Efectivamente, Isabela había encontrado irregularidad en el sistema financiero. Tenía un acceso personalizado que le dejaba entrar a esa base de datos y había encontrado filtraciones. Lo bueno es que nada con la importancia necesaria había sido tocado. Rápidamente grabó el resto de la información en una memoria y archivó todos los datos cifrándolos. Si intentaban acceder sería mucho más complicado y con dos intentos se autodestruirían.Era algo que había aprendido en los últimos días con el equipo de informatización que no pensó que pondría en práctica tan rápido. Al menos tenía el consentimiento de Giovani. Solo tendría que darle a él la memoria y las claves nuevas. Si toda la información de la empresa era robada estarían en serio problemas.Echó la cabeza hacia atrás y se masajeó la nuca. Había estado tan centrada trabajando que notó que afuera ya había anochecido y se encontraba sola en la oficina por no decir el piso. De por si había llegado cuando los últimos trabajadores salían
Giovani estaba a punto de comerse las uñas de la tensión. Con la calle bloqueada y sin poder dar la vuelta por ningún lado solo le quedaba esperar a que fuera despejada después que un camión se volcara en el medio destrozando el panel de señal, razón por la que no tenían cobertura en sus celulares. Pero los minutos corrían y sus niveles de estrés y preocupación aumentaban.Se preguntaba si Isabela realmente estaría bien. Rezaba que si, que estuviera en la casa junto a Allen. Y no en peligro. Se recriminó. Debía haber tenido más cuidado desde que se había enterado del pasado de ella y de la advertencia por parte de Kamil.-Mierda- golpeó el reposabrazos con fuerza con el puño tan apretado que sus nudillos estaban blancos.Kamil no podía decir nada, es que no sabía que decir para aligerar el ambiente. Su trabajo era proteger a Giovani pero no deseaba que a Isabela le ocurriese algo o a Allen.Después de tanto tiempo que le pareció infinito al final la calle fue despejada. Ya el sol esta
Kamil extendió su mano para darle un café caliente a Giovani, mientras en su otro brazo tenía una muda de ropa que le había comprado para que se cambiara. La ropa del Ceo estaba empapada en sangre, y este no parecía inmutarse por las miradas de los demás que se quedaban estupefactos con su imagen.Giovani estaba sentado en el pasillo doblado hacia adelante, su cabello caía húmedo de sudor sobre su frente, mientras camisa, pantalón, pecho y manos tenían aún la sangre seca de Isabela.-Sí solo no hubiera ido con ella- se recriminaba una y otra vez con los hombros temblorosos. Aunque ella estaba con médicos capacitados en la sala de operaciones, cualquier cosa podría ocurrir.Solo tres horas después la señal de operación fue apagada y Giovani se levantó de golpe. La puerta fue abierta y el doctor salió quitándose la mascarilla.-Ceo Giovani, tenemos que hablar.-¿Cómo está Isabela?- que hablar ni que hablar. Él necesitaba respuestas.-Puede calmarse. Ella está fuera de peligro- el doctor
Giovani pensó en un primer momento que Allen podría estar diciendo una broma, para tomarle el pelo, pero conociéndolo y sabiendo que tenía el mismo sentido del humor que su madre, o sea cero se dio cuenta que no, no le estaba mintiendo. La mujer en la foto era la que lo había traído al mundo.-¿Ocurre algo?- Allen le preguntó al Ceo que se había quedado mirando fijamente al cuadro nuevamente con el rostro un poco pálido.-No, solo que me tomó de impresión- la devolvió a su lugar.-¿Y sabes quién es tu padre? ¿Bela te lo ha dicho alguna vez?Allen miró hacia los lados como si alguien pudiera escucharlo. Y se acercó a él prácticamente para decirle un secreto.-la verdad, esto no lo sabe nadie ni Bela, pero mi mamá una vez me conto cuando yo era chiquito que mi papá era un hombre poderoso, y que yo había sacado los mismos ojos que él, pero no me dio ningún dato más- se quedó pensativo- Ah sí, que había sido la primera vez que un hombre la trataba tan bien.A Giovani le palpitó la sien. Q
