En la mañana Lorenna le marcó a Juan Carlos a su celular y le dijo:—Quiero que hablemos hoy mismo.—Está bien, ¿En dónde quieres que nos veamos?—En el parque puede ser.—¿Y por qué mejor no vienes a mi casa?—Solo será un momento.—Está bien.***Fabrizio se levantó temprano para alistar su viaje, de pronto sonó su celular, era Flavio.—Ya convoqué al consejo, en veinte días, nos vamos a reunir en la mansión de la familia Montalvan. Deberías quedarte porque Raimond desea verte; no se si sepas que él…—Si, ya sé que intentó cansarme con mi madre.—Siempre estuvo enamorado de ella, y eso es un punto a nuestro favor, porque él piensa apoyarte. —Una leve sonrisa se dibujó en sus labios.—Me parece perfecto, pero no pienso estar presente en esa reunión, me iré a Venezuela, solo regresaré si todo sale bien.***Lorenna bajó a desayunar y se encontró con su padre furioso hablando con Antonella.—¿Qué sucede papá?—Flavio convenció al consejo de ambas familias, mañana todos estarán en la ma
Dos semanas más tarde salieron los resultados del examen de ADN, Fabián estaba muy ansioso cuando recibió el sobre, lo abrió de inmediato y leyó su contenido:"Fabrizio es mí hijo." Sintió un gran alivio y suspiró en silencio dándole aire fresco a sus pulmones.Fue a la casa que años atrás él le había comprado a Dayanna, allí se estaban quedando ella y Fabrizio mientras salían los resultados. Cuando Fabián llegó Dayanna bajó a la sala, se veía algo nerviosa, y vió el sobre que él tenía en su mano derecha, con temor preguntó:—¿Cuál fue el resultado? —¿No lo sabes? ¿Tienes dudas?—Sé que es tu hijo.—Pero dudas.—Estoy segura que eres su padre.—¿Entonces por qué tienes tanto miedo?—No tengo miedo.—No, tienes terror en tus ojos, no comprendo la razón.—Las intrigas de tu familia me ponen así.—¿Dónde está Fabrizio?—Arriba durmiendo una siesta. Entonces, ¿qué dice en ese sobre?—Lo que ya se supone que sabes, Fabrizio es mi hijo. —Una sonrisa se dibujó en los labios de Dayanna.—V
Lorenna sintió tristeza cuando oyó que Fabrizio definitivamente había regresado a Venezuela, la separación era definitiva, él posiblemente no iba a regresar, y si lo hacía, era para casarse con Mariangel.Se desahogó con Jeferson en la oficina, y él le dijo:—¿Te enamoraste de Fabrizio? —Ella lo miró con tristeza.—No, esto que siento, está tristeza no es por amor, es algo muy distinto, me refiero a que con Juan Carlos mi dolor era diferente, constantemente me sentía desesperada por él, y esto que estoy sintiendo ahora es… no sé, es como un lamento, como si las cosas se hubieran echado a perder, pero a su vez nada se perdió, porque no hubo nada; creo que quizás le agarré cariño, y muy en el fondo estaba deseando que esa fantasía o aventura que tuvimos durará, se suponía que nos íbamos a casar y compartiremos muchas cosas sin compromiso, pero de pronto ambos decidimos mover el rumbo hacia lados contrarios.—Si, ambos lo decidieron así de repente, pero Fabrizio fue el que empezó con los
Altagracia y sus sobrinos permanecieron en la clínica toda la noche, Inés despertó en la mañana después que la fiebre le bajó, pero estaba muy deprimida. Sandra y Fabián fueron a la habitación.—¿Cómo te sientes mamá? —Preguntó Sandra, Inés con el ánimo bajo le dijo:—Quiero estar sola. —Fabian me agarró la mano.—Te vas a poner bien mamá, el doctor dijo que tienes algún virus difícil de detectar, pero eres fuerte y pronto iremos a casa. —Jose Ernesto llegó con Altagracia, Inés volteó a mirar a su hermana.—Altagracia. —Ella se acercó.—Aquí estoy.—Quiero hablar a solas… déjenme sola con mi hermana. —Sus hijos salieron de la habitación, Inés se veía muy deprimida.—Altagracia, leí parte del diario del tío José Ignacio.—¿Qué decía? —Las lágrimas brotaron y bañaron sus mejillas, se soltó a llorar, Altagracia puso cara de preocupación y la agarró de ambas manos.—¡¿Pero qué fue lo que leíste en ese diario?!—¡Dayanna me robó a mi hijo!—¿Cómo? ¡No entiendo!—Fabrizio es mi verdadero hi
