Por la mañana Lorena despertó con el ruido del agua cayendo en la ducha, levantó su cabeza y miró hacia el baño, luego volvió a recostar su cabeza contra la almohada y tiró sus brazos hacia atrás por encima de su cabeza quedando en una posición relajada, luego sonrío dulcemente recordando todo lo que había sucedido entre ella y Fabrizio el día anterior. Imágenes de momentos eróticos y apasionados le pasaron por su cabeza; entonces se mordió el labio inferior y puso una ardiente sonrisa y suspiró profundo; por dentro se sentía como una mujer realizada, al fin ese ciclo de auto abandono y de hermetismo había acabado; ahora se sentía como una mujer plena en su vida sexual.Miró de nuevo hacia el baño y pensó en sus adentros:"¿Y si hacemos el amor en la ducha?"Suspiró y sintió un leve cosquilleo en su pelvis, su cuerpo estaba deseoso de más sexo, Lorenna quería repetir aquellos momentos que la calentaban solo con recordarlo. Concluyó que hacerlo en la ducha sería muy interesante."Eso
Patricia estaba muy emocionada por qué pasaría el fin de semana con su prometido y fue a recibirlo al aeropuerto. Corrió a sus brazos en cuanto lo vio ingresar por esa puerta.—¡Mi amor qué alegría que hayas regresado! —Lo abrazó, Fabrizio la sujeto de la cintura y la levantó y dio medio giro con ella, luego la bajó y le dio un beso en la boca.—¿Cómo estás mi princesa?—Extrañándote, estaba muy ansiosa por tu regreso.—Yo también te extrañé mucho mi amor, sabes que siempre lo hago.—No quiero que te vuelvas a ir.—Debo hacerlo de nuevo, pero intentaré no permanecer tanto tiempo en Estados Unidos. —Patricia cabizbaja le dijo:—Pero te volverás a ir. — Fabrizio le agarró el rostro con ambas manos y la miró con ternura a los ojos.—No hablemos de eso princesa, vine a Venezuela más que todo para verte, para que estemos juntos, y no quiero verte triste.—Tienes razón mi amor. — Se fueron del aeropuerto a la casa de los padres de Patricia, porque habían invitado a Fabrizio a almorzar, aun
Lorenna salió a beber unas copas con Jeferson y Raquel; fueron a un bar que siempre habían frecuentado, aunque Lorenna no había vuelto salir desde que sucedió lo de Juan Carlos, pues quería evitar que sus amistades le hicieran preguntas acerca de su rompimiento con el hombre con quien se iba a casar.Esa noche se reencontró con varías de esas viejas amistades, Raquel y Jeferson no perdieron el tiempo e invitaron a varios de esos amigos a la fiesta de cumpleaños de Lorena que iba a ser al otro día.La noche avanzó un poco, de pronto Damián Hamilton se presentó en el lugar con un amigo; cuando vio a Lorenna se quedó mirándola como si acabara de descubrir que ella se encontraba en aquel lugar, pero Lorenna supo de inmediato que Jeferson había movido los hilos.—¿Le avisaste que yo vendría?—Si, le dije que ya estás de regreso a tu vida social. —Aún estaban conversando cuando Damián comenzó a acercarse a la mesa. —Lorenna actuó con naturalidad y le sonrío. —¡Qué maravilla verte esta noch
Lorenna fue al salón, se sentó en la silla de su estilista, Piero le agarró el cabello y le dijo:—Me dijiste que querías un cambio drástico. —Lorenna sonrió y miró al hombre a través del espejo.—Si, quiero verme renovada, siento que tengo un estilo muy aburrido.—Te enseñaré el catálogo con los cortes de cabello que están en tendencia.—También quiero oscurecer mi cabello.—No suelo llevarle la contraria a mis clientas, pero ese color dorado de tu cabello se ve hermoso.—Quiero un tono oscuro, como ya te dije: quiero un cambio radical.—Bien, te pondré un castaño medio, ese tono te quedará estupendo y resaltará las facciones de tu rostro.***En la noche los invitados ya tenían un rato esperando a la cumpleañera. La fiesta fue en el área de la piscina. Había música y tragos para todos. Damián también estaba esperando con ansias que ella llegara. A las diez de la noche Lorenna llegó a la casa de Raquel, Jeferson la estaba acompañando. Cuando entraron al área de la piscina, alguien g
