Cuando Lorenna vio salir del apartamento a Fabrizio, y que la puerta se cerró trás él, sintió que la invadía una fuerte decepción y los ojos se le aguaron. Se contuvo para no llorar, luego cruzó los brazos y caminó despacio hacia la sala y se sentó en el sofá; allí se quedó pensando; sentía rabia hacia él, porque sabía que se estaba rehusando a lo que sentía por ella, y pensó dentro de sí:"¿Por qué se niega al amor, a la Posibilidad de estar juntos? ¿Por qué eres así Fabrizio?"Fabrizio llegó al pasillo y llamó el ascensor, mientras este llegaba se quedó pensando en lo que acababa de ocurrir, tenía una expresión de preocupacion en su rostro; respiró profundo y se dijo en sus adentros:"¿Qué hice? ¿Por qué siento este fuerte sentimiento hacia ella?" Miró hacia la puerta del apartamento, sintió ganas de regresar y de abrazarla, por un momento pensó en renunciar a todo por ella.Lorenna estaba muy decepcionada y triste, pero no dejaría que eso la destruyera de nuevo; después de lo que
Fabrizio también fue a la oficina, lo hizo a propósito, pues deseaba ver a Lorenna, aunque no lo quería reconocer, Ramsés quién ya estaba al tanto de todo estaba con él. En el ascensor se encontraron a Lorenna, Fabrizio no pudo controlar sus ojos que se quedaron observándola como se mira a la mujer de quién estás enamorado.—Buenos días. —Los saludó a ambos con distancia.—Buenos días. —Respondieron, Ramsés improvisó y bajó del ascensor en el piso dos para dejarlos solos, para disimular dijo:—Cuando tenga los informes voy a tu oficina.—Bien. —Respondió Fabrizio. Quedarse solo con Lorenna no ayudó en nada, la verdad Fabrizio no sabía qué hacer o decir, y ella hizo como si él no estuviera allí presente, estaba enojada con él, pero prefirió mantener la distancia. De pronto la campaña sonó y las puertas se abrieron en el piso a donde iban; Lorenna bajó primero del ascensor, solo dijo "Hasta luego" y se dirigió hacia donde se encontraba su oficina sin esperar siquiera que él hubiera resp
Mariangel fue a la casa de modas hacer unos ensayos de pasarela, allí le contó a Samanta lo que Héctor le dijo en la mañana y que Fabrizio seguía fastidiandola.—¿Pero por qué el insiste tanto en que tú seas la heredera de la receta, si ya tiene a Lorena?—No lo sé ni me interesa.—¿No será que tú le gustas? —Mariangel la miro con recelo:—¿Qué te pasa? No digas idioteces.—No olvides que los hombres son animales extraños que muchas veces nosotras las mujeres no podemos comprender, quién quita que le gustes.—No lo creo, apuesto qué es Lorenna la que lo está fastidiando y seguramente él desea facilitarse un poco más la vida, pero ya sabes que yo no voy a defraudar Andrés.—Yo en tu lugar me casaría con él sin ningún problema, y me volvería rica, muy rica.—Puedo casarme con Polo y volverme rica, muy rica.—No tendrías el control sobre su fortuna, pero si te casas con Fabrizio podrías tener mucho control sobre la fortuna de los montalván.—El control lo tendrían papá y mi hermano, ell
Cuando Mariángel salió del apartamento de Fabrizio, Samantha le dijo:—¿Cómo te fue?—Le advertí que no siguiera molestándome, pero el imbécil me dijo que seguirá insistiendo.—Qué harás al respecto?—Le advertí que si sigue fastidiando me le voy a joder la vida, pero se rió, no cree que soy capaz de estudiarlo también.Mariangel se fue directo a su casa, cuando llegó su familia la estaba esperando, necesitaban esa misma noche convencerla de que aceptara casarse con Fabrizio. Además de sus padres y su hermano, también se encontraba Diego Armando. Al verlos a todos reunidos, se puso a la defensiva porque sabía lo que le iban a decir, en tono de reproche les dijo:—¿Qué pasa? ¿Por qué que están todos aquí?—Queremos que nos escuches. —Le dijo Raíza.—Ya sé lo que me van a decir, y de nuevo mi respuesta es no.—¡Tienes que hacerlo! —Le dijo su padre con un tono de voz imperante—. No voy a permitir que desperdicies esta oportunidad. —Mariángel miró a Diego Armando con reproche.—¿Tú q
