A la mañana siguiente, y aunque Ryan continuaba enojado con Emma por su atrevimiento, le preparó el desayuno para que fuera a la oficina, él se quedaría en casa; investigaría todo sobre la información que Nicholas le había dado a Emma.Lo más importante de todo aquello, era confirmar si Angélica realmente era la hija de Richard Lewis y temía que fuera cierto.Esa mujer había demostrado ser una enemiga inteligente. Manipulando y comprando voluntades, por supuesto que podía llegar lejos.—¿Vamos juntos a la oficina? —preguntó Emma luego de cepillarse los dientes.—No, no estoy yendo a la oficina hoy. Tenemos que hablar sobre eso cuando vuelvas —le dijo.Ryan no tenía intención de soltar una bomba como esa cuando ella tomaría carretera. Además, las posibilidades de que se enterara hoy eran casi nulas.—¿Sobre qué? —preguntó sin moverse de su sitio.—Sobre la empresa, sobre tu padre y sobre nosotros.—¿Es algo malo? —Emma tenía la sospecha de que era algo que tenía que ver con su padre, s
Emma no quería imaginar lo que Angélica era capaz de hacer en contra de Nicholas por haberla traicionado. Aunque no había manera de que ella supiera de lo que habían hablado en la cafetería. Angélica podía considerar una traición, intentar salir del país luego de un pago exorbitante por su fianza.—¿Podemos hacer algo por él? —preguntó luego del silencio que se había instalado entre ellos.—No considero prudente inmiscuirse en ese asunto, Emma —Ryan fue tajante con respecto a ayudar a Nicholas.—Pero…—Lo siento, cariño, pero no voy a ponernos en el ojo del huracán cuando aún estamos luchando con una tormenta. Sea lo que sea que suceda. Nicholas tomó su decisión al decantarse por Angélica. Recuerda que nadie lo obligó.—Me dijo la verdad —rebatió Emma.—No lo sabemos con seguridad.—Angélica es hija de Richard, ¡no mintió! —gritó Emma, provocando tensión en el ambiente y pensamientos que Ryan no quería tener.—Y lo he verificado, no obstante, eso no nos garantiza que sea parte de un p
Michael se paró frente al espejo, acomodó su corbata y miró la hora en su reloj, faltaban pocos minutos para las siete y bajar a la cena era inevitable. Él no iba a divorciarse de Natasha bajo ninguna circunstancia y si para eso tenía que aceptar a Ryan en su casa y en su mesa lo haría. Sin embargo, no tenía ninguna obligación de cruzar palabra con él.Con esa idea salió de su habitación y bajó peldaño a peldaño por la escalera.—¡Te has puesto guapo para recibir al tío Ryan! —exclamó Peter al ver a su padre parado en la sala.—¡No es el tío Ryan, tontito, ahora él es nuestro cuñado! —Michael apretó los dientes al escuchar las palabras de su hijo.—Ningún cuñado, Ryan, sigue siendo Ryan para ustedes —el tono empleado por Michael fue brusco, pero no lo suficiente para amedrentar a sus hijos.—No podemos decirle tío Ryan, o Emma dejará de ser nuestra hermana y será nuestra tía. Así que Ryan será Ryan, nuestro cuñado —convino Patrick para enojo de Michael.—¿No tienen nada más que hacer?
