Érika Camel Llegar a casa casi al mediodía no fue en definitivas cuentas como espere. Porque todo imagine menos el ver a Julie con esa cara de angustia. Se suponía que debería estar feliz después de pasar la noche con Dominico, mas no. Su rostro era una máscara de angustia con culpa, la causa de esa expresión era una completa interrogante para mí. Subimos a mi habitación para no ser interrumpidas, era evidente que habían varios “Moros en la costa”, papá estaba en casa y también Betty. Tan pronto entramos me senté en la cama y la invité a ella a hacer lo mismo. Me quite las sandalias de tacón que amenazaban con estrangularme las pantorrillas, y ya más cómoda la insté a hablar. Ella parecía tan nerviosa y perdida que casi sentí lástima de su estado de zozobra emocional. La verdad es que nunca la había visto así. —¿Pasó algo malo?— pregunté con cuidado. Derek me había comentado que Dominico ya estaba perdiendo un poco la paciencia con los juegos en que Julie ya era una experta,
ÉRIKA CAMEL Por la insistencia de Julie no me quedó otro remedio que telefonear a mi futuro esposo para saber del estado mental de mi cuñado… es que mi a mi hermana amenazaba con llegarle un triple infarto si no se aseguraba que Dominico Mayer la perdinaria.Finalmente llame a la mansión Mayer para saber cómo andaban las “cosas” por allá y era un hecho que mi querido cuñado andaba en modo Ogro por toda la casa según palabras del propio Derek Mayer. —Creo que así acabo la historia entre ellos, Érika— musito Derek un poco confundido. — Será mejor que no intervengamos entre ellos, no quiero que lo nuestro se afecte por… —Julie está arrepentida Derek, ella no planeaba irse— el silencio al otro lado d ela linea me no sorprendio. —Pero se fue Érika— me recordó el Alemán.—No somos niños, y Dominico como tú y como yo sabemos lo que significa marcharse a hurtadillas. —Si lo se Derek, así que supongo que él no hará nada más por acercarse…. Ahora qued va a en manos de Julie arreglar las c
Narrador Omniscinete.Un mes y medio había transcurrido desde el sórdido escape de Julie Peterson de la icónica Marina de North Cove de Brookfield, idealmente situada en el corazón de una de las ciudades más famosas del mundo. Desde entonces la joven había hecho de todo para no pensar, se había entregado de lleno a interminables horas de trabajo, mientras que su hermana Érika Camel se dedicaba de lleno a su tiempo de reposo y a organizar una ceremonia matrimonial que prometía ser el evento del año en Manhattan.Dominico Mayer por su parte había decidido mantener un perfil bajo, para el resto de la familia… y solo para el resto de la familia. En las últimas cuatro semanas se había dedicado de lleno a su famosa lista de “contactos”. Y solo menciono cuatro semanas porque la primera quincena el joven Alemán se encargó en eliminar de su sistema a la “incoherente e inconsciente” que de un momento a otro se había convertido en la “innombrable”, cosa que no era de extrañar después de la m
Narrador Omnisciente Si algo realmente odiaba Dominico Mayer en esta vida era que lo sorprendieran, y bueno recientemente también había descubierto que también sentía cierta aversión por cierta dama que por pura “casualidad” tenía en frente.El Alemán repaso de pie a cabeza a la "señorita" que había venido a representar a la reconocida empresa de tecnología de su cuñada, y luego como si nada fingió un olvido inmediato de la mujer que tenía Justo a su lado, y digo «fingió», porque uno no olvida en unas pocas semanas al amor de su vida por mucho que lo intente y por grande que haya sido la ofensa recibida. Julie Peterson se había encargado de instaurar su bandera en su cabeza, y luego de la única noche de pasión que compartieron, también en su piel.Julie se quedó totalmente boquiabierta, al percatarse de que si, que sin dudas él había reparado en ella con algo de desinterés, pero al otro instante había continuado coqueteando de lo lindo como si su presencia allí fuera absolutamen
Dominico MayerTotalmente frustrado, y odiando al mundo por mi mala suerte, salí de esa habitación. No me quedaría escondido bajo mi cama solo porque ella anduviera oronda, paseándose por todo el hotel, y el casino. Necesitaba salir de allí, poner distancia. Las Vegas era una ciudad enorme y llena de lugares a los que irse sin que tuviera que ver ese rostro de ángel malvado que se cargaba la muy inconsciente. Lleve mis dedos y presione el puente de mi nariz, aún me costaba creerme que ella estuviera allí… tan cerca y tan lejos. Me hacía El Fuerte, pero lo cierto era que la muy descarada había calado hondo en mi interior. Si esta situación continuaba así, me volvería loco tratando de manejar el deseo casi enfermizo que sentía por ella. La había hecho rabiar, algo había aprendido a conocerla, y al coquetearle a la recepcionista pude ver esa llama de ira encendiéndose en sus ojos. No era Justo que yo siguiera evocándola cuando ella me había dejado tirado a la primera «literalmente».