48Mariángel llegó al apartamento que que Gema y Samanta compartían. Samanta le abrió la puerta, al ver la maleta le dijo:—¿Qué sucedió? —Mariángel entró con cara de amargura.—Me fui de mi casa, vine para acá porque necesito hablar con alguien.—Sabes que cuentas con nosotras.Fueron a la habitación de Gema y se sentaron en la cama, ellas atentas escuchando a Mariángel que les contó todo. —Gema enojada comentó:—Pero Fabrizio se está pasando de la raya.—Ese desgraciado me está jodiendo la vida, y me las voy a cobrar. —Samanta le dijo:—¿Cómo se las vas a cobrar? —Mariángel puso una expresión de maldad.—Necesito que ustedes dos me ayuden; quiero averiguar quién es la novia que él tiene para casarse en Venezuela, ella ignora todo lo que Fabrizio está haciendo aquí en Miami, y yo me voy a encargar de que esa tonta se entere de todo. —Gema Agregó:—Debemos acercarnos a él para descubrir quién es ella. —Samanta acotó:—Debemos investigar y conseguir su número de teléfono, así pod
Mariangel estaba en la casa de modas, cuando salió Flavio la estaba esperando afuera.—¿Qué haces aquí papá? —Dijo con tono de reproche.—Necesito que hablemos. —Ella continuó caminando hacia donde tenía el auto.—Ya sé lo que deseas hablar.—Mariangel ¿por qué no lo piensas aunque sea por un momento?—Lo siento papá, pero no pienso cansarme con Fabrizio para que mamá y Héctor continúen derrochando dinero, mientras yo soy la que me voy a sacrificar.—Te lo pido por mí, piensa, si tú te conviertes en su esposa, yo me convertiré en el nuevo líder de la familia Montavan; tú y yo seríamos los que tendríamos el control de todo.—Aun así no deseo hacerlo, lo siento por ti papá.—¿Pero qué te lo impide? Piensa, tú y yo tendríamos el poder. —La agarró de la mano.—Ven conmigo, Fabrizio está esperándote.—¿Qué? ¿Está aquí?—Si, está esperándonos en el café de la esquina.—no quiero ir.—Vamos por favor, solo será un momento.Llegaron a donde Fabrizio se encontraba, él estaba en el área de fuma
Mariangel llegó a donde tenía el auto, tenía el rostro serio, se veía consternada, Flavio se acercó a ella.—¿Que hablaron? —Ella lo miró con dureza y con el rostro muy serio le dijo:—Fabriozio sabe de esos negocios en los que andas metido.—¡¿Qué?!—Tiene pruebas y me amenazó, me dijo que si no me caso con él, los enviará a la cárcel a Héctor y a ti.—¿Te dijo eso? ¿Y qué vas a hacer? Porque supongo que decidiste evitar que yo vaya a la cárcel. —Ella lo miró con enojo.—Tú por tu ambición te metiste en esos negocios sucios, ¡ahora yo soy el chivo expiatorio! ¡Tengo que casarme con ese desgraciado y romper la promesa que le hice a Andrés!—Bueno hija, tú no tienes que pagar por lo que yo he hecho, no tienes que casarte obligada con él, si lo haces quiero que seas consciente del beneficio que obtendremos con ese matrimonio.—Tengo que hacerlo, porque si tú vas a la cárcel mi carrera se irá al carajo; ninguna casa de modas querrá tener en su pasarela a la hija de un… narcotraficante.—
Lorenna llegó a la sala e iba furiosa, vio a todos los que estaban presentes, estaba Flavio con su esposa y su hijo, también se encontraba José Ernesto y Fabián; entonces se acercó a sus padres y les dijo:—Ya no hace falta estar aquí, Fabrizio decidió a mis espaldas pedir la mano de Mariangel —Miró a Flavio—. Y tío muy complacido ya se la entregó. —Inés aún no sabía nada.—¡¿Qué estás diciendo?!—Lo que acabas de oír, Fabrizio decidió casarse con Mariangel, me extraña que él —Señaló a Flavio—. No te la haya dicho todavía. —Fabrizio y Maríangel llegaron, Inés lo miró.—¿Cómo es esto que ahora cambiaste a Lorenna por Maríangel?—Sí —Respondió cínicamente—. Mariangel y yo nos comprometimos ayer y queremos casarnos lo antes posible, ya me cansé de perder el tiempo.—No puedes tomar ningún tipo de decisión sin consultármelo.—Se equivoca señora, yo no tengo porqué pedirle permiso para tomar mis propias decisiones.—Pues no, Lorenna es la heredera, no Mariangel. —Si lo soy. —Respindió Ma