La primera en despertar en la mañana fue Isabela y protestó al no sentir el acostumbrado calor que solía abrazarla cuando se acostaba a dormir acompañada en la cama. Abrió ligeramente los ojos encontrando la habitación en una leve penumbra interrumpida por los rayos del sol que entraban por la ventana. La suficiente iluminación para ver una escena que ni es sus más locos sueños se esperaría. Se sentó en la cama con la boca abierta mirando a su lado, pestañeando para quitarse la nebulosa de sus ojos.Con razón no había sentido el peso de Allen a su lado. Ese se había girado y tanto un brazo como uan pierna estaban encima del cuerpo de Giovani que extendía un brazo debajo de su cabeza, acostado boca arriba.Isabela tenía que inmortalizar aquella escena o Giovanni no se la creería cuando se lo contara a menos que se le enseñara. La relación entre el Ceo y su hijo era bastante extraña no se querían, tampoco se odiaba, tolerancia no era la palabra adecuada tampoco, era como si ambos no qui
Isabela esperó hasta que le copiarán el video antes de seguir a Giovani hasta su oficina. Él le abrió la puerta para dejarla pasar y después lo hizo él cerrándole su espalda.-¿Pasó algo ahí abajo?- le preguntó él sentándose en su escritorio- Te noto muy nerviosa incluso estás sonrojada, y tú no sueles hacerlo, a menos que sea algo vergonzoso- le me interrogó el curioso- ¿te acosaron por ahora ser mi esposa o están esparciendo rumores?Giovani no lo reconocería, pero había tenido a Kamil pendiente de las conversaciones de pasillo en caso que Isabela fuera desprestigiada entre los demás trabajadores por haberse casado con él y además tener un ascenso tan grande, aunque él la había puesto en aquel lugar dada su capacidad. Sin embargo, eso era algo que los demás siempre tendían a criticar.Isabela podía sentir su rostro caliente debido al video que había visto, pero no pensaba que fuera tan evidente incluso para que el Ceo se diera cuenta en su estado. Se llevó las manos a las mejillas.
A la hora del regreso Isabela notó que iban directo a la mansión, no de camino-Me llamaron de la escuela que terminarían temprano y le dije a Kamil que lo fuera a recoger – explicó Giovani leyendo unos papeles en su mano- No te dije antes porque estabas inmersa en el trabajo y de seguro querrías ir corriendo directo a la casa.-No soy el tipo de madre fanatizada con su hijo que tiene que tenerlo a la vista las 24 horas del día- protestó Isabela.Giovani levantó la mirada alzando una ceja.-Eso se lo dices a otra persona, no a mí que tengo que estar casi mendigando tu atención.Isabela sonrió de lado.-¿Celoso?-¿Tú también? Kamil ya me dijo lo mism…- se dio cuenta de lo que había dicho y desvió su atención de nuevo a los papeles- No tengo razón para estar celoso de un niño- murmuró la última parte sacando un leve bufido por parte de parte de Isabela que lo había escuchado.Pronto la sonrisa se desvaneció de su rostro cuando recordó que se estaban acercando a la casa y que ella tenía
A pesar de lo que creía Isabela, Giovani no la atacó en el baño, a pesar de estar los dos sin ropas y con miles de posibilidades. Más bien, se comportó bastante bien para lo que estaba acostumbrada y ameritaba la ocasión. Le había recogido el cabello para que no se mojara más, le había enjabonado el cuerpo, masajeado, no la había tocado de forma tan provocativa como para llevarlo a lo sexual. Lo más que había hecho era besarla, pero no los típicos besos que la dejaban sin aliento, sino aquellos que hacían la experiencia bastante…Eso no quitaba que los ojos de él habían brillado peligrosamente todo el tiempo, como si estuviera preparando el platillo que más tarde se comería. Y ese platillo era ella.Y debido a que solo se limitó a masajear su cuerpo salieron rato más tarde Isabela se sentía tan relajada que apenas tenía ganas de hacer otra cosa que comer y acostarse en la cama. No podía negar que las manos de Giovani habían hecho maravillas con cualquier tensión que podría quedar en s
