Samara salió del penthouse, pidiendo a su gente quedarse vigilando, llevando con ella a solo dos sujetos. Uno como su chófer y uno más a lado de este. La cabeza le dolía. Estar frente a una pantalla era de lo peor. Le hacía doler la cabeza ver tantos programas a los que debía atenerse para no dejar pistas sobre cámaras de vigilancia que alguien podría descubrir y darse cuenta de cosas que se pudieron pasar por alto. Si algo recalcó Artemio durante mucho tiempo, fue que todo aquello que hicieran podía ser usado en su contra. Aunque no lo supiera al momento. Se detuvo frente a un baño público y bajó, entrando a la cabina automática en donde buscó el sitio que le dijeron estaría. No podían llevar un ADN al penthouse si cámaras grababan todo el día y alguna sospecha se podría levantar si el sistema fallaba. Lo guardó en su bolso y salió unos segundos después volviendo a abordar la camioneta que la condujo hasta un centro médico, pidiendo hablar con su médico por un chequeo de rutina.
Kiara sintió la cama hundirse a mitad de la noche, su mano bajo la almohada tenía el arma que apretó con rabia al sentir la cercanía del hombre que deslizó la misma sabana que le cubría el cuerpo sobre el suyo. Extrañó esas noches en las que podía acurrucarse en el costado de Bastian, el cual al solo llegar se pegaba a su cuerpo, como si él también lo necesitara. Pero con ese hombre que estaba en la misma cama sentía ganas de usar las balas que su arma tenía, así muriera en el proceso también.Pero no era inconsciente. Mientras no tuviera a Nessi a salvo y a Bastian ubicado, lo único que le quedaba era mantener el papel de esposa abnegada y enamorada de un desconocido que fingía ser su marido. Brandon la observó en todo momento. Algo le dijo que no podía cerrar los ojos. Morir era cuestión de un segundo y no podía permitirse que su muerte fuera en manos de una mujer como esa.Palpó las líneas ásperas de su mejilla, recordando cuando las hizo y al analizarlo, volvió a caer en lo mi
La entrada de quien veían como el Don a la prisión se llevaba a cabo, con un nombre que no le pertenecía, con cargos que fueron bien planteados y pruebas que lo llevaron a la central militar, en donde fue custodiado por el general Moretti y todo el séquito de hombres que le tenían más lealtad a él que al mismo ejército. El abogado no se hizo presente, tenía órdenes que no podía incumplir y por ello Peralta tuvo que hacerse de su propia gente para demostrar la inocencia de su jefe. Kiara se movió con rapidez dentro del penthouse, buscando el arma que escondió en su bolso en cuanto entró al baño y la sacó de la bomba. No podía tenerla ahí y aprovechó el momento, a la vez que Elsa sacó las bolsas de basura, mientras Nessi jugó con su castillo de bloques, siendo cuidada por Samara en su habitación.__ Quiero ir al parque. - dijo la pequeña vocecita que distrajo a Samara y la hizo sonreír al instante. - Coco quiere salir a correr.__ En unas horas, cariño. Por ahora tenemos que seguir la
__ Tiempo estimado de llegada. - el general caminó junto a su nieta por el extenso pasillo que tenia a todos corriendo de un sitio a otro, tomando todas las rutas de salida, consiguiendo que ninguna quedara obstruida para sacar de la central a todos los de alto rango. __ Ocho minutos. - expuso el teniente. - Pero mi general... El misil hipersónico viajando desde un aproximado de 2000 kilómetros, la expansión aproximada de la implosion es de un radio de 10 kilómetros. - la cara de todos se puso pálida, sin detenerse. Sabían que correr no era una opción que diera frutos para salir en auto y helicópteros no habían suficientes para todos. __ ¿Podemos interceptarlo y hacerlo estallar en el trayecto? - cuestionó el general. __ Estamos enviando nuestros mejores morteros, señor. - avisó dejando a la vista las pantallas que reflejaron el rastreo. - Pero los datos de reconocimiento de la ojiva nos alertan de un desastre. La mejor opción es ir al refugio. __ Ese malnacido no se va a escapar.
