Alaia Miller IvanovichEscuché gritos lo que me hizo saber que Juan Luis estaba furioso, me ponía nerviosa el pensar que haría conmigo, me recordaba constantemente que el no podía hacerme nada porque me considera importante pero a pesar de eso no puedo evitar tener miedo, tener susto.No he parado de pensar en mis hijos, no he parado de pensar en mis bebés, Altair mi pequeña bebé seguro me debe estar extrañando y Alan, mi príncipe.No sabía cuánto tiempo había pasado desde que llegué a USA, no sabía cuánto tiempo Blanco se había ido.Había oído como las personas que pensaba aquí se habían ido, había oído pasos y murmullos.— ¿Qué te tiene tan pensativa? — Mire al frente y pude ver a Juan Luis.Este hombre se veía muy molesto.— Bueno me preguntó ¿Cuando me dejaras ir?— le dije.— Tenía planes de hacerlo apenas tu guardaespaldas llegará pero resulta que nunca lo hizo ¿Puedes creer que tú guardaespaldas se quedó con su esposo? ¿No se supone que el te tiene lealtad?— Claro que me tenía l
Alaia Miller Ivanovich— Déjame decirte que has perdido el tiempo porque si es verdad que Matías está haciendo todo lo que dices seguramente también se enteró de lo que me estás contando, quizás por eso es que lo hace porque se ha enterado.Quizás tenía que mantenerme callada pero no podía hacerlo una parte de mí tenía que hacerle frente tenía que hacerle saber que yo no era tan débil como él creía que yo lo era.Estaba muerta de miedo en este momento, quería estar con mis hijos, al menos me daba algo de tranquilidad del saber que ellos estaban a salvo con Cristina en Estados Unidos lejos de todo este desastre, si algo me pasa estoy segura que mis hijos estarán en buenas manos con Matías sé que él los va a proteger los va a amar muchísimo.— No— Dijo muy seguro de sí mismo— Gustavo y yo tenemos una pequeña señal por si este tipo de situaciones, él me va a avisar si Matías se llega a enterar que él es el soplón, déjame decirte que jamás tuvieron oportunidad siempre supe lo que iban a h
Matías IvanovichCaminaba de un lugar a otro pensando en qué hacer, la decisión que tomaría a continuación tenía que ser perfecto, ya que la vida de mi esposa dependía de ello, ya no podría sacar la información a Gustavo puesto que estaba muerto.Está claro que mi esposa había pensado en salir de él solamente como topo pero lo había pensado en la información que podría darnos.Seguramente hubiese podido sacarle donde estaba ella y todo lo que hizo, tenía tantas preguntas por hacerle y saber que él no podía contestarme ninguno porque estaba muerto enfurecía porque yo mismo había terminado de matarlo, blanco solamente lo había herido, claro que moriría de sangrado si un doctor no venia atenderlo yo pude haber manda a buscar un doctor, pude haber sacado la información que necesitaba si solo mi ira, mi rabia, el odio que sentía por ese hombre en este momento no me hubiese ganado.Y es que como no podía sentirme de esa manera le había dado toda mi confianza a alguien desde siempre y esa pe
Matías IvanovichMande a dos francotiradores y aún experto en explosiones para que fueran a buscar a los socios de Juan Luis, para mi suerte estos estaban juntos lo que me aligeraba un poco más la carga, la orden era matar no los quería vivo, no quería saber nada , ni mucho menos preguntar absolutamente nada mi único objetivo era acabar con todo lo que esté imbécil estaba construyendo y que se diera cuenta que era yo de la manera más escandalosa que se pudiera.Seguía revisando la información que hace unos días me había llegado, sinceramente me alegraba no haber pasado absolutamente todo pero Gustavo antes de que llegara mis manos y aunque no puedo decir que sospechaba de él, al menos fui un poquito inteligente.No puedo evitar aún sentir rencor conmigo mismo, por ser tan estúpido, por dejar que todo esto llega hasta este momento, tanto que culpé a mi esposa porque todo lo que estaba sucediendo era su culpa, pero no, nada había sido su culpa al contrario. todavía ha sido mi culpa porq
