Salí del apartamento para dirigirme a mi trabajo, me subí al auto y maneje directamente a la oficina, al llegar estacione y subí al ascensor y al llegar a mi piso habían dos personas en la puerta de mi oficina.
Mi madre ya había hecho de las suyas Bufé. ¿Esto era en serio? Sabía que no iba a dejarme pasar el hecho de que le haya pegado a su pequeña hija. — Alaia— Mire a mi jefe quien caminaba hacia mi — Lo siento mucho pero estás despedida — ¿Por qué? — Pregunté quería saber cuáles iban a hacer las patéticas razón por las cuales el me iba a despedir, sabía lo bien que yo hacía mi trabajo así que no tenían ninguna excusa lo suficientemente buena. —Alaia... Con eso quiere decirme que lo obligaron. — Sabes que puedo exigirte porque lo haces, esto es despido injustificado— Le dije.— Ni siquiera eres capaz de darme una razón. Estaba cansada de dejarme, estaba jodidamente cansada de todo esto. — No importa lo que quieras hacer Alaia despedida estás— Un hombre trajo mis cosas en una caja — Lo siento mucho, recuerdos humanos te mandara tu liquidación— Dicho eso se alejo. Imbécil. Salí de aquel lugar, subí mis cosas en el auto. Ahora necesito un trabajo, de verdad no puedo creer que mi madre haya hecho esto, pero ya no se porque me sorprende, mi teléfono sonó mientras manejaba camino a mi departamento. — ¿Si?— Atendí sin ver quién era. — Hola soy Mathias — Aquella gruesa voz llena mis tímpano. Matías... — ¿Sí? ¿Cómo seguir mi número? — De la misma forma en que conseguí tu ubicación — Una pequeña y hermosa risa sonó, se escuchan tan varonil, no había conocido nunca a nadie como el que a cada pasa desprendiera esa hombría, no sé si lo hacía con alguna intención— Podemos vernos horita es importante — Me dijo. Verlo. Me miro en el espejo retrovisor al menos mis ojos. Creo que estaba presentable. — Si claro ¿Dónde quieres que nos veamos?— Trate que mi voz sonara calmada — Te parece en cinco minutos en el restaurante Pic — Sabía cuál era ese restaurante mis padres solían ir a ese lugar pero yo no había ido nunca. — Si está bien, yo ya voy en camino— Colgué. Sentí como mi corazón latía rápidamente a medida que me acercaba a ese lugar, tenía que aprender a controlarme, no quería estar con nadie no después de lo de Alexander además el es su tío ¿Que podía esperar de el? Al llegar me sorprendió verlo afuera esperando por mi. — Alaia— Me saludas. — Hola Mathias — Su nombre salió de mis labios como un suspiro. ¡Qué patética soy! Respire profundo y ambos entramos al lugar, un mesero muy atento llevo a una de las mejores mesas. — Gracias por venir — ¿Que quieres hablar conmigo?— Le pregunté, directo a lo que venía realmente no quería quedarme mucho tiempo aquí y es que me sentía estúpida cada vez que estaba cerca de él no sabía cómo hablar no sabía cómo expresarme y realmente mientras más lejos estuviese de él mejor iba a ser para mí me preguntó Cómo haría eso una vez que estuviésemos casados porque supongo tendríamos que vivir en la misma casa cómo haría para alejarme lo suficiente de él para no parecer una estúpida frente a él. — Tendré una reunión en unos minutos y me gustaría que actuaras como mi esposa — Dijo como si nada ¿Que? ¿Acaso estaba loco? — ¿Estás loco?! Apenas y acepte ayer no se nada de ti! Y tú tampoco sabes nada de mi ¿Que se supone que voy a decir?! Que no sé nada de ti porque te acabo de conocer porque me casé contigo en Las Vegas cuando estaba borracha y que lo único que sé es tu nombre y apellido y el apellido lo supe ayer ¿Eso es lo que quieres? — Alaia por favor, solo estoy haciendo esto de casarme porque quiero recuperar lo que me quitaron, — Fruncí el ceño ante sus palabras ¿Qué quería decir con eso? ¿Qué le habían quitado? Y quién lo había hecho? — Voy a recuperar la empresa y para hacerlo hoy mismo debo llegar con este contrato — Ay dios mío, él estaba contando conmigo para algo demasiado importante realmente no me sentía capaz.— Este hombre con el que me voy a reunir tiene una gran empresa que va ayudar a la mía a subir más de lo que está, este hombre lleva muchos contratos y necesito mostrar que soy capaz de obtener aquellos contratos y aquellos clientes que mi hermano no ha podido y aunque todo está a mi nombre la junta directiva tiene que aprobar mi ascenso a ser el presidente. Eso era mucha responsabilidad para mí, no puedo, yo no sé cómo hacerlo, yo no soy la persona indicada para ayudarlo me encantaría pero no sé cómo convencer a las personas, además no tengo una muy buena reputación seguramente a que el hombre va a creer que soy la peor mujer del mundo porque acabo de terminar la relación y me casé con el tío de la persona con la que estaba. Mi relación con Alexander duró dos años y medio por ello todo el mundo sabía de la relación. Algo me dice que esto va a salir muy mal y realmente no quiero que salga así quiero ayudarlo y por eso lo mejor es que realmente sea sincero con él — Mathias yo no creo que pueda con eso, mejor... — Buen día — Alguien me interrumpió, mire al frente y oh por Dios era el papá de Sara— Alaia ¿Que haces aquí? Pensé que me reuniría con Mathias y su esposa. Ay no! ¿Que se supone que iba a decirle? Que había sido una zorra en el viaje que el nos pago? Dios me sentía tan avergonzada en este momento, no quería decepcionarlo, no a el que había sido un gran apoyo para mí. Pensé rápido en qué podía decirle y que sonara coherente. Me levanté para saludar a Samuel, lo abrace y el correspondió mi abrazo. Mathias solo nos miraba confundidos. — ¿Ustedes se conocen?