-¿Estás segura de esto?- Giovani puso un mechón del rojo cabello de la mujer que estaba arrodilla entre sus piernas. Ni en sus más locas fantasías se hubiera imaginado a Isabela hacerlo, al menos por sus propios medios. Más bien se había visto a él caso rogándola cuando él no lo hacía con nadie, pero esa mujer tenía algo… que la hacía diferente.-No me trates como una niña. Se lo que estoy haciendo- refunfuño Isabela con la mirada fija en el bulto cubierto delante de ella.-Si como no- Giovani bufó por lo bajo agarrando la barbilla de la mujer y alzando su rostro para inclinarse y darle un beso sobre sus labios- Por eso estabas viendo un vídeo de cómo hacerlo.Las mejillas de ella se pusieron casi del mismo color que su cabello.-No estaba entre los planes que te enteraras que estaba viendo ese tipo de video. Se suponía que estabas trabajando. Además, tú de seguro estás acostumbrado a este tipo de cosas y yo al menos no puedo quedarme de brazos cruzados.Giovani alzo la ceja.-Ahora r
Cuando Giovani le había dicho que el dinero viene y va ella no le había tomado tanta importancia, pero ahora sí, cuando el catálogo que le había dado no era de apartamentos, sino de casas que valían más que lo que ella podría ganar en un año con 5 trabajos juntos. Miraba la revista de un lado a otro frente al hombre que desayunaba delante de ella.-¿Por qué el rostro de impresión?- preguntó Giovani tomando un sorbo de café.Ella alzó la mirada sin saber cómo articular palabras.-Yo… no estoy buscando algo tan caro.-Una casa es una inversión. Cuando necesitas resolver una situación la vendes y después puedes comprarte algo más pequeño. Y en mis estándares… el catálogo que tienes en las manos es lo más barato que considero para vivienda.Isabela comprendía que a pesar de que Giovani no había tenido tan buena experiencia con su familia, siempre había vivido rodeado de lujo, por lo que un apartamento como en el que ella vivía antes o uno de mejor calidad, no entraba ni en la categoría de
Giovani había conocido varias facetas de Isabela a lo largo del tiempo que llevaban viviendo juntos, pero eso a lo que estaba viendo en ese momento… Wao. Era como si fuera una persona completamente diferente que lo tenía con la boca abierta de la impresión.-Daleeee Alleeeennnn, no dejes que te pasen. Patea duroooo- junto a otras mujeres pegadas a la cerca que rodeaba el terreno de futbol ella vociferaba en dirección al niño que se desempeñaba en el campo.Era como un gallinero de mujeres agitando las manos de un lado a otro y gritando alentando a sus hijos y familiares para que ganaran. Giovani en algún momento había soltado un bufido acomodándose en su asiento tres bancas más arriba mirando como la larga trenza roja de su esposa se agitaba de un lado a otro mientras se sacudía y saltaba.-Esto es más divertido de lo que me imaginé- murmuró antes de tomar un sorbo por el popote de su bebida mirando después al niño que, aunque normalmente tenía una expresión seria en su rostro, ahora
Kamil pasó una de las páginas del informe que le leía a Giovani e iba a seguir leyéndolo cuando notó el rostro de él y como se apretaba el entrecejo. No era algo que soliera hacer. Más bien, Giovani no era de los que mostraba cuando se sentía mal, así que era de preocuparse ahora.-¿Se siente mal?- le preguntó dejando el trabajo en segundo plano.-Estoy bien- Giovani dijo en medio de un leve jadeo. Su voz sonaba un poco ronca y su cabeza y hombros estaban pesados- Puede ser que no haya dormido bien.Giovani entrecerró los ojos y se acercó a él.-Si me permite- y acto seguido puso su mano sobre la frente del Ceo palpando su temperatura. Su ceño se frunció- Tiene mucha fiebre.Giovani negó. No era algo que tenían que mandarle a decir con nadie.-Se pasará dentro de poco. Debió ser por la lluvia cuando fui con Isabela al juego de Allen.Eso no convenció a Kamil. Sabiendo que Giovani era alguien terco sin decir nada salió de la oficina. El Ceo lo conocía por lo que seguro había ido a comp