Matías IvanovichYa había mandado a alguien por Sara, Gustavo la había puesto bastante lejos de donde yo estaba supongo que no quería arriesgarse que por ningún motivo yo diera cualquier ubicación era un lugar que ni siquiera estaba su nombre de hecho estaba a nombre de un vagabundo.Todavía me sorprende como Gustavo había sido tan malo con nosotros que siempre le habíamos brindado confianza y cariño, sobre todo Sara ¿cómo había sido capaz de hacerle algo así a ella? secuestrarla por dos meses.Le había pedido a mi personal que había ido por Sara que se encargará de fotografiar absolutamente todo y de traerse todo lo que podría ser importante quería ver todo.Mi teléfono sonó Así que lo tomé.— señor le tengo una mala noticia— Era uno de los que había mandado a matar a los socios de Juan LuisMalas noticias, no quiero malas noticias.— quiero que ese trabajo se haga hoy No quiero excusas no quiero malas noticias no quiero nada.— señor esa gente está en un piso en donde no podemos ent
Matías IvanovichTodo estaba listo para por fin encontrarla, teníamos las ubicaciones que él había alquilado o que habían comprado, creo que había pensado suficiente tiempo en cómo escapar si algo llegaba a suceder porque todo parecía estar en condiciones para hacerlo.Mi personal estaba listo había mandado francotiradores ya muchos hombres de seguridad expertos en recuperación Mi plan b de siempre estaba en otros lugares porque teníamos que cubrir absolutamente todo, ya me había venido al más seguro al menos el que pensé que él realmente iba a venir hizo que toda mi gente se escondiera esperando su llegada me sentía ansioso pero sabía que él tarde o temprano vendría a este lugar y estoy seguro que alaia vendría con él mi esposa es inteligente y sabrá cómo mantenerse viva, al menos es lo que me repetía una y otra vez.Tenía que tener algunas palabras de ánimo, alguna palabra de esperanza que me mantuviera cuerdo, porque él siempre hizo de pensar que él podría hacerle daño. Alaia me es
Alaia Miller IvanovichLlegué a la que una vez senti pero a mi casa, me sentí ansiosa de ver a mis hijos aún no podía evitar sentir ese remordimiento el saber que los pusieron en peligro.Mis ojos se cristalizaron cuando vi a Sara ya los niños en sus brazos, corrí directamente hacia ellos y los abracé a los tres, mis bebés se amarraron a mí y mi amiga no dejaba de cargarlos mientras ambas llorábamos.Yo no sabía nada de lo que había pasado mientras yo no estaba aquí no sabía porque ella no se fue conmigo porque al saber que me había ido no se fue.También me da algo de incertidumbre saber si ella sabía que Gustavo era traidor o jamás se lo imaginó.No la voy a buscar jamás por lo que sea que haya hecho.— estamos juntos de nuevo— Dije con una sonrisaTomé a mis hijos y mis brazos y los abrace fuertemente mientras terminaba agachada por el peso de ambos, me daba miedo que por lo débil que estaba no pudiera sostenerlo por mucho tiempo, no había comido lo suficiente Juan Luis se había en
Sonreí falsamente tratando de verme bien ante estás personas y no estoy segura el porque lo estoy haciendo, no conozco a nadie, mi madre ni siquiera se había tomado la molestia de invitar a mis amigos aunque sea para que la noche sea algo amena para mí, estoy segura que si Sara estuviese aquí todo sería diferente al menos estaría disfrutando algo de la velada.Solo hay personas que me sonrien hipócritamente, algunos solo vienen a sentirse parte de la élite, solo vienen para sentirse importantes.Que personas tan estúpidas.Ya quiero irme de aquí.— Felicidades hermosa — Una completa desconocida se acercó a mí y me abrazo — Que hermosa te vez hoy, siempre lo estás pero hoy realmente brillas — Le sonreí y agradecí, ella tomo una copa de champagne y se fue junto a un hombre el cual quería asumir era su esposo, aunque realmente no lo sabía, como dije antes no conozco a nadie en esta sala.Le agradecí a Dios que la mujer se haya alejado de mí, realmente estos lugares no eran para mí, no me