Colin—Espero que, eso que tienes para decirme, sí sea verdaderamente importante — gruñí una vez pegué la bocina a mi oreja. —Hola, capullito. ¿Cómo estás? ¿Me has extrañado? Fruncí el ceño, cerrando los ojos y suspirando hondo para no responder como Harper se lo merece, sobre todo cuando usa ese sarcasmo que desconocía por completo de él. —¿Qué es lo que tienes que decirme? Estaba muy ocupado durmiendo. —Me imagino cuán ocupado debías estar — escuché la voz de Amelia de fondo, así que solo me limité a presionar los labios mientras trataba de tranquilizar el fuego que aún se extendía por toda mi piel—. Yo sí te he extrañado, no es lo mismo esta vida sin ti. —Apenas me fui un par de días. —Pero no llamaste ni uno solo. —Bueno, ya no tengo porqué hacerlo. Ahora tienes una familia que le debes tiempo y amor — suspiré—. ¿A qué has llamado? ¿Ocurrió algo? —Serena está dormida, Amelia un poco enferma y yo estoy aburrido y solo quería hablar un poco con mi hermanito menor. Claro, a m
Desperté entre la calidez y el dulce aroma de un perfume que está regado en todo mi ser y me tiene delirando. Al abrir los ojos y acostumbrarme a la luz, sonreí al ver a Emma viéndome fijamente aún estando a mi lado. Me acerqué más a ella, quedando nuestros rostros a tan solo centímetros. Podía fácilmente hasta robar sus labios, pero no podía dejar de mirar sus ojos brillosos y hermosos.—Hola, dulzura mía.—Hola, bizcocho mío — sonrió ladeado—. Me quedé dormida cuando te fuiste.—Sí me di cuenta — la acerqué más a mí por la cintura— ¿Cuánto hemos dormido?—No lo sé — rozó nuestros labios—. No he podido ni ir al baño por tu culpa.—¿Y por qué es mi culpa?—Eres el culpable de que tenga ganas de ir y no pueda porque me tienes muy embobada viéndote dormir. Te ves más papacito cuando duermes.No pude ocultar la emoción y la vergüenza que sus palabras me causaron.—Bueno, tú pareces un peluche muy tierno y suavecito.Soltó una risita, acercándose más a mí y viéndome con ojos brillantes. L
Fui a mi apartamento a tomar una larga ducha y dejar mi maleta. Emma no ha salido de mis pensamientos ni un solo segundo, no dejo de recrear en mi mente sus movimientos y sus gemidos. Quería pasar un poco más de tiempo con ella, pero debía cumplir con sus deberes al igual que yo. Me gusta y me encanta que sea tan responsable en su trabajo. De otra, no hubiese accedido a la petición de su jefe estando en los días de sus vacaciones.Una vez terminé de arreglarme, salí en mi auto a la empresa. Tengo una sonrisa idiota en los labios, me di cuenta de mi expresión cada que me miraba por el espejo retrovisor. Aunque dormí muy poco, no me siento exhausto como otras veces. Ahora siento mucha energía, es como si me hubieran dado un revitalizante o inyectado adrenalina en la sangre.—Buen día, Sr. King. Es un gusto volver a verlo — saludó Keyla tan pronto me vio salir del ascensor—. ¿Qué tal estuvo su viaje?—Buen día. Estuvo fabuloso, conocí un país muy bonito. ¿Cómo van las cosas por aquí?—Me
EmmaEl día se me hizo eterno y agotador. Sentía que las piernas no me daban para más y la cabeza la sentía a punto de estallar. Nunca había trabajado así de mal, con el peso del cuerpo sobre los hombros. Los ojos se me cerraban por sí solos cada cinco minutos. El no dormir bien y ese rico momento me estaban pasando factura.—Hoy fue un día bastante productivo - mencionó mi jefe llegando a mi lado-. Y todo es gracias a ti, Emma.—No hay nada que agradecer. Es mi trabajo, pero eso sí, quiero una buena recompensa por tanto sacrificio.—Ve a descansar, lo necesitas — golpeó mi hombro—. Perdóname una vez más por arruinar tus vacaciones en Colombia. Sé que habían pasado varios años sin ir a visitar a tu famila.—No pasa nada. Lo importante es que los vi y pude compartir con ellos unos cuantos días — saqué el celular de mi bolso—. Ana está trabajando en el presupuesto final del evento.—Ah, esa — hizo cara de desagrado—. Tendré que aguantarme a esa mujer lo que me resta de noche.—No te cre
