Érika Camel Con un plan detallado y preciso de pautas a seguir decidí relajarme un poco. ¿Por qué no? Si de algo estaba segura, es de que me merecía estar tranquila después del terremoto de emociones de las últimas semanas, aunque sería más justo decir “meses de emociones convulsas”.Me cepillé el cabello con cuidado, tratando de no pensar en nada. El espejo me mostró que a mi cabellera ciertamente le estaban favoreciendo grandemente las locas y descontroladas hormonas del embarazo. Ya que lucía mucho más negro que nunca, más brillante y se notaba más abundante. No tenía mucho que hacer fuera de casa y a fin de cuentas llevaba horas de ser liberada de prision, así que el estar en mi propia cama al contrario de perjudicarme me haría mucho, pero mucho bien, a mi y sobre todo al mini Derek que vivía dentro de mi pancita. «O a la mini alemana». No tenía idea del posible sexo y la verdad es que me hacía ilusión dejarlo como una sorpresa para mi misma y para papá. «La cara que
Derek Mayer Me prometí a mi mismo darle tiempo a Érika, y ayer me metí en la cama pensando que demoraría el momento en que nos volveríamos a ver honrando esa promesa. De verdad me había jurado a mí mismo tener paciencia y darle tiempo a Érika de reponerse, de pensar las cosas mejor… de pensar con cabeza fría. Así me evitaba atosigarla día tras día estando tras sus pies… pero eso fue antes de la desagradable visita de mi tío en altas horas de la noche. Dimitri Aubrey era experto en echar las cosas a perder con su mera presencia.Si tengo que casarme por obligación, pues será con ella, con Érika. Lo de nosotros no fue un error ni una aventura, fue intenso, intenso y muy especial. Por eso pienso así, si tengo que casarme sin dudas será con Érika, ¿por qué no unir la obligación con el placer? Nada me daría más placer que casarme con Érika Camel, la única bruja creadora de Tsunamis en mi mar…Eso sin mencionar que Érika sería la madre de mi hijo, el cual convenientemente ya crecía en
Derek MayerCon el corazón y el alma pendiendo de un hilo, subo las empinadas escaleras dando grandes zancadas en el ascenso rápido y desesperado hasta la planta superior. Nunca había creído que una escalera me pudiera parecer tan larga. Detras de mi escucho un jadeo que no puede ser otra cosa que el padre de Érika, Alejandro Camel corriendo a mis espaldas para llegar también a socorrer a su hija. Esto es un duro golpe para todos, tan inesperado como atroz. No me puedo explicar que pudo haber pasado, pero no es momento de indagar lo inexplicable, solo deseó envolver a la bruja en mis brazos y convencerla que todo estará bien, que nuestro hijo estará bien. Tiene que estar bien. No puedo seguir recibiendo tantas malas noticias juntas o temo realmente por mi salud emocional. Terminaré recluido en una institución para tratar deficiencias mentales de ser así.Corro a prisa por el corredor del segundo piso pero me detengo desesperado. No tengo la más mínima idea de cuál de todos está
Érika Camel Envuelta en los brazos de Derek, los miedos parecen adormecerse, y los minutos transcurren como en cámara lenta. Me mantengo sosegada, aunque no por voluntad propia. Delegue en él el timón de la nave, confió en sus cualidades de piloto. Él tratara de protegernos de todo, sé que eso hará. No me puede decepcionar otra vez, no de que me admitió que me amaba d ese modo tan romántico. El trayecto de la ambulancia a la clínica se me hace eterno, he perdido poco a poco la noción del tiempo, es como si los segundos se hubiesen distorsionado en el espacio. Me proporcionaron un medicamento para detener el aborto espontáneo, pero aún así estoy aterrada. El paramédico sugirió que me calmara, y como no fui capaz de conseguirlo, me doparon con un calmante introvenoso. Así que no duermo, mas si estoy como en un limbo donde el dolor emocional ha menguado, pero no desaparecido. Estoy cian siente pero no reacciono, ya no lloro, más bien parezco una puta estatua.El ruido de la sirena