— Pregunto mi ahora esposo. Me siento avergonzada por esta situación y muy nerviosa. Respiré profundo para calmarme y poder hablar calmadamente, tenía que decirle algo muy bien estructurado a Samuel para que no dudara de mi palabra realmente no quería mentirle pero no podía decirle la verdad no al menos la realidad de la situación, podría decirle una parte y ocultarle otra — Si— le dije a Mathias para luego mirar a Samuel— hay algunas cosas que debo hablar contigo — Dije de forma sincera — Verás, conocí Mathias pero solo a él realmente no sabía quién era, no sabía que era familia de los Montenegro, el fin de semana que Sarah y yo nos fuimos a las Vegas lo encontré y bueno después de la desilusión que tuve decidí darle una oportunidad, el había estado ahí para mi todo este tiempo y decidí que podía ser la persona indicada para que yo siguiera creyendo en el amor y bueno hice una pequeña locura y me case a escondidas Me sentía mal por mentirle de esa manera el no lo merecía, no después de que me había dado su confianza su amor su apoyo todo este tiempo me sentía una traicionera de primera. Perdóname por favor Samuel Perdóname por mentirte de esta forma. Samuel había actuado desde que lo conozco como mi padre y aquí estaba yo mintiéndole a la cara mientras lo miraba a los ojos. ¿En qué clase de persona me convierte ser tan mentirosa? — Mi niña — Susurro — Lo se y lamento no haberte dicho nada es solo que no sabía cómo decírtelo y le dije a Sarah que me dejara contarte todo yo, no te molestes con ella por favor ella no tiene la culpa de mis decisiones — Eres una mujer adulta y entiendo que tomas tus propias decisiones pero me hubiese gustado estar en tu boda mi niña, me hubiese gustado que tú me permitieras llevarte hacia el altar no importa en qué lugar fuese. Sonreí lleno de ternura y como dije antes Samuel era más mi padre que mi padre real. Mire a Mathias quien solo seguía en silencio mirándonos. Mathias sabía sobre mi relación con Samuel o había sido solo casualidad? Algo aquí me aprecia extraño, tantas casualidades no podía ser normal ¿O si? No, claro que no, no tenía sentido. Quizás si y solo soy yo que quiero pensar mal de el aora buscarle algo negativo. — Mathias el es Samuel Miller es el papá de Sarah mi mejor amiga y además es un padre para mí. — No sabía Señor Miller de haberlo sabido hubiese hablado primero de Alaia con usted antes de negocios, quiero que sepa que Alaia es importante para mí, también quiero decirle que en algún momento ella y yo nos casaremos por la iglesia con el favor de Dios y espero que usted esté ahí presente para llevarla al altar. Me sentí muy mal al escucharlo sabiendo que aquello nunca pasaría porque nuestra relación estaba destinada al fracaso dos años y medio solamente estaríamos juntos para luego separarnos y más nunca volver a vernos una vez que ambos hayamos cumplido nuestra misión nuestro propósito. — Confío en que así sea Unas miradas extrañas entre ellos no pasaron desapercibidas para mí pero decidí ignorar aquello y es que no estaba entendiendo nada. De que me estaba perdiendo? — ¿Y que hacemos aquí? — Pensé que sabías— Negue— Bueno Mathias es el heredero de los Montenegro y estuvo lejos mucho tiempo ahora que es mayor de edad y a regresado al país quiere hacerse cargo de las empresas de su familia. — Creo que es lo justo, después de todo eso es mío, mi padre lo dejo para mi— Subió su rostro solo un poco. — Opino lo mismo, así que cuentas conmigo más allá porque crea que es tuyo por herencia, lo hago por Sasha— Le sonreí — Cuenta con que haremos negocios — Asentí. No había duda que Samuel me apreciaba mucho y yo apreciaba que estuviera en mi vida. — Hermanita — Subí la mirada ahí estaba Carla junto Alexander y mis padres.