Emma miró a Nicholas y discretamente miró a todos lados, su guardaespaldas no estaba cerca.—No tenemos nada de que hablar, no deberías siquiera estar libre —le dijo ella apretando la bolsa de compras entre sus dedos.—Te equivocas. Hay muchas cosas que tengo que decirte, sin embargo, ahora no tengo tiempo, por favor ven al café de la última vez, te espero mañana antes del mediodía, ven sola y si puedes grabar lo que voy a decirte, hazlo —le dijo antes de salir corriendo tan rápido como llegó.Emma se quedó desconcertada por la actitud de Nicholas, por supuesto que todo le parecía muy sospechoso, pero… ¿Qué es lo que Nicholas quería decirle? ¿Por qué le estaba pidiendo grabar la conversación?Todo eso le generó un estrés desmedido que terminó corriendo al baño para vaciar el estómago. De cierta manera agradecía que esto sucediera fuera de casa. Ryan no estaría feliz de verla enfermar.Emma salió del baño varios minutos más tarde para encontrarse con la cara preocupada de su guardaespa
Emma miró a Nicholas una vez más y por un momento creyó ver al niño del que un día creyó estar enamorada. Ahora sabía lo que era estarlo de verdad y darlo todo por esa otra persona, ahora sabía que lo que sintió por Nicholas en el pasado no fue más que cariño, quizá costumbre por su amistad y complicidad desde que tenían seis años.—Lo siento, Emma. Si puedes perdonarme, por favor hazlo —pidió el joven.—No era necesario hacer todo esto, Nick. Quizá si hubieses sido sincero en un principio habríamos encontrado una solución al problema de tu empresa y habríamos sido buenos amigos como cuando éramos niños.—No tengo justificación, Emma. Y dicho todo lo que te dije, no tengo más que hacer aquí. Por favor, sé feliz todo lo que puedas y perdóname por causarte daño —él se puso de pie y extendió su mano para despedirse.—¿Sabes a dónde irás? —preguntó Emma mientras le estrechaba la mano.—No, y es mejor así, lo decidiré en el aeropuerto.Emma asintió y le regaló una ligera sonrisa, él se mar
A la mañana siguiente, y aunque Ryan continuaba enojado con Emma por su atrevimiento, le preparó el desayuno para que fuera a la oficina, él se quedaría en casa; investigaría todo sobre la información que Nicholas le había dado a Emma.Lo más importante de todo aquello, era confirmar si Angélica realmente era la hija de Richard Lewis y temía que fuera cierto.Esa mujer había demostrado ser una enemiga inteligente. Manipulando y comprando voluntades, por supuesto que podía llegar lejos.—¿Vamos juntos a la oficina? —preguntó Emma luego de cepillarse los dientes.—No, no estoy yendo a la oficina hoy. Tenemos que hablar sobre eso cuando vuelvas —le dijo.Ryan no tenía intención de soltar una bomba como esa cuando ella tomaría carretera. Además, las posibilidades de que se enterara hoy eran casi nulas.—¿Sobre qué? —preguntó sin moverse de su sitio.—Sobre la empresa, sobre tu padre y sobre nosotros.—¿Es algo malo? —Emma tenía la sospecha de que era algo que tenía que ver con su padre, s
Emma no quería imaginar lo que Angélica era capaz de hacer en contra de Nicholas por haberla traicionado. Aunque no había manera de que ella supiera de lo que habían hablado en la cafetería. Angélica podía considerar una traición, intentar salir del país luego de un pago exorbitante por su fianza.—¿Podemos hacer algo por él? —preguntó luego del silencio que se había instalado entre ellos.—No considero prudente inmiscuirse en ese asunto, Emma —Ryan fue tajante con respecto a ayudar a Nicholas.—Pero…—Lo siento, cariño, pero no voy a ponernos en el ojo del huracán cuando aún estamos luchando con una tormenta. Sea lo que sea que suceda. Nicholas tomó su decisión al decantarse por Angélica. Recuerda que nadie lo obligó.—Me dijo la verdad —rebatió Emma.—No lo sabemos con seguridad.—Angélica es hija de Richard, ¡no mintió! —gritó Emma, provocando tensión en el ambiente y pensamientos que Ryan no quería tener.—Y lo he verificado, no obstante, eso no nos garantiza que sea parte de un p
Michael se paró frente al espejo, acomodó su corbata y miró la hora en su reloj, faltaban pocos minutos para las siete y bajar a la cena era inevitable. Él no iba a divorciarse de Natasha bajo ninguna circunstancia y si para eso tenía que aceptar a Ryan en su casa y en su mesa lo haría. Sin embargo, no tenía ninguna obligación de cruzar palabra con él.Con esa idea salió de su habitación y bajó peldaño a peldaño por la escalera.—¡Te has puesto guapo para recibir al tío Ryan! —exclamó Peter al ver a su padre parado en la sala.—¡No es el tío Ryan, tontito, ahora él es nuestro cuñado! —Michael apretó los dientes al escuchar las palabras de su hijo.—Ningún cuñado, Ryan, sigue siendo Ryan para ustedes —el tono empleado por Michael fue brusco, pero no lo suficiente para amedrentar a sus hijos.—No podemos decirle tío Ryan, o Emma dejará de ser nuestra hermana y será nuestra tía. Así que Ryan será Ryan, nuestro cuñado —convino Patrick para enojo de Michael.—¿No tienen nada más que hacer?
