Isabela se preguntaba cómo había pasado de solo querer saber cómo estaba Giovani la noche anterior, a dormir con él y ahora estar… sin ropa debajo de él y jadeando después de que hubiera hecho que se corriera simplemente rozándose entre sus muslos, como habían hecho aquella noche en la casa de sus suegros. Su brazo cubría sus ojos e intentaba llevar aire a sus pulmones.Como que Giovani enfermo era más peligroso que estando completamente sano. La fiebre se le había transformado en calentura y como siempre ella terminaba estando en el lugar indicado en el momento indicado, pensaba con ironía.Sintió como sus piernas fueron soltadas que cayeron en la cama a cada lado del cuerpo del hombre y como este se inclinaba sobre ella lamiendo su cuello. Isabela puso sus manos sobre su pecho y lo empujó un poco para que no lo hiciera y soltó un quejido. Ella temblaba de pies a cabeza y aún estaba muy sensible por lo que la tocara ahora era complicado de procesar.Giovani por suerte entendió su rea
Escuchar el nombre de Samantha en ese momento no fue nada positivo para Isabela, más bien, aparte de todos los malos recuerdos que le había dejado la mujer, estaba el hecho que ella había sido la exnovia de Giovani, y no de contrato, sino que ellos habían estado juntos 4 años porque se querían. Eso le trajo un mal sabor de boca.Acaso eran celos lo que estaba sintiendo.Se llevó la mano a su pecho y lo apretó. Nunca había tenido este tipo de sensación tan intensa que más que molesta la ponía triste porque, a diferencia de ella que, aunque estaba casada con Giovani era por medio de un contrato que beneficiaría a cada parte, en cambio, Giovani y Samantha habían tenido sentimientos reales uno por el otro.-Que ella estuviera allá adentro, que la hubieran dejado entrar después de todos los problemas que había dado era porque su esposo la había dejado.Un escenario donde él aceptaba volver con ella después de romper el contrato apareció fugazmente en su cabeza y ella se estremeció. Cerró s
Allen miraba a la mujer sentada frente a él y no sabía qué hacer. Era extraño encontrarla con la mirada perdida y no atenta a su alrededor y alerta como siempre.-Bela ¿pasó algo?- el niño había venido de vuelta todo el camino con ella y no había pasado nada diferente como para que ella tuviera el rostro que tenía ahora.-No, nada- ella respondió mirando al suelo perdida en sus pensamientos y sin soltar la bola de pelo atrapada en sus brazos. Kiki se mantenía quieto sentado entre las piernas de ella rodeado por los brazos alrededor de su cuello, aunque el movimiento de la cola mostraba que quería ir a jugar.-Pero eso no es lo que parece- el niño insistió. Bela no era de mostrar sus sentimientos de esa forma y menos delante de él así que debía haberle afectado mucho lo que fuera que hubiera pasado y eso le preocupaba- ¿Tiene que ver con Giovani?Su pregunta le hizo sobresaltarse y aunque quiso ocultarlo Allen había notado su reacción.-No quiero hablar de eso- ella apretaba los labios
Horas antes.-¿Giovani?- Samantha miraba al hombre sentado frente a ella que tenía su atención puesta en la ventanilla del auto. No le había dirigido la palabra desde que habían salido de la mansión en dirección al aeropuerto,-¿Qué ocurre? ¿necesitas algo?Ella negó.-Solo… pienso que ahora me hablas diferente- ella apretó las manos en su regazo- Antes… eras más amable.Esta vez el giró su rostro en torno a ella. No tenía mucha paciencia en ese momento. El rostro de Isabela estaba grabado en su mente, la expresión de ella, su mirada y lo hacía sentir tan incómodo. En vez de estar allí debía haberla encerrado en su cuarto, quitarle la ropa y decirle lo que sentía de una vez por todas. Si la tomaba de sorpresa tenía grandes posibilidades que Isabela lo aceptara sin poner peros.-Samantha, tú y yo estamos en términos diferentes a como éramos antes. Han pasado cosas y tú lo sabes, y solo te estoy ayudando porque es una situación delicada. No cruces la línea.Ella se mordió el labio infer
