Isabela estaba acostumbrada a que su vida fuera una montaña rusa. Que hubiera cosas buenas y malas, sorpresas y decepciones, pero bien sabia ella que tener una racha tan buena no sería por siempre. Más bien, se preguntaba por dónde vendría la bomba porque tanta buena suerte junta no podía existir. Y no se había equivocado.La llamada que había recibido Giovani la había dejado helada, tanto que sintió que no podía respirar y comenzaba a hiperventilar.Tenía que reconocer que Allen era idéntico a Giovani físicamente, incluso en parte de su carácter, pero de ahí a ser padre e hijo… eso la había sorprendido enormemente. No tocaría el tema de la prueba de ADN, le preocupaba mucho más que él hubiera resultado el padre. Eso significaba que la persona con la que su amiga Aris había estado para concebir a Allen era el hombre que ahora supuestamente era su pareja.Además de eso, pasaba por su cabeza que al ser el padre biológico ahora tenía derecho sobre él, podría reclamarlo como suyo… quitar
-Giovani, Isabela y Allen desaparecieron- fue la primera noticia que recibió el Ceo al ser despertado por el sonido de su celular.-¿Qué?- se sentó en la cama llevándose la mano al rostro por el mareo y la resaca por haber bebido tanto el día anterior.Kamil parecía jadear del otro lado. Se imaginaba que estaba como loco buscando de un lado a otro.-Que ambos desaparecieron. Allen de la escuela e Isabela del hospital.-Pero cómo es posible eso- Giovani ya iba al baño para cambiarse rápidamente.-Eso es lo que estamos averiguando. Dejé a Allen en la escuela y me aseguré como siempre que entrara. Después volví al hospital, pero encontré que los guardaespaldas que había dejado en la puerta habían sido drogados e Isabela no estaba. Acaso ella escapó.Esa… podría ser la conclusión más fácil a la que pudieran llegar, sobre todo él después de ver como Isabela se había alterado tanto. Llevarse a su hijo para que no se lo quitaran, pero más que eso, ella podría tener miedo, pero primero estaba
Isabela abrió los ojos cuando su rostro fue golpeado. Soltó un jadeo ante el dolor y el aturdimiento de su cabeza. No había una uña… que no le doliera. Su cuello, abdomen, es que incluso su interior se sentía algo incómodo. Pero no tenía cabeza para pensar en eso debido a que…-Hasta que por fin despiertas- una voz que le resultó familiar la alarmó y le hizo alzar la mirada encontrándose con una mujer mayor.-Tú- jadeó y apretó los ojos cuando la mano de Samuel se alzó nuevamente para golpearle el rostro del otro lado.-Espera, la pobre, si se muere nos dará muchas complicaciones y tú tienes la mano muy dura- dijo la mujer en tono irónico caminando hacia ella con ayuda de un bastón- Esta vez no será tan fácil que te salgas con la tuya Isabela. Ya mi fallecido esposo y tú me han dado muchos dolores de cabeza.Isabela quiso gruñirle, pero tenía la garganta seca. Intentó soltarse encontrando que tenía esposas en sus manos y una soga alrededor de su torso y pies. Al menos no había nada pr
Giovani había tenido que recurrir a lo seguro sabiendo contra qué y quienes se estaba enfrentando. Lo peor después de más averiguaciones después de mover a su personal no había dudas de la participación de su familia en todo aquello y su misión por destruirlo. Lo que más le preocupaba era lo que pudieran hacerle a Isabela para lograr su cometido. Es que no importase lo que fuese. Si les tocaban un solo dedo a ellos dos les haría pagar a todos ellos con creces.-Estás muy tenso- el hombre que iba delante de él sentado en el auto le dijo con tono tranquilo.Giovani miró a Antony, un viejo amigo de negocios y uno de sus mayores accionistas, actual vicepresidente del Estado del país en donde vivían y quien era la persona con más influencia y poder que podría pedirle ayuda.-Mi esposa e hijo están en peligro, no puedo tranquilizarme- dijo con los dientes apretados.-¿Quieres que los destruya? Solo necesito un chasquido de mis dedos.Y Giovani lo sabía bien. Era un hombre peligroso, con con
