Una Kiara muy alterada trató de comunicarse con el grupo de hombres que envió por su abuelo, pero estos por seguridad se habían desconectado, logrando que ella se llevara las manos a la cara, sin dejar de pensar en el riesgo inimitable al que se acercaban. No solo ellos, también el general Moretti, a quien querían sacar de ese lugar antes que eso ocurriera. Solo que Brandon estaba desesperado por obtener una nueva victoria sobre ellos. No podían avisarles de nada. Kiara no pudo evitar el miedo al cual se expuso de perder a su abuelo, mientras que Samara tenía sus propias preocupaciones. Tan solo pensar en que...Se giró a la pantalla, con el móvil en la mano y cientos de desastres que podían ocurrir si tomaba la decisión de pedir a sus contactos hacer algo. Su número podría ser rastreado y en realidad no solo ese ser el riesgo. __ Intentaré de nuevo. - se precipitó Kiara sin saber que más hacer, pero con la esperanza de que el resultado fuese diferente. Que la línea si aceptara s
El general escuchó los potentes estallidos que hicieron que se levantara de donde estaba junto al teniente Santillan y el capitán Velez a quien también habían capturado cuando se presentó con él para dar las buenas nuevas del operativo para salvar a Nessi del atentando. Pero ahora quienes estaban en riesgo eran ellos, pues no les costó adivinar que quienes estaban intentando entrar a ese lugar, no era para sacarlos, sino para que sus vidas acabaran justo ahí. Las balas se escucharon cerca. Los gritos de atacar de los oficiales hacia sus compañeros y la impotencia por no poder hacer nada los tenía contra los barrotes, en completo silencio.__ Fue un honor haber servir con usted, mi general. - dijo el capitán Velez mirandolo con ese respeto que fFderico se había ganado. __ Lo mismo digo, capitán. Teniente, admiro su valentía y respeto su nombre. Capitán Buckner, gracias por la lealtad. - dijo a sus suboficiales cuando escucharon disparos cada vez más cerca. Potentes armas que solo av
El leve taconeo se escuchó cada vez que tocó el piso, sumado a gotas de agua que causaron ese ruido un tanto tenebroso en el sótano, a la vez que el hombre en la jaula comenzó a abrir los ojos. La debilidad lo estaba haciendo alucinar últimamente, por lo que trató de esquivar la que veía en ese momento. No había probado una sola gota con agua desde que llegó a ese sitio. Su estomago suplicaba por un poco de comida y su cuerpo el moverse, aunque fuera un centímetro. Las articulaciones le dolían demasiado, casi para perder la movilidad. Respiró lentamente, obligándose a dejar la cabeza en alto para ver el lugar. La figura femenina y delicada se acercó cada vez más, arrastrando algo que lo erizó al estar en contacto con el suelo, causando esa sensación en las plantas de sus pies que lo confundieron.El cabello castaño, luciendo mas lacio que nunca, se ondeó con cada paso que ella dio, dejando a la vista dos brillantes en sus orejas, siendo la unica cosa que pudo enfocar del todo. _
La naturaleza de un Blackwood siempre sería tomar las cosas con la más ansiada calma, no solo por ser parte de uno de sus preciados atributos, sino por hacer posible que estos fuesen mucho mas productivos. La casa que el capitán Ford visualizó desde la distancia eta su objetivo, no planeando mucho, pero sí con el interés intacto de obtener mayor credibilidad para Brandon. La media noche había llegado y él no desaprovecharía la oportunidad para lograr hacer de esas horas una gran hazaña. Kiara se acostó a un lado de su hija, mientras ella dormía plácidamente luego de la oración en la cual pidió ver a su padre pronto. Preguntando a cada hora por él, aclamando su llegada y amando la idea de volver a verlo. Guardó la esperanza de que dicha cosa sucediera. Nessi confiaba en que su padre volvería por ella como se lo prometió, él jamas mentía. Su madre también lo pensaba, pero de cierta forma el miedo instalado en su pecho no la dejo estar tan tranquila como su hija. Ella también pensó e
