—Jacob nos llevará al parque de diversiones — pidió Zarai en cuanto entró a la cocina—. ¿Nos dejas ir?—¿De verdad vas a llevarlas? No tienes que hacerlo, mi amor. Son mis hermanas y es mi deber cuidar de ellas. —No me molesta ni me incomoda pasar tiempo con un par de niñas tan agradables. Además, tú tienes tu encuentro con tu amiga. Habla con ella tranquilamente, porque por lo que me di cuenta ayer, mi presencia la cohibió mucho. No quiero incomodarte con ella. —¿Estás seguro? Pensaba presentarte a ella. —Volveremos temprano y así podré conocerla, ¿de acuerdo? — besó mi mejilla con suavidad—. ¿Qué te hiciste hoy? Cada día te pones mucho más hermosa. —Deja de jugar y ve con las niñas al parque de diversiones — besé sus labios y dejé un beso en la frente de cada una de ellas—. Pórtense muy bien, pero, sobre todo, diviértanse mucho. —Antes de irnos, ven, acércate un poquito a mí — me tomó de la cintura, me pegó a su cuerpo y acercó sus labios a mi oreja, haciéndome estremecer por s
—¡Deja de reírte y da la cara, cobarde! — se acercó más, con toda la intención de golpearlo, pero antes de que pudiera hacerlo, Jacob atrapó su mano con suma rapidez en el aire—. Ni creas que voy a permitir que sigas pisoteando los sentimientos de mi mejor amiga. Habla con la verdad o te hago conocer el mismísimo infierno. —Sé que no debía reírme, pero es que esa copia barata que tengo en algún lado del mundo es muy sincero, y su sinceridad siempre logra hacerme reír — carraspeó, apretando la muñeca de Arabella —. Te puedo asegurar que yo no soy tan condescendiente como Logan. No sé quién demonios eres y tampoco me interesa conocerte. —¿Quién demonios es Logan? — inquirió ella, tratando de liberar su mano—. No vengas ahora con estupideces. Sabes a la perfección quién soy y lo que pasó esa noche en el club. —Arabella, cálmate, por favor — la tomé del brazo con suavidad—. Creo que te estás confundiendo.—Por supuesto que no. Nunca voy a olvidar la cara de este payaso — me miró fijame
ARABELLANo quería saber nada de nadie, por lo que, tan pronto llegué a casa, me fui directo a mi habitación, pero no contaba con que me estrellaría de frente con mi padrastro a tan solo unos pasos de llegar a ella. No tenía ánimos de hablar con él, pero se vuelve tan insistente cuando no hago todo lo que pide. —Al fin llegas a casa, ¿dónde estabas? — cuestionó. —Me encontré con Cora. —Oh, hace mucho no la veo. —Se mudó — fue todo lo que dije, sin ganas de seguir su conversación. —¿Qué te tiene tan enojada, hija?—No soy tu hija — le recordé por encima vez—. Y tampoco te interesa lo que me tiene enojada. ¿Puedo ir a mi habitación? Estoy muy cansada. —Ven conmigo a mi despacho, tenemos que hablar sobre nuestro nuevo plan. Cerré los ojos con fuerza, sintiéndome cada día más presa de sus exigencias y peticiones. No sé cómo demonios terminé accediendo a hacer todo lo que pidiera, si es que él no es mi padre y yo tampoco soy un objeto que puede usar a su divino antojo. —¿Tiene que
Puede que desahogue todo mi dolor con un Dios que pareciera que nunca va a escucharme, pero en cuanto salgo de mi habitación y la luz de la oscuridad ilumina mi vida de mierda, debo hacer como si nada estuviese pasando a mi alrededor. Los abusos se olvidan, el dolor queda guardado en lo más profundo de mi corazón y esas lágrimas llenas de impotencia se sustituyen con sonrisas falsas y miradas cautivas. Mi mundo es un círculo vicioso, uno del cual quiero salir de alguna manera, pero no encuentro la ruta de escape.Tal como lo pidió Frank, me dediqué a conocer más de los Bardot, no solo de Logan, sino de toda su familia en general. El mundo es un pañuelo, nunca habría imaginado que Cora sería la mujer del hermano del hombre que tengo que conquistar. Si él descubre mi relación con ella, sabiendo que todo esto hace parte de un plan de Frank para quitarle dinero, estaría metiendo a mi mejor amiga en problemas con el amor de su vida. Por dónde sea que lo vea, no hay manera de que ella no se
