Llanura

Astor me tomó de las manos mientras el rey comenzó con su discurso. Nuestro calor nos hacía felices mutuamente. En mi mente, solo pensaba en nuestra boda y en nuestra vida de ahora en más. El también lo hacía, mientras me abrazaba, susurraba a mi oído cuanto me amaba y cuanto me había extrañado en todos estos días de encierro y ausencia.

—Hoy debo decir que no puedo mentirle con respecto a mi tristeza. No me caracterizaré por ser un mentiroso nunca. —empezó a decir el rey, todavía sosteniendo la corona de su hijo en sus manos. —Me entristece que las cosas tuvieran que terminar así, yo hubiera dado mi vida por volver a estar en paz con mi hijo y pudiéramos arreglar las cosas de otra manera. Claro que lo hubiera perdonado si lo hubiese tenido en frente de mí, no podría jamás haberlo asesinado ni, aunque él quisiera hacer lo mismo conmigo. Porque no se deja nunca de ser padre, por más que las circunstancias cambien tanto que no reconozcamos a nuestros hijos. —una lágrima le rodó por meji
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo