EmmaDesperté en un lugar que ni siquiera conocía. Me dolía muchísimo la cabeza y en general todo el cuerpo. No podía moverme con total libertad porque sentía atadas las piernas y los brazos. Lo primero que me vino a la mente fue aquella caída que tuve en la oficina, pero hasta donde yo recuerdo, el golpe no fue tan brutal como para que mi jefe me haya traído al hospital. Sentía que me había perdido de muchas cosas, pues nadie se veía a como lo recordaba antes de acostarme a dormir. Ni siquiera mis padres estaban tal como la última vez que los vi en la videollamada que nos hicimos y me comentaron de su futuro viaje a Londres hace un par de días.¿En qué momento llegaron a Londres? ¿En qué momento llegué yo acá? ¿Por qué no estamos en Colombia? ¿Por qué siento que me he perdido cosas importantes a lo largo de mi vida? Todos los recuerdos que tengo son muy confusos.Recordaba pocas cosas y las que sí lograba recordar solo llegaban a mi mente como pequeños fragmentos o se mezclaban entre
Me contó muchas cosas que en un principio me hicieron avergonzar, pero después recapacité y me di cuenta que sí podría ser así como nos habíamos conocido. Entre más hablaba de nosotros, pequeños recuerdos se desbloqueaban en mi cabeza. Aunque no llegaban del todo y se revolvían con otros escenarios más íntimos, no dejé ni un solo instante en recrear todo en mi mente.Me contó de aquel viaje a Colombia que hicimos hace unos cuantos meses atrás y olvidé por completo. De la manera en la que se sintió nuestro primer beso y en lo descarado que había sido estando bajo el efecto del alcohol. Me mostró fotografías de los dos en alguna boda, de muchas otras estando en su apartamento. De nosotros abrazados, dándonos besos, de una Emma bastante enamorada y alegre. De repente, entre la emoción de ir conectando con ciertas cosas y lo que él me comentaba, me vi acercándome un poco más a él a pesar de sentir dolor en el cuerpo. Quería sentir todo eso que se sentía a través de las fotografías y sus r
—Bienvenida a casa, mi amor. Colin abrió la puerta de su apartamento para mí, regresó conmigo y empujó la silla de ruedas hasta al interior de este. Todo se veía tal cual en mis pocos recuerdos; el mismo olor, los mismos colores y esa misma sensación de aquí es donde pertenezco realmente. Me sentía cada vez encajando en el mundo y con todos a mi alrededor, sobre todo, con el hombre de mi vida. Es que incluso si hubiera perdido la memoria por completo, estoy segura que él hubiese hecho hasta lo indecible para que lo llegara amar. No amarlo está de para arriba, porque este hombre es perfección interna y externa en cada cosa que me dice o hace. —¿Te gustaría descansar un poco o tienes hambre? Eso sí, no cocino tan perfecto y rico como tú, pero algo he de haber aprendido de mi hermosa novia. —No estaría mal comer algo después de la ducha, menos si viene de esas manos. No sabía cómo decirle que me llevara al baño, pero él pareció entenderlo y soltó una risita traviesa, divertida, qui
Ni siquiera tuve tiempo de hablar cuando Colin la estrelló contra una de las paredes y la tomó del cuello con una sola mano. La apretó tan fuerte, con toda la intención de acabarla allí mismo y devolver todas esas palabras que acababa de soltar.—C-Colin... por favor, tu hijo...Pero ni siquiera eso le importó. Incluso la tomó con ambas manos y las cerró con fuerza sobre su cuello. La cara de Lili se puso roja de inmediato, y con cada segundo, adquiría un tono casi morado. Buscaba desesperadamente liberarse del agarre del hombre, pero era imposible, Colin se había encarnizado en ella y no era para menos.—Te he dejado pasar mucho, pero has pasado mi límite, maldita perra. Nadie te dio el maldito derecho de hablar de mi hijo — la apretó aún más fuerte, las venas de sus manos incluso se marcaron mucho más.—P-por favor...—¡Que te calles, maldita sea! ¡Cállate, me tienes arto con tu maldito espectáculo de mierda! — la golpeó contra la pared sin dejar ir su cuello—. Una perra como tú mer
ColinNo supe en qué momento me había quedado dormido, ni siquiera de lo que había sucedido a mi alrededor después de que el infierno me abrazara una vez más y de una manera nada placentera. Desperté envuelto entre las sábanas de mi cama y los brazos de mi Emma. Ella se veía mucho más tranquila, pero en su rostro estaba ese rastro de dolor inscrito y que tanto me hacía doler el pecho. Sus pestañas se veían aún húmedas y sus pómulos se veían rojizos a causa de ese llanto que la venció en medio de la noche y abrazada a mí.—Dulzura mía — mi voz salió ronca y apagada—, a pesar del dolor y este sufrimiento tan horrible que nos consume, soy feliz al tenerte aquí conmigo— besé su mejilla y me levanté de la cama sin hacer ruido.Me acerqué a la ventana y me quedé contemplando a la nada mientras la noche anterior llenaba mi cabeza. No era la forma de que Emma debía enterarse de la perdida de nuestro bebé. Había pensado decirle cuando el doctor lo creyera conveniente, ya que todo esto puede af
Tras pasar la puerta de la casa, vi a Lili que se encontraba amarrada de pies y manos y tendida en el sofá de lado. Se veía asustada, temblorosa y sus ojos estaban muy rojos. Probablemente estuvo llorando toda la noche. Al momento de verme frente a ella, trató de levantarse enseguida, pero debido a los mismos amarres, le fue imposible y se venció ella misma contra el sofá. Su aspecto era desaliñado, terrible.—Colin, por favor, esto ya no tiene gracia alguna. Dile a tu tío que me libere — pidió, removiendo sus brazos y sus piernas en un intento de soltarse de las ataduras.—¿No te está gustando mi trato? Mira que te estoy dando uno muy especial y caballeroso.—¡Mantenerme amarrada toda la noche no es un trato caballeroso! Me conocen desde hace años, ¿cómo es posible que me traten de esta manera tan horrible y cruel?—Haz silencio por primera vez en tu vida — me froté las sienes, molesto ante el tono tan exasperante y desagradable de su voz—. Te tratamos como lo que eres; una maldita p
—¡Yo te puedo amar, solo dame la oportunidad! Te di eso que tanto querías y soñabas. Solo te pido una para que seamos felices juntos.—Muy, pero muy tarde, cosita preciosa — sonreí ladeado, trazando con la punta de la hoja su rostro hasta llegar a su cuello—. Ahora eres un completo estorbo en mi mente y en mi vida.Tragó saliva y siguió suplicando para que no le hiciera nada. El dolor de la perdida de mi hijo se mezcló con la rabia. Las lágrimas de Emma me cegaron por completo. Ese dolor y angustia que aún guardo en mi pecho son razones suficientes para acabar con todo sin detenerme a pensar si lo estoy haciendo bien o no, si es lo correcto o no. Después de todo, ella no se tocó el corazón para hacernos sufrir con sus malos actos.Y en la vida, todo se paga tarde que temprano.Tomé a Lili del cabello y la puse de pie de un solo tirón. Su chillido es algo fastidioso y que no quiero seguir escuchando más. Esas lágrimas ya no conmueven a mi corazón ni mucho menos me tendrán ahí para borr
CAPITULO DEDICADO A TODAS USTEDES, QUIENES ME HAN APOYADO INCONDICIONAL CON CADA UNO DE MIS TRABAJOS Y ME SIGUEN BRINDANDO TANTO CARIÑO Y UN POCO DE SU TAN VALIOSO TIEMPO PARA LEER UN PEDACITO DE MÍ. GRACIAS POR TODO AQUELLO QUE ME DAN DE CORAZÓNLAS ADORO CON EL ALMA❤️🦋✿✿✿EmmaAunque por dentro sentía un gran vacío, todos a mi alrededor me hacían ver que no estaba sola. Amelia y mi nuevo sobrinito, Serena y sus hermosas sonrisas y esos ojos tan preciosos que cautivan, y mis suegros que, son las personas más cálidas, amables y divertidas que haya tenido el gusto de conocer. Falta mi cuñado gruñón y mi bizcocho delicioso, pero sé que deben deshacerse de esas cargas que nos han venido pesado tanto.Todos nos encontrábamos reunidos en la mesa. Amelia hablaba animadamente con nuestra suegra y le decía un sinfín de palabras que no comprendía. Mi mente y toda mi atención estaba sobre el bebé que yacía dormido a un lado de la Sra. King.Sé que es el bebé de la bicha mal hecha y de Colin