Ese domingo en la mañana trasladaron al abuelo José Ignacio a la mansión Murrié, pues sus pulmones habían mejorado y las últimas semanas había dejado de depender de la mascarilla de oxígeno. Pero casi todos los músculos de su cuerpo los tenía inmovilizados, solo podía parpadear; sus labios intentaba moverlos, pero los tenía igualmente inmovilizados, miss intentaba hablar solo salían sonidos extraños de su garganta.Lo subieron a la que sería su habitación, Inés, Altagracia e Ignacio estuvieron presentes Mientras lo acomodaban. Altagracia con una voz cargada de entusiasmo le dijo:—Aquí vas a estar mucho mejor tío, con todos nosotros. —él solo movió sus ojos se quedó mirándola fijamente, su mente estaba intacta y sabía quién era cada uno de los que estaban presentes en aquella habitación, observó por un momento a sus dos sobrinas y a su hijo, luego desvío la mirada hacia nada.Nadie podía saber lo que el anciano estaba pensando por dentro, su rostro inmóvil no tenía ningún tipo de ex
Esa noche a Fabrizio le costó conciliar el sueño, cuando Patricia se durmió, y que todo estaba en silencio, su mente fue invadida por los recuerdos de momentos que había vivido con Lorenna; a la vez tenía celos de Damián, sentía que Lorenna le había dado un golpe bajo, "cómo de pronto decidió darse besos con otro hombre cuando yo la he consentido y hecho sentir como una reina." Pensó muerto de los celos, en ese momento deseaba tenerla cerca, pensó hasta en llamarla a su celular, pero se contuvo.———En la mañana Fabrizio tenía una importante reunión con los socios y altos ejecutivos de su empresa, iban a revisar algunos informes, además que iban a finiquitar con la agencia de publicidad el lanzamiento de la campaña navideña. La noche anterior Fabrizio se durmió y en la mañana despertó con Lorenna en sus pensamientos; tanto que en la reunión, su mente la tenía en otra parte, a pesar de que se esforzó en mantenerse al riel de lo que estaba haciendo, pero fue muy difícil, a cada momen
El celular de Lorenna sonó, cuando ella lo agarró vio que era Fabrizio, ella miró a su secretaria, Pamela comprendió que debía dejarla sola, entonces se marchó, Lorenna se sentó detrás de su escritorio y atendió la llamada, oyó la voz ronca de Fabrizio.—¿Cómo estás Lorenna?—Bien, ¿Cuándo regresaste?—Esta mañana.—Pensé que regresabas el lunes.—Adelanté el viaje porque quiero verte y necesito que hablemos.—¡¿Hablar?! —Sí, quiero verte hoy mismo, en mi apartamento o en el tuyo, donde lo prefieras. —Está bien, en mi apartamento, ¿Pero qué exactamente es lo que deseas hablar conmigo? —Lorenna estaba extrañada.—Necesito decírtelo en persona, por eso regresé antes.—Bien, cuando salga de la oficina nos vemos en mi apartamento.—Te gustó el ramo de rosas.—Sí —Sonrió—. Están preciosas.—Como tú.***Cuando Lorenna llegó al edificio donde estaba su apartamento, Fabrizio tenía su auto estacionado afuera, ella lo reconoció de inmediato; como no pretendía quedarse en la noche, estacionó
Lorenna llegó a su casa y subió a su habitación, en ese momento sus padres no se encontraban allí, se cambió de ropa y se puso un conjunto cómodo. Luego fue a la cómoda para quitarse los pendientes que estaba usando. Mientras lo hacía recordó lo que había sucedido con fabrizio y pensó en sus adentros:"Tiene celos de Damián."Una tenue sonrisa se dibujó en sus labios y recordó parte de la discusión. FlashbackFabrizio se quedó mirándola fijamente.—¿Piensas que vas a jugar conmigo?—Hasta dónde tengo entendido, tú no tienes ningún derecho sobre mí ni yo sobre ti; no tienes porqué sentir celos de Damián. —Fabrizio entrecerró los ojos, se veía furioso.—Pero siento celos. No dejaré que ese idiota se quede contigo.***Después de recordar ese momento se dijo en sus adentros:"Le importo, Fabrizio siente algo por mi… tal vez no se atreve a decírmelo para que no me aleje de él." Sin darse cuenta Lorenna estaba comenzando a desarrollar sentimientos hacia Fabrizio. El miedo que tenía de pr