VICTORIA
Pasan los días y no vuelvo a toparme con el joven de la casa en su habitación, lo he visto un par de veces, pero siempre actúa como si yo no existiera, me impresionó mucho cuando le vi de frente la primera vez porque es muy muy guapo, las fotos de las revistas y del internet no le hacen justicia, en persona el hombre parece un adonis, cabello negro perfectamente cortado y peinado, ojos azul oscuro, nariz fileña y labios rojos y carnosos y ni que decir de esa voz melosa que suena a sexo. No puedo borrar de mi cabeza la imagen del hombre desnudo frente a mí mirándome con odio; tenía que desahogarme con alguien, pero cuando le conté a mi tía me regañó como por una hora y rogó a Dios que el principito (como lo he apodado) no se quejara con su madre por mi intromisión y la víbora mayor me echara a la calle.Estamos en la cocina almorzando cuando de pronto parece recordar algo.—Hoy habrá una cena familiar, debes ayudarme a servir y estar cerca por si a los patrones se les ofrece algo, tú estarás encargada de rellenar sus copas de agua y vino cada vez que las veas vacías, por favor no cometas ningún error. — Suelto un quejido, eso no me gusta ni un poco.—Está bien tía, pero quiero resaltar que voy a sentirme totalmente humillada, ellos pueden perfectamente servir sus propias bebidas, son unos holgazanes. — Mi tía tiene años trabajando para esta familia, no sé como puede aguantar tanto, va a tenerme parada viéndolos comer por más de una hora, esperando por complacerlos como si fuera una esclava.—Eso es parte de nuestro trabajo y usa el uniforme negro que dejé sobre tu cama. — Ruedo los ojos y acepto mi destino.—Sí nazi malvada y cruel.Esa noche estoy muy incómoda parada cerca de la mesa esperando para rellenar las copas y servirles como una esclava amaestrada, esto es horrible y humillante, en la mesa están a la cabeza: la matriarca la Señora Olga Mitchell, a su derecha Arthur y a su izquierda su guapo marido el señor Henry Spencer, quien es con quien se casó luego que el viejo Mitchell muriera hace casi 20 años; sé que dije que no quería un viejo, pero este hombre a sus 60 años es un dios guapísimo y bien conservado, no me molestaría dormir con él todas las noches; estoy perdida en mis pensamientos cuando mi tía llama mi atención y me señala que debo llenar la copa de vino del joven heredero, tomo la botella y me acerco por el lado izquierdo y me inclino un poco para no hacer un desastre. Casi salto del susto cuando siento una mano tocando mi muslo por debajo de la falda del uniforme y la indignación recorre mi cuerpo, no puedo evitar la ira al mirar al cabrón que habla y sonríe como si nada con sus padres mientras me manosea por debajo de la mesa, no me gusta que la gente se aproveche de mi, este niño idiota necesita aprender una lección, así que con el mayor disimulo le pego un pisotón que le quita la sonrisa de satisfacción de la cara, como no se lo esperaba salta un poco en su silla y me mira con odio.—¡Mira dónde pisas inepta!. — Quiero vaciarle la botella en la cabeza, pero le hablo con falsa dulzura. —Perdón señor, soy muy torpe. — Voy a rellenar las otras copas, pero la Señora quien esta visiblemente molesta por el altercado me echa del comedor.—Retírate, ya no te necesitamos.Me hierve la sangre de la ira mientras voy a la cocina, ¿quién se cree este patán al pensar que puede poner sus mugrosas manos sobre mi, sin mi autorización?, llego a mi habitación echando chispas, lo odio, es el típico riquillo que cree que puede hacer lo que quiera, necesito darle una lección. Pero luego que me ha bajado la rabia y pienso las cosas con claridad, caigo en cuenta de algo importante, tal vez no sea tan malo lo que sucedió, el tipo no me da ni los buenos días, por lo general me ignora o me mira con asco, pero esta noche sin ninguna vergüenza me manoseó justo frente a sus padres, lo que quiere decir que no le soy del todo indiferente, ya sabía que era un mujeriego y jugador, ahora debo aprovechar eso a mi favor.Al día siguiente, toco la puerta de su habitación como lo hago luego del incidente de nuestro primer encuentro, toco varias veces y pregunto si puedo pasar antes de entrar para estar segura que no se encuentra, porque el principito se enoja si una sucia mucama como yo, ocupa el mismo espacio vital que él, al comprobar que no está, entro empujando mi carrito de limpieza, comienzo a recoger el tiradero que tiene por todos lados porque parece que no puede desnudarse como una persona común, si no que tiene que lanzar todo por todas partes, recojo su camisa y no puedo evitar que mi nariz vaya al delicioso olor que emana de esta, no logro identificar la fragancia pero huele como a madera y lima voy a mirar en sus cosas persónales más tarde para saber cuál perfume es y tal vez robarle un poco, me encanta el aroma.