Brandon se quitó la máscara apenas subió a la camioneta, frotándose la cara con un gruñido irritado. Me abroché el cinturón de seguridad en silencio. Sabía lo que se me venía, sólo ignoraba cuándo.
El maldito me dejó sudar, sin pronunciar palabra en todo el camino al hotel. Como nos alojábamos en un apartamento privado con cocina, habíamos comprado comida, así que al llegar, tomó del refri lo necesario para un bocadillo vegano, ignorándome olímpicamente.
Fui al dormitorio, dejé la mochila, me quité los tenis mojados, me puse calcetines secos. Y él seguía en silencio. Así que regresé a la cocina. Me hubiera gustado hacerme café, pero la cafetera estaba en el rincón de la mesada, y no podía usarla mientras Brandon preparaba su snack en la esquina de la mesada.
Se mantuvo de espa
Era fantástico, volver a casa con Brandon y hallar que todo estaba en orden. Lo dejé trabajando en el estudio y me senté con mi laptop en la cocina, decidida a actualizar mi diario antes de la cena. Su mensaje de texto sólo veinte minutos más tarde me hizo reír: el Cazador Supremo tenía sed. Yo había comprado la cafetera para el estudio, junto con un dispensador de agua fría y caliente, y había armado un bonito rincón con té, café, tazones, cucharas, azúcar y todo lo necesario para preparar una infusión sin dar más de dos pasos desde el escritorio. Pero no. Él quería algo frío con más sabor que el agua.Así que ahí fui, por las escaleras hasta el tercer piso, con un termo de litro lleno de su jugo de mango recién sacado del refri. Iba a ser un alivio cuando se montara su oficina en la casa de huéspedes, donde podría tener su propio refri, y yo no tendría que interrumpir lo que estuviera haciendo para ir a servir la mesa de milord.Mentira. No sé a quién pretendo engaña
Isaac nos despertó a la siete la mañana siguiente, para avisarnos que ya habían aterrizado en Logan. En ausencia de Brandon, él había sido designado comandante de la expedición, pero aun así quería reportarse con el generalísimo.Les llevaría un buen rato en las camionetas de alquiler cargar todo lo que trajeran. Desde el aeropuerto se dirigirían todos juntos en caravana a Worcester, donde se alojaría el equipo. Una vez que estuvieran todos registrados y acomodados, los tres Cazadores continuarían camino hacia la mansión, trayendo el equipo de filmación que consideraran necesario para filmar tomas adicionales hasta hartarse, y un par de cosas más porque nunca se sabe.—Avísame cuando salgan de Worcester —dijo Brandon, los ojos cerrados, su brazo reteniéndome junto a él como si yo fuera a tratar de apartarme.Colgó
Tuve que jurar sobre siete libros santos que llamaría a Susan si necesitaba ayuda. Y Brandon terminó de ganarse a los Collins cuando los invitó a la barbacoa que planeábamos para la noche. Por suerte para mí, agradecieron y se disculparon porque tenían una reunión en la iglesia.Los Cazadores coparon la cocina para hacer el almuerzo y revisar en sólo dos computadoras cuanto filmaran y fotografiaran. Estaba a punto de sentirme un poco fuera de lugar cuando Brandon me pidió ayuda, como si la precisara. Me dejó a cargo de lo que estaba haciendo y fue a sentarse a la mesa con Ricky. Para llamarme un momento después.—Yo me encargo —dijo Cake, con una sonrisa cálida en su rostro endurecido de motoquero.—Mira, amor, creo que capturamos algo —dijo Brandon cuando yo rodeaba la mesa hacia él—. ¿Quién podría estar en la biblioteca?—Déjame ver —murmuré, parándome tras él. Apoyé las manos en sus hombros y me incliné un poco hacia adelante, pero no vi nada raro en l