Me mantuve en silencio y sin saber qué decir. Su ataque directo me dejó sin palabras. No había necesidad de contar algo que él ya conocía, pero ¿podré pedirle su ayuda a pesar de que cabe la posibilidad de que no crea en mí? ¿Qué puedo perder, si no soy nada ni nadie para él y al parecer para nadie? —Te escucho — puso los codos sobre la mesa y me miró fijamente, poniendo mis nervios de punta ante su penetrante mirada. Empujé las palabras de lo más profundo de mi interior, decidida a lanzarme de cabeza a una posible salida. —Primero que todo, Frank no es mi padre. Mi madre se casó con él desde que era tan solo una niña, por lo que te pido que no te vuelvas a referir a él como tal — suspiré—. Como ya lo sabes, él se dedica al lavado de activos en sus diferentes empresas, ¿no?—Así es, pero ¿cuál es tu papel dentro de la organización? —Conseguir los socios y asegurarme de que inviertan sus capitales en las diferentes empresas que están planteadas en el momento. —Por esa razón te ac
ARABELLA Había perdido toda esperanza de salir de este hoyo en cuanto no recibí ninguna respuesta directa de Logan y ese hecho me hizo decaer como nunca me había sucedido en mi vida. Una parte de mí añoraba que me ayudara, porque realmente necesitaba de una mano para no seguir cayendo en la oscuridad. Cada día que va pasando me siento sin ganas de seguir viviendo, de igual manera, ¿para qué seguir en este mundo donde la soledad y la desdicha siempre me han cobijado? ¿Para qué continuar si nunca he tenido ningún motivo para vivir? Lo único que deseo es acabar con esta situación que cada vez se vuelve más enfermiza, retorcida y asquerosa. Por más que me haga la fuerte frente a todos, mi mente no puede más, mi corazón no soporta quebrarse más... mi alma aclama la paz. Tenía contemplado confesar este secreto a Cora, pero no soy capaz de arruinar su felicidad con mis problemas. Ahora que está en su burbuja de amor, destilando felicidad por cada poro de su ser, no quiero ser la causante
LOGAN —No tenía ni la menor idea de que estuvieras aquí, copia barata — le dije a Jacob, tan pronto me abrió la puerta de su casa.—Ni yo, copia barata — sonrió ladeado—. ¿Puedo saber a qué vienes? —Te extrañaba. Desde que estás con tu mujercita no me buscas como solías hacerlo. —Ya tengo mi vida, y por lo que me doy cuenta, tú llevas una muy interesante y despreocupada. —Pareces sorprendido con ese hecho — reí, desviando la mirada a Cora y el par de niñas que jugaban con ella—. ¿En qué momento las hicieron que no me di cuenta? —Son sus hermanitas — las miró como cuando mi padre mira a mi madre—. Larga historia, pero ¿tú a qué vienes y cómo sabías que estaba en California? —Vine a cerrar un negocio y me enteré por Lea que estaban aquí, pero pensé que se encontraban en casa de tus suegros. —El padre de Cora se internó y su madre está en terapias — se frotó las sienes—. Al menos todo va por buen camino con ellos. —Ya veo — saludé a Cora con la mano desde donde me encontraba y el
En la sala de espera Cora, Jacob y yo esperábamos impacientes alguna información de Arabella, pero entre más pasaban las horas, nadie salía a decirnos ni una sola palabra de su estado. La desesperación nos estaba consumiendo por dentro. Mientras Cora dormía entre los brazos de mi hermano, no tuve otra opción que contarle todo lo que había sucedido en el restaurante incluyendo esa confesión que se esperaba.Le había pedido a Jacob que llevara a ese hijo de puta a la casa de tío en la playa sin darle ninguna explicación y era de esperarse que indagara la razón en cuanto llegara al hospital.—Ahora todo cobra sentido... pero ese bastardo se veía muy afectado.—No sé cómo funciona la mente de un enfermo, pero supongo que le afecta por el hecho de que no la tendrá más bajo su dominio.—¿Qué piensas hacer con él? Me siento muy intrigado con tu forma de actuar. No sabía que eras tan empático con los demás — me miró con una sonrisa burlona en los labios—. Si la chica no te interesa, porque de