Efectivamente, Isabela había encontrado irregularidad en el sistema financiero. Tenía un acceso personalizado que le dejaba entrar a esa base de datos y había encontrado filtraciones. Lo bueno es que nada con la importancia necesaria había sido tocado. Rápidamente grabó el resto de la información en una memoria y archivó todos los datos cifrándolos. Si intentaban acceder sería mucho más complicado y con dos intentos se autodestruirían.Era algo que había aprendido en los últimos días con el equipo de informatización que no pensó que pondría en práctica tan rápido. Al menos tenía el consentimiento de Giovani. Solo tendría que darle a él la memoria y las claves nuevas. Si toda la información de la empresa era robada estarían en serio problemas.Echó la cabeza hacia atrás y se masajeó la nuca. Había estado tan centrada trabajando que notó que afuera ya había anochecido y se encontraba sola en la oficina por no decir el piso. De por si había llegado cuando los últimos trabajadores salían
Giovani estaba a punto de comerse las uñas de la tensión. Con la calle bloqueada y sin poder dar la vuelta por ningún lado solo le quedaba esperar a que fuera despejada después que un camión se volcara en el medio destrozando el panel de señal, razón por la que no tenían cobertura en sus celulares. Pero los minutos corrían y sus niveles de estrés y preocupación aumentaban.Se preguntaba si Isabela realmente estaría bien. Rezaba que si, que estuviera en la casa junto a Allen. Y no en peligro. Se recriminó. Debía haber tenido más cuidado desde que se había enterado del pasado de ella y de la advertencia por parte de Kamil.-Mierda- golpeó el reposabrazos con fuerza con el puño tan apretado que sus nudillos estaban blancos.Kamil no podía decir nada, es que no sabía que decir para aligerar el ambiente. Su trabajo era proteger a Giovani pero no deseaba que a Isabela le ocurriese algo o a Allen.Después de tanto tiempo que le pareció infinito al final la calle fue despejada. Ya el sol esta
Kamil extendió su mano para darle un café caliente a Giovani, mientras en su otro brazo tenía una muda de ropa que le había comprado para que se cambiara. La ropa del Ceo estaba empapada en sangre, y este no parecía inmutarse por las miradas de los demás que se quedaban estupefactos con su imagen.Giovani estaba sentado en el pasillo doblado hacia adelante, su cabello caía húmedo de sudor sobre su frente, mientras camisa, pantalón, pecho y manos tenían aún la sangre seca de Isabela.-Sí solo no hubiera ido con ella- se recriminaba una y otra vez con los hombros temblorosos. Aunque ella estaba con médicos capacitados en la sala de operaciones, cualquier cosa podría ocurrir.Solo tres horas después la señal de operación fue apagada y Giovani se levantó de golpe. La puerta fue abierta y el doctor salió quitándose la mascarilla.-Ceo Giovani, tenemos que hablar.-¿Cómo está Isabela?- que hablar ni que hablar. Él necesitaba respuestas.-Puede calmarse. Ella está fuera de peligro- el doctor
Giovani pensó en un primer momento que Allen podría estar diciendo una broma, para tomarle el pelo, pero conociéndolo y sabiendo que tenía el mismo sentido del humor que su madre, o sea cero se dio cuenta que no, no le estaba mintiendo. La mujer en la foto era la que lo había traído al mundo.-¿Ocurre algo?- Allen le preguntó al Ceo que se había quedado mirando fijamente al cuadro nuevamente con el rostro un poco pálido.-No, solo que me tomó de impresión- la devolvió a su lugar.-¿Y sabes quién es tu padre? ¿Bela te lo ha dicho alguna vez?Allen miró hacia los lados como si alguien pudiera escucharlo. Y se acercó a él prácticamente para decirle un secreto.-la verdad, esto no lo sabe nadie ni Bela, pero mi mamá una vez me conto cuando yo era chiquito que mi papá era un hombre poderoso, y que yo había sacado los mismos ojos que él, pero no me dio ningún dato más- se quedó pensativo- Ah sí, que había sido la primera vez que un hombre la trataba tan bien.A Giovani le palpitó la sien. Q