ChistopherLa abuela nos da una mirada reprobatoria nada más vernos llegar, no sé si es por la hora o porque no estoy usando la maldita silla.—Llegan tarde— me dice, aunque sé que quiere decir algo más, pero por la cantidad de personas se abstiene.—Nos atrasamos— le digo sin darle más explicacionesDesde el momento en que tomamos asiento una cantidad importante de personas se giran en nuestra dirección, unos se acercan y saludan amablemente y otros tantos no tienen reparos en mirar a la mujer a mi lado y burlarse descaradamente de ella.Para muchos no es un secreto que este matrimonio ha sido arreglado. Tal vez no sepan las razones, pero estoy seguro que saben que por amor ni es,Así duramos al menos la primera hora, entre saludos y burlas. Miradas y coqueteos de algunas mujeres y en todo momento ella permanece en silencio. Cuando le doy una mirada a ella, me encuentro con que está ignorando a todos de manera olímpica. Eso me hace recordar el plan que hice al venir.Con disimulo sa
AbigailDurante todo el camino no he podido dejar de pensar en lo que ha ocurrido. Es que no entiendo qué es lo que él esperaba conseguir con esto ¿Humillarme? ¿Hacer que me quiera divorciar? ¡Ja! pues para eso no necesita hacer todo este circo, si no fuera por el hecho de que su abuela tiene a mi madre, entonces ya le habría firmado su estupido divorcio.El taxi me deja finalmente enfrente de la casa en que vive el animal de Christopher y cuando estoy frente a su puerta agradezco enormemente que me hayan dado el código acceso al llegar, porque de lo contrario me habría tenido que tragar mis palabras y buscarlo para que me abra y eso ni muerta lo hago, primero duermo debajo de un puente. Nunca me había sentido tan humillada en mi vida. Para tratar de calmarme preparo la tina y me sumerjo en ella tratando de olvidar el mal rato que he pasado. Justo cuando estoy empezando a relajarme siento que golpean con fuerza la puerta de la habitación y no tengo que ser un genio para saber de quié
AbigailEl amanecer llega más pronto de lo deseado, pero esta vez no pienso quedarme escondida o haciendo tiempo en mi habitación, no, hoy me arreglo de manera sutil, recogiendo mi cabellera castaña en una cola alta, usando un jean de tiro alto y una sencilla blusa de mangas largas negra, me calzo los tenis y salgo de la habitación.Anoche me tuve que quedar en la que es su habitación actualmente, pues no había ninguna otra adaptada para dormir. Debo decir que sentir su olor en la almohada toda la noche por poco me lleva a la locura. Él me está llevando a la locura, no sé en qué momento me volví masoquista.Hago mi camino hasta la cocina con la frente en alto, sin embargo, cuando estoy a punto de entrar escucho la voz grave y atronadora de mi esposo llamarme desde el comedor.—¿A dónde vas, llorona? La comida está servida. ¿O es que las agallas de anoche se han ido ya?Aprieto la quijada y trato de recitar algún mantra para tener paciencia, antes de entrar en el comedor. Cuando lo hag
ChristopherLlegar a la empresa junto a Abigail no es algo que tuviera en mis planes. Sin embargo, debo aceptar que entrar junto a ella hace que mi ansiedad sea menor al notar como todos me ven en silla de ruedas.Esta vez ni aunque quisiera hubiera podido dejar atrás la silla. Luego de haberse excedido en la fiesta y después subiendo esas endemoniadas escaleras, el dolor se volvió insoportable.Entramos juntos al enorme edificio de Dimas S&C: Soluciones y Construcciones Empresariales y todos los empleados se ponen en pie al verme entrar. Desde la recepcionista hasta los oficinistas.—¡Señor Dimas, está de vuelta! — Grita Nataly, la chica de recepción.Yo simplemente le doy una mirada y ella parece darse cuenta de lo imprudente que acaba de ser, porque de inmediato baja su mirada mientras que yo simplemente sigo de largo mi camino agradeciendo que la silla es automática y nadie debe empujarme,.Puedo sentir el repiqueteo suave de los pasos de Abigail siguiéndome hasta que entramos al
