Annette estuvo preocupada toda la mañana, de acuerdo a Tristán Strauss iría casi a la hora del almuerzo para hablar con Margareth, todavía no creía que lo haría, no confiaba en Strauss, sabía que el hombre era un imbécil de primera y eso no cambiaría, e iba a buscar la manera de no ayudar a Néstor en todo esto en lo que él solo lo metió.- ¡Annette! – escuchó preguntar de la boca de Margareth con insistencia.- ¿Sí? – preguntó Annette confundida, intentando por un instante volver a centrarse en su realidad, no sé había dado cuenta que estaba completamente ensimismada en sus pensamientos y que Margareth estaba en la puerta.- ¿En qué pensabas? – preguntó Margareth intrigada entrando al despacho – te toque la puerta unos diez minutos y no contestaste, me preocupé y por eso entré.- Disculpa Margareth, estaba pensando en no sé que cosa que me distraje - respondió tomando algunos papeles de su escritorio para empezar a hacer lo que había dejado a medias.- ¿El novio? - preguntó alzando
El día sábado por fin había llegado, Annette se puso de pie muy temprano, estaba entusiasmada, noche anterior había llegado su diseñador, el señor Sobitre, trayendo el traje de novia que Annette le había pedido para Margareth, era perfecto, una ilusión, perfecto para el momento.Mientras se alistaba pensó en los días posteriores a las revelaciones que el padre de Néstor le había confesado a Margareth, fueron difíciles.Margareth estuvo en shock por mucho tiempo después entró en negación pero Annette insistió, nunca se rindió a pesar de muchas veces cayó desfallecida ante las negativas de su amiga, hasta esos momentos no sabía a ciencia cierta sí Margareth escucharía a Néstor pero con todo lo que ella había insistido estaba segura que por lo menos las fibras sensibles de su amiga las había logrado tocar, así que la esperanza estaba más que viva.Bajó las gradas como un rayito de sol, entró a la cocina, su tía y Tristán estaban sirviendo las tazas para el desayuno mientras las mucamas l
Annette y Tristán volvieron al pueblo solos, Néstor y Margareth se habían ido horas antes al pueblo siguiente, donde él ya lo tenía listo todo para casarse.Annette estaba feliz, nunca olvidaría la cara de Margareth cuando Tristán sacó el traje de novia que le había mandado a hacer, las lágrimas de emoción corrieron por su rostro al verlo, esa dicha era indescriptible pero la hacía muy feliz.- Todo resultó como se había planeado – comentó Tristán mirando por el espejo retrovisor con una linda sonrisa.- En serio, Tristán, te soy sincera no creí que esto resultaría, la verdad es que dudé, Margareth estaba tan testaruda, tan cerrada, que no creí que Néstor la convenciera, estaba tan difícil que muchas veces hasta yo quise tirar la toalla.- Mi amor, Néstor solo debía hablar con la verdad, él nunca le mintió y solo eso necesitaba para convencerla, su padre fue el mentiroso intrigante, Néstor tuvo que sacar los secretos más sucios de su padre para chantajearlo para que él diga la verdad,
Después de la firma del contrato, la fábrica se llenó de regocijo, era lo mejor que había sucedido hace mucho tiempo para los obreros, habitantes y para el pueblo en general. Esa noche tendrían un banquete en casa de Annette cómo celebración, pero no estarían los inversionistas a pesar que Annette los había invitado personalmente mientras compartían una copa de champagne, pero ellos rehusaron la invitación puesto que debían volver a Bruselas antes que llegara la noche, así que el banquete solo sería para la administración de la fábrica. Cuando llegaron a la casa, las mucamas y la tía estaban afanadas colocándolo todo en su lugar para la noche, la comida estaba lista en la cocina y casi todo estaba preparado para la celebración, solo faltaba Annette y Tristán que todavía no se habían cambiado de ropa. - Creo que llegamos a tiempo para que te pongas linda y yo volveré a mi departamento a hacer lo mismo - comentó atrayéndola para abrazarla por la cintura. - Está bien, mi amor… iré
