[...] Pasaron dos semanas desde aquel trágico suceso en la ceremonia de Callum y Elizabeth. Los medios estaban consternados difundiendo la noticia sobre la pérdida del bebé de Elizabeth, sobre su envenenamiento y sobre los posibles sospechosos. Entre las personas que fueron señaladas sin pruebas estaba Gema, decían que lo hizo por celos, para así arruinar la boda de Elizabeth. Otros decían que eran los fanáticos de Callum que no aceptaban a la chica como su esposa. Entre tantas condenas y acusaciones, no se llegó a saber quién fue el verdadero culpable ya que, la persona encargada de las bebidas ese día, desapareció sin dejar rastro. Por otra parte el estado de Elizabeth es preocupante para Callum de debido a que, desde que salió del hospital, se ha mantenido encerrada en su habitación. Su alimentación no es muy buena, y la comunicación entre ambos es nula. Ella se ha enfriado con él, hablan muy poco y están distanciados. Desde ese día ella no ha vuelto a llorar, solo se mantiene
**Callum** Cada vez que pasa algo como esto siento que me ahogo en un mar de frustración, desesperación e ira por no hacer poder nada. Si tan solo pudiera hacer algo para disminuir todo su dolor con el fin de que no sufra de esta manera tan cruel en que lo hace. Estas dos semanas han sido una total tortura para mí, tenerla tan cerca pero al mismo tiempo tan lejos, su distancia me ha afectado mucho. Son muy pocas las veces que puedo abrazarla, ni siquiera la he tocado desde la última vez en la boda. La extraño mucho, extraño a la Elizabeth sonriente de antes que me abrazaba constantemente, y sentía que ella no podía vivir sin que yo estuviera a su lado. Pero las cosas cambiaron desde ese trágico día, todo el esfuerzo que hicimos se vino al suelo y desearía que solo fuera una pesadilla de mal gusto. —Adelante —hago pasar a la persona que toca a la puerta de mi oficina. —Señor, el comité lo espera para la reunión —me informa mi asistente. —En un momento...—me corto a mí mismo cua
**Elizabeth** [...]El ambiente está pesado en este lugar. ¿Como fue que terminamos reunidos todos en este comedor?. Pasaron dos días después que Kate fue a la mansión Winston a darme la peor de las noticias sobre la verdad detrás de la muerte de mi madre. Mi recuperación fue mucho más rápida con Callum a mi lado, al principio fui tonta al alejarlo de mi, pero me sentía insegura, la culpa me estaba cegando completamente. Pero ahora estoy mucho mejor que antes. Con heridas vivientes todavía que no se curarán sino con el tiempo, sin embargo, estoy feliz de estar con Callum y su familia. El único problema ahora es que todos se están mirando las caras como si fueran unos extraños, se siente tan incómoda esta situación, que solo se escucha el rechinar de los cubiertos en los platos. Callum y yo fuimos invitados a una cena en la mansión de su padre. Olivia no tuvo ningún problema en aceptar, pero Callum no estaba muy convencido. No sé si la razón por la aceptó venir fue por mi, o porq
A primera hora de la mañana me levanté mirando el lado de mi cama vacío. Callum no estaba, ni siquiera regresó a la habitación anoche para dormir conmigo, me quedé profundamente dormida de tanto esperarlo, pero nunca llegó, y no fui capaz de interrumpirlo en su estudio. —¿Callum no ha salido todavía? —le pregunto a Rosario que pasaba por el pasillo de la segunda planta donde está mi habitación —. Anoche no volvió por más que lo esperaré. —Creo que ni siquiera salió de su estudio en toda la noche, señora —su semblante ere notoriamente de preocupación —¿Sabe si pasó algo en la mansión del señor Dominic?. —Al parece hubo una discusión, pero no sé exactamente de lo que se trataba, y Callum tampoco quiso contarme por lo mal que se encontraba. Rosario bajó la mirada como si con mis simples palabras hubiera deducido la razón por la que Callum está en ese estado. —¿Por qué no intenta llamarlo? Quizás se anime a salir —me aconsejó. Lo dudé por un momento, pero al final asentí con la cabe
