Los siguientes tres días, Emma pasó convenciendo a sus padres para llevarse a los chicos a Disneyland tal como se los había prometido e incluso se ofreció a pagar el viaje.—¿Se puede saber qué es lo que hiciste? —preguntó Michael sin apartar la mirada de su hija mayor.—¿Yo? —preguntó ella moviéndose ligeramente incómoda en la silla y no por la interrogante de su padre. ¡No!, esa tarde Ryan le había hecho el amor como un salvaje en el auto y ella estaba deliciosamente dolorida, como siempre que estaban juntos.—Te conozco, cariño y si no eres tú quien tiene la sartén por el mango cuando se trata de tus hermanos, es porque ellos deben saber algo que yo no —dijo.Emma pensó por un momento que su padre sabía la verdad, la miraba de una manera distinta, como si pudiera adivinar la verdad en su mirada.—Antes de irme a Miami les prometí que, si volvía antes de los seis meses, los invitaría a Disney, solamente estoy cumpliendo mi palabra, papá —mintió.—Entonces, ¿No quieres venir con noso
Michael no podía creer lo qué sus ojos estaban viendo. Él no podría borrar aquella imagen de su cabeza en mucho, mucho tiempo. Y es que él jamás se habría imaginado que Ryan, su mejor amigo y su hija. ¡Infierno!—¡Vístete, Emma! —gritó rojo por el enfado.Michael Collins no sabía exactamente lo que estaba sintiendo en esos momentos, quería coger a Ryan del cuello y molerlo a golpes. Pero no se atrevía a dar un solo paso para no ver a su hija de aquella manera.—Los espero en la sala de juntas —dijo saliendo del lugar.Emma y Ryan estaban petrificados por lo que había sucedido. Ninguno de los dos jamás se hubiera imaginado que Michael llegara y los sorprendiera de aquella manera.—Papá va a matarnos —susurró Emma.La muchacha tenía la boca seca y el corazón le latía fuerte como un tambor dentro de su pecho y estaba segura de que ya no era por lo que acaban de hacer. Si no por el miedo de enfrentar a su padre.—Será mejor que nos demos prisa, bonita. Hablaré con tu padre, no entres. Pas
—¡Michael! —Natasha no podía creer que Michael fuera capaz de poner a Emma a elegir entre su familia y el hombre que amaba.—Haz tu elección, Emma —Michael no miró a su esposa, su mirada estaba puesta en la joven.Emma miró a su padre, se liberó de la mano de su madre y se puso de pie.—No puedes darme a elegir de esta manera, papá. El amor que siento por ustedes es inmenso, pero no minimiza lo que siento por Ryan —Emma hizo una pausa—. Te amo y serás siempre el amor de mi vida, como lo fuiste desde la primera vez que te vi en la exposición. Cuando no te conocía y, aun así, ya te amaba, papá.—Emma —Michael sintió que su corazón se partía al escucharla hablar.—No tengo que elegir entre Ryan y mi familia, porque Ryan es mi familia. Es el hombre que amo y mi esposo —dijo en tono bajo, pero con una seguridad que hizo temblar a sus padres.—Subiré a preparar mis maletas, voy a mudarme con Ryan y viviré mi historia de amor.—¿Cuánto tiempo esperas que tu historia de amor sobreviva, Emma?
