Alaia Davis
Una pequeña sonrisa se dibujo en su rostro, parece satisfecho con mi respuesta, este hombre me causaba mucha curiosidad, me intrigaba saber que pasaba por su cabeza. No sé porque tenía la sensación de que él sabía cosas pero actuaba como si no supiera nada, podía notar que eres ese tipo de personas que le gustaba observar, que quería tener la información siempre para tener el control. Quizás no lo conocía pero por alguna razón sentia que lo hacia, sentia que podía descifrar cada una de sus expresiones y una parte de mí realmente quería hacerlo. Borre aquellos pensamientos de mi cabeza. ¿Qué tonterías estoy diciendo? En este momento tenía que concentrarme en lo importante. ¿Cómo sabía mi dirección? ¿Cómo había llegado hasta aquí? ¿Que es lo que él quería exactamente que yo hiciera? ¿Que cosa acababa de aceptar? Tenía tantas preguntas para hacerle. — ¿Cómo supiste que vivía aquí?— Le pregunte. — Bueno no fue difícil, solo le pregunte a una de las chicas que a dónde te irías cuando saliste de la reunión y ella dijo como si nada que seguro a tu departamento y me dió la dirección y estando aquí solo tuve que dar un billete de 100 dolares al de recepción para que me dijera cuál era el piso y el número de apartamento— Me dijo como si nada. Es que para el no era nada averiguar las cosas al menos eso es lo que me estaba demostrando. — ¿Por qué no solo me preguntaste a mi? En lugar de hacer todo eso, pagar preguntarle a extraño pudiste simplemente venir a mí y preguntarme dónde vivía— Le dije como si nada mientras me encongia de hombros Claro que sí me hubiese preguntado no le hubiese dicho nada pero me parece divertido hacerle creer que sí. — ¿Que te parece reunirnos mañana?— Pregunto cambiando el tema de conversión— podemos realizar algún documento de confidencialidad y que tenga algunas clausulas. ¿Te parece? Así ambos tendremos la seguridad de que cumpliremos con lo prometido—Asentí algo atontada. Aún estaba procesando todo lo que había ocurrido y lo que había aceptado, realmente no podía creer lo que había hecho no podía creer que había aceptado casarme con un desconocido con el cual me había acostado. ¿Que es lo que estaba haciendo?. ¿Aún podía retractarme? No lo creo, ya le había dado mi palabra, ya le había dicho que si, no estaría bien si le dijiste que no ahora — ¿Cuánto tiempo estamos casados?— Le pregunté esperando escuchar un año o un año y medio para mí ese era un buen tiempo para que él pudiese realizar todo lo que quería hacer y para ver en primera fila las ilusiones de mis padres caer muy fuerte. — Quizás dos años y medio — Eso era mucho tiempo. Aún así no dije nada, creo que era el tiempo suficiente para poder alejarme lo más posible de los Davis, el estar casada me iba a ayudar a quitarme ese apellido y al divorciarme ya vería que hacer, confiaba en mí, confiaba en mí inteligente y en lo astuta que podía llegar a ser para alcanzar mis objetivos y esperaba que esto no fuese la excepción. Lo acompañe hasta la puerta, sinceramente quería acercarme a él e invitarle a pasar la noche junto a mí no podía evitar tener estos pensamientos y a la vez sentimientos por querer estar con él una vez más, después de todo Mathias había sido realmente el único hombre que me había hecho sentir algo diferente algo realmente bueno en la cama y fuera de ella quería acercarme su oído y susurrarle que podía quedarse aquí en lugar de irse a su casa o a otro lugar que mi cama estaba disponible para él. Pero esa no era yo, yo no era así, no era esa mi personalidad, me daba vergüenza escuchar algún rechazo de su parte así que decidí no hacer nada. No sabía que decirle, no sabía que tenía que decir para no escucharme como una loca, él estaba ahí junto a la puerta como esperando que yo dijera algo, quizás pensando él que decir pero ninguno de los dos dijo nada. El se fue y yo me quedé ahí en la puerta pensando en lo que acababa de hacer, acababa de aceptar ser la esposa de Mathias, quien era el tío de Alexander el hombre que me había engañado con mi hermana... Seguramente la gente pensará que lo estoy haciendo