—No la vas a perder, mi amor. No puedo ponerme en tu lugar, porque nunca he pasado por algo similar, pero entiendo que es sufrir esa ausencia de la persona que tanto amas. No hay que perder la fe ni la esperanza, esa chica que tan alegre, amable y de buen corazón es, pronto estará de nuevo por ahí haciéndonos reír con sus ocurrencias.Sonreí con melancolía, extrañando en demasía la sensualidad de su voz y la malicia de sus palabras. Como extraño que me nombre, que me tiente con sus comentarios y me siga la corriente hasta perdernos en el otro por horas.Harper me trajo ropa de cambio e implementos de aseo que pude usar en el baño de la habitación. El agua tibia me quitó gran parte del cansancio que sentía en el cuerpo, me motivó un poco para seguir estando en pie, aunque muy en el fondo no dejaba de pensar en todo lo malo que podía llegar a pasar. Aparté esos pensamientos negativos de mi cabeza, me vestí rápidamente y salí hacia la habitación donde mi reina se encontraba.Antes de ent
Los días fueron pasando lentamente. No había un solo segundo que no estuviera junto a Emma. Pedí al doctor que le asignaran una sola habitación que contara con todo el equipo necesario para su debida atención. También lo convencí para mantenerla bajo protección con los hombres que mi tío dispuso para todos nosotros. Además de que, luego de que Harper me revelara una parte de su investigación, no he dejado de pensar quién pudo haber hecho todo esto y si tiene la intención de acabar con lo que empezó. Aunque el ataque parece haber sido dirigido a Amelia, no cabe la duda de que también buscaban hacerle daño a Emma. De igual manera, estaban las dos ese día, solo que mi dulzura salvó a mi cuñis y a mi sobrino del mismo destino que ella y... nuestro hijo.Recordar que lo perdimos duele como el mismísimo infierno, pero no puedo flaquear ahora que soy el apoyo de ella. Sé que pronto saldrá de toda esta mala situación, y solo quedará en el olvido como lo que fue; un momento desafortunado.En e
Me quedé dormido en algún punto de la noche, quizás por el mismo cansancio que causa llorar por horas y horas sin descanso alguno. Me levanté más cansado de lo que me acosté, con un dolor de cabeza terrible y los ojos ardiendo, como si me los hubieran quemado a quemarropa y un insaciable vacío en el pecho que me dejó ese sueño tan real, pero falso que tuve con la mujer más dulce y amorosa que he tenido el gusto de conocer y amar con todas las fuerzas de mi ser.Me adentré a la ducha sin pensarlo dos veces, necesitando salir de ese espacio que me mata y me asfixia tanto. Una vez mis músculos se relajaron un poco, salí del agua y me vestí con lo primero que tomé a la mano. Salí del apartamento sin siquiera probar un bocado de comida o calentar mi piel con una taza de té o café. Y realmente no necesito nada más que no sea Emma.Miré mi teléfono y a infinidad de llamadas de Lili. Le dejé un mensaje que iba directo a la clínica, por lo que no tardó en responder que allí estaría en minutos.