Inés fue a la habitación del tío José Ignacio, se acercó a un lado, él estaba sentado apoyado con la cama elevada y con almohadas. La miró a los ojos con interrogantes, Inés le dijo:—Leí parte del diario, ya sé lo de la marca que tiene Fabrizio.—Fa bri zio.—Está en Venezuela.—Heredero. —A Inés le brotaron las lágrimas.—Lo sé, aunque aún no leí todo el diario.—Fa bri zio es... tu, hijo. —Inés cerró los ojos y se desató a llorar.—¡¿Por qué tío?! ¡¿Por qué ella me hizo tanto daño?!—Mala, mala. —Me arrebató a mi bebé y yo jamás lo supe.***Lorenna estaba sola en su habitación, triste, acongojada y sin saber qué hacer ahora que estaba embarazada de Fabrizio. Se acercó a la cómoda y abrió un cofre de tamaño mediano, sacó de allí la falsa sortija de compromiso que él le había dado, recordó ese momento en que le entregó el anillo:«—¿Ayer te tenía un regalo?!—¡¿Un regalo?!—Si. Se metió la mano en el bolsillo del saco y sacó un pequeño estuche de gamuza azul y lo destapó, Lorenna
Desde esa noche Mariangel y Fabrizio comenzaron a acostarse y a pasar juntos el tiempo, se convirtieron en amantes y confidentes, aunque Mariangel jamás llegó a pensar que Fabrizio estuviera enamorado de Lorenna, pues él nunca la nombraba, pero ella ignoraba que Fabrizio se esforzaba para no pensar en Lorenna, nadie podía imaginar que entre ellos había nacido un fuerte sentimiento de amor, el cual Fabrizio estaba seguro que podría enterrar, porque quedarse con Lorenna significaba que debía dejar sus planes de venganza; por eso él hacía todo lo posible por olvidarse de ella, y pensaba que pronto se marcharía y jamás la volvería a ver.***Raymond se encargó de convocar la asistencia de todos los miembros de la familia por órden del tío José Ignacio, hasta Lorenna fue citada, también todos los hijos de Inés y los sobrinos, ninguno podía faltar, porque ese día no podía quedar duda alguna de que Fabrizio desde niño había sido elegido como heredero. Las preguntas no se hicieron esperar, t
Todos pasaron a la sala de reunión, los últimos en entrar fueron José Ignacio en su silla de ruedas y Flavio que se había encargado de llevarlo. Cuando ya estaban todos, nadie se esperaba que Fabrizio también asistiera, muy pocos lo sabíanLorenna miró hacia donde se encontraba Mariangel, notó que ella tenía una sonrisa de complacencia en su rostro, como si estuviera segura de que esa reunión sería para ella y su padre un éxito.Los ancianos dieron inicio a la reunión del consejo, se leyó el cuaderno donde se anunciaban los acontecimientos ocurridos las últimas semanas para que todos estuvieran enterados. Allí estaba registrado la decisión que Inés había tomado de proclamar a Fabrizio como heredero supletorio; la decisión de Mariangel de no aceptar ese compromiso; la decisión de Lorenna de aceptarlo, y luego que ella y Fabrizio manifestaron que no deseaban contraer nupcias, y que Mariangel ahora deseaba recuperar la antorcha nuevamente para evitar que acabara la tradición.Los ancia
Un embarazo le daba más legitimidad a la heredera, nadie pudo oponerse, Fabrizio debía casarse con Lorenna. Ella exigió que la boda se realizará la siguiente semana. Miró desafiante a Fabrizio y le dijo al consejo:—No quiero dilatar más esto, ya ha pasado mucho tiempo, es hora que Fabrizio y yo seamos responsables y cumplamos con la tradición. —Uno de los ancianos agregó:—¿Están seguros que desean casarse? No olviden que el matrimonio es para toda la vida, más aún si hay un hijo de por medio.—Yo si estoy dispuesta.—¿Y tú Fabrizio? Ya habías expresado que preferías a Mariangel, tal vez no desees casarte con la heredera; esta ceremonia que parece anticuada no pretende obligar a los herederos a contraer nupcias en contra de su voluntad, el amor es un ingrediente primordial para la tradición.—Sí estoy dispuesto, acepto este matrimonio con Lorenna. —Le agarró la mano a Lorenna y la miró fijamente.—Tuvimos nuestras diferencias, pero deben quedar de lado.y reiniciar nuestro compromiso.