Emma miró a Nicholas y discretamente miró a todos lados, su guardaespaldas no estaba cerca.—No tenemos nada de que hablar, no deberías siquiera estar libre —le dijo ella apretando la bolsa de compras entre sus dedos.—Te equivocas. Hay muchas cosas que tengo que decirte, sin embargo, ahora no tengo tiempo, por favor ven al café de la última vez, te espero mañana antes del mediodía, ven sola y si puedes grabar lo que voy a decirte, hazlo —le dijo antes de salir corriendo tan rápido como llegó.Emma se quedó desconcertada por la actitud de Nicholas, por supuesto que todo le parecía muy sospechoso, pero… ¿Qué es lo que Nicholas quería decirle? ¿Por qué le estaba pidiendo grabar la conversación?Todo eso le generó un estrés desmedido que terminó corriendo al baño para vaciar el estómago. De cierta manera agradecía que esto sucediera fuera de casa. Ryan no estaría feliz de verla enfermar.Emma salió del baño varios minutos más tarde para encontrarse con la cara preocupada de su guardaespa
Emma miró a Nicholas una vez más y por un momento creyó ver al niño del que un día creyó estar enamorada. Ahora sabía lo que era estarlo de verdad y darlo todo por esa otra persona, ahora sabía que lo que sintió por Nicholas en el pasado no fue más que cariño, quizá costumbre por su amistad y complicidad desde que tenían seis años.—Lo siento, Emma. Si puedes perdonarme, por favor hazlo —pidió el joven.—No era necesario hacer todo esto, Nick. Quizá si hubieses sido sincero en un principio habríamos encontrado una solución al problema de tu empresa y habríamos sido buenos amigos como cuando éramos niños.—No tengo justificación, Emma. Y dicho todo lo que te dije, no tengo más que hacer aquí. Por favor, sé feliz todo lo que puedas y perdóname por causarte daño —él se puso de pie y extendió su mano para despedirse.—¿Sabes a dónde irás? —preguntó Emma mientras le estrechaba la mano.—No, y es mejor así, lo decidiré en el aeropuerto.Emma asintió y le regaló una ligera sonrisa, él se mar
A la mañana siguiente, y aunque Ryan continuaba enojado con Emma por su atrevimiento, le preparó el desayuno para que fuera a la oficina, él se quedaría en casa; investigaría todo sobre la información que Nicholas le había dado a Emma.Lo más importante de todo aquello, era confirmar si Angélica realmente era la hija de Richard Lewis y temía que fuera cierto.Esa mujer había demostrado ser una enemiga inteligente. Manipulando y comprando voluntades, por supuesto que podía llegar lejos.—¿Vamos juntos a la oficina? —preguntó Emma luego de cepillarse los dientes.—No, no estoy yendo a la oficina hoy. Tenemos que hablar sobre eso cuando vuelvas —le dijo.Ryan no tenía intención de soltar una bomba como esa cuando ella tomaría carretera. Además, las posibilidades de que se enterara hoy eran casi nulas.—¿Sobre qué? —preguntó sin moverse de su sitio.—Sobre la empresa, sobre tu padre y sobre nosotros.—¿Es algo malo? —Emma tenía la sospecha de que era algo que tenía que ver con su padre, s
Emma no quería imaginar lo que Angélica era capaz de hacer en contra de Nicholas por haberla traicionado. Aunque no había manera de que ella supiera de lo que habían hablado en la cafetería. Angélica podía considerar una traición, intentar salir del país luego de un pago exorbitante por su fianza.—¿Podemos hacer algo por él? —preguntó luego del silencio que se había instalado entre ellos.—No considero prudente inmiscuirse en ese asunto, Emma —Ryan fue tajante con respecto a ayudar a Nicholas.—Pero…—Lo siento, cariño, pero no voy a ponernos en el ojo del huracán cuando aún estamos luchando con una tormenta. Sea lo que sea que suceda. Nicholas tomó su decisión al decantarse por Angélica. Recuerda que nadie lo obligó.—Me dijo la verdad —rebatió Emma.—No lo sabemos con seguridad.—Angélica es hija de Richard, ¡no mintió! —gritó Emma, provocando tensión en el ambiente y pensamientos que Ryan no quería tener.—Y lo he verificado, no obstante, eso no nos garantiza que sea parte de un p
Michael se paró frente al espejo, acomodó su corbata y miró la hora en su reloj, faltaban pocos minutos para las siete y bajar a la cena era inevitable. Él no iba a divorciarse de Natasha bajo ninguna circunstancia y si para eso tenía que aceptar a Ryan en su casa y en su mesa lo haría. Sin embargo, no tenía ninguna obligación de cruzar palabra con él.Con esa idea salió de su habitación y bajó peldaño a peldaño por la escalera.—¡Te has puesto guapo para recibir al tío Ryan! —exclamó Peter al ver a su padre parado en la sala.—¡No es el tío Ryan, tontito, ahora él es nuestro cuñado! —Michael apretó los dientes al escuchar las palabras de su hijo.—Ningún cuñado, Ryan, sigue siendo Ryan para ustedes —el tono empleado por Michael fue brusco, pero no lo suficiente para amedrentar a sus hijos.—No podemos decirle tío Ryan, o Emma dejará de ser nuestra hermana y será nuestra tía. Así que Ryan será Ryan, nuestro cuñado —convino Patrick para enojo de Michael.—¿No tienen nada más que hacer?