*** Mi cuerpo se sacude cuando siento este ligero aire fresco recorrer mi piel al salir del auto y tener en frente esta mansión que pronto olerá a ruina y desdicha. Mis labios se forman en una delgada línea al mirar el jardín que se extiende desde esas grandes rejas de hierro, hasta la entrada de la mansión. Este lugar donde fui tan desdichada y miserable. Mis ojos suben hasta aquella parte empinada de la mansión donde era el frío y oscuro lugar al que le tenía apego por el simple hecho de tener un techo donde vivir. Fui demasiado tonta e ingenua en ese entonces como para llegar llamarle a eso un hogar. —El señor la espera —el guardia que vigila la entrada regresó dándome el paso. Avanzo resonando la punta de mis tacones en ese estrecho camino de piedras de mármol blanco. Dejo atrás a un hombre atónito por verme de manera irreconocible dándose cuenta que soy Elizabeth, la hija bastarda y despreciada que solía escabullirse por este jardín. Raúl y otro hombre que Callum asignó a m
**Lorna** Al marcharse Elizabeth, mi padre subió las escaleras todo endiablado y rojo de la furia gritando el nombre de mi madre que estaba descansando en su recámara. Yo lo seguí sin entender nada todavía, pero lo que sí sabía era que todo tenía que ver con los documentos que leyó hace un rato. —¡Dónde está Louise! ¡Traiganlo ahora! —empezó a gritar muy furioso. Mi madre salió de la habitación toda aturdida por los gritos sin saber qué pasaba mientras que yo seguía en shock temiendo lo peor.—¡Lucrecia, ven al estudio! —bociferó él abriendo la puerta del estudio abruptamente. Mi madre fue tras él asustada y yo me quedé detrás de la puerta escuchando los gritos que provenían de adentro. —¡Lucrecia! ¿¡Qué significa esto!? —lo escuché gritar. Y me imagino que le está mostrando esos papeles —¿¡Has gastado toda esa cantidad de dinero!?. —No sé de qué hablas, cariño, yo...—¡De esos papeles enviados del maldito banco! —gritó, y escuché un golpe como si le fuera pegado al escritorio —
**Elizabeth** Al llegar a la mansión, un Callum preocupado escaneado mi cuerpo de pies a cabeza me recibió. Sonreí negando con la cabeza por su cara inquieta e impaciente.—Salí ilesa —sonrío, acercándome a él para abrazarlo muy fuerte. Me fui solo como una media hora y ya lo extrañaba —¿Lo ves? Estoy bien. Me sujeta de los hombros y se separa para verme a la cara y buscar cualquier falla emocional. Pero seguí sonriendo. —Tenía miedo —me abraza cuando termina el escaneo —¿No te insultaron? ¿Que te dijeron? ¿La pasaste mal?. —Oye, cálmate —me vuelvo a separar para tomar su rostro entre mis manos —. Todo estuvo bien, no hay nada de qué preocuparse, ¿De acuerdo?. —¿Me vas a decir lo que hiciste? —inquirió, mirándome. —Lo que tenía que hacer —suspiro con alivio —. Mi padre en estos momentos debe de estar volviéndose loco. Hubieras visto su reacción, nunca lo había visto así, créeme. —Hagas lo que hagas, eso no será suficiente, eso no compensará todo lo que te han hecho, Eli —frunce
**Callum**Subí las escaleras dejando a Elizabeth con esa mujer abajo acudiendo al llamado de mi padre. Ya era suficientemente incómodo estar en la mesa que todos ellos, pero por lo menos Elizabeth se veía animada. Solo por esa razón me permití quedarme. Avanzo por el pasillo para llegar al despacho de mi padre, pero antes de que diera con la puerta para girar la perilla, escucho la voz de Asher provenir de ahí. No quería escuchar la conversación que tenían, quería entrar, pero al escuchar el nombre de mi madre, me detuve. —¿Cuando le vas a decir la verdad? Nos odia porque piensa que somos unos intrusos —esas fueron las palabras de reproche de Asher hacia mi padre —. ¿No te da pena por mi madre? Le ocultas la verdad a tu hijo dejándonos a nosotros como los villanos, mi madre tiene que ser señalada como tu amante mientras tú ocultas lo que hizo tu difunta esposa. ¿Crees que es justo para nosotros?. ¿De qué demonios hablan?. —Justo quiero hablar de eso con él, pero temo su reacción.