Ninguno de los dos supo exactamente cómo llegaron al piso y en qué momento sus ropas fueron cayendo al suelo mientras caminaban entre besos a la cama.El cuerpo desnudo de Emma cayó sobre la cama, el contraste de las frías sábanas chocando con su piel caliente le hizo gemir.Emma se mordió el labio y fue corriéndose a la cabecera de la cama, mientras Ryan gateaba para llegar a ella…—¿Quieres jugar, gatita? —la voz ronca y excitada de Ryan hizo temblar a Emma con placer anticipado.Emma estiró su esbelta pierna para que Ryan la acariciara desde la pantorrilla, ella gimió al sentir la lengua de Ryan deslizarse por sus largas y esbeltas piernas hasta llegar a su clítoris. Gimió alto y duro al sentir aquella lengua invadir su intimidad y como fue dejando rastros por su cuerpo hasta apoderarse de su boca.Emma profundizó el beso, enredó los dedos en el cabello corto de Ryan y en un rápido movimiento lo apresó entre la cama y su cuerpo.Ryan gimió al sentir el cuerpo de Emma colocarse sobr
Emma se giró para ver a Angélica con cara de pocos amigos.—¿Qué haces aquí?—Estudiamos en el mismo salón, ellos también son mis amigos. No te creas tan importante, querida. Además, fue idea mía esta reunión —Angélica caminó hasta pararse muy cerca de Ryan—. ¿Dejaste a Nicholas por él?Emma podía leer la burla en su voz, por supuesto que Angélica solamente buscaba molestar e incomodar a Ryan.—No lo dejé por Ryan. Terminé con Nicholas, por tu culpa, ¿no les has dicho que los encontré sobre su escritorio con su polla lo suficientemente enterrada en tu coño para no poner en duda lo que hacían? —Emma sentía la sangre subir a su cabeza por culpa de Angélica.—Cálmate, cariño —pidió Ryan acercándose a ella.—Bueno, eso es cierto, no voy a negarlo. Nicholas fue bueno mientras duró, pero nunca pensé que elegirías un hombre mayor para casarte. ¿Fue el despecho lo que te llevó a enredarte con un hombre que podría ser tu padre? —Angélica de alguna manera pegó en el clavo. Había sido ese el mot
Emma disfrutó la fiesta, jamás se habría podido imaginar lo que Ryan y sus padres habían estado organizando a sus espaldas. Jamás habría sospechado.—¿Te ha gustado la sorpresa? —Emma miró a Ryan directamente a los ojos. Estaban tan cerca que más era imposible.Ryan la sostenía de la cintura mientras bailaban una melodía que a Emma le gustaba mucho y que, sin embargo, no le había prestado atención porque estaba concentrada en Ryan.—Me ha encantado, ¿en qué momento se te ocurrió todo esto? —preguntó ella recostando su cabeza sobre el hombro de Ryan.—Desde el momento en el que hablamos de una nueva sucursal. Hicimos todo lo humanamente posible para que estuviera listo poco antes de tu cumpleaños.—¿Hicimos?—Conté con algo de ayuda extra, no voy a llevarme todos los créditos —confesó a su oído.—Gracias, Ryan. Por un momento pensé que las cosas entre nosotros estaban enfriándose —le dijo ella en medio de un suspiro.—Te amo, bonita —respondió él, besando el lado de su frente que queda