Ni bien entraron al restaurante, un muchacho de más o menos la edad de Tristán se acercó a ellos, Néstor Strauss era un muchacho muy guapo y buenmozo. Tristán se acercó a él y le dio la mano, después un abrazo y trajo a su lado a Annette. - Ella es Annette, mi novia y la gerente de la fábrica de chocolates – la presentó, Annette estiró la mano para saludarlo. - Un gusto – respondió Néstor con una sonrisa cautivadora en la boca. - Igualmente – respondió ella. - Por favor sentémonos, que tenemos mucho que hablar – invitó Néstor mostrándoles la mesa para cuatro dónde Tristán jaló el asiento de al lado de él para que ella se acomodara, después se sentaron ambos amigos – gracias por venir Annette, Tristán me contó que eres la mejor amiga de Margareth. - Así es… - respondió ella. - Pues deseo que me ayuden a poderme acercar a ella, es que ella no sabe qué sucedió esa vez, yo no quise alejarme de ella, me obligaron. - Por eso estoy aquí para escuchar tu versión
Al día siguiente Annette y Tristán se dirigieron como todas las mañanas a la fábrica de chocolates, esta vez había una diferencia estaban planeando el encuentro del sábado de Néstor con Margareth.- Debes convencer a Margareth que te acompañe el día sábado – explicó Tristán – yo iré hoy con Néstor al pueblo más cercano para buscar un juez de Paz para que los casé el mismo día sábado.- No te preocupes de Margareth me ocupo yo, llame de la casa a mi diseñador le pedí que hiciera un traje de novia urgente, le di las medidas de Margareth y le pedí que me la trajera el viernes en la noche a casa sin que Margareth se de cuenta.- ¿Eso más preparaste después de encontrarnos con Néstor?- Por supuesto no iba a dejar que Margareth se casé con un traje cualquiera, debe casarse bien vestida.- Ella te enseñó eso – comentó un poco burlón.- Y se lo agradezco, al comienzo me vestía muy mal.- Néstor quedó en ayudarnos con tus papeles, tenemos otro aliado.- Sinceramente nu
Fueron directamente al club, Annette estaba tan extraña que ponía nervioso a Tristán, no respondió a las preguntas que él le había hecho en variadas ocasiones y eso lo asustó más; era muy raro en ella comportarse de esa manera ¿Qué había sido lo que ella había escuchado de Margareth para que se esté comportando así?- Annette, si me cuentas será mejor para todos, deseo ayudar a Néstor pero si tú no me cuentas no podré hacerlo, además la carga es mejor si lo compartes - comentó mientras manejaba mirándola por el espejo retrovisor.- Tristán es que no quiero repetirlo más que una vez y en frente de Néstor, es muy difícil para mí, por favor no me obligues.- Yo no te obligó a nada, Annette, nunca lo haría – respondió con frustración – pronto llegaremos al club, es que tú silencio me desespera.Annette solo asintió y volvió a mirar por la ventana del auto a la calle, Tristán la observaba por el espejo retrovisor y se preocupaba cada vez un poco más, así que aumentó la velocidad
Annette estuvo preocupada toda la mañana, de acuerdo a Tristán Strauss iría casi a la hora del almuerzo para hablar con Margareth, todavía no creía que lo haría, no confiaba en Strauss, sabía que el hombre era un imbécil de primera y eso no cambiaría, e iba a buscar la manera de no ayudar a Néstor en todo esto en lo que él solo lo metió.- ¡Annette! – escuchó preguntar de la boca de Margareth con insistencia.- ¿Sí? – preguntó Annette confundida, intentando por un instante volver a centrarse en su realidad, no sé había dado cuenta que estaba completamente ensimismada en sus pensamientos y que Margareth estaba en la puerta.- ¿En qué pensabas? – preguntó Margareth intrigada entrando al despacho – te toque la puerta unos diez minutos y no contestaste, me preocupé y por eso entré.- Disculpa Margareth, estaba pensando en no sé que cosa que me distraje - respondió tomando algunos papeles de su escritorio para empezar a hacer lo que había dejado a medias.- ¿El novio? - preguntó alzando