Todos habían quedado boquiabiertos con la noticia en el banquete, Margareth y Néstor se acercaron para romper el hielo a Annette y a Tristán y los abrazaron.- ¿A tu novio le encanta llamar la atención, verdad? – preguntó burlona Margareth cuando abrazó a Annette.- Quedamos en que lo contaríamos después de la firma del contrato y así fue, solo eso – respondió Annette aliviada.- Pues lo importante es que ustedes sean felices, lo demás no interesa – comentó Margareth sonriente.- Estamos felices, Margareth – respondió Tristán abrazando a Annette.- ¡Sí, muy felices! – Exclamó Annette sonriente abrazando a Tristán, se la notaba más aliviada ahora que ya lo habían contado, ese secreto la desesperaba.- Quien creería que tú te ibas a enamorar – comentó Néstor con tono burlón mientras le daba palmaditas en su espalda – no eres material del que se enamora y menos de una chica como Annette, buena, tierna e inocente, todo lo contrario lo eres tu.- Eso puede cambiar cuando encuentras el amor
- ¡No quiero estar aquí! – Exclamó Annette bajando al voz. - Cariño, debes tranquilizarte – respondió Tristán acariciando su mano para tranquilizarla. - Es que la gente no deja de mirarnos y me está poniendo muy nerviosa. - No sé porque, no estamos haciendo nada malo. - Lo sé, pero ellos hacen que sienta que si estoy haciendo algo malo, por las habladurías. - !Está bien! – respondió cansado poniéndose de pie llamando la atención de todos los comensales - ¡Antes de seguir murmurando a nuestras espaldas, deberían averiguar, estoy enamorado de Annette DuPont no por qué es gerente de la fábrica o porque logró un contrato millonario, dejen de ser tan chismosos e intrigantes, la amo por lo que es no por lo que tiene” - estiró su mano para que Annette la tomará, ella lo hizo después se puso de pie y juntos salieron del restaurante sin decir nada más en frente de los anonadados pueblerinos. - ¡Estás loco! – exclamó Annette confundida y sorprendida. - Solo hice lo qu
Annette abrió los ojos muy temprano, ese día cumplía 19 años.Un año había pasado desde que su vida había cambiado drásticamente, no comprendía cómo había sido el destino tan caprichoso con ella, de ser una niña pobre que vivía en una cabaña con las mínimas condiciones a conocer a un hombre que la ayudó sin ningún tipo de obligación y la convirtió en la gerente de la fábrica de chocolates más famosa de Bélgica, además lo más importante era que el amor había tocado su puerta, de había enamorado de un hombre que al comienzo le daba miedo y ahora era su vida entera, en ese año habían pasado tantas cosas buenas que Annette solo podía agradecer al cielo por su buena fortuna.Después de hacer una retrospectiva de su vida, se sentó en la cama dio vuelta y miró sobre su hombro un hermoso y espectacular arreglo floral que adornaba su mesa de noche, tomó emocionada la tarjeta que adornaba las rosas del arreglo y empezó a leer.“Felicidades, amada mía, quise ser el primero en felicitarte y dejar
Al escuchar su respuesta Tristán se acercó a ella, le colocó el anillo en su dedo anular después la abrazó tiernamente, la atrajo a su cuerpo, la besó apasionadamente y poco a poco la llevo a la cama.Annette a pesar que siempre tuvo miedo a ese momento ahora estaba tranquila, confiaba en Tristán, sabía que él no le haría ningún daño y tan solo se dejó llevar por él, por la pasión y el deseo.A eso de las cinco de la mañana, sintió los labios de Tristán en los suyos, estaba un poco confundida, no sabía dónde se encontraba cuando abrió los ojos, pero poco a poco se recordó.- ¿Qué horas son? – preguntó sentándose en la cama de sábanas de seda.- Las cinco, debes bajar a tu cuarto antes de que el sol salga.- ¿Y tú?- Yo me quedaré un momento debo limpiar el tiradero que dejamos – respondió burlón – ve de una vez… - Annette aceptó intentando ponerse de pie, se sintió un poco avergonzada al recordar lo que ayer había pasado y ver el vestido rojo tirado a un lado del cuarto la puso peor,