- ¡No quiero estar aquí! – Exclamó Annette bajando al voz. - Cariño, debes tranquilizarte – respondió Tristán acariciando su mano para tranquilizarla. - Es que la gente no deja de mirarnos y me está poniendo muy nerviosa. - No sé porque, no estamos haciendo nada malo. - Lo sé, pero ellos hacen que sienta que si estoy haciendo algo malo, por las habladurías. - !Está bien! – respondió cansado poniéndose de pie llamando la atención de todos los comensales - ¡Antes de seguir murmurando a nuestras espaldas, deberían averiguar, estoy enamorado de Annette DuPont no por qué es gerente de la fábrica o porque logró un contrato millonario, dejen de ser tan chismosos e intrigantes, la amo por lo que es no por lo que tiene” - estiró su mano para que Annette la tomará, ella lo hizo después se puso de pie y juntos salieron del restaurante sin decir nada más en frente de los anonadados pueblerinos. - ¡Estás loco! – exclamó Annette confundida y sorprendida. - Solo hice lo qu
Annette abrió los ojos muy temprano, ese día cumplía 19 años.Un año había pasado desde que su vida había cambiado drásticamente, no comprendía cómo había sido el destino tan caprichoso con ella, de ser una niña pobre que vivía en una cabaña con las mínimas condiciones a conocer a un hombre que la ayudó sin ningún tipo de obligación y la convirtió en la gerente de la fábrica de chocolates más famosa de Bélgica, además lo más importante era que el amor había tocado su puerta, de había enamorado de un hombre que al comienzo le daba miedo y ahora era su vida entera, en ese año habían pasado tantas cosas buenas que Annette solo podía agradecer al cielo por su buena fortuna.Después de hacer una retrospectiva de su vida, se sentó en la cama dio vuelta y miró sobre su hombro un hermoso y espectacular arreglo floral que adornaba su mesa de noche, tomó emocionada la tarjeta que adornaba las rosas del arreglo y empezó a leer.“Felicidades, amada mía, quise ser el primero en felicitarte y dejar
Al escuchar su respuesta Tristán se acercó a ella, le colocó el anillo en su dedo anular después la abrazó tiernamente, la atrajo a su cuerpo, la besó apasionadamente y poco a poco la llevo a la cama.Annette a pesar que siempre tuvo miedo a ese momento ahora estaba tranquila, confiaba en Tristán, sabía que él no le haría ningún daño y tan solo se dejó llevar por él, por la pasión y el deseo.A eso de las cinco de la mañana, sintió los labios de Tristán en los suyos, estaba un poco confundida, no sabía dónde se encontraba cuando abrió los ojos, pero poco a poco se recordó.- ¿Qué horas son? – preguntó sentándose en la cama de sábanas de seda.- Las cinco, debes bajar a tu cuarto antes de que el sol salga.- ¿Y tú?- Yo me quedaré un momento debo limpiar el tiradero que dejamos – respondió burlón – ve de una vez… - Annette aceptó intentando ponerse de pie, se sintió un poco avergonzada al recordar lo que ayer había pasado y ver el vestido rojo tirado a un lado del cuarto la puso peor,
- ¡Oye desaparece por dónde viniste! – gritó Margareth con chulería interponiéndose a Annette que estaba pálida como un papel sostenida por Néstor - ¿Por qué no vas a hablar con el padre de tu hijo y no sigues molestando?- Si me acerqué fue para que ella se de cuenta que Tristán es un imbécil, además el único interés que tengo es dinero, este bebé no me interesa, solo quiero que me den algo por él y después se lo pueden quedar si les da la gana, sino lo dejaré en un orfanatorio.- ¡Eres una niñata estúpida! – gritó Margareth queriendo ir donde ella pero Néstor la detuvo en seco tomándola del brazo.- Deja que se vaya, Margareth, - ordenó con voz ronca- hablaremos con Tristán ni bien vuelva de Bruselas.- Está bien – respondió mirándola con fastidio, volvió ha acercarse a Annette que no podía hablar de la impresión – Annette debes tranquilizarte, de seguro Tristán te va a explicar bien todo esto.- Sí, estoy seguro que él te explicará todo este enredo – explicó Né