por venganza y no estarían tan lejos de la realidad, realmente sí me estoy quedando con él por venganza pero no por venganza a Alexander o a mi hermana, era para vengarme de mi familia ¿Que dirá la gente? Si antes hablaban de mí, ahora van a hablar mucho más ya imagino que dirán lo ofrecida que soy y él como estoy deshonrando mi apellido, si solo ellos supieran la manera que los Davis tratan a su hija. Si solo la gente supiera lo que realmente son su actuación de la familia perfecta caería ¿Por qué debería importarme lo que las personas opinen de mi? Era yo quien tomaba las decisiones de mi vida porque era mi vida y al final iba a ser yo quien viviera con aquellas decisiones, tenía que dejar de hacer lo que mis padres decían ni mucho menos pensar en lo que la gente podría decir de mí igual estas personas hablaban hiciera o no hiciera nada. Me senté junto a la puerta justo en el suelo, mientras abrazaba mis piernas. ¿Que acaba de hacer? Respiré profundamente, debo tranquilizarme. Tome mis llaves y corrí escaleras arriba hasta el siguiente piso, toque la puerta de mi amiga, está no tardó en abrir, se veía medio adormilada. Seguro había estado durmiendo desde que llegamos de las Vegas. — ¿Paso algo malo Alaia?— Pregunto confundida y algo adormilada al verme, negué con la cabeza.— ¿Estas bien?— preguntó, Asentí Mis manos estaban templando Entre quitandola de mi camino y me senté en su sofá. Su apartamento era mucho más lujoso que el mío y un poquito más grande, ella se sentó a mi lado y me miró como si estuviera loca, supongo que era normal porque yo no era asi. — ¿Te acuerdas del hombre con el que estuve en las Vegas?— Pregunté ella asintio — Ay amiga yo lo vi hoy— Sus ojos se abrieron. Se veía sorprendida y no podía culparla porque yo estaba igual que ella cuando lo ví, cuando me di cuenta que ahí en esa habitación estaba nada más y nada menos que ese hombre que había dejado en la cama en las Vegas. — ¿Aquí?— Pregunto — ¿En dónde? No entiendo Alaia, yo pensé que harías lo mismo que yo, dormir ¿Por qué saliste? ¿Te esta buscando Alaia? ¿Y si es peligroso? — Puso una cara de susto, quise reír al ver su cara pero de verdad parecía preocupada—deberíamos decirle a mi papá lo que sucedió, el te puede ayudar, quizas es un psicópata y se obsesionó contigo tenemos que decirle a papá rápido para que te cuide Alaia, seguro que papá te consigue a alguien que te cuide.— hablo muy rápido. Comenzó a buscar su celular. Sinceramente el hecho de que alguien se pudiese obsesionar conmigo, parecía tener mucho más sentido de lo que realmente había pasado y es que la realidad parecía ser un cuento inventado por alguien. ¿Cómo terminé casándome borracha con un desconocido? ¿y en qué momento ingerir tanto alcohol como para que eso sucediera? — No Sara ya va—La detuve— Escúchame Sara por favor— la interrumpi, ella asintió, yo respiré profundo para contarle lo que estaba ocurriendo — Yo también pensé que me quedaría a dormir pero mi madre llegó a verme — Ella doblo sus ojos con fastidio. — Queria que fuera a la fiesta de compromiso de Carla y Alexander porque ya sabes la familia perfecta Ella parecía sorprendida ¿Por qué? Mi madre es así, es una perra que nunca le ha importado lo que yo pueda llegar a sentir — ¡¿Por qué fuiste?! ¿Por qué simplemente les diste el gusto de humillarte Alaia?— Pregunto es obvio que estaba molesta y yo tampoco estaba feliz pero había tenido que ir. Se levantó y me movió de un lado a otro y luego regresó a su posición junto a mí — Amiga— Tomo mis manos — Cuánto tiempo tengo que decirte que ellos son malos contigo, debes alejarte de ellos— lo sabía, claro que lo sabia pero no podía no ir— Ellos no te aman y no necesitas estar ahí para nada de ellos — Asentí con la cabeza eso lo sabía más que nadie. Suspiré. «—¿Por que no me aman Nana?