Me mantuve en silencio y sin saber qué decir. Su ataque directo me dejó sin palabras. No había necesidad de contar algo que él ya conocía, pero ¿podré pedirle su ayuda a pesar de que cabe la posibilidad de que no crea en mí? ¿Qué puedo perder, si no soy nada ni nadie para él y al parecer para nadie? —Te escucho — puso los codos sobre la mesa y me miró fijamente, poniendo mis nervios de punta ante su penetrante mirada. Empujé las palabras de lo más profundo de mi interior, decidida a lanzarme de cabeza a una posible salida. —Primero que todo, Frank no es mi padre. Mi madre se casó con él desde que era tan solo una niña, por lo que te pido que no te vuelvas a referir a él como tal — suspiré—. Como ya lo sabes, él se dedica al lavado de activos en sus diferentes empresas, ¿no?—Así es, pero ¿cuál es tu papel dentro de la organización? —Conseguir los socios y asegurarme de que inviertan sus capitales en las diferentes empresas que están planteadas en el momento. —Por esa razón te ac
ARABELLA Había perdido toda esperanza de salir de este hoyo en cuanto no recibí ninguna respuesta directa de Logan y ese hecho me hizo decaer como nunca me había sucedido en mi vida. Una parte de mí añoraba que me ayudara, porque realmente necesitaba de una mano para no seguir cayendo en la oscuridad. Cada día que va pasando me siento sin ganas de seguir viviendo, de igual manera, ¿para qué seguir en este mundo donde la soledad y la desdicha siempre me han cobijado? ¿Para qué continuar si nunca he tenido ningún motivo para vivir? Lo único que deseo es acabar con esta situación que cada vez se vuelve más enfermiza, retorcida y asquerosa. Por más que me haga la fuerte frente a todos, mi mente no puede más, mi corazón no soporta quebrarse más... mi alma aclama la paz. Tenía contemplado confesar este secreto a Cora, pero no soy capaz de arruinar su felicidad con mis problemas. Ahora que está en su burbuja de amor, destilando felicidad por cada poro de su ser, no quiero ser la causante
LOGAN —No tenía ni la menor idea de que estuvieras aquí, copia barata — le dije a Jacob, tan pronto me abrió la puerta de su casa.—Ni yo, copia barata — sonrió ladeado—. ¿Puedo saber a qué vienes? —Te extrañaba. Desde que estás con tu mujercita no me buscas como solías hacerlo. —Ya tengo mi vida, y por lo que me doy cuenta, tú llevas una muy interesante y despreocupada. —Pareces sorprendido con ese hecho — reí, desviando la mirada a Cora y el par de niñas que jugaban con ella—. ¿En qué momento las hicieron que no me di cuenta? —Son sus hermanitas — las miró como cuando mi padre mira a mi madre—. Larga historia, pero ¿tú a qué vienes y cómo sabías que estaba en California? —Vine a cerrar un negocio y me enteré por Lea que estaban aquí, pero pensé que se encontraban en casa de tus suegros. —El padre de Cora se internó y su madre está en terapias — se frotó las sienes—. Al menos todo va por buen camino con ellos. —Ya veo — saludé a Cora con la mano desde donde me encontraba y el
En la sala de espera Cora, Jacob y yo esperábamos impacientes alguna información de Arabella, pero entre más pasaban las horas, nadie salía a decirnos ni una sola palabra de su estado. La desesperación nos estaba consumiendo por dentro. Mientras Cora dormía entre los brazos de mi hermano, no tuve otra opción que contarle todo lo que había sucedido en el restaurante incluyendo esa confesión que se esperaba.Le había pedido a Jacob que llevara a ese hijo de puta a la casa de tío en la playa sin darle ninguna explicación y era de esperarse que indagara la razón en cuanto llegara al hospital.—Ahora todo cobra sentido... pero ese bastardo se veía muy afectado.—No sé cómo funciona la mente de un enfermo, pero supongo que le afecta por el hecho de que no la tendrá más bajo su dominio.—¿Qué piensas hacer con él? Me siento muy intrigado con tu forma de actuar. No sabía que eras tan empático con los demás — me miró con una sonrisa burlona en los labios—. Si la chica no te interesa, porque de