Al día siguiente Annette despertó todavía con resaca moral por todo lo que había sucedido el día anterior, estaba más tranquila por la explicación que Tristán le había dado pero eso no quería decir que se le había olvidado todo lo que había sucedido.Ahora que habían solucionado todo entre ellos les tocaba enfrentar a Ornella y su ambición, eso para ella era lo más difícil.Para eso habían decido a hablar esa misma mañana con el señor Wirth, cómo abogado él podía ayudarlos a solucionar todo el enredo que tenían en frente.Cuando terminó de vestirse todavía se sentía preocupada y depresiva, no bajó las gradas como lo hacía siempre, alegre y entusiasta, esta vez arrastraba los pies, estaba preocupada, entró a la cocina y saludó en voz baja.- Buenos días… - saludó acomodándose en una de las sillas de diario.- Buenos hijita – saludó su tía mirándola confundida y preocupada- ¿Por qué estás con ese ánimo?- Problemas tía, situaciones en la empresa que me están preocupando, pero espero que
Al día siguiente, Tristán y Annette siguieron con su trabajo intentando no pensar en Ornella pero no era nada fácil, especialmente para Annette que todavía no comprendía muchas cosas y aunque no lo decía estaba celosa, pensaba en las noches alocadas que Tristán pudo haber tenido con esa muchacha de cabello largo negro y la cegaba, su corazón no quería sentir esos celos enfermizos pero los sentía y los sentía con mucha fuerza. - ¿En qué piensas, mujer? – preguntó Margareth al entrar a su despacho. - ¿Qué? – preguntó Annette confundida intentando volver a la tierra, otra vez los pensamientos la habían atrapado en otro mundo. - ¡Annette! – exclamó Margareth chasqueando los dedos intentando que su amiga volviera a la realidad. - Disculpa Margareth ¿Decías? – preguntó mirándola interrogante. - ¿Dónde te fuiste, Annette? – preguntó reprochándole – estuve tocando la puerta por varios minutos pero tú no contestabas así que entré y te encontré en un trance como te pasa a menudo. - Disculp
Annette entró a su despacho después del problema que se había suscitado en la calle unos minutos después, estaba confundida y no podía evitarlo, estaba muy celosa, no comprendía muy bien que había pasado en el tiempo que Tristán estuvo con ella para que juntos tengan un secreto que ahora él no quiera contarle a su futura esposa. - ¿Vas a seguir así? – preguntó Margareth entrando al despacho acomodándose en una silla. - Es que lo que sucedió hace un momento, Margareth, me dejó muy confundida ¿Cuál será ese secreto que ella conoce pero que Tristán quiere ocultar? - preguntó frustrada. - No lo sé, Annette – respondió soltando un suspiro de frustración – tal vez no es nada y como el dijo solo busca desestabilizar su relación, debes darle el beneficio de la duda y confiar en él. - Deseo hacerlo pero estoy tan confundida, que no quisiera desconfiar pero lo estoy haciendo, Margareth. - Pues lo que quería esa mujer, lo logró, entraste en su jugada, Annette, que tú tengas dudas en torn
- ¿Está noche nos veremos en el tercer piso? – preguntó Annette mientras Tristán parqueaba el Cadillac Azul en frente de la mansión.- No lo sé – respondió titubeante – la verdad, amor, es que estoy con la cabeza muy enmarañada cómo para vernos, iré a mi departamento para intentar descansar, ¿me perdonas esta vez? – preguntó mirándola suplicante.- Si… claro que sí – respondió a pesar que su respuesta no le había gustado nada de nada.- No te molestes, por favor.- No estoy molesta – negó a pesar de estarlo – mañana nos vemos, Tristán – respondió molesta y salió del auto sin esperar que él salga se dirigió directamente a la mansión, no hubo beso de despedida ni abrazo.Annette estaba molesta con él, debían hablar, era necesario, de todo lo que estaba pasando y él deseaba encerrarse en sí mismo, aunque Tristán había aclarado algunas cosas que ella no conocía esa tarde, había otras preguntas que la atormentaban y deseaba que él se las respondiera.Entró a la casa, no quiso ni siquiera e