Colores Violetas
Colores Violetas
Por: CR Vergara
Alma

Para ti, mi Alma.

Dedicado a todas esas Almas que están en rotas, que viven en silencio el abuso y el maltrato.

Esas Almas que están ocultas a tu alrededor, con camuflaje de felicidad.

Si te ves reflejada en Alma o conoces a alguien que lo este, entrégale tu voz, ayúdala a salir de esa oscuridad y tener un motivó más, por el que seguir en esta vida.

Tú, mi Alma. Sé fuerte, que siempre llega ese ángel, cuando menos te lo esperas; para darte a demostrar una vez más, que bonita es la vida.

Sin dolor

Sin golpes

Sin maltratos

Sin sufrimiento.

Tomen fuerte mi mano, no quiero perder a nadie en este camino hacia la libertad de un alma cautiva.

Fases de una relación abusiva

Cortejo: Es el inicio de la atracción en ambos, aunque parezcan personas seguras, internamente no lo son; pueden tener baja autoestima o haber vivido situaciones de violencia.

El invierno había llegado y, en vez de ser unos meses de felicidad y armonía entre las familias había una que nunca estaba ni felices ni en armonía. Esa era la pequeña familia de Alma.

Esa pequeña adolescente se encuentra en el closet de su habitación con su pequeño hermano pegado a su pecho, muerto del miedo por los gritos de sus padres que provenían de la planta baja.

Las peleas de su padre, solo eran esporádicas, pero hace un año son más constantes y el alcoholismo también. Siente tanta pena por su madre, que trata de hacer como que no pasará nada y le pide que no comenten nada a ningún vecino. Le dice que solamente es una etapa lo que está pasando su padre. La joven no sabe que decir, nada más se enfoca en proteger a su hermanito, que es la manzana de la discordia, ya que según su padre ese pequeño trigueño de cabellos rebelde no es su hijo.

Un gran daño les causa a esos niños vivir cada semana lo mismo y, cada vez es peor. La pobre Alma se la vive en el instituto y a veces, por no llegar a escuchar las peleas, se va con su hermanito al parque…, pero los fines de semana, su único escondite es el closet.

No hay un día donde no le supliqué a su madre que huyan, pero no le hace caso, su madre también siente miedo porque son inmigrantes venezolanos y, no tiene a nadie más que no sea su esposo y sus hijos. Llegaron a un país desconocido para ellos hacia siete años, y con mucho esfuerzo tenían lo necesario para vivir.

La pobre solamente le pide paciencia a su hija y que no odie a su padre, pero unas semanas después fue imposible no odiar al ser, al que llamaba padre.

Ese viernes no pudo quedarse en casa, ya que su amiga le rogó que salieran juntas de fiesta y aunque la joven no quería dejar a su hermano, también deseaba tener una vida normal como una adolescente.

Ese día después del colegio dejó a su hermano en casa, le pidió que si escuchaba gritos, se ocultara en el closet de su habitación y, que no saliera por nada del mundo.

Su noche de chicas no pudo ser mejor, se vistió con un atuendo muy mono, que le prestó su amiga Jazmín. Un hermoso vestido de tirantes de color rosa vieja, pegado al cuerpo con una pequeña abertura en el medio de sus pechos. Era una chica muy alegre, a pesar de todo lo que vivía en su hogar.

Estaba junto a su amiga charlando y un chico muy maduro con algunos tatuajes en sus brazos llamo su atención. Su nombre era; Anthony, un joven de ojos llamativos y de piel bronceada. Esa noche, ella también llama su atención.

—Entonces tu nombre es; Alma. —La pobre Alma se sonroja hasta las puntas de sus pies—. Emm, sí.

El chico que le lleva unos ocho años, le regala una media sonrisa.

—Hermoso nombre, sin duda tú serás mi Alma.

Le toma de su mano — ¿Te gustaría que nos conociéramos más?

La joven Alma observa, su grande mano tatuada sosteniendo la suya y sus ojos viajan a su amiga, que se había alejado un poco y está haciendo más señas que un fiscal de tránsito, para que diga que sí.

—Bueno, Umm. Yo, tengo unos padres complicados y bueno…, no sé, si me dejarán.

—Eso no será un problema, yo me ganaré a mis futuros suegros — aseguró, mientras acariciaba su pequeña mano.

Esa noche ocurrió el cortejo y la atracción.

Al amanecer los chicos se ofrecen a llevarla hasta su casa y sobre todo Anthony, que muere por saber dónde vive, pero lo que consiguen es desgarrador.

La casa estaba llena de policías y muchas personas van de un lado a otro. Alma baja y corre a su casa, no la dejan pasar, ve sangre por todos lados…, en eso logró ver a su madre que es subida a la ambulancia.

—¡¿Mamá, qué pasó?! ¡¿Dónde está Marcos?! — solloza aún más y los paramédicos tratan de sostenerla, pero en eso llega Anthony empujando ha todos, para que Alma pueda hablar con su madre, que se encuentra pálida y con mucha sangre en su ropa.

—Alma… — su voz es débil—, fue un accidente. Tu padre no tiene la culpa.

—Joder, me importa una m****a mamá. Dime, ¡¿dónde está Marcos?! ¡Responde, ya!

La joven mira ha todos lados y en eso su madre señala otra camilla, donde está una bolsa negra.

—¡Marcos…! —grita llena de dolor.

Los gritos desgarradores de Alma, erizan la piel de todos y Anthony la sostiene de sus brazos y le susurra que se calme, pero su corazón y sufrimiento, no dan para eso.

El pequeño, no sabía dónde ocultarse cuando comenzó la pelea de sus padres…, así que, se ocultó en el depósito. Al entrar su padre ebrio gritando de la cólera, ya que no lo encontraba, el pobre niño asustado tomó un arma que estaba en un cajón y apuntó a su padre, en eso entro su madre y, gritando también le pidió que bajara el arma, pero, él temblaba y lloraba. Sin querer soltó un disparo al cerrar sus ojitos, ese disparo fue directo a su madre; pero, hubo un segundo disparo, que acabó con la vida del inocente…

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