensaba con ironía.Sintió como sus piernas fueron soltadas que cayeron en la cama a cada lado del cuerpo del hombre y como este se inclinaba sobre ella lamiendo su cuello. Isabela puso sus manos sobre su pecho y lo empujó un poco para que no lo hiciera y soltó un quejido. Ella temblaba de pies a cabeza y aún estaba muy sensible por lo que la tocara ahora era complicado de procesar.Giovani por suerte entendió su rea
Escuchar el nombre de Samantha en ese momento no fue nada positivo para Isabela, más bien, aparte de todos los malos recuerdos que le había dejado la mujer, estaba el hecho que ella había sido la exnovia de Giovani, y no de contrato, sino que ellos habían estado juntos 4 años porque se querían. Eso le trajo un mal sabor de boca.Acaso eran celos lo que estaba sintiendo.Se llevó la mano a su pecho y lo apretó. Nunca había tenido este tipo de sensación tan intensa que más que molesta la ponía triste porque, a diferencia de ella que, aunque estaba casada con Giovani era por medio de un contrato que beneficiaría a cada parte, en cambio, Giovani y Samantha habían tenido sentimientos reales uno por el otro.-Que ella estuviera allá adentro, que la hubieran dejado entrar después de todos los problemas que había dado era porque su esposo la había dejado.Un escenario donde él aceptaba volver con ella después de romper el contrato apareció fugazmente en su cabeza y ella se estremeció. Cerró s
Allen miraba a la mujer sentada frente a él y no sabía qué hacer. Era extraño encontrarla con la mirada perdida y no atenta a su alrededor y alerta como siempre.-Bela ¿pasó algo?- el niño había venido de vuelta todo el camino con ella y no había pasado nada diferente como para que ella tuviera el rostro que tenía ahora.-No, nada- ella respondió mirando al suelo perdida en sus pensamientos y sin soltar la bola de pelo atrapada en sus brazos. Kiki se mantenía quieto sentado entre las piernas de ella rodeado por los brazos alrededor de su cuello, aunque el movimiento de la cola mostraba que quería ir a jugar.-Pero eso no es lo que parece- el niño insistió. Bela no era de mostrar sus sentimientos de esa forma y menos delante de él así que debía haberle afectado mucho lo que fuera que hubiera pasado y eso le preocupaba- ¿Tiene que ver con Giovani?Su pregunta le hizo sobresaltarse y aunque quiso ocultarlo Allen había notado su reacción.-No quiero hablar de eso- ella apretaba los labios
Horas antes.-¿Giovani?- Samantha miraba al hombre sentado frente a ella que tenía su atención puesta en la ventanilla del auto. No le había dirigido la palabra desde que habían salido de la mansión en dirección al aeropuerto,-¿Qué ocurre? ¿necesitas algo?Ella negó.-Solo… pienso que ahora me hablas diferente- ella apretó las manos en su regazo- Antes… eras más amable.Esta vez el giró su rostro en torno a ella. No tenía mucha paciencia en ese momento. El rostro de Isabela estaba grabado en su mente, la expresión de ella, su mirada y lo hacía sentir tan incómodo. En vez de estar allí debía haberla encerrado en su cuarto, quitarle la ropa y decirle lo que sentía de una vez por todas. Si la tomaba de sorpresa tenía grandes posibilidades que Isabela lo aceptara sin poner peros.-Samantha, tú y yo estamos en términos diferentes a como éramos antes. Han pasado cosas y tú lo sabes, y solo te estoy ayudando porque es una situación delicada. No cruces la línea.Ella se mordió el labio infer
Efectivamente, Isabela había encontrado irregularidad en el sistema financiero. Tenía un acceso personalizado que le dejaba entrar a esa base de datos y había encontrado filtraciones. Lo bueno es que nada con la importancia necesaria había sido tocado. Rápidamente grabó el resto de la información en una memoria y archivó todos los datos cifrándolos. Si intentaban acceder sería mucho más complicado y con dos intentos se autodestruirían.Era algo que había aprendido en los últimos días con el equipo de informatización que no pensó que pondría en práctica tan rápido. Al menos tenía el consentimiento de Giovani. Solo tendría que darle a él la memoria y las claves nuevas. Si toda la información de la empresa era robada estarían en serio problemas.Echó la cabeza hacia atrás y se masajeó la nuca. Había estado tan centrada trabajando que notó que afuera ya había anochecido y se encontraba sola en la oficina por no decir el piso. De por si había llegado cuando los últimos trabajadores salían