Harper me trajo al hospital y el doctor nos reunió a todos a excepción de la madre de Emma, pues sufrió de una crisis nerviosa ante ese suceso que nos debilitó un poco más si es que era posible.—Como la sedación es realizada con medicamentos anestésicos semejantes a los que se usan en la anestesia general, pueden ocurrir ciertas complicaciones, como: Alergia al principio activo del medicamento, reducción de la frecuencia cardíaca, paro respiratorio.Estas complicaciones son evitadas mediante la monitorización continua de los signos vitales y con la constante evaluación por parte del médico y equipo de enfermería. Así mismo, el cuadro de salud de un paciente que necesita coma inducido habitualmente es grave, y el riesgo de sedación es menor que el riesgo de la propia enfermedad.»Emma ha sufrido de dos paros cardíacos tanto en la cirugía como fuera de ella. Realmente estamos estudiando el caso a profundidad para llegar a un tratamiento que sea eficaz para ella y una recuperación satis
Después de largos minutos en los que moría de desesperación por entrar y ver esos ojitos bellos mirarme con ese único amor que solo ellos pueden hacerlo, salió el doctor con una sonrisa que dejaba en claro que todo estaba marchando bien y que no teníamos porqué seguir preocupados. Mi corazón no ha dejado de latir fuerte dentro de mi pecho, luego de que las esperanzas se alzaran tan alto con cada segundo. Quiero verla, besarla y decirle hasta quedar sin aliento lo mucho que la extrañé y la amo.—¿Ya podemos verla? — se adelantó en preguntar la madre de Emma—. Dígame que mi niña se encuentra bien, doctor.—Despertó, pero aún no está consciente y es normal que no recuerde lo que ha sucedido con ella y por qué se encuentra internada — toda felicidad decayó de un solo tirón, como si esa esperanza fuera solo de papel y con la más mínima gota de agua, se fuera a deshacer en cuestión de segundos—. Le estaremos realizando algunos análisis, por lo que, cuando hayamos terminado, les estaré dando
EmmaDesperté en un lugar que ni siquiera conocía. Me dolía muchísimo la cabeza y en general todo el cuerpo. No podía moverme con total libertad porque sentía atadas las piernas y los brazos. Lo primero que me vino a la mente fue aquella caída que tuve en la oficina, pero hasta donde yo recuerdo, el golpe no fue tan brutal como para que mi jefe me haya traído al hospital. Sentía que me había perdido de muchas cosas, pues nadie se veía a como lo recordaba antes de acostarme a dormir. Ni siquiera mis padres estaban tal como la última vez que los vi en la videollamada que nos hicimos y me comentaron de su futuro viaje a Londres hace un par de días.¿En qué momento llegaron a Londres? ¿En qué momento llegué yo acá? ¿Por qué no estamos en Colombia? ¿Por qué siento que me he perdido cosas importantes a lo largo de mi vida? Todos los recuerdos que tengo son muy confusos.Recordaba pocas cosas y las que sí lograba recordar solo llegaban a mi mente como pequeños fragmentos o se mezclaban entre
Me contó muchas cosas que en un principio me hicieron avergonzar, pero después recapacité y me di cuenta que sí podría ser así como nos habíamos conocido. Entre más hablaba de nosotros, pequeños recuerdos se desbloqueaban en mi cabeza. Aunque no llegaban del todo y se revolvían con otros escenarios más íntimos, no dejé ni un solo instante en recrear todo en mi mente.Me contó de aquel viaje a Colombia que hicimos hace unos cuantos meses atrás y olvidé por completo. De la manera en la que se sintió nuestro primer beso y en lo descarado que había sido estando bajo el efecto del alcohol. Me mostró fotografías de los dos en alguna boda, de muchas otras estando en su apartamento. De nosotros abrazados, dándonos besos, de una Emma bastante enamorada y alegre. De repente, entre la emoción de ir conectando con ciertas cosas y lo que él me comentaba, me vi acercándome un poco más a él a pesar de sentir dolor en el cuerpo. Quería sentir todo eso que se sentía a través de las fotografías y sus r
—Bienvenida a casa, mi amor. Colin abrió la puerta de su apartamento para mí, regresó conmigo y empujó la silla de ruedas hasta al interior de este. Todo se veía tal cual en mis pocos recuerdos; el mismo olor, los mismos colores y esa misma sensación de aquí es donde pertenezco realmente. Me sentía cada vez encajando en el mundo y con todos a mi alrededor, sobre todo, con el hombre de mi vida. Es que incluso si hubiera perdido la memoria por completo, estoy segura que él hubiese hecho hasta lo indecible para que lo llegara amar. No amarlo está de para arriba, porque este hombre es perfección interna y externa en cada cosa que me dice o hace. —¿Te gustaría descansar un poco o tienes hambre? Eso sí, no cocino tan perfecto y rico como tú, pero algo he de haber aprendido de mi hermosa novia. —No estaría mal comer algo después de la ducha, menos si viene de esas manos. No sabía cómo decirle que me llevara al baño, pero él pareció entenderlo y soltó una risita traviesa, divertida, qui