Flavio decidió marcharse de la mansión advirtiéndoles a todos que iba a pelear por los derechos de Mariangel, ya que ella desde niña fue pasada por el altar en la selva como la heredera de la receta y eso no podría cambiar, ella tenía derecho de casarse con Fabrizio y reclamar su parte de la receta.Altagracia se había quedado en la sala con el tío José Ignacio, quién estaba escuchando todo lo que ellos hablaban. Ignacio le dijo a Inés.—Fabrizio me acaba de advertir que me vaya lejos con familia si no deseo pagar las consecuencias de todo lo que piensa hacer cuando tenga poder sobre la chocolatera, ¿no creerán que lo estoy invitando?—Si Lorenna accede y se casa con él las cosas serán muy distintas. —Respondió Inés.—Por Dios, Fabrizio no desea casarse con hija, prefiere a Mariangel porque me conviene más.—Sí rechazamos a Mariangel como la heredera, él no tendrá de otra que casarse con Lorenna. —Fabián agregó:—Yo estoy de acuerdo con Ignacio, tal vez tú mamá logres controlar a Fabri
Lorenna estaba en su habitación, de pronto oyó el motor de un auto, rápidamente se acercó a la ventana y se asomó para saber si era su padre al comprobar que se trataba de Ignacio corrió hacia las escaleras para bajar a recibirlo en la sala, Antonella ya estaba esperando, Lorenna inquieta le dijo: —¿Qué sucedió papá?—Inés aceptó dejar la traición. —Antonella unió sus manos sobre su pecho y agradeció a Dios, pues estaba muy aliviada, Lorenna agregó:—¿Y Fabrizio? ¿Qué va a pasar con el papá?—Supongo que regresará a Venezuela mañana mismo, ya no tiene nada que hacer aquí. —Lorenna agacho la mirada, aunque no lo expresaba, por dentro sentía tristeza de que él se marchara, pero no se atrevió a decir nada de lo que sentía a sus padres. Por otra parte, le tranquilizaba que Inés hubiera decidido romper con la tradición, así Flavio no podría tener poder sobre la chocolatera.***Fabrizio estaba con Francisco en la sala del apartamento, encendieron cigarrillos y comenzaron a fumar; mientra
Los demás bajaron y se metieron entre la multitud a bailar. Mariangel con Ramsés y Gema con otro amigo del grupo; Samanta no fue, se quedó con Fabrizio, él se quedó mirándola y le dijo:—¿Por qué no vas con ellos? Aquí te vas a aburrir conmigo. —Samanta se acercó más a él.—Es que deseo estar contigo, no necesito bailar para divertirme.—Vamos al palco. —La agarró de la mano, Samanta lo miró a los ojos y sonrió, a Fabrizio no le terminaba de encajar la actitud coqueta de la chica, entonces le dijo:—¿Que se traen entre manos Mariangel y tú? —Samanta se ruborizó, como tenía los ojos grandes parecían los de un cordero.—¿Por qué dices eso?—Es que de repente se aparecieron por aquí y vinieron directo a nosotros, no sé, no creo que haya sido una casualidad. —Ella se rió y le dijo:—Tienes razón, lo que pasa es que yo quería conocerte un poco más, no había tenido la oportunidad de acercarme a ti, cómo ibas a casarte con Lorenna pues eso…—¿Fuiste tú?—¿Yo qué?—¿Te acostaste con Juan Carl
Mariangel se sintió llena de incógnitas, el mareo que sentía desapareció. Sin intentar ocultar su inquietud se acercó a Fabrizio, quería averiguar por qué él seguía en el club cuando se suponía que estaba con Samanta. Gracias a los tragos de tequila que hacían de las suyas en su cabeza, ella estaba algo desinhibida, y sin tapujos se acercó y se paró frente a él, y con el dedo índice le tocó el pecho como intimidando, Fabrizio malicioso arqueó levemente sus labios hacia arriba.—¿Por qué sigues aquí? Samanta me dijo que te irías con ella.—¿Por qué te importa tanto lo que hago?—¿Dónde está Samanta?—Ella se marchó a su casa con Ramsés, y yo me quedé aquí… contigo. —Mariangel se carcajeó de forma escandaliza.—¿Te parece gracioso lo que te digo?—Eres un ridículo. —Le picoteó el pecho con el dedo índice, Fabrizio le agarró la mano y se la acarició.—Te propuse ser amigos aunque sea por esta noche, mañana me iré y me encantaría llevarme un lindo recuerdo, al menos cerrar este ciclo de o