Julie PetersonCuando entré en la clínica sabía que si algo salía mal Érika no superaría esto… porque yo tampoco lo haría. El precedente de lo que ocurrió quedaría rondándonos como una nube tan oscura como el cielo de estos dias; y basándome en la manera en que se comportó Derek Mayer, pues a él también se le haría imposible reponerse a una desgracia de esta magnitud. ¿Y quien sería tan fuerte para continuar como si nada hubiese ocurrido?. «No poseíamos la sangre tan fría»Ya él Alemán no me resultaba tan pesado, tan arrogante, ni le tenía tampoco esa fuerte inquina que me impedía mirarlo de frente en los días pasados. Es que ahora mismo me era imposible odiarlo después que vi con el amor que contuvo a Érika, si no hubiera sido por él, por su presencia abrupta e inesperada en la habitación, pues ella se hubiera desmoronado. La tomó en sus manos con tanta devoción y entrega que si la situación no hubiera sido tan penosa le hubiese aplaudido el hecho de demostrar si amor sin ning
Derek Mayer Me acomodo una vez más en la última media hora, en el mullido sillón de la habitación de la clínica, observo de nuevo el rostro de Érika para comprobar que continúe durmiendo. Parece una Blanca Nieves hermosa, con su cabello negro azabache y su rostro pálido resaltado por esa gloriosa boca de mis fantasías más húmedas y celestiales . Hace cuatro horas que llegamos a esta habitación, y ella continúa durmiendo, aunque no tan tranquila como supuse que estaría. La doparon al menos con la dosis necesaria para desmayar a un caballo, pues no me explico como diablos sigue durmiendo aún si el tiempo que estimo la doctora ya terminó hace más de una hora. Ya tendría que haber despertado y eso me preocupa. La veo sufrir teniendo pesadillas y en ocasiones parece estar asustada aún dormitando. Me parte le Corazón verla tan frágil y alterada en sueños sin poder intervenir para ayudarla, allí en lo profundo de su subconsciente soy incapaz e insuficiente para defenderla de sus pr
Érika Camel Despertar y encontrar al dios divino Derek Mayer a mi lado fue excepcional. Me calmo el alma sentirlo tan cerca de mi, su presencia otra vez me llenaba de energía positiva, su cercanía en unión con la excelente noticia de que el bebé estaba seguro y calentito en mi vientre me emociono al punto de casi saltarme las lágrimas de los ojos. Logré contenerme, pero no pude evitar que se notaran acuosos. Derek sin duda se dio cuenta, pero s ecu tuvo de hacer algún comentario al respecto. Ame ver a mi Alemán aquí, a mi lado, como debió estar desde que nos conocimos. ¡Ahh! ¡Eso si! … lo idolatre e incluso lo adore mucho más cuando supe que había golpeado en la jeta al incordio baboso de Webor. ¿quien se creía ese estúpido para faltarme el respeto bajo mi propio techo y para presentarse de ese modo hostil y grosero a incordiar en casa?. Papá no se ensuciaría las manos… ah pero a Derek no le quedo grande sacarlo de un solo coscorrón en el hocico. Al fin cada rey toma si
Érika Camel Un poco más tarde y tan pronto Julie y mi padre llegaron, Derek salió un momento de la habitación cumpliendo órdenes estrictas. Tenía la misión de conseguir una pizza con abundante falafel, como dice el famoso anuncio de televisión. «¡Que dios quisiera que lograra encontrar esa bendita pizza!», o los méritos que había hecho en el día de hoy se irían a la mismísima m****a. « De nada sirve ser un caballero andante si no puedes conseguir una bendita pizza». Las hormonas hacían que la boca me salivara por degustar una porción de harina con queso gratinado y salsa de tomate, carne y todos los aditivos posibles.Finalmente tendría un momento con mi familia, desde que desperté encontré que solo estaba con el Alemán, ya necesitaba también una dosis de Julie y de mi amado padre. Papá me abrazo sentándose en la cama junto a mi para demostrarme su apoyo, después de haber acomodado en un florero en la mesita el ramo gigante de flores silvestres que trajo. Debo decir que eran flor