AbigailVeo con satisfacción cómo su boca cae abierta al escucharme.—¡DISCULPA! ¿Cómo me has llamado?—Su grito empieza a llamar la atención de los trabajadores de afuera y puedo ver como estos se ponen de pie para poder mirar por la puerta abierta y la gran ventana que tiene la persiana arriba todo lo que pasa aquí—Solo te he llamado como te mereces— le digo— Has entrado a esta oficina, me has visto aquí sentada y eso poco te ha importado para prácticamente lanzarte encima de Christopher, sinceramente me das vergüenza ajena, porque él ni siquiera te dio una mirada.— Siento que estoy descargando hacia ella mucha rabia reprimida ahora mismo— Deberías empezar a recolectar un poco de amor propio.—¡¡Eres un zorra!! — Vuelve a gritar y el cuchicheo de afuera se hace más grande, sin embargo nadie entra a la oficina— Tu eres quien debería tener amor propio, eres su esposa, pero él no te ama, deberías simplemente desaparecer.Sus palabras terminan de romper la barrera de mi paciencia, por
ChristopherAlucinado. Así es como Abigail me ha dejado el día de hoy.Si en la fiesta quedé sorprendido cuando me enfrentó, entonces hoy al enterarme que había retado a mi abuela y ahora que haya puesto en su lugar a Katrina me tiene totalmente encantado.Eso, sin contar que incluso después de todo ha descubierto en menos de una hora una falla en mi sistema financiero. Hoy no vi a la mujer llorosa y depresiva, la mujer que estuvo aquí, en esta oficina conmigo es una totalmente distinta, una que ha conseguido llamar mi atención y despertar más que mi curiosidad.Nunca he sido el típico hombre que busca una mujer sumisa, pese a que tengo un carácter demoníaco, me gustan las mujeres que tienen voz, aquellas que no van a actuar como robots a mi alrededor.Decido que es momento de dejar de postergar lo que tuve que haber hecho desde el primer momento en que supe de la existencia de Abigail, por lo que tomo mi celular y marco el número de James.—Mira nada más, estamos hablando mucho más s
AbigailÉl ríe un poco cuando termina de hablar y yo le regreso la sonrisa. Parece ser una persona agradable y debo aceptar que de esas hace mucho que no me encuentro.No puedo evitar pensar ¿Qué habrá hecho esa mujer para lastimarlo tanto?—Supongo que solo necesitaba despejarme un poco, muchas gracias por preocuparte, Abigail— Me dice y yo vuelvo a darle una sonrisa y veo como él mete la mano en el saco y saca una pequeña tarjeta que tiende hacia mi —Si algún día necesitas ayuda, llámame.Yo tomo la tarjeta y veo que al parecer es un médico de renombre.—Lo haré, Steven. Muchas gracias y espero que todo mejore.—Yo también y tú no deberías andar caminando sola ¿Necesitas que te lleve?Por alguna razón, pensar en aceptar me hace sentir mal y de inmediato me encuentro viendo en mi mente un par de ojos oscuros mirándome de manera acusadora.—No, no. Yo voy aquí mismo. Pero gracias.Él parece dudar al principio, pero luego vuelve a despedirse y veo como él da media vuelta para empezar a
ChristopherAnoche, luego de ver que Abigail seguía interesándose por su ex marido me sentí más confundido que nunca y es que no entiendo como puede seguir interesada.Cuando volví a la habitación retomé la lectura de la investigación y lo que encontré me dejó totalmente sorprendido y al mismo tiempo aclaró muchas cosas que no llegaba a comprender sobre la mujer que se ha vuelto mi esposa.Para empezar descubrí que ese mamarracho que se hace llamar hombre no es más que un vividor que se metió en una relación con Abigail en la Universidad y luego se casó con ella, cuando lo único que quería era su empresa. Si me queda alguna duda de eso, solo debo recordar que antes de morir el señor Lowel, padre de Abigail, me dijo “Nada de esto ha sido un accidente, él quiere quitarle todo” y me pidió con mucha desesperación ayuda para proteger a “su niña”.Lo cuál me hace saber que el imbécil buscó la manera de matar a su suegro, pero con lo que no contó fue que yo me vería involucrado en el accid