— Pregunté mirándola mientras las lágrimas bajan por mi rostro. La vi suspirar y luego acercarse a mi, ella se arrodilló para quedar a mi altura y limpio mis lágrimas con cuidado. — Hay personas que no saben apreciar a las personas como tú mi niña— susurro mirándome con lastima. Lástima, eso era algo que no quería seguir viendo en los ojos de las personas que trabajaban para ellos, todos me miraban así. La hija menos querida. — ¿Acaso soy mala Nana? — no mi niña, claro que no eres mala, eres una princesa ¿sabes? Eres una princesa hermosa y eso es algo que tus padres y tu hermana no saben ver, yo por otro lado puedo verlo fácilmente — Sonreí.— Verás que pronto llegará alguien que lo vea, que vea que tú eres eso y mucho más, esa persona va a ver lo maravillosa que eres mi pequeña Alaia, nunca cambies mi niña sigue siendo tan radiante y maravillosa como eres» Salí del recuerdo para volver a la realidad. Mi amiga me miraba fijamente supongo que esperando una respuesta de mi parte. — Lo se pero escucha el resto, mi madre me obligó a ir sino iba a irme muy mal en mi trabajo sabes cuánto amo mi trabajo— Ella asintió — Sabes que puedes trabajar con mi papá el ya te ofreció trabajo, sabes que con el te irá muy bien, sabes que te ama también — Asentí con la cabeza. Lo sabia y lo agradecía, el me había ayudado mucho y me había salvado muchas veces más, todo lo que tenía lo había obtenido gracias a él,, había logrado graduarme en una buena universidad gracias a el. — Lo se pero no quería eso, quería seguir teniendo ese empleo me gustaba mucho, pero la cuestión es que termine yendo y ahí estaba el, pensé que me seguía o que solo podría ser una conciencia — Ella me miró con curiosidad — pero resulta que me enteré por mi madre que es tío de Alexander, es el hermano menor del papá de Alexander. Un grito salió de su garganta y luego unas carcajadas, ella realmente lo estaba disfrutando. Supongo que el se había acostado con mi hermana y yo con su tío, eso está muy mal ¿No? Si hubiera sabido que el era su tío claro que me hubiera alejado pero la realidad era no podía hacer nada ahora. — ¡No puede ser! — Comenzó a reír otra vez — Me encanta!— Exclamo— ya quiero saber cómo va actuar cuando se entere — Volvió a reír parecía estar imaginando el momento— El tiene que enterarse de lo que sucedió, ahora me encanta lo que sucedió— comenzó a brincar como si fuese una niña pequeña.— Se va a querer morir cuando se de cuenta que conseguiste liberarte de el y lo que hizo la zorra de tu hermana solo fue un favor para ti. Rei con ella, ahora me da risa antes no fue así, antes estaba aterrada pero el estar con Sara siempre me hacía ver las cosas de una forma diferente, ella me hacía pensar menos y disfrutar más del momento — Bueno entonces el me dijo que nos habíamos casado de verdad y le propuse obviamente el divorcio— Ella asintió y es que era lo que tenía sentido — Luego me vine a casa y Alexander me siguió — Que hijo de perra! ¿Por que no simplemente te deja y ya?— Pregunto molesta — ¿Que necesidad tiene de seguirte atormentando con lo sucedido? lo odio demasiado — Asentí. — Quería hablar conmigo— Le dije — Mathias llegó y le dijo que estábamos juntos — Otra vez grito — Claro que Alexander quedó en shock y quiso enfrentarlo y yo solo le cerré la puerta en la casa— comencé hablar lo más rápido que pude — Mathias me propuso ser esposos por un tiempo y le dije que si — ¡¿Te volviste loca Alaia?! No sabes quién es el, solo sabes que es tío de tu ex y nada más ¿Cómo vas aceptar eso? Ella tenía razón pero yo también tenía mis razón para aceptar. — Piénsalo, el tiene poder y creo que es hora que mi familia pague todo el mal rato que me hicieron pasar desde niña — Ella no parecía muy segura de lo que yo le decía pero era una decisión tonada— Es mi momento Sara. — No creo que sea lo correcto Alaia pero si eso es lo que quieres yo voy a estar aquí — La abrace en forma de agradecimiento. Ella era más mi hermana que mi propia hermana, siempre estando ahí para mí. Ahora tenía que pensar en Mathias, no sabía nada de él, nunca había escuchado a nadie hablar de él y eso me daba nervios ¿Por qué estaba aquí ahora? No entiendo nada. Me pregunto ¿para que el me propuso ser su esposa? ¿Si el es el heredero de la herencia de los Montenegro que va a pasar con Alexander y su familia? Ya me imagino que a Antonio le va a dar un