Steve llegó esa misma tarde a la mansión de su padre como loco, la ira le salía por cada poro de su cuerpo, no podía creer que después de todo lo que Chelsea y él habían vivido, ella hubiese sido capaz de traicionarlo de esa manera; no solo no le había bastado con correr hacia los brazos de la competencia, tenía que robarle sus mejores negocios también.El señor Hoch había ido a su oficina exclusivamente a defender la posición de Chelsea, a decirle que la habían expulsado injustamente pero, ahora viendo todo lo que estaba aconteciendo, él no creía mucho en sus palabras, perfectamente bien esa defensa podía formar parte del contrato, ya Steve no dudaba de nada.—Hijo, ¿qué te sucede? —le preguntó Hugh cuando llegó al salón principal y se encontró a su hijo dando vueltas como un loco de un lado hacia el otro.—Tenías razón papá, siempre la tuviste, la viste por quien en realidad era, yo fui un completo idiota al que solo intentaba engañar, ahora solo siento pena por el pobre de Fred Sie
En la mansión Sielgman, Fred y Vicky cada día se acercan más el uno al otro, el hecho de que sea ésta precisamente quien cuide de él diariamente, quien esté al pendiente de cada necesidad, quien se preocupe por su salud, ha creado entre ellos un vínculo que solo ellos entienden. Fred se ha atrapado en varias ocasiones observando a Vicky sin que ella se de cuenta, ha estado apreciando su hermosura porque en verdad era un chica atractiva, la primera vez que la vio no lo notó tan claro como lo está haciendo ahora. Él mismo, trata sacar ese tipo de pensamientos de su cabeza porque es un hombre que está casado con su prima, pero muy pocas veces logra tener éxito en ello.Las primeras noches luego de que le dieran el alta del hospital fueron las más difíciles, Chelsea estaba muerta de cansancio, comenzaba a llevar a cuestas una de las empresas más grandes del país,mientras los trabajadores hablaban mal de ella a sus espaldas; tenía que ganarse su respeto y era algo exhaustivo. Llegaba a la
El regreso de Larry a Europa, es desconcertante para Gus, quien por un momento creyó en sus palabras por segunda vez. Le había jurado luchar por su relación y con apenas tener que enfrentarse a su padre, terminó desistiendo de su relación. Era evidente que Larry no lo amaba tanto como él lo hacía.Chelsea lo llama esa mañana, con intención de verlo y conversar con él, era su gran amigo y como quiera que fuese no podía dejarlo solo. Él siempre estuvo en los momentos duro de su vida. Ella también necesitaba de su abrazo. La discusión con Steve días atrás la había dejado fuera de foco, solo parecía escuchar sus palabras una y otra vez repitiéndose como un eco en su cabeza.—Ven, quiero que me acompañes a comprar algunas cosas que necesito para la casa y así conversamos. Te hará bien olvidarte, bueno olvidarnos de los hermanos Bullock —esta vez no lo decía en tono jocoso, realmente era una decisión que su corazón se negaba a yomar y terminaba postergando una y otra vez.Chelsea fue hasta
La semana comenzó con la rutina de siempre, Chelsea va rumbo a la empresa como de costumbre, Vicky queda a cargo de Fred, quien hace lo posible por no estar a solas con el padre de él, y por no sucumbir a sus deseos.Steve de igual manera se ocupa en ir a su trabajo, luego de un intenso fin de semana junto a Larissa. Por más que no la amara, terminaba cayendo en sus redes. La soledad no era su mejor compañera. Hugh en tanto, ya se ha restablecido y con la aprobación de su carriologo, puede ir retomando sus funciones dentro de la empresa, cosa que Stephanie no le agrada del todo, pues ahora no puede estar durante mucho tiempo junto a Steve. La chispa que había comenzado entre ellos, se había ido apagando con ese distanciamiento. Mas, ella no estaba dispuesta a desistir, mucho menos ahora que su deseo de venganza contra Larissa era un motivo más para conquistar a Steve.Vicky entra a la habitación, Fred está sentado, esperando por ella para ducharse, poco a poco los masajes e hidroterap