En la mañana Lorenna le marcó a Juan Carlos a su celular y le dijo:—Quiero que hablemos hoy mismo.—Está bien, ¿En dónde quieres que nos veamos?—En el parque puede ser.—¿Y por qué mejor no vienes a mi casa?—Solo será un momento.—Está bien.***Fabrizio se levantó temprano para alistar su viaje, de pronto sonó su celular, era Flavio.—Ya convoqué al consejo, en veinte días, nos vamos a reunir en la mansión de la familia Montalvan. Deberías quedarte porque Raimond desea verte; no se si sepas que él…—Si, ya sé que intentó cansarme con mi madre.—Siempre estuvo enamorado de ella, y eso es un punto a nuestro favor, porque él piensa apoyarte. —Una leve sonrisa se dibujó en sus labios.—Me parece perfecto, pero no pienso estar presente en esa reunión, me iré a Venezuela, solo regresaré si todo sale bien.***Lorenna bajó a desayunar y se encontró con su padre furioso hablando con Antonella.—¿Qué sucede papá?—Flavio convenció al consejo de ambas familias, mañana todos estarán en la ma
Dos semanas más tarde salieron los resultados del examen de ADN, Fabián estaba muy ansioso cuando recibió el sobre, lo abrió de inmediato y leyó su contenido:"Fabrizio es mí hijo." Sintió un gran alivio y suspiró en silencio dándole aire fresco a sus pulmones.Fue a la casa que años atrás él le había comprado a Dayanna, allí se estaban quedando ella y Fabrizio mientras salían los resultados. Cuando Fabián llegó Dayanna bajó a la sala, se veía algo nerviosa, y vió el sobre que él tenía en su mano derecha, con temor preguntó:—¿Cuál fue el resultado? —¿No lo sabes? ¿Tienes dudas?—Sé que es tu hijo.—Pero dudas.—Estoy segura que eres su padre.—¿Entonces por qué tienes tanto miedo?—No tengo miedo.—No, tienes terror en tus ojos, no comprendo la razón.—Las intrigas de tu familia me ponen así.—¿Dónde está Fabrizio?—Arriba durmiendo una siesta. Entonces, ¿qué dice en ese sobre?—Lo que ya se supone que sabes, Fabrizio es mi hijo. —Una sonrisa se dibujó en los labios de Dayanna.—V
Lorenna sintió tristeza cuando oyó que Fabrizio definitivamente había regresado a Venezuela, la separación era definitiva, él posiblemente no iba a regresar, y si lo hacía, era para casarse con Mariangel.Se desahogó con Jeferson en la oficina, y él le dijo:—¿Te enamoraste de Fabrizio? —Ella lo miró con tristeza.—No, esto que siento, está tristeza no es por amor, es algo muy distinto, me refiero a que con Juan Carlos mi dolor era diferente, constantemente me sentía desesperada por él, y esto que estoy sintiendo ahora es… no sé, es como un lamento, como si las cosas se hubieran echado a perder, pero a su vez nada se perdió, porque no hubo nada; creo que quizás le agarré cariño, y muy en el fondo estaba deseando que esa fantasía o aventura que tuvimos durará, se suponía que nos íbamos a casar y compartiremos muchas cosas sin compromiso, pero de pronto ambos decidimos mover el rumbo hacia lados contrarios.—Si, ambos lo decidieron así de repente, pero Fabrizio fue el que empezó con los
Altagracia y sus sobrinos permanecieron en la clínica toda la noche, Inés despertó en la mañana después que la fiebre le bajó, pero estaba muy deprimida. Sandra y Fabián fueron a la habitación.—¿Cómo te sientes mamá? —Preguntó Sandra, Inés con el ánimo bajo le dijo:—Quiero estar sola. —Fabian me agarró la mano.—Te vas a poner bien mamá, el doctor dijo que tienes algún virus difícil de detectar, pero eres fuerte y pronto iremos a casa. —Jose Ernesto llegó con Altagracia, Inés volteó a mirar a su hermana.—Altagracia. —Ella se acercó.—Aquí estoy.—Quiero hablar a solas… déjenme sola con mi hermana. —Sus hijos salieron de la habitación, Inés se veía muy deprimida.—Altagracia, leí parte del diario del tío José Ignacio.—¿Qué decía? —Las lágrimas brotaron y bañaron sus mejillas, se soltó a llorar, Altagracia puso cara de preocupación y la agarró de ambas manos.—¡¿Pero qué fue lo que leíste en ese diario?!—¡Dayanna me robó a mi hijo!—¿Cómo? ¡No entiendo!—Fabrizio es mi verdadero hi