El corazón de Isabela latió fuertemente en su pecho ante la mención de las personas que estaban en la puerta y más por la forma en que se había proyectado la persona que más esperaba. Giovani… había venido por ellos. Sus ojos picaron y lágrimas corrieron por sus ojos por el mar de emociones, porque sabía que algo en su interior se había roto.Esa barrera que desde hacía muchos años había levantado.De igual forma el miedo pronto se adueñó de ella al recordar la escena de aquella persona muriendo delante de sí. Pensar que Giovani pasaría por lo mismo… comenzó a temblar. Más no pudo pensar en mucho pues su boca fue cubierta y alzada.-Llévenlos a aquella habitación rápido y que no hagan ningún ruido- ordenó Cristina mortalmente tensa.Isabela fue arrastrada y aunque puso resistencia su cuerpo no estaba en mejor estado. Allen era un mar de llanto y miraba por encima de su hombro intentando hacer contacto visual con ella. Estaba aterrado.Fueron arrastrado hasta una habitación y lanzados
Isabela miraba el papel delante de sus ojos que era un recibo de su estado de cuenta actual.-Esos… son muchos ceros- miró a Giovani sentado sobre la cama a su lado, boquiabierta.Él le sonrió jugando con uno de los largos mechones de la cabeza de la mujer enrollándolo en su dedo. Ambos estaban sentados recostado contra el respaldar de la cama de hospital, la cabeza de ella descansado sobre su hombro.-Pues si cariño. Ahora puedes decir con toda la propiedad del mundo que eres millonaria- le dijo él con una sonrisa en sus labios y besando el mechón de cabello rojizo. Agradeció que nos le hubiera dado por cortarle la hermosa melena de su esposa, le encantaba.Aun así, Isabela no se lo creía, pero Giovani había jugado muy bien sus cartas en este asunto. Tan bien que ahora su hijo y ella eran dueños de una buena suma de dinero que garantizaría sus vidas y lo mejor, sin tener a la familia de Allen detrás de él para fastidiarlos.No sabía que métodos había usado para que ellos aceptaran el
-Entonces Bela, ¿ya no te quedarás más aquí?- Allen tenía una sonrisa en su rostro abrazando por detrás el cuello de Isabela, que estaba sentada en la cama. El niño había terminado de trenzarle el largo cabello.-Ya podremos ir a casa- ella le acarició la mejilla y miró entonces a Giovani que terminaba de recoger todo en la habitación. Ella tenía un ligero sonrojo recordando las últimas cosas que habían hecho y lo atento que había estado en los últimos tiempos. Era un hombre que podría parecer frío, y hasta indeseable cuando hablaba con ese tono de prepotencia que tenía a veces, pero realmente y ahora que había convivido con él se había dado cuenta de lo realmente dedicado que era hacia las personas que quería y le preocupaban, capaz de ponerse en peligro por ellos.Más que su físico y de todo lo atrayente que podía ser como hombre que era mucho, no había que desmeritarlo, eso era lo que la había conmovido de verdad.Y no podía dejar de mencionar que daba hasta vergüenza lo creativo q
Isabela se encontraba realmente angustiada.Ya habían pasado dos días y no tenía noticias por parte de Giovani. Kamil no había llamado, Rafael tampoco sabía nada. Ella mismo había intentado solo una vez y el número estaba apagado o fuera del área de cobertura. Y para ese momento ya tenía miedo de que algo le hubiera ocurrido.Se comía las uñas delante del televisor sin poder concentrarse realmente en el contenido que transmitía. A su lado Allen, con Kiki recostado con la cabeza en sus muslos la miraba fijamente.-¿Bela, todo bien?-Ella reaccionó y le acarició la cabeza.-Si, solo pensaba en algunas cosas.-¿Pensabas sobre Giovani?Ella se quedó quieta y para después suavizar la expresión de su rostro.-¿Es tan evidente?-Bueno, ustedes están saliendo y él se fue con su familia y no sabemos nada de él. No hay que tener mucha neurona para saber en qué se van tus pensamientos.Ella soltó un suspiro y se recostó hacia atrás en el mueble nuevo de la casa. Estaban en la que Giovani les hab