La vieja camioneta del sacerdote aparcó en el pueblo luego de mucho camino para recorrer. Las calles de tierra fue una tortura ya que no avanzó como hubiese querido, pero Bastian llegó al pueblo que por coincidencia fue el que Marc mencionó. El paso.Un pueblo que les daría un poco de paz para planificar la manera de regresar a Alemania. No podía quedarse más tiempo en Colombia. No sabía nada de su hija, debía saber algo de Kiara, pero al no poder comunicarse con ella tenía que buscar otra forma ya que el teléfono no recibía las llamadas.__ La pila le durará poco. - dijo Castillo. - Debemos conseguir un cargador.__ Lo mejor es conseguir un teléfono satélital. - se adelantó. - Aunque dudo que aquí encuentre uno tan fácil.__ Las guerrillas los usan todo el tiempo. - manifestó Castillo.__ No pienso meter las narices en la guerrilla solo por un teléfono. - dijo Santos abriendo la puerta de la iglesia.__ No, pero se puede saber donde los consiguen ellos. - alegó el alemán viendo las
__ Debemos llevarte a un doctor, abuelo. Él sangrado no se detiene. - Kiara colocó otra venda en la herida del general, mientras se hablaba aún de la radiación que podía haber en el exterior, teniendo que arreglárselas para estar en ese espacio. Tenía agua, alimento enlatado y algunos suplementos médicos, para permanecer en ese lugar, pero necesitaban salir. Que revisaran esa herida era una prioridad, por lo que tuvieron que dejar sus armas para disponerse a abrir manualmente.__ Camilo...__ Lo lamento, abuelo. No podía dejarlo matarte o a...__ Hiciste lo correcto, hija. - colocó una mano sobre la de su nieta. - Solo que era mi hijo. No dejará de doler ver en lo que se convirtió.__ Lo lamento. - repitió Kiara apenada por verlo así. Federico le pidió ayudarlo a levantarse en cambio, no quería quedarse en el suelo por más tiempo. El coronel Willow y el sargento Dredd usaron sus músculos para empujar y tirar de la puerta que fue dejando ver el exterior poco a poco. Tuvieron que sum
__ Disculpe, señor. - habló Kiara al hombre que les daba comida a sus cerdos en la granja pequeña. __ Sí, dígame. - dejó la bandeja que llevaba en las manos para verla. __ Es un favor para el señor Blackwood. - expuso y él se puso nervioso desde que escuchó el apellido del dueño de todo lo que sus ojos alcanzaban a ver. - No se preocupe. No le quitaran nada. __ Dijeron que cuando vinieran, debía irme. - se vio preocupado. __ No será así. - le dio un poco se consuelo. - Si olvida nuestros rostros y que estuvimos aquí, todo lo que cubre su granja, salvo bajo el granero será suyo. __ ¿Lo dijo el señor Blackwood? __ Lo dice su mujer. - respondió acercándose más. Él la observó por un momento, moviendo la cabeza para asentir, estando de acuerdo con lo que ella decía. - Ahora ¿tiene el código de acceso?__ Cambia cada 5 minutos, enviándose al celular que me dió. - señaló la casa en donde su esposa también lo vio con preocupación. - Tranquila, mujer. No pasará. Ella respiró con una son
Los autos frenaron de golpe al ver el vehículo atravesado, pero no les sirvió de nada al pasar sobre los clavos que estallaron los neumáticos al momento, usando la presión de estos para girar por la autopista, avisando a los otros dos de lo que sucedía, el segundo barrió los neumáticos al frenar siendo menos fuerte el impacto, superándolo con el impacto del tercero que ño arrastró mucho más. Conan se llevó la mano a la cabeza cuando el auto se detuvo, pero en el momento que abrió los ojos para ver al frente, un sujeto salió de atrás del auto con un arma en los brazos que desató en contra del auto con una puntería que lo obligó a lanzarse al piso con rapidez mientras el conductor y el copiloto fueron acribillados bañandole la cara con la sangre que salió de sus cabezas. El coronel, detuvo la cinta soltando secuencias de dos y tres disparos contra ellos, eliminando a los que alcanzó a ver, mientras ellos salieron en grupo de los autos, siguiéndolo en cuanto lo vieron moverse de la car