El día sábado por fin había llegado, Annette se puso de pie muy temprano, estaba entusiasmada, noche anterior había llegado su diseñador, el señor Sobitre, trayendo el traje de novia que Annette le había pedido para Margareth, era perfecto, una ilusión, perfecto para el momento.Mientras se alistaba pensó en los días posteriores a las revelaciones que el padre de Néstor le había confesado a Margareth, fueron difíciles.Margareth estuvo en shock por mucho tiempo después entró en negación pero Annette insistió, nunca se rindió a pesar de muchas veces cayó desfallecida ante las negativas de su amiga, hasta esos momentos no sabía a ciencia cierta sí Margareth escucharía a Néstor pero con todo lo que ella había insistido estaba segura que por lo menos las fibras sensibles de su amiga las había logrado tocar, así que la esperanza estaba más que viva.Bajó las gradas como un rayito de sol, entró a la cocina, su tía y Tristán estaban sirviendo las tazas para el desayuno mientras las mucamas l
Annette y Tristán volvieron al pueblo solos, Néstor y Margareth se habían ido horas antes al pueblo siguiente, donde él ya lo tenía listo todo para casarse.Annette estaba feliz, nunca olvidaría la cara de Margareth cuando Tristán sacó el traje de novia que le había mandado a hacer, las lágrimas de emoción corrieron por su rostro al verlo, esa dicha era indescriptible pero la hacía muy feliz.- Todo resultó como se había planeado – comentó Tristán mirando por el espejo retrovisor con una linda sonrisa.- En serio, Tristán, te soy sincera no creí que esto resultaría, la verdad es que dudé, Margareth estaba tan testaruda, tan cerrada, que no creí que Néstor la convenciera, estaba tan difícil que muchas veces hasta yo quise tirar la toalla.- Mi amor, Néstor solo debía hablar con la verdad, él nunca le mintió y solo eso necesitaba para convencerla, su padre fue el mentiroso intrigante, Néstor tuvo que sacar los secretos más sucios de su padre para chantajearlo para que él diga la verdad,
Después de la firma del contrato, la fábrica se llenó de regocijo, era lo mejor que había sucedido hace mucho tiempo para los obreros, habitantes y para el pueblo en general. Esa noche tendrían un banquete en casa de Annette cómo celebración, pero no estarían los inversionistas a pesar que Annette los había invitado personalmente mientras compartían una copa de champagne, pero ellos rehusaron la invitación puesto que debían volver a Bruselas antes que llegara la noche, así que el banquete solo sería para la administración de la fábrica. Cuando llegaron a la casa, las mucamas y la tía estaban afanadas colocándolo todo en su lugar para la noche, la comida estaba lista en la cocina y casi todo estaba preparado para la celebración, solo faltaba Annette y Tristán que todavía no se habían cambiado de ropa. - Creo que llegamos a tiempo para que te pongas linda y yo volveré a mi departamento a hacer lo mismo - comentó atrayéndola para abrazarla por la cintura. - Está bien, mi amor… iré
Todos habían quedado boquiabiertos con la noticia en el banquete, Margareth y Néstor se acercaron para romper el hielo a Annette y a Tristán y los abrazaron.- ¿A tu novio le encanta llamar la atención, verdad? – preguntó burlona Margareth cuando abrazó a Annette.- Quedamos en que lo contaríamos después de la firma del contrato y así fue, solo eso – respondió Annette aliviada.- Pues lo importante es que ustedes sean felices, lo demás no interesa – comentó Margareth sonriente.- Estamos felices, Margareth – respondió Tristán abrazando a Annette.- ¡Sí, muy felices! – Exclamó Annette sonriente abrazando a Tristán, se la notaba más aliviada ahora que ya lo habían contado, ese secreto la desesperaba.- Quien creería que tú te ibas a enamorar – comentó Néstor con tono burlón mientras le daba palmaditas en su espalda – no eres material del que se enamora y menos de una chica como Annette, buena, tierna e inocente, todo lo contrario lo eres tu.- Eso puede cambiar cuando encuentras el amor