Lorena y Cristian llevaban quince minutos de viaje. La noche era estrellada y la luna se alzaba a lo alto del cielo con su redonda figura juguetona.
Pero algo no estaba marchando muy bien. Lorena comenzó a sentir un dolor en su abdomen bajo que la hizo retorcerse de dolor.
—Amor, ¿qué tienes? —inquirió Cristian.
—Me está dando muchos cólicos, —Lorena se acomodó en su puesto— no me siento nada bien, me duele mucho.
Las manos de la joven se tornaron frías y sus pupilas quemaban por las ganas de llorar.
—¿Y te estás manchando? —inquirió su esposo preocupado.
A Lorena se le revolvió su interior al escuchar aquella pregunta. ¿Por qué a su cuerpo se le ocurría pasar por su menstruación en la noche de bodas?
—No siento que me esté manchando, sólo tengo muchos cóli
—¿Crees que no me iba a enterar? —inquirió Marc—, ¡deja de verme la cara de estúpido!, ¡yo no soy ningún idiota!, ¡maldito!—¡¿Pero, de qué estás hablando?! —soltó Miguel exasperado.Marc negó con la cabeza y mordió su labio inferior.—¡De esa, la estúpida esa con la que te vas a ver mañana en su apartamento! —gritó Marc mientras dejaba salir las lágrimas—, ¡eres un maldito!, ¡¿crees que no me iba a enterar?!, ¡¿quién crees que soy?!Miguel abrió su boca mientras negaba con la cabeza.—¡Por Dios, Marc, eso no es cierto, yo no tengo nada con nadie! —trató de acercarse a Marc, pero él retrocedía para impedírselo—, ¡deja que te explique las cosas, por favor!, ¡ella es s&
Laura eliminó las fotos que tenía de Camilo de su galería y después apagó la pantalla de su celular, lo dejó reposar sobre la mesita de noche para finalmente arroparse con sus sábanas.Poco a poco el sueño la consoló, dejándola descansar de aquella noche oscura y solitaria. Su conciencia en aquel momento dejó de ser su enemiga y le dijo que lo podrían superar, superarían la culpa de haber acabado con un hermoso primer amor..—Yo no le he sido infiel —confesó Miguel—. Es la primera vez que he ido muy en serio con una relación, ¿acaso no puedes verlo?—Sí, por eso se me hace muy extraño —dijo Camilo—. ¿Ya se lo explicaste a Marc?—Sí, pero mira lo que me hizo —Miguel señaló con una mano su frente herida—. Se volvió loco.—Bue
Laura dio media vuelta en la cama, confundiéndose al sentir a alguien acostado a su lado. Lentamente abrió los ojos y se sorprendió al ver a Robert.Rápidamente se sentó en la cama y lo observó detenidamente. En todo ese tiempo llegaron a perder mucho contacto, por lo mismo se impresionó de verlo dormido a su lado. Aunque, sus hermanastros tenían la costumbre de dormir con ella, no sabía por qué, pero solían hacerlo rutinariamente.Robert abrió los ojos y observó a Laura fijamente. Allí fue cuando la joven entendió que él no estaba bien.—¿Qué te sucedió? —preguntó Laura.—¿Te incomodé?—No, claro que no —respondió ella mientras negaba con la cabeza—. ¿Cuándo llegaste?—No hace mucho, quería desayunar con ustedes, pero to
Lorena se acomodó a medio lado y contempló el rostro tranquilo de su esposo mientras dormía. Aunque Cristian le dijera que estaba bien, ella lo sentía enfadado, serio y sabía que ese no era su estado natural.Así que, por la mañana, al ya no estar mal con su menstruación, lo convidó a dar un paseo por las montañas.Lorena decidió llevar el almuerzo, para así pasar todo el día por fuera con Cristian. Caminaron por largas horas en una trocha que no parecía tener fin, sin embargo, los paisajes de los árboles inmensos, gordos y los cantos de los pájaros, la tenían absorta.Fue en ese momento en el cual entendió que necesitaba aquel retiro. El bullicio y estrés de la ciudad la consumieron por mucho tiempo y, el estar rodeada de tanto silencio y naturaleza, hacían que su mente se despejara, que no pensara en nada, simplemente disf
—Tuve que llevarla esa noche cargada, no podía caminar —contó Cristian a sus amigos—, debemos ir el otro año para vacaciones, sé que les va a encantar. Miren, les compramos estos regalos en una feria.El joven sacó de una bolsa plateada varias cajas de regalos y comenzó a dárselas a los allí presentes.Sasha tomó el suyo con mucho ánimo y comenzó a abrirlo. Soltó un grito al ver un atrapasueños de tamaño mediano, las puntas eran de una pluma violeta y estaba hecho de una cuerda de varios colores: rojo, azul oscuro, morado y rosado.—¡Es hermoso! —soltó la joven.Lorena, quien estaba sentada a su lado, dejó salir una sonrisa.—Sabía que te encantaría —dijo Lorena—, esa noche lo vi y supe que te iba a gustar.—¡Es hermoso! —soltó Sasha mientr
Lorena después de escuchar lo que Marc le había comentado a Laura se le hizo un nudo en la garganta. Sabía que su mejor amigo no era de los que tomaban decisiones apresuradas y mucho menos de los que dejaban que sus emociones lo controlaran. Tenía que estar en un estado bastante crítico para comportarse de esa manera.Esa noche meditó mucho sobre cómo entablar una conversación con Marc, saber el por qué había decidido marcharse a vivir fuera del país. ¿Cómo haría con la universidad? Estaban a pocos días de comenzar el nuevo semestre.Muy temprano en la mañana se alistó para ir a casa de Marc y hablar con él. Era la primera vez que lo encontraba desaliñado. Tenía unas enormes ojeras en su rostro y se notaba que no estaba pasando por un buen momento.Marc se cruzó de piernas encima de la cama y dejó su mirada cla
Lorena se acercó a ella y la abrazó para consolarla. Laura aceptó el abrazo y la joven soltó con más fuerza su llanto.—Estoy cansada de amarlo, quiero olvidarlo, realmente lo quiero —sollozó la joven.Sasha comenzó a llorar al sentirse en parte identificada con la confesión de su amiga. A la joven le sucedía lo mismo con Adam, tenía años intentando superarlo, pero él siempre volvía cuando ella creía haberlo superado y la dejaba en el inicio. Aunque, a diferencia de Laura, ella no deseaba alejarse de él, sólo deseaba no sentir nada por Adam.Prometieron seguir en contacto, hablar todos los días y visitarse en las vacaciones. Aunque, Lorena tenía miedo de que ellas cambiaran y perdieran contacto. Que cada una se sumiera en sus vidas y sus amistades sólo se limitaran a simples recuerdos.El día en el que Mar
Sasha tragó en seco, lentamente paseó la mirada por todo el patio. Allí estaban Miguel, Cristian, Marc, Lorena y Laura.Era obvio que al decir Lorena que no era ella y ser Laura la que mostraba la prueba de embarazo todos sabrían que quien estaba embarazada era ella. ¿Cómo se le ocurrió botar la prueba de embarazo en el baño de la casa de los chismosos número uno?Laura rodó su mirada hasta poder ver a Sasha.—Es tuyo, ¿cierto? —dijo con rostro serio—, estás embarazada.Sasha tornó su rostro de manera aburrida y se cruzó de brazos.—Sí —fue lo único que pudo decir—. Eres una chismosa de mierda Laura y una asquerosa, ¿qué haces tomando una prueba de embarazo de la basura?—¿Y tú qué haces botando algo tan valioso como esto?—Porque está