infarto, es que Mathias no parece agradarles ni que ellos le agraden a el, no tengo ni la menor idea en qué me estoy metiendo pero ya estoy adentro y no pienso salir de ahí hasta lograr ver la cara de mis padres al saber la verdad de todo.Alaia Davis Salí del apartamento para dirigirme a mi trabajo, me subí al auto y maneje directamente a la oficina, al llegar estacione y subí al ascensor y al llegar a mi piso habían dos personas en la puerta de mi oficina. Mi madre ya había hecho de las suyas eso estaba más que claro. Bufé. ¿Esto era en serio? Sabía que no iba a dejarme pasar el hecho de que le haya pegado a su pequeña hija — Alaia— Mire a mi jefe quien caminaba hacia mi — Lo siento mucho pero estás despedida— Dijo como si nada. — ¿Por qué? — Pregunté quería saber cuáles iban a hacer las patéticas razón por las cuales el me iba a despedir, sabía lo bien que yo hacía mi trabajo así que no tenían ninguna excusa lo suficientemente buena. —Alaia.. Con eso quiere decirme que lo obligaron. — Sabes que puedo demandarte?— Le pregunté — Lo que haces es despido injustificado— Le dije.— Ni siquiera eres capaz de darme una razón para despedirme Estaba cansada de dejarme, estaba jodidamente cansada
Alaia Davis — Entonces te casaste con el — Mi madre habló luego del silencio que hubo Sí las miradas matasen la de mi madre me hubiera matado hace rato, era evidente que estaba furiosa al saber que ahora yo era esposa de un hombre como Mathias adinerado y que su hija predilecta estaba con el que posiblemente se quedaría sin nada. El padre de Alexander me miró sorprendido. ¿A qué no se lo esperaba? Pues yo tampoco pero así sucedió, y solo tuve que emborracharme. — Si, Mathias es un gran hombre, realmente no sabía el hombre tan maravilloso que había estado rechazando todo este tiempo pero una vez que le di la oportunidad bueno terminé casándome con él— Dije mintiendo Realmente no tenía idea si este hombre era maravilloso, no lo conocía suficiente para decir aquello o incluso para tener una opinión sobre él. — Lo lamento por ti cariño— Le dijo la mujer que me dió a luz a mi ahora esposo, Mathias tomo mi mano— Alaia es... Especial, una mejor opción hubiera sido mi pequeña Carla Q
La seguridad de la empresa llegó hasta el piso en donde estábamos. — Pueden sacar a mi querido hermano del edificio— en su voz podía notar la satisfacción que sentía el poder decir esas palabras, seguro lo había estado deseando durante mucho tiempo.— Antonio Montenegro ya no puede pasar del segundo piso y de querer hacerlo tendrán que Llámame y yo daré la autorización o no. ¡Oh por Dios! Mire a Carla se veía sumamente frustrada con todo lo que estaba pasando y no solo eso se veía bastante humillada. Me pregunté qué estará pasando en casa y cómo reaccionarán con el hecho de que mi esposo les esté quitando todo lo que ellos creían haber conseguido, dos años de trabajo duro para Carla seguramente teniendo que sonreír teniendo que aguantar que Alexander pos pusiera cosas para estar. conmigo o que me viera en público con él y ahora que por fin lo tiene y puede presumir de ser su novia resulta que le están quitando absolutamente todo porque es el heredero de nada. Quizás y solo quizás
La vi irse de forma apresurada de mi ahora oficina, me preguntó ¿Qué estará pasado por su mente? Esa mujer me daba mucha curiosidad, nunca sabía que estaba pensando aunque su rostro era sumamente expresivo. Quería comenzar a conocerla mucho más todo el tiempo que había estado detrás de ella ahora teniéndolo de frente me he dado cuenta que no me servía de mucho no conoció bien sus gustos no conoció bien qué estaría pensando depende a las expresiones que hacia, verla en foto sin duda no me había servido de nada ni saber en dónde había estudiado cuántas carreras había estudiado Cuántos años tenía en dónde vivía qué carrera estaba manejar cuál era su seguro social nada de eso me servía en este momento. Me había sentado en las cosas tan insignificante que realmente no me había dado cuenta de lo importante y era conocerlas realmente a ella fue lo que había hecho sino a ella. Qué estúpido había sido. rei de lado al recordar cómo me miraba hace unos segundos como si quisiera comerme. Qu