Julie Peterson El borracho afianzó su agarre sobre mí y traté inútilmente de clavarle mi codo sobre las costillas, pero él muy maldito estaba envuelto en grasa. Dominico seguía frente a su arma, y no parecía asustado.Otra vez avanzó otro pasó mientras medio bar gritaba y se alejaba de nosotros.«¿dónde estaba la seguridad del bar cuando uno la necesita?»Exactamente eso mismo pensé yo, pero nada. De la seguridad ni sus luces. El tipo comenzó a subir su agarre por mi abdomen buscando mis senos para toquetearlos y Dominico lanzó su última fría advertencia.—¡O la sueltas, o te muelo a golpes!— espetó furioso con la vista fija en las manos del tipo tocando mi abdomen. Me sentía asqueada de ser tocada por un desconocido contra mi voluntad. Dominico en un dos por tres se acercó un poco más, y tomó el arma del tipo, que no se esperaba que el joven que tenía en frente fuera tan osado « vale decir que yo tampoco me lo esperaba».El puño del Alemán se entregó en la boca del borracho hacién
Dominico MayerSiempre supe que totalmente cuerdo quien dice cuerdo del todo, pues yo no estaba… o era que quizás la crianza que me había dando mi madre en cuanto a relaciones matrimoniales pues no había sido la mejor, porque aunque mi padre murió siendo yo muy Niño aún recuerdo que ella parecía odiarlo a él y a todo lo que su esposo representaba. Así siguió años después... los Mayer para ella no valíamos nada, y después de su muerte quedó aún más claro. Entoces no es muy difícil de entender que después de pedirle a Julie Peterson que nos casáramos… hasta yo mismo me espanté de la intensidad de mis sentimientos hacia esa mujer. No sé de donde demonio había salido esa loca idea de casarme pero me parecía ahora lo más lógico y lo más acertado. Ya ella había huido… y allí estábamos de nuevo. Ya había ido tras ella, así que me merecía el premio mayor y ya no me conformaría con menos. Siempre dije que no me casaría, y ahí estaba pidiendo matrimonio de la manera menos convencional posi
Julie PetersonSi alguien me pregunta alguna vez algún detalle de mi boda… sin duda diré que me dolía el trasero. Creo que eso era lo que más iba a recordar de toda esta locura.También podría rememorar el orgasmo anal que me proporcionó mi futuro esposo una hora antes, pero bueno eso no era algo que se le contara a todo tipo de público.Me vestí con un sencillo vestido blanco ejecutivo, y Dominico se metió en un jeans con camisa blanca y un saco negro casual. Si no nos deteníamos... era un hecho que terminaríamos casados. Abordamos un taxi en plena madrugada y nos dirigimos a la icónica capilla Graceland.¿Hay algo más típico en Las Vegas que casarse ? A la par que el juego, las bodas son el principal atractivo de Las Vegas. Cada año se celebran más de ciento veinte mil bodas, siendo el segundo lugar del mundo en el que más matrimonios se celebran por detrás de Estambul.Sabia a donde nos dirigíamos, ese lugar era famoso. La Capilla Graceland era la capilla más famosa de Las Veg