—Ahora hueles mi ropa, eso no es para nada espeluznante. — doy un respingo cuando lo escucho hablarme con esa voz suave y sensual que lo caracteriza.—Perdón por entrar señor, toqué y como nadie respondió pensé que no estaba y que podía limpiar la habitación, ya me voy. — Hago ademán de salir, pero él me detiene.—No, termina tu trabajo, solo volví por mi reloj. — Miro de reojo y lo veo tomar el aparato de la mesita de noche, por supuesto que debía ser un Rolex.—Solo trataba de identificar la fragancia. — Explico señalando la camisa, me avergüenza que crea que estoy obsesionada con él o algo por el estilo.—No es nada del otro mundo, solo es Hugo Boss. —Sale de la habitación y me quedo parada en medio de esta sintiéndome como una idiota por ser sorprendida oliendo su ropa sucia, lo bueno es que al menos no me ladró, me pregunto si al principito le gusta la rana que asea su habitación, hasta donde sé antes le gustaba frecuentar los barrios bajos, tal vez, al final sí que quiere conmigo. Sonrío satisfecha y termino mis labores esperanzada porque, Arthur Mitchell va a caer más pronto de lo que creía.VICTORIAHoy por fin, luego de casi un mes encerrada en el panteón de lujo, mi tía me permitió un fin de semana para salir de la mansión, los anteriores días libres los pase en mi habitación viendo series en mi teléfono, creo que ella temía que me fuera y no volviera, pero ya estaba harta de estar encerrada como una presa. Como no tengo donde más ir voy a quedarme en casa de mis padres. Es viernes por la tarde y debo volver el domingo en la noche antes de las 7:00 pm. A pesar de todo estoy feliz porque aunque el trabajo es una completa mierd, el sueldo es muy muy bueno, así que el plan es salir con un par de amigas esta noche y tomarme unos tragos para celebrar que tengo mi propio dinero y no tuve que pedírselo a nadie; por lo general era mi madre o mi hermana quienes alcahueteaban mis andanzas. Los ánimos en la mansión están caldeados porque el principito no llegó anoche a dormir y apareció hasta esta mañana pareciendo un indigente borracho, su madre estaba como una loba enjaulada a
VICTORIATodo pasa en cámara lenta y no estoy segura de cómo sucedieron las cosas realmente porque fue en cuestión de segundos; un momento el chico me miraba y discutía conmigo y al siguiente golpeamos algo con el auto y patinamos al otro lado de la carretera, grité aterrorizada cayendo hacia delante y siendo fuertemente sostenida por el cinturon de seguridad que evitó que saliera volando fuera del auto, lo que me salvó de que me pasara algo grave, pero cuando por fin frenamos nos dimos cuenta de algo realmente malo, era demasiado tarde… Arthur había atropellado algo o a alguien. Puse las dos manos sobre mi boca respirando con dificultad por el susto, nos miramos y miramos hacia atrás al mismo tiempo, había una figura que parecía humana tirada en una posición extraña en medio de la carretera, ¡Dios! ¿que fue lo que hicimos?Estamos en medio de la nada con las farolas encendidas y ninguno de los dos se atreve a bajarse y revisar. Para cuando agarro el valor de abrir la puerta para sali
VICTORIALuego de levantar el cuerpo con mucha dificultad y esconderlo en la cajuela, buscamos un supermercado de 24 horas cerca de mi barrio, Arthur estaciona lejos del lugar para evitar las cámaras de seguridad y yo me bajo del auto y camino sola hasta el sitio mientras él se queda en el vehículo para no levantar sospechas, trato de parecer tranquila cuando llego a la caja registradora y pago las bolsas, un par de escobas, un trapeador, productos de limpieza y algunos productos de higiene sanitaria, ya que soy una mucama, no es de extrañar que compre este tipo de cosas, solo debe parecer que haré una limpieza extrema en casa y que estoy con mi periodo; pago y salgo tranquilamente del lugar.Cuando llego al auto Arthur está sentado detrás del volante un poco ido parece que está bien traumado, toco la ventana para que me deje entrar; noté mientras venía para acá, que hay una pequeña abolladura en el capó, debemos solucionar eso también, pero no ahora, gracias a Dios el cuerpo sólo te