Matias me había llamado para decirme que mañana en la mañana nos mudaríamos, no había duda que aquello me había caído muy bien y había decidido pasar la noche con Sara. Cuando le conté a Sara todo lo que había pasado ese día no había parado de reír Ella también había deseado estar ahí para ver la cara que esos tres colocaban. También le conté que su padre ya sabía algo de lo que había sucedido en las Vegas, le conté cómo había sucedido todo y ella parecía escuchar atentamente para repetir lo mismo que había dicho yo y no desmentirme. Tengo que admitir que me sentí mal planificando en Cómo engañar a Samuel porque realmente no quería hacerlo no quería defraudar su confianza pero mucho menos quería decepcionarlo y sinceramente sentía que era mejor decirle que me había enamorado de un extraño a decirle que me había acostado con un extraño y borracho me había casado con él al menos eso era lo que yo creía y estaba dispuesto a hacer cualquier cosa va a decir cualquier cosa para mantene
El desespero se apoderó de mí cuando escuché un gran golpe.Comencé a gritar una y otra vez un hombre esperando que ella respondiera diciéndome que estaba bien pero no sucedió escuché gritos escuché como las personas gritaban que tenían que ayudarla.¿Qué mierda estaba pasando?Alaya.No podía quedarme aquí sin hacer nada, colgué la llamada y llamé al hombre que se encargaba de seguirla.— señor— dijo rápidamente al atender— la señora ha tenido un accidente, se ha desmayado pero estoy tratando de despertarla algo se ha encajado en su abdomen y está muy herida.— ¿Cómo mierdas sucedió esto? ¿dónde están? ¡Dímelo ahora!—señor creo que mejor debería llegar directamente al hospital la ambulancia ya viene en camino y creo que usted no le dará tiempo de llegar aquí y encontrarnos.Le dije a dónde tenía que decirle a la ambulancia que la llevara ahí estaría yo esperándola Ella tenía que tener los mejores médicos y ese era el mejor hospital y era un hospital que aparentemente estaba cerca.L
Samuel y Sara habían regresado hace horas, y yo solo he estado aquí sentado esperando respuestas, habían pasado horas desde que la operación había iniciado no sabía absolutamente nada de ella.¿Por qué no salían a decir algo al menos para tranquilizarnos?¿Porque se estaban tardando tanto en operarla? Había una posibilidad de que las cosas estuvieran saliendo mal y por eso se estaban tardando tanto.Quería ser positivo pero estaba tan acostumbrado siempre pensar lo peor para saber qué hacer en estas situaciones mi mente simplemente me llevaba a pensar lo peor también quería pensar en que ella estaría bien que todo estaría bien que salió la doctora a decirme que todo salió excelente y que ahora está en recuperación pero mi mente no dejaba de pensar que las cosas iban muy mal y por eso era que ella tardanza tenía que relajarme tenía que respirar profundo.El doctor salió lo que sinceramente le dio un alivio a mi alma.— ¿Cómo está Alaia?— Sarah fue la primera en preguntar.La pobre tení
Desperté y frente a mí había una enfermera que me miraba con una pequeña sonrisa en su rostro, me miraba con amor, con cariño incluso con felicidad y no entendia porque, rápidamente los recuerdos llegaron a mi mente.No podía creerlo¡Había tenido un accidente!Recuerdo que los frenos fallaron, que intenté no ocasionar que ninguna persona muriera o saliera herida por mi culpa, había chocado contra una pared, mi corazón se aceleró, pero mire otra vez a la enfermera para así recordar que estaba bien que ya no estaba en aquel auto, que estaba en un lugar seguro, lleva mi vista a mi vientre, ya no había nada ahí, estaba bien.Recuerdo aquel hombre, lo recuerdo pidiéndome que no cerrara los ojos, que siguiera despierta y que luchara por mi vida, recuerdo como sus ojos me miraban con desesperación para que yo no cerrara los míos como me prometía quedarse junto a mí mientras me sacaban de ese lugar.Recuerdo la tos.Recuerdo la sangre salir de mi boca.Recuerdo los gritos.Recuerdo los bombe