Desperté en medio de una habitación con poca luz. Al tratar de levantarme de la cama, no pude hacerlo por la misma pesadez y cansancio que sentía. No conocía el lugar en el que me encontraba y tampoco tenía intención de saber. Ante lo poco que logré recordar, esa angustia y desesperación volvió a hacerse presente. ¿Por qué me tuvo que pasarme esto a mí? Ese viejo asqueroso no solo me arruinó mi inocencia, sino también se atrevió a dejarme marcada de por vida.—¿Cómo te sientes, Bell? — Cora me tomó de la mano y me acarició con suavidad.—Dime que es mentira — aunque no quería llorar, no pude contener las lágrimas—. Dime que estamos en un maldito sueño.—N-no importa donde estamos o qué es cierto o no, lo que importa es que estamos contigo.—¿Quiénes? Si la única persona que tengo a mi lado eres tú.—Jacob y Logan también están a tu lado. Las gemelas no han dejado de preguntar por ti. Extrañan mucho jugar contigo.—¿Por qué ellos estarían conmigo? ¿Quién soy yo para ellos?—Aunque no l
Después de casi un mes, encerrada en esas cuatro paredes de esa habitación tan fría y blanca, el doctor me permitió salir puesto que mi peso aumentó considerablemente y ya no tenía tanto riesgo como en un principio. Mañana me dan el alta, pero antes de irme a casa van a revisar el estado del bebé y, siendo muy honesta, no quiero verlo ni escuchar los latidos de su corazón. Podré parecer la peor persona para muchos, pero no me siento cómoda ni mucho menos feliz de tener un bebé no deseado ni querido creciendo en mi interior. Cora, Jacob y Logan se veían emocionados con la idea de saber del bebé, aunque no se atrevían a decir algo al respecto, lo podía ver en sus ojos. Con Logan ahora son muy pocas las palabras que cruzamos, pero no ha dejado ni un solo segundo de estar al pendiente de mí, de traerme buena comida a escondidas de las enfermeras y de hacerme compañía a diario. Me confunde su manera de actuar, más porque no puedo saber lo que en realidad está cruzando por su mente. —¿Est
Los días se fueron pasando en un abrir y cerrar de ojos. Al caer en tiempo y espacio, ya me encontraba bien físicamente. Ya no existía ningún dolor ni ningún tipo de recuerdo que me llevara a esas horribles pesadillas que me han gobernado desde siempre. Todavía sentía cierto temor quizá porque sentía que ese viejo iba a aparecerse en mi vida a terminarla de acabar, pero Logan me ha asegurado muchas veces que no tengo de qué preocuparme. Nuestra amistad ha ido creciendo con el pasar de los días de manera favorable; sin embargo, me siento tan nerviosa y avergonzada cada que me abraza, me mira fijamente o me tira uno que otro comentario que me deja pensando su significado. No podría decir si me hace sentir algo más, porque es tan complicado entender mis sentimientos ya que nunca me he enamorado de alguien, pero supongo que solo se trata de agradecimiento y de toda la ayuda que me ha brindado. Cora no se ha despegado ni un solo instante de mi lado. A pesar de cargar con sus problemas, t
Entrar a esa cabaña fue como haberme transportado a un mundo que desconocía y que nunca había cruzado por mi mente como una posibilidad de ser libre. La cabaña era pequeña y el frío se percibía tan pronto uno cruzaba la puerta.En medio del salón se encontraba sujeto a unas cadenas gruesas por los pies, desnudo y cubierto de sangre. El olor que provenía de él era asqueroso, quizá por la misma sangre, el vómito o esa comida podrida que había en sus alrededores. Jamás imaginé verlo de esa manera tan vulnerable, asquerosa y patética, pero se veía tan bien. No lo podía negar. En cuanto sintió que alguien había entrado, levantó la cabeza y me miró con ojos de sorpresa.—E-estás viva, mi amor... — musitó, enderezando su espalda y esbozando una medio sonrisa—. Estás aquí conmigo, mi pequeña.La fuerte patada que Logan dejó en su pecho lo hizo caer de vuelta al suelo. Presionó su cabeza con la suela de su zapato, moviendo el pie de un lado a otro sin contemplación alguna. Lo más agradable de