Heaven
—Lo siento tanto —dice Paige, acariciando mi mejilla.
Las dos estábamos echadas en mi cama y no he vuelto a salir de mi casa desde que esa noticia derrumbó mi corazón. Mi cabeza no dejaba de doler y la razón era porque no he dejado de llorar por nada. Cada vez que me calmaba, el recuerdo volvía y nuevamente las lagrimas caían.
Han pasado dos semanas. Catorce días desde que perdí a mi bebé y cada día, el dolor se volvía más insoportable. No comía, no dormía bien. Hubieron noches es que me levantaba gritando pues tenía pesadillas sobre un bebé que desaparecía frente mis ojos.&n
HeavenAparco mi moto frente a mi casa. Rápidamente me bajo de ésta, derrapándola en la pista sin importarme el golpe que cae contra un lado y entro como una fiera al interior de mi casa. Giro mi cabeza hacia todos lados hasta que veo a mi padre frente al televisor, comiendo una manzana.«Hijo de puta»Aprieto la mandíbula con fuerza y siento mi corazón a punto de salirse de mi pecho. Llego hacia él y lo apunto con mi arma justo en la nuca.—Fuiste tú —digo con la voz entrecortada como si me quemara la garganta al decir esas palabras.Mi padre agarrar el control de la televi
HeavenRespiro el aire nuevamente de mi querida Alemania después de estar un mes viajando por los diferentes puntos importantes que controla nuestra organización en la mafia internacional. Bajo las escaleras del avión y me siento como si al fin hubiese vuelto a mi hogar.«Se sentía raro volver a mi país natal»El viento sopla con fuerza y tiemblo un poco por la brisa que me congela las mejillas. Adler baja detrás de mí y me coloca un abrigo por los hombros. Lo miro sobre mi hombro y sonrío.—Pareces un mapache —dice arrugando un poco la nariz.—Gracias, padre. N
HeavenCuarenta minutos después llegamos a una propiedad lejos de la ciudad. El lugar estaba rodeado de muros grandes con rejas electrificadas en la parte superior. Hombres armados se encontraban en los extremos de una puerta grande de fierro que daba entrada a la mansión.«Se notaba que se tomaban muy en serio la seguridad»Uno de los guardias ve a mi padre y nos deja pasar. La limosina entra y logro ver el pasto alrededor del lugar con ciertas figuras en los arbustos y arboles. Una fuente se encuentra en el medio del lugar. El coche la rodea quedando estacionada en la puerta de la mansión.Las paredes blancas y columnas grandes es todo lo que logro ver desde el i
UN AÑO DESPUÉSHeavenVeo el humo salir de la boca de la pistola debido al disparo que acabo de ejecutar. El cuerpo con el hueco en la frente por la bala cae de espaldas a mis pies y doy un salto hacia atrás para evitar que termine cayendo sobre mí. Emito una mueca de asco en mi frente cuando diviso el líquido carmesí junto a los sesos rodeando el cuerpo del escolta.—Conste que yo te avisé —espeto irónicamente al muerto y paso la mano en mi pantalón de cuero limpiando las pocas gotas de sangre que lograron caer en mi atuendo— ¿Sabías que el cuero está caro, idiota? —pregunto con desd&eac
Hace seis años.—¡Nate, basta, por favor! —grito desesperada al ver la escena de la cual mi hermano estaba siendo partícipe— ¡Déjala, Nate! —vuelvo a gritar adolorida aún en el piso, un poco desorientada tratando de llegar hacia ellos.—¡¿Esto era lo que querías?! —responde mi hermano mientras seguía en lo suyo.Las lágrimas no podían cesar, caían como cascada sobre mi rostro, mezclándose con la sangre en mis labios. Seguía luchando para no perder el conocimiento luego de la golpiza que me había propinado Nate. Bajo mi mirada hacia la persona que estaba siendo víctima de mi hermano, estaba en shock.
Heaven¿Alguna vez han sentido esa necesidad de agarrar a una persona, que quieren mucho, por el cuello y apretarlo hasta que deje de respirar debido a que están en un punto de perder la paciencia? Es decir, no matarlo, pero sienten como esas ganas de tomar hasta la última opción para que esa otra persona se calle.¿No? ¿En serio estoy a punto de perder la cordura yo sola?Al parecer, sí.—¿Y este? —de un momento a otro, sin darme cuenta, siento el teléfono chocar contra mi rostro.Cierro los ojos intentando mantener la paciencia que no tengo, y exhalo profundamente para no explotar, rec
HeavenSoy consciente de que estoy caminando sola, con mi moto a un lado de mi cuerpo, en las oscuras calles de un barrio, el cual no reconozco de ningún lugar. Las subidas en colina son las más difíciles y es que empujar una moto de más de ochenta kilos no era para nada una tarea fácil.Creo que el haber peleado con Ryder sin tener en cuenta que tendría que viajar sola hasta casa en este estado no había sido muy inteligente de mi parte en ese momento. Pero era demasiado obvio que no iba a ceder ante su petición de tener sexo.¿Dónde carajos habrá estado esa polla en el tiempo que no tenías sexo? Ew.
Nicola—Por favor, por favor, por favor. En serio me gusta esta chica, Nicola —dice Kai, arrodillado frente a mí, con las palmas juntas suplicando por octava vez.Al parecer a alguien le gustaba aceptar el significado de un rechazo. El pelinegro frente a mí seguía con sus constantes humillaciones, rogándome, a pesar de que mi respuesta había sido un "no" rotundo al plan estúpido que tenía en mente mi mejor amigo.Me agarro el puente de la nariz y rezo internamente a Dios para que me de paciencia y no fuerza porque juro que lo mataba en este instante por tanta ridiculez de su parte. Giro mi rostro hacia su dirección y gesto de perrito lastimado