Tres días no parecían mucho, pero para Giovani se le hicieron una eternidad. Los minutos corrían tan lento que casi era un martirio. Isabela se estaba recuperando, pero aún no había despertado, al menos ya no estaba pegada a miles de máquina y su cuerpo se estaba rehabilitando relativamente rápido a pesar de su condición.Y si a eso se le sumaba que no habían llegado los resultados de los exámenes de ADN, si, tenía mucho estrés.En esos días había hecho caso lo mismo de forma mecánica. Pasaba la noche en el hospital, dormía en el sofá esperando alguna respuesta positiva por parte de su esposa. En la mañana después de parte médico, se intercambiaba con Kamil mientras él volvía a la mansión, se bañaba y cambiaba, llevaba a Allen a la escuela y él entraba en la mañana en la empresa para poner todo en orden. Salía temprano para volver al hospital para quedarse con Isabela y trabajaba desde allí.Kamil se encargaba por esos momentos de recoger a Allen y llevarlo a que viera a la mujer en l
Giovani se acomodó detrás de Isabela para que ella se recostara contra su pecho de lado. Ella no protestó cuando él tomó esa posición, más bien parecía estar cómoda. Él agarró su mano entrelazó sus dedos para llevarla a su boca y dejar un beso sobre su dorso. -Me diste tremendo susto Bela- le dijo él de forma suave- Me hubiera gustado saber tu condición médica, hubiera podido ayudarte desde antes. -¿Ya te enteraste?- era lo más lógico si le habían hecho un chequeó ahora que estaba en el hospital. -Hubiera sido más fácil si me lo hubieras dicho desde el inicio, así no me hubiera roto la cabeza pensando la razón por la que sangrabas y tenías moretones con tanta facilidad. Realmente me asusté cuando vi tanta sangre cuando te encontré, por suerte la herida no es tan grave y te recuperarás pronto. Isabela sonrió pesadamente, su mirada fija en las manos de ellos entrelazadas en su regazo. Aun así pudo sentir como Giovani temblaba ligeramente mientras le decía. -He vivido con esta condic
Isabela estaba acostumbrada a que su vida fuera una montaña rusa. Que hubiera cosas buenas y malas, sorpresas y decepciones, pero bien sabia ella que tener una racha tan buena no sería por siempre. Más bien, se preguntaba por dónde vendría la bomba porque tanta buena suerte junta no podía existir. Y no se había equivocado.La llamada que había recibido Giovani la había dejado helada, tanto que sintió que no podía respirar y comenzaba a hiperventilar.Tenía que reconocer que Allen era idéntico a Giovani físicamente, incluso en parte de su carácter, pero de ahí a ser padre e hijo… eso la había sorprendido enormemente. No tocaría el tema de la prueba de ADN, le preocupaba mucho más que él hubiera resultado el padre. Eso significaba que la persona con la que su amiga Aris había estado para concebir a Allen era el hombre que ahora supuestamente era su pareja.Además de eso, pasaba por su cabeza que al ser el padre biológico ahora tenía derecho sobre él, podría reclamarlo como suyo… quitar
-Giovani, Isabela y Allen desaparecieron- fue la primera noticia que recibió el Ceo al ser despertado por el sonido de su celular.-¿Qué?- se sentó en la cama llevándose la mano al rostro por el mareo y la resaca por haber bebido tanto el día anterior.Kamil parecía jadear del otro lado. Se imaginaba que estaba como loco buscando de un lado a otro.-Que ambos desaparecieron. Allen de la escuela e Isabela del hospital.-Pero cómo es posible eso- Giovani ya iba al baño para cambiarse rápidamente.-Eso es lo que estamos averiguando. Dejé a Allen en la escuela y me aseguré como siempre que entrara. Después volví al hospital, pero encontré que los guardaespaldas que había dejado en la puerta habían sido drogados e Isabela no estaba. Acaso ella escapó.Esa… podría ser la conclusión más fácil a la que pudieran llegar, sobre todo él después de ver como Isabela se había alterado tanto. Llevarse a su hijo para que no se lo quitaran, pero más que eso, ella podría tener miedo, pero primero estaba