Sentí que Kujo frotaba su cara contra la mía y me di cuenta que estaba conteniendo el aliento, temblando de pies a cabeza. Su roce cálido me hizo reaccionar.
Brandon provocó a Kujo hasta que llegué al sótano, intentando quemarlo con su agua bendita. Y luego se me vino encima, desencadenando la reacción de Kujo. Después que Kujo lo atacó, hiriéndome involuntariamente, Brandon se puso de pie de un salto lanzando puñetazos al aire como un lunático. No me pisoteó por pura casualidad, porque yo estaba desmayada a sus pies. Amy corrió escaleras abajo al mismo tiempo que Isaac lograba apartarlo de mí, y lo obligó a sostener la cámara para cargarme en brazos escaleras arriba, mientras Amy mantenía a Brandon a distancia prudencial.
—Kujo furioso.
—Pero tenías razón —repliqué—. ¡En verdad quería hacerme daño! Y tú lo evitaste. Ya nadie se atreverá a ponerlo en duda.
Mostraron a Brandon antes que los siguiera hacia la cocina. Se cubría el lado rasguñado con
Brandon cruzó el jardín al atardecer, las manos tras la espalda, mirando a su alrededor con expresión ausente mientras hablaba.—Tuve que ver ese video para recordar lo que ocurrió, y sus palabras me impactaron. Me llamaba marioneta. Sabía lo que estaba ocurriendo. En ese momento, sólo comprendí que no me permitirían acercarme a ella, sobre todo ahora que Isaac me daba la espalda. No podía creerlo. ¡Me había traicionado! ¿Cuán poderoso era este demonio, para volver en mi contra a quien fuera mi mejor amigo durante los últimos veinticinco años? Estaba atrapado, solo. Tendría que luchar por mi vida. —Miró a la cámara—. Se estarán preguntando si me quedé. La respuesta es sí, me quedé. ¿Por qué? —Soltó una risa amarga—. La verdad es que no lo sé. —Se encogió de hombros—. Estaba tan fuera de mis cabales esa noche, que puedo enumerar al menos media docena de razones por las que me quedé. Y ninguna tiene sentido.Regresaron al time lapse. Lo mostraba vigilando la cámara del s
Me arrastré fuera del saco de dormir apenas Brandon dejó el palco.—¡Gina! —llamé, saliendo a gatas de la tienda.—¿Qué ocurre, Fran?—Lo siento, Gina, pero no puedo quedarme hasta mañana por la noche —dije, enjugando mis lágrimas para hacer lugar a las que venían detrás.—Está bien, Fran. No te preocupes por nosotros.—Kujo protege —agregó él viniendo a pegarse a mi costado.—¿Están seguros?—Sí. Ve a hacer lo que debes hacer.—De acuerdo —murmuré, y regresé a la tienda para buscar mi teléfono.El próximo vuelo de Filadelfia a Los Ángeles no despegaba hasta después de las seis de la mañana. Era sólo medianoche. Mierda. No importaba. Mejor ta
Al correr hacia la escalera tuve un atisbo de la gran habitación del primer piso, que se veía como si acabara de ser golpeada por un huracán, pero no le presté atención. Corrí escaleras arriba e irrumpí en el dormitorio. Me quedé petrificada apenas crucé el umbral. Mi corazón, que latía como si estuviera a punto de estallar, quedó detenido y todo dio vueltas a mi alrededor.Brandon estaba en la cama, inconsciente, con un corte en la frente que sangraba sobre su cara y su camiseta. Cake estaba a su lado, levantando sus piernas para terminar de acostarlo.—Se tropezó en la cocina y se golpeó la cabeza con la isla —jadeó Cake, sin aliento luego de cargar el peso muerto de Brandon por las escaleras.No podía respirar. No podía pensar. No podía hablar. No podía moverme.—¡Fran! ¡Tráeme una toa