VICTORIA Arthur me lleva hasta la casa de mis padres ya bien entrada la mañana, nos despedimos no sin antes acordar lo que haremos a continuación y cuando lo haremos; Al final decidimos que en una semana iremos al registro civil y nos casaremos; aunque me siento emocionada, también estoy muy asustada, temo el momento de tener que enfrentar a la mega bruja de la Olga, pero va a ser bastante divertido cuando llegue a su casa del brazo de su querido hijito y me presente como su legítima esposa. Mi madre me da el regaño correspondiente cuando entro a la casa por llegar a esas horas, le miento diciéndole que estaba con amigas en un bar y se nos pasó el tiempo y tuve que quedarme en casa de una de ellas, a regañadientes me deja tranquila, no he dormido nada y me siento cansada, no quiero pensar nunca más en lo que me resta de vida en lo que sucedió anoche. Al entrar a la habitación, tomo la billetera del muerto y busco un lugar seguro para esconderla detrás de un ladrillo suelto que nadie
VICTORIA Llegamos al registro civil e hicimos todo el protocolo de rigor, el juez leyó todas las cláusulas y firmamos el acta junto a dos extraños que nos hicieron el favor de ser nuestros testigos, luego el baboso puso una gran piedra de unos 5 quilates en mi dedo y entonces fuimos declarados marido y mujer, sonreí satisfecha celebrando el comienzo de mi maravilloso futuro aunque fuera junto a este ser desagradable al que odio.—Puede besar a la novia— dice el juez mientras nos miramos con asco. —No, gracias. — responde alejándose de mí, me molesta que se crea mejor que yo. —Acaba de salir de salir de un virus de transmisión sexual, se lo contagió otro tipo. — le digo al juez que abre mucho los ojos. —¡Victoria! — me reprende enojado, yo sólo sonrío con falsa dulzura y luego vuelvo a decir: —Estoy bromeando señor juez, mi amado esposo nunca me engañaría… no con otro hombre. — rueda lo ojos y me toma del brazo de forma brusca. —Vamos, debemos tomar un vuelo. — camino con dificu
VICTORIA Luego de poner al heredero descarriado en cintura, nos dedicamos a conocer la ciudad e ir de compras a las tiendas más famosas del Strip, porque una esposa trofeo como yo necesita estar bien presentada todo el tiempo; siempre tuve sentido de la moda, pero no los recursos, así que no pude mostrar mi gran estilo, hasta el día de hoy.También turisteamos un poco, decidí que hicieramos el recorrido en un mini tren que nos llevó por lugares iconicos, al cual Arthur le hizo mala cara todo el tiempo, pero luego se mostró muy colaborador cuando lo hice posar para las fotos que subiríamos a las redes sociales y que enviaríamos luego de forma anónima a los portales en internet de chismes para provocar a su madre.Se que aunque lo niegue, en el fondo él odia a la vieja por lo que sucedió hace unos años y las sed de venganza siempre estuvo ahí por todo lo que le hizo sufrir, así que poco a poco fue participando más activamente del plan. Luego de superar las primeras 48 horas juntos y
VICTORIA Un par de horas más tarde Arthur viene por fin a nuestro dormitorio, mi tía fue a ver como estaban las aguas y cuando me quedé sola las empleadas que antes eran mis compañeras de trabajo, subieron el equipaje de ambos y me miraron con asombro y curiosidad, mientras yo sonreía triunfante porque estaba al fin en el lugar que me correspondía.Aproveché mientras estuve sola para acomodar mis pertenencias el gran vestidor de Arthur, satisfecha porque me gusta como se ven nuestras cosas mezcladas, no se por qué, pero desde que volvimos de Las Vegas la idea se que realmente somos la pareja perfecta se arraigo dentro de mi ser, no planee que él fuera realmente mi esposo en todos los sentidos, pero la idea no me disgusta del todo. Salgo de ducharme y lo encuentro sentado en el sofá con la cabeza entre las manos, creo que la cosa se puso color de hormiga en la conversación con su madre y eso que todavía no sabe que mientras el libraba su batalla, yo aproveché para subir todas nuestras
VICTORIAMi querida tía y yo pasamos la mañana tomando el sol junto a la piscina aprovechando el clima delicioso del día de hoy, Arthur fue a ver al abogado encargado de la ultima voluntad de su abuelo para que le diera detalles a cerca de la entrega de su herencia y también para curarse en salud por si Olga trama algo o quiere dejarlo en la calle, ya que el hombre se tomó muy en serio la amenaza de la vieja de dejarlo sin dinero hasta recibir lo que le corresponde; no volví a ver a la susodicha luego del conato de desayuno familiar, supongo que estará en su cueva hirviendo de rabia y planeando como acabar conmigo, aunque la verdad es que no me importa. —Tía, debemos estar alerta, no sea que la bruja quiera mandarme a desaparecer como hizo con la otra tipa. Sé, que la matriarca Mitchell es de armas tomar y que es capaz de cualquier cosa por defender su fortuna y lo que cree es lo que mas le conviene a su familia, no dudo que haya sido ella quien hizo desaparecer a la novia sirvien