Isabela miraba el papel delante de sus ojos que era un recibo de su estado de cuenta actual.-Esos… son muchos ceros- miró a Giovani sentado sobre la cama a su lado, boquiabierta.Él le sonrió jugando con uno de los largos mechones de la cabeza de la mujer enrollándolo en su dedo. Ambos estaban sentados recostado contra el respaldar de la cama de hospital, la cabeza de ella descansado sobre su hombro.-Pues si cariño. Ahora puedes decir con toda la propiedad del mundo que eres millonaria- le dijo él con una sonrisa en sus labios y besando el mechón de cabello rojizo. Agradeció que nos le hubiera dado por cortarle la hermosa melena de su esposa, le encantaba.Aun así, Isabela no se lo creía, pero Giovani había jugado muy bien sus cartas en este asunto. Tan bien que ahora su hijo y ella eran dueños de una buena suma de dinero que garantizaría sus vidas y lo mejor, sin tener a la familia de Allen detrás de él para fastidiarlos.No sabía que métodos había usado para que ellos aceptaran el
-Entonces Bela, ¿ya no te quedarás más aquí?- Allen tenía una sonrisa en su rostro abrazando por detrás el cuello de Isabela, que estaba sentada en la cama. El niño había terminado de trenzarle el largo cabello.-Ya podremos ir a casa- ella le acarició la mejilla y miró entonces a Giovani que terminaba de recoger todo en la habitación. Ella tenía un ligero sonrojo recordando las últimas cosas que habían hecho y lo atento que había estado en los últimos tiempos. Era un hombre que podría parecer frío, y hasta indeseable cuando hablaba con ese tono de prepotencia que tenía a veces, pero realmente y ahora que había convivido con él se había dado cuenta de lo realmente dedicado que era hacia las personas que quería y le preocupaban, capaz de ponerse en peligro por ellos.Más que su físico y de todo lo atrayente que podía ser como hombre que era mucho, no había que desmeritarlo, eso era lo que la había conmovido de verdad.Y no podía dejar de mencionar que daba hasta vergüenza lo creativo q
Isabela se encontraba realmente angustiada.Ya habían pasado dos días y no tenía noticias por parte de Giovani. Kamil no había llamado, Rafael tampoco sabía nada. Ella mismo había intentado solo una vez y el número estaba apagado o fuera del área de cobertura. Y para ese momento ya tenía miedo de que algo le hubiera ocurrido.Se comía las uñas delante del televisor sin poder concentrarse realmente en el contenido que transmitía. A su lado Allen, con Kiki recostado con la cabeza en sus muslos la miraba fijamente.-¿Bela, todo bien?-Ella reaccionó y le acarició la cabeza.-Si, solo pensaba en algunas cosas.-¿Pensabas sobre Giovani?Ella se quedó quieta y para después suavizar la expresión de su rostro.-¿Es tan evidente?-Bueno, ustedes están saliendo y él se fue con su familia y no sabemos nada de él. No hay que tener mucha neurona para saber en qué se van tus pensamientos.Ella soltó un suspiro y se recostó hacia atrás en el mueble nuevo de la casa. Estaban en la que Giovani les hab
Giovani había tenido la paciencia suficiente para esperar a que todo estuviese preparado pero dos días metido en el fin del mundo con su familia a la esperar de que llegaran con el testamento y las personas pertinentes para la separación de bienes era realmente agobiante. Al menos le hubiera gustado pasar ese tiempo con Isabela en su cama haciendo muchas más cosas de las que ya había hecho con ella. Aunque la idea de que su familia estuviera cerca le sacaba de quicio. La quería a muchos kilómetros de su pareja.En eso escuchó la puerta abrirse y Kamil hizo acto de presencia.-Ya están todos listos. Su familia está bajando a la sala central para reunirse.-Pues vamos, tengo ganas de ya terminar esto.***La tensión en el ambiente solo aumentaba y más cuando los papeles se fueron sacando del sobre donde estaban todos los presentes sentados alrededor de la mesa. El abogado tenía un rostro serio muy diferente al que portaba Giovani en esos momentos y el cual sus familiares no entendían. Si