Filmamos la entrevista en el estudio, después de la mejor barbacoa de la historia, y me llevó un rato relajarme lo suficiente para tener una verdadera conversación con Ricky. No era para menos: Brandon monitoreaba todo desde su laptop en mi escritorio, mientras Isaac y Ted filmaban también, para agregar tomas con movimiento a los primeros planos estáticos. Sin contar las luces, pantallas refractoras, el micrófono en el cuello de mi top y toda esa parafernalia. Cosas cotidianas para ellos, pero súper intimidantes para mí.Ricky había armado una lista de preguntas después de ver lo que mandara Deshaun, y nos esforzamos por seguirla, pero era obvio que nos iríamos un poco por las ramas.Hablamos de Kujo cerca de una hora, y hacia el final comentamos los cambios que sufriera desde que lo regresáramos a Pennhurst. Para ilustrarlo, expliqué el motivo de que Kujo hablara tanto durante mi última visita.—¿Quieres decir que puede alimentarse de la vibra negativa de la ge
Era excitante, desearles buenas noches a los Cazadores y cruzar el jardín con Brandon hacia la casa de huéspedes. Se quitó la camiseta de mangas largas tan pronto entramos, la hizo girar sobre su cabeza y la lanzó sobre el equipo que llenaba la sala.—¡Al fin solos! —exclamó a voz en cuello.—¡Al fin!Salté sobre su espalda y sujetó mis piernas contra sus costados, riendo conmigo. Me cargó por toda la casa antes de subir las escaleras hasta el dormitorio, donde me soltó de espaldas en la cama. Y allí me quedé, admirándolo. Desabrochó su cinturón mirándome a los ojos, en sus labios una sonrisa para derretir piedras.—¿Sabes? Haría el episodio doble sólo con tu entrevista, intercalando videos para mostrar de qué hablas. Los ochenta minutos enteros, tú hablando —dijo, abriendo sus jeans.Contuve el aliento. Mis dedos cosquilleaban de ganas de tocar su pecho desnudo, sus brazos, esos labios que moría por sentir en mi piel.—No creo que ayude al
Alguien le dio la señal a Brandon de que estaban listos, y una vez más su voz se impuso a los ruidos a su alrededor.—¡Grabando en cinco!A pesar de la advertencia de Isaac, la entrevista de Trisha resultó por demás interesante para mí, porque en realidad nunca nos habíamos sentado a conversar sobre lo que habíamos vivido en esos días.Amy salió de la casa de huéspedes, toda emperifollada para su propia entrevista, y fue a sentarse bajo la tercera tienda. La forma en que seguía esquivándome me desconcertaba. Sí, bien, ella y Trisha no coincidían sobre lo que ocurriera. Pero, ¿por qué eso la haría cambiar de actitud para conmigo?Trisha y Brandon pronto terminaron la primera parte de la entrevista, en la que cubrieron los hechos concretos en lo que más parecía una plática entre dos amigos. La clase de mater
—¡Treinta para almorzar!Brandon envió a Trisha con Isaac y Rick a nuestra tienda, mientras él se encaminaba en dirección opuesta hacia Amy. Allí estaban sirviendo el almuerzo, de modo que la invitó a caminar con él. Los vi alejarse a paso lento hacia la puerta trasera.No tuve ocasión de preguntarme qué estarían hablando. Trisha ya rodeaba la mesa de los monitores, de modo que me incorporé para arrojarle los brazos al cuello. Nos abrazamos estrechamente, como hacía mucho que no hacíamos.—Te quiero —susurré en su oído.—Yo también, maldita kamikaze.—Mira quién habla.Nos soltamos riendo. Para encontrar a Ricky filmándonos.—¿Bromeas? —gruñí.—Es la toma final perfecta para su entrevista —arguyó Ricky, sin apartar la vista
Fue toda una aventura para mí. Era la primera vez que me iba por tanto tiempo de la mansión, mi primer viaje a la Costa Oeste, la primera vez que viajaba con Brandon y la primera vez que volaba en un jet privado. Por suerte estaba Trisha, para que tantas novedades no resultaran tan abrumadoras.El lunes fue un día largo. Dejamos la mansión al mediodía y pasamos toda la tarde con la señora Williams, filmando la entrevista en su casa. Luego cenamos allí mismo, en Boston, y despegamos de Logan un par de horas después, agregándole tres horas a nuestro día al volar hacia el oeste. Un vuelo que se hizo eterno. Hasta que al fin aterrizamos en Los Ángeles en una mañana soleada.La esposa de Isaac había invitado a Trisha a quedarse con ellos hasta que tuviera dónde vivir. Todos coincidíamos en que seguramente quería conocer a la persona con quien su marido pasar&iacut