Chelsea no se percató cuando se quedó dormida al lado de Fred, desde que él regresó a la mansión, ella permaneció durmiendo en la habitación de arriba. Abrió los ojos cuando oyó el sonido de la puerta abriéndose, frente a ella y con una mirada de desconcierto, estaba su prima. Se incorporó, frotando sus ojos.—¿Qué hora es? Creo que me quedé dormida.—Son las siete de la mañana. Venía a darle su medicamento a Fred.Chelsea se sorprendió un poco al detallar la vestimenta de su prima, prácticamente estaba cubierta por una delicada bata de seda que alcanzaba a cubrir apenas la mitad de sus músculos. Algo no encajaba, algo no terminaba de cuadrarle. La actitud distante de Fred, la sensual y seductora manera de Vicky al venir a verlo.No quería imaginar que si hubiese algo entre ellos, no porque amara a Fred, no, no era eso. Pero esperaba que su hermana, hasta a quien ahora no le había contado su verdadero parentesco, le estuviese ocultando algo. Paradójica realidad ¿No?—Voy a mi habitaci
Francia no era como Larry la recordaba, muchas cosas habían cambiado desde la última vez que había estado ahí, en aquel momento le pareció que tenía un brillo especial, un aroma en las calles que lo transportaba a otro mundo paralelo en el que todo era perfecto, París era algo que enardecía el alma, esa ciudad tenía magia propia.Hemingway dijo una vez que “Londres es un enigma, París es una explicación” y eso mismo quería encontrar allí Larry, la explicación a todos sus problemas, el porqué era así, quería ir a olvidar, reinventarse, eliminar el peso muerto de su pasado pero, lo que él no sabía era que no se puede escapar del pasado, ni en París, ni en ningún lugar del mundo, por mucha magia que tenga.Desde que llegó fue como si el paisaje se hubiera puesto en sintonía con su alma, con todo su dolor, el sol no salía y, cuando lo hacía, no tenía la suficiente fuerza para brillar de forma radiante, los días estaban grises y ese en específico en el que miraba por la ventana de su habit
La vida estaba comenzando a dar giros un tanto extraños, Hugh aún siente angustia por lo que ocurrió con su hijo Larry, aunque siempre supuso que algo pasaba con él, no era fácil aceptar su condición homosexual, no lo era. Aunque socialmemte era cosa del pasado ocultar las preferencias sexuales de las personas, no resultaba tan sencillo encontrarse en esa situación. ¿Amaba a su hijo? Por supuesto que lo amaba, tanto como a Steve, eran su razón de continuar adelante luego de que Támara lo abandonó con sus dos pequeños.Mientras se abstrae en sus pensamientos, es interrumpido por una llamada desde la oficina de su asistente.—Sr Bullock, alguien lo busca.—Dime, Stephanie, ¿de quién se trata? —el sonido de las voces de fondo confunden a Hugh.—Déjame pasar, tengo derecho a entrar aquí cuando lo desee.—Señora pero no puede entrar —la mujer logró zafarse y caminó por el pasillo leyendo los rótulos de las puertas hasta dar con la de presidencia. Abrió la puerta y Hugh quedó paralizado al
La relación de Steve con su madre mejora rápidamente. Una extraña conexión los une, era como si el tiempo no hubiese pasado y aquellos veinte años de ausencia se hubiesen convertido en segundos. Se veían constantemente para desayunar o almorzar. Él le contaba sobre cosas de la empresa y de lo que había sido su vida en esos años y ella lo aconsejaba o simplemente le brindaba ese abrazo que tantas veces le hizo falta.—Perdóname por no haber estado a tu lado cuando me necesitabas.Steve sintió su ausencia por tanto tiempo, que ahora que podía tenerla cerca, no le importaba nada más. Entrando en confianza le contó sobre su relación con Chelsea y con Larissa. Como mujer, ella le aconsejó tomar una decisión y no jugar con los sentimientos de ambas mujeres, mucho menos si aseguraba amar a una de ellas. Para él, aquello palabras eran las que necesitaba escuchar, pues entre ser y deber ser, siempre había optado por la segunda. Debía ser un buen hijo, un buen hombre, una buena pareja.En cambi