Vivir y experimentar lo que tanto se ha soñado es algo que no encuentro cómo describirlo. Han sido días de maravillosos momentos, donde Colin no ha dejado de demostrar un sentimiento que paso a pasito va creciendo. Aunque no hemos hablado de un nosotros, más por el poco tiempo que tengo debido a mi trabajo, los minutos que tenemos en el día están llenos de intensidad y sinceridad. Hablar con él hasta caer dormida se ha vuelto una rutina que no quiero perder nunca.No hemos vuelto a hacer el amor, pero tampoco me hace falta mientras su boca me siga mostrando el deseo ferviente que siente hacia mí. Sus besos son capaces de desnudarme por completo el alma.De Lili no volvimos a saber nada, es como si la tierra se la hubiese tragado de repente. Supongo que aún debe estar guardando reposo en su casa después de la amenaza de aborto que tuvo. Y sinceramente espero que se siga manteniendo lejos de mi bizcocho luego de él haberle dejado en claro que ella ya no hace parte de su mundo. Espero qu
Subimos al barco y me quedé sorprendida por lo grande y lujoso que era. Incluso mi apartamento no es nada a comparación de todo lo que hay en el interior. Lo primero que nos recibió fue un salón grande, contaba con ventanales de piso a techo y se podía apreciar una hermosa vista de todo a nuestro alrededor. Había una mesa espaciosa y una cocina abierta con todo lo necesario para cocinar sin problema alguno. La decoración daba la impresión de estar en un restaurante de lujo. Aunque a esta hora de la noche entraba muy poca luz por los ventanales, los candelabros daban una luz tenue, pero justa para una cena tranquila y, por así llamarla, romántica.—Los ricos y su dinero — murmuré, recorriendo el salón hasta llegar a los escalones—. ¿Arriba que hay?—Un salón de descanso.Subimos a la segunda planta y volví a quedar maravillada y sorprendida. Los sofás le daban la vuelta y forma al yate, se veían extremadamente suaves y cómodos. En el centro de este salón había una mesa de cristal y de
Quise bromear un poco, porque esa sensación extraña no se iba de mi pecho, pero lo cierto era que no sabía interpretar si se trataba de un posible infarto o solo era la felicidad que me tenía al borde de sucumbir al más allá.-Cómo que me va a dar algo.-¿Cómo así?-Siento algo raro aquí - me toqué el pecho, sintiendo contra mi palma lo acelerado de mi corazón-. Me vas a matar. Ese es tu propósito en la vida, lo acabo de descubrir.-Pero de amor, dulzura mía - enredó su mano en mi pelo y me besó, sellando apenas el inicio de un nosotros que quizá dure toda una vida.Correspondí a su beso con la misma fuerza y con las emociones a flor de piel. No sabía si llorar, reír o saltar, más todo salió de manera extraña de lo más profundo de mi ser. Mientras me perdía en el sabor de sus besos y en el experto roce de su lengua, me permití llorar de felicidad entre sus brazos.Con el corazón llenito de su presencia, entrelacé mis manos en sus cabellos, profundizando ese beso tan apasionado y húmed
Conforme me fui deshaciendo de sus prendas, él fue quitando la poca ropa que aún traía puesta dejándome solo en medias veladas. Nuestros besos se volvieron mucho más intensos tan pronto nuestras manos hacían contacto directo en la piel. Las suyas parecen ser de fuego, porque con cada roce me tiene ardiendo en el mismísimo infierno.Quedamos prácticamente desnudos, besándonos y acariciando todo a nuestro paso con lentitud y suavidad. A diferencia de la otra vez en el avión, ahora sí podemos perder más tiempo conociendo la piel del otro. Y eso hicimos, nos tocamos puntos sensibles, alargando el acto y el deseo de sentirnos a plenitud.No sé por qué me gusta tanto besarlo, pero ese roce, esa conexión y esa única intimidad que transmiten los besos, lo es todo para mí. Con un beso, un salir perfecto de alientos y una suavidad innegable de labios, los besos son mucho más íntimos que el mismo sexo.—Nunca me voy a cansar de decirte lo preciosa que eres, dulzura mía — descendió sus besos por