__ ¿Porqué no conecta la llamada? - cuestionó Brandon, notando que este parecía estar en un sitio con demasiada interferencia. - Ford, dame informes. __ No nos escucha, señor. Hay algo que bloquea la señal. - dijo el técnico. - Veré si logro hacer que vuelva a funcionar, así no sea en su totalidad. __ Como sea, necesito saber si dieron con Kiara. - demandó. No podía volverse a escapar de él. Había perdido todo. No le quedaba nada y si él le ponía las manos encima, la haría ver que era él el único a quien aún le importaba. La pantalla no mostró nada de lo que comenzaba a suceder en la propiedad que invadieron, creyéndose listos al lograrlo tan fácil, sin saber que solo estaban siguiendo planificaciones que se hicieron desde mucho antes que supieran de la existencia de ese sitio. La segunda ronda de hombres fue avanzando por lo bajo, caminando entre los pastizales, sin escuchar nada en su auricular. Se suponía que la orden ya debería haberse dado, pero no hubo absolutamente nada. Ni
El aire caliente golpeó la cara de Ford cuando una granada estalló a unos metros de donde estaba, obligado a correr lo mas lejos que pudiera, pues el hombre con la mirada sinietra que apuntó y derribó con balazos certeros, no tenía intención de dejarlo escapar. Sus hombres lo cubrieron, pero en cuanto asomaron la cabeza, les fue atravesada por la trayectoria de las balas que no tuvo reparos en desatar el fuego contra quienes tenia de frente. Un disparo le rozó el brazo y su mirada se dirijo a ese sitio con las cejas unidas, antes de levantarlas con indignación. Su dedo recayó en el gatillo de la M16 que cargó contra su pecho, apuntando y avanzando a la vez, yendo a la oscuridad de los árboles que cubrieron a la gente de Ford, los cuales supieron que era hora de retroceder. La comunicación fallaba por lo que ninguno de ellos logró dar aviso al resto de lo que sucedía.Samara cargó al coronel cuando este tuvo que saltar, notándose más la línea de sangre que emanó de su herida. __ D
Bastian saltó de una piedra a otra, las cuáles se arrancaron con su peso, pero su habilidad para encontrar otra lo hizo seguir bajando sin caer. Fue muy feroz su entrenamiento desde sus doce años, pero eso lo volvió el cazador en el que se convirtió, soltando las riendas de su control para caminar por un terreno inestable sin temor a caer, como sucedió con Ford. Lo podía escuchar jadeando por el dolor al caer, sin embargo, eso solo alentó a continuar persiguiendo su presa, mientras Santos encontró al general, a quien reconoció sin nada de gusto por verlo al haberlo visto años antes tratando mal a Kiara. Pero tampoco lo mataría. Ella lo amaba, él lo sabía. El Don guardó su arma y se hizo del cuchillo saltando a la tierra en donde enterró la hoja bajando por el escabroso terreno, siendo el punto de apoyo para no caer del todo. __ ¡Rescate! Necesito que me saquen de aquí. - dijo Ford en el auricular. Aterrado al oír un ruido que le erizó la piel. - ¡Saquenme de aquí, maldit@ sea! L
En cuanto el helicóptero en el cielo se hizo presente, todos los mörder giraron su cuello como si la promesa de un ser capaz de arrasar con todos ellos fuese la que llegaría. Sin prever las puerta siendo abiertas por Chang, quien dejó pasar los vehículos pintados con Vantablack que se hicieron presentes justo a tiempo para custodiar el primer paso de Bastian Blackwood entrando a la fortaleza con arma en mano. Sus ojos solo estuvieron puestos en ese sitio que muchas veces fue el refugio que sintió seguro, pero que ahora no era más que una cueva en donde se cometían error tras error. Los ojos negros recayeron en Ancell plantado en la puerta con cara tensa, viendo como este se aproximó con pasos feroces, alzando el arma a sus tobillos soltando el proyectil que le rompió el hueso, sin darle el tiempo para caer cuando lo tomó de la corbata, arrastrándolo con él. __ ¿Que te dije, Cornell? - lo lanzó dentro de la sala. - ¡¿Que mierd4 te dije?!__ No sé de qué... Tu autoridad sobre el...