Desperté a eso de las tres. Brandon dormía tan profundamente, que pude escurrirme entre sus brazos sin que se diera cuenta. Al regresar del baño oí ruidos en la planta baja. Entonces recordé la zona de desastre que era la sala cuando llegara. Me vestí y bajé atándome el pelo.Guadalupe había llegado mientras dormíamos, y su gran sonrisa al verme me desconcertó. Ella y Cake habían intentado restaurar un poco la sala, pero la gran habitación aún se veía como si nos hubieran visitado los muchachos de La Naranja Mecánica. La cocina todavía era un caos, llena de vidrios y tazones rotos, y vino y toda clase de cosas volcadas en el suelo. Y cuando digo toda clase de cosas, me refiero a que hasta había charcos de mayonesa. Así que me puse un delantal, guantes de goma y me dispuse a limpiar la zona de desastre número dos.Guadalupe y Cake c
A la mañana siguiente nos levantamos temprano. Brandon tenía que ayunar antes de la cirugía, pero no importaba, porque estábamos tan ansiosos que no teníamos apetito. Cake llegó cuando bajábamos. Se veía descansado y diez años más joven que la noche anterior.De camino al hospital, aproveché que estaba sola en el asiento trasero del auto para escribir varios mensajes. A Amy, para que supiera que había llegado bien a Los Ángeles y todo había salido bien con Brandon. A Isaac, para que supiera que ya estaba en la ciudad, yendo al hospital con Brandon, y que le avisaría cómo había salido la cirugía apenas lo supiera. Y por último a Harry, para pedirle que le recordara a Hugo que enviara toda su luz y a todos sus ángeles para que vinieran a echarnos una mano.—¿A quién le escribes tanto? —preguntó el con
Me incorporé sobresaltada al oír que Brandon se movía. Sus dedos se agitaron levemente y cubrí su mano con la mía, mi corazón latiendo con fuerza. Su cabeza se inclinó un poco hacia mí y entreabrió los labios.—Tranquilo —susurré.Intentó hablar y frunció el ceño.—Tranquilo, amor. La cirugía salió bien.Sentí que trataba de presionar mis dedos. Tomé su mano y la llevé mis labios.—Salió bien, Bran —repetí, por las dudas—. Vas a recuperar la vista.Su suspiro tembloroso me indicó que había comprendido. Su otra mano se alzó con lentitud a palpar el vendaje que cubría sus ojos.—Eso se quedará allí por varios días.—¿Salió bien? —musitó, mientras sus dedos exploraban el
Contra todo pronóstico, Brandon resultó el paciente más dócil y obediente del mundo. Creo que el susto de haber estado a punto de quedar ciego le dio un nuevo significado a esta oportunidad de recuperar su vista por completo. Jamás se quejó por la molesta crema que tenía que aplicarse directamente en los globos oculares, jamás olvidaba ponerse las gotas ni tomar las medicinas, dormía boca abajo, no se quitaba los protectores oculares en ningún momento.La primera semana fue obviamente la más difícil, mientras todavía tenía los vendajes. Sin embargo, su determinación de seguir las instrucciones del doctor, costara lo que costase, nos ayudó a adaptarnos con mucha más facilidad de lo que me había atrevido a esperar. Tal como dijera el médico, Brandon había estado bajo tanta presión durante las últimas dos semanas, que estaba ex
Todos los equipos regresaron a Los Ángeles un par de días después, a pasar las fiestas en sus casas, y Brandon decidió que se sentía lo bastante osado para agasajarlos con una cena en un restaurante donde solían reunirse.Sería su gran regreso a la vida social, poniendo fin a cuatro meses de reclusión y oscuridad. Y para dar relevancia a la ocasión, me advirtió que Cake le había pasado la información a un par de reporteros.—¿O sea que mis amigos estarán allí?—Imagino que sí. El problema es la veda que les impusiste. No quiero que te dejen fuera del informe. Al contrario: quiero que todo el mundo sepa que estamos juntos.Alcé la vista hacia él suspirando. Pero como me venía pasando en esa última semana, encontrar sus ojos enfocados en los míos me hacía tan feliz que no pude negarme.