Giovani juró que si no fuera porque era buen chofer hubiera chocado más de 10 veces con cualquier cosa. Parecía un loco manejando en dirección a su destino que por suerte no quedaba tan lejos. Había hecho bien en comprar la casa cerca. Había intentado llamar a su esposa por el celular de Kamil pero como se imaginó, ella no le respondió aun si daba timbre.Conociendo a Isabela le debía estar mentando todas sus generaciones, incluido él.Es que entre sus intenciones no estaba realmente separarse de ella. Pero no quería seguir con aquel teatro y menos un contrato de por medio. Así que en cuanto entró al jardín de la mansión sin problemas ya que el guardia de adelante lo conocían dejó el auto y casi se lanzó. Kamil se encargó de estacionarlo bien y apagarlo mientras su jefe hacía las cosas bien, porque adentro se pondría caliente la situación.Rafael regresaba del patio con una bandeja y un plato con restos de leche caliente. Se impresionó al ver al Ceo a esa hora de la noche y además en
El dolor de cabeza que Giovani tenía al momento de abrir los ojos era brutal, sobre todo en la parte trasera. Era como si hubiera sido… ¿golpeado?Se sentó de golpe en la cama. Espera ¿Qué había ocurrido?Estaba hablando con Isabela y de buenas a primera había sentido un dolor agonizante para después caer. Creía haber escuchado la voz de su hijo, pero eso no lo podía garantizar eso… además, su hijo no sería capaz de hacerlo eso ¿verdad?-¿Ya despertó?- la puerta se abrió y entró Kamil. Su rostro estaba algo serio, mucho más de lo normal y eso alarmó a Giovani.-Kamil ¿qué ocurrió? ¿dónde está Isabela? Tengo que hablar con ella. Aclarar todo.Kamil apretó los labios mostrándose frustrado.-La verdad no le tengo muy buenas noticiasGiovani se corrió el cabello hacia atrás rechinando los dientes y se corrió para sentarse.-¿Qué demonios quieres decir? Sé más específico, mi cabeza me está matando.Kamil se acercó hasta ponerse delante de él.-Esto es un mensaje directo de parte de Isabela
Isabela suspiró de alivio mientras terminaba de firmar los documentos delante de ella. Tener bajo su poder todo el imperio de Giovani era un peso demasiado pesado para su persona. Prefería devolvérselo. Aun recordaba cuando Kamil le había dicho que él le había transferido todo y la razón de ello y lo había entendido, pero de que casi se desmayaba, había sido un hecho.-No me vuelvas a hacer eso sin consultar antes conmigo- le pidió al hombre sentado al lado de ella en la cama que guardaba los papeles.Giovani le dio un beso en la mejilla antes de dejarlos en la gaveta de su cama bajo llave.-Lo prometo, pero fue una medida tomada de la noche a la mañana. No tenía mucho tiempo para explicarte bien las razones, y como no lo sabías era mejor para ti y no te preocuparas por ello. Él volvió y pasó el brazo por encima de los hombros de ella para con la mano girarle el rostro y dejar un beso sobre sus labios.-Ahora olvidémoslo del tema y centrémonos en nosotros- le dijo contra su boca para
Isabela agarró el vaso de leche de la mano de Allen y lo dejó en la mesita. El niño casi tenía los ojos cerrados y dio un gran bostezo que se sincronizó con el de Kiki que al final había terminado durmiendo con él. Ella sonrió y le beso la frente acomodándolo en la cama y tapándolo.Ese día había sido incluso mejor que el de su boda original. No había sido igual de ajetreado que aquella vez, pero si más divertido, íntimo, y esta vez con sentimientos reales. Era extraño, pero antes no tenía casi nada, apenas lo suficiente para ofrecerle a Allen, y ahora, hasta un padre y una vida estable podía darle. Se sentía… realmente aliviada.-Bela, te ves feliz- Allen le dijo con una leve sonrisa.-¿En serio?- ella inclinó la cabeza- Quizás es porque lo estoy.-Te lo mereces- la sonrisa de Allen se hizo más grande, y se acomodó- Y ya vete, Giovani parecía que se iba a desmayar cada vez que te apartabas de él. Me parece que va a ser un papá muy baboso.-Alleeeennn- Isabela no pudo evitar carcajear