Ninguno de los dos supo exactamente cómo llegaron al piso y en qué momento sus ropas fueron cayendo al suelo mientras caminaban entre besos a la cama.El cuerpo desnudo de Emma cayó sobre la cama, el contraste de las frías sábanas chocando con su piel caliente le hizo gemir.Emma se mordió el labio y fue corriéndose a la cabecera de la cama, mientras Ryan gateaba para llegar a ella…—¿Quieres jugar, gatita? —la voz ronca y excitada de Ryan hizo temblar a Emma con placer anticipado.Emma estiró su esbelta pierna para que Ryan la acariciara desde la pantorrilla, ella gimió al sentir la lengua de Ryan deslizarse por sus largas y esbeltas piernas hasta llegar a su clítoris. Gimió alto y duro al sentir aquella lengua invadir su intimidad y como fue dejando rastros por su cuerpo hasta apoderarse de su boca.Emma profundizó el beso, enredó los dedos en el cabello corto de Ryan y en un rápido movimiento lo apresó entre la cama y su cuerpo.Ryan gimió al sentir el cuerpo de Emma colocarse sobr
Emma se giró para ver a Angélica con cara de pocos amigos.—¿Qué haces aquí?—Estudiamos en el mismo salón, ellos también son mis amigos. No te creas tan importante, querida. Además, fue idea mía esta reunión —Angélica caminó hasta pararse muy cerca de Ryan—. ¿Dejaste a Nicholas por él?Emma podía leer la burla en su voz, por supuesto que Angélica solamente buscaba molestar e incomodar a Ryan.—No lo dejé por Ryan. Terminé con Nicholas, por tu culpa, ¿no les has dicho que los encontré sobre su escritorio con su polla lo suficientemente enterrada en tu coño para no poner en duda lo que hacían? —Emma sentía la sangre subir a su cabeza por culpa de Angélica.—Cálmate, cariño —pidió Ryan acercándose a ella.—Bueno, eso es cierto, no voy a negarlo. Nicholas fue bueno mientras duró, pero nunca pensé que elegirías un hombre mayor para casarte. ¿Fue el despecho lo que te llevó a enredarte con un hombre que podría ser tu padre? —Angélica de alguna manera pegó en el clavo. Había sido ese el mot
Emma disfrutó la fiesta, jamás se habría podido imaginar lo que Ryan y sus padres habían estado organizando a sus espaldas. Jamás habría sospechado.—¿Te ha gustado la sorpresa? —Emma miró a Ryan directamente a los ojos. Estaban tan cerca que más era imposible.Ryan la sostenía de la cintura mientras bailaban una melodía que a Emma le gustaba mucho y que, sin embargo, no le había prestado atención porque estaba concentrada en Ryan.—Me ha encantado, ¿en qué momento se te ocurrió todo esto? —preguntó ella recostando su cabeza sobre el hombro de Ryan.—Desde el momento en el que hablamos de una nueva sucursal. Hicimos todo lo humanamente posible para que estuviera listo poco antes de tu cumpleaños.—¿Hicimos?—Conté con algo de ayuda extra, no voy a llevarme todos los créditos —confesó a su oído.—Gracias, Ryan. Por un momento pensé que las cosas entre nosotros estaban enfriándose —le dijo ella en medio de un suspiro.—Te amo, bonita —respondió él, besando el lado de su frente que queda
Emma cerró los ojos y respiró profundamente al escuchar las palabras del jefe de la policía. ¿Qué más podía salir mal ese día? Emma pensó que era mejor ni preguntar. Hoy todo se había ido a la mierd4, no obstante, no tenía tiempo para lamentaciones.Caminó con paso seguro a la mesa donde Ryan se encontraba conversando con sus compañeros, como si nada hubiese sucedido, importándole poco lo que ella estaba sintiendo.—Lamento interrumpirte, Ryan, pero debemos marcharnos —Emma no miró a ninguno de los abogados, su mirada estaba puesta sobre Ryan.—Emma…—Te lo dije, Ryan. Me he disculpado con ella en el servicio, me temo que ella no es de las que aceptan una disculpa —Melanie intervino.Ryan miró a Emma, esperaba que ella discutiera o desmintiera las palabras de Melanie, sin embargo, ella no se molestó en mirar a la mujer, su mirada estaba fija sobre él y parecían dos filosas cuchillas que amenazaba con apuñalarlo.—Si me disculpan —dijo poniéndose de pie, tomó el brazo de Emma y se la l
La primera impresión de Ryan fue creer que Emma estaba bromeando, sin embargo, dejó de pensarlo en el momento que Emma caminó al closet y sacó una sábana, cogió una de las almohadas de la cama y se las colocó en las manos. —Ten una buena noche —dijo sin más lo empujó fuera de la habitación y le cerró la puerta en las narices. Por supuesto que para Emma hacer todo eso no fue fácil, le dolía en el alma las palabras de Ryan. Le dolía que él no se diera cuenta todo lo que ella lo amaba y que le importaba tres pepinos, lo que la gente opinaba de la edad que existía entre ellos, si a ella no le importaba, ¿Por qué tenía la gente que meterse? Con el enojo, la decepción y el dolor se metió a la cama y trató de dormir. Mañana tendría un día duro por delante. Mientras tanto, Ryan abrió los ojos, incapaz de poder dormir, se dio vuelta un par de veces en el sillón intentando no caer al piso, sin embargo, en la última revuelta terminó de nalgas contra el suelo. Él maldijo, se puso de pie moles