— Oye pero que rápida fuiste y eso que lo conociste anoche o al menos que te estuviera engañando ella también mi amor vez? Mi hermana no es tan santa como quiere pintarse — Carla — Samuel hablo— La educación es primero antes de comenzar con el veneno, además es muy temprano para eso— Quise reír ante la cara que ella hacia. — Usted viejo ridículo — Carla — El padre de Alexander la hizo callar— Disculpela Samuel, ya sabe rivalidad entre hermanas ¿Que lo trae por acá? — Acabo de decir que me voy a unir a su empresa es que Mathias me convenció así que me pareció una buena ida— El rostro de al hombre lo decía todo, estaba furioso por ello — Ah, bueno será un gusto tenerlo por allá, cualquier cosa puede hacer una cita conmigo. Mathias al igual que yo permaneció en silencio la diferencia era que el tenía una pequeña sonrisa en el rostro, estaba disfrutando de este momento.— Entonces te casaste con el — Mi madre habló luego del silencio que huboSí las miradas matasen lo de mi madre me hubiera matado hace rato estaba furiosa al saber que ahora yo era esposa de un hombre como Matías adinerado y que su hija predilecta llamada estaba con el que posiblemente se quedaría sin nada.El padre de Alexander me miró sorprendido.¿A qué no se lo esperaba? Pues yo tampoco pero así sucedió sí solo tuve que emborracharme.— Si, Mathias es un gran hombre, realmente no sabía el hombre tan maravilloso que había estado rechazando todo este tiempo pero una vez que le di la oportunidad bueno terminé casándome con él— Dije mintiendoRealmente no tenía idea si este hombre era maravilloso no porque no lo conocía lo suficiente para decir aquello o incluso para tener una opinión sobre él.— Lo lamento por ti cariño— Le dijo la mujer que me dió a luz a mi ahora esposo, Mathias tomo mi mano— Alaia es... Especial, una mejor opción hubiera sido mi pequeña Carla¿Qué? La cara de Alex
La seguridad de la empresa llegó hasta el piso en donde estábamos. — Pueden sacar a mi querido hermano del edificio— en su voz podía notar la satisfacción que sentía el poder decir esas palabras, seguro lo había estado deseando durante mucho tiempo.— Antonio Montenegro ya no puede pasar del segundo piso y de querer hacerlo tendrán que Llámame y yo daré la autorización o no. ¡Oh por Dios! Mire a Carla se veía sumamente frustrada con todo lo que estaba pasando y no solo eso se veía bastante humillada. Me pregunté qué estará pasando en casa y cómo reaccionarán con el hecho de que mi esposo les esté quitando todo lo que ellos creían haber conseguido, dos años de trabajo duro para Carla seguramente teniendo que sonreír teniendo que aguantar que Alexander pos pusiera cosas para estar. conmigo o que me viera en público con él y ahora que por fin lo tiene y puede presumir de ser su novia resulta que le están quitando absolutamente todo porque es el heredero de nada. Quizás y solo quizás
La vi irse de forma apresurada de mi ahora oficina, me preguntó ¿Qué estará pasado por su mente? Esa mujer me daba mucha curiosidad, nunca sabía que estaba pensando aunque su rostro era sumamente expresivo. Quería comenzar a conocerla mucho más todo el tiempo que había estado detrás de ella ahora teniéndolo de frente me he dado cuenta que no me servía de mucho no conoció bien sus gustos no conoció bien qué estaría pensando depende a las expresiones que hacia, verla en foto sin duda no me había servido de nada ni saber en dónde había estudiado cuántas carreras había estudiado Cuántos años tenía en dónde vivía qué carrera estaba manejar cuál era su seguro social nada de eso me servía en este momento. Me había sentado en las cosas tan insignificante que realmente no me había dado cuenta de lo importante y era conocerlas realmente a ella fue lo que había hecho sino a ella. Qué estúpido había sido. rei de lado al recordar cómo me miraba hace unos segundos como si quisiera comerme. Qu
Matias me había llamado para decirme que mañana en la mañana nos mudaríamos, no había duda que aquello me había caído muy bien y había decidido pasar la noche con Sara. Cuando le conté a Sara todo lo que había pasado ese día no había parado de reír Ella también había deseado estar ahí para ver la cara que esos tres colocaban. También le conté que su padre ya sabía algo de lo que había sucedido en las Vegas, le conté cómo había sucedido todo y ella parecía escuchar atentamente para repetir lo mismo que había dicho yo y no desmentirme. Tengo que admitir que me sentí mal planificando en Cómo engañar a Samuel porque realmente no quería hacerlo no quería defraudar su confianza pero mucho menos quería decepcionarlo y sinceramente sentía que era mejor decirle que me había enamorado de un extraño a decirle que me había acostado con un extraño y borracho me había casado con él al menos eso era lo que yo creía y estaba dispuesto a hacer cualquier cosa va a decir cualquier cosa para mantene
El desespero se apoderó de mí cuando escuché un gran golpe.Comencé a gritar una y otra vez un hombre esperando que ella respondiera diciéndome que estaba bien pero no sucedió escuché gritos escuché como las personas gritaban que tenían que ayudarla.¿Qué mierda estaba pasando?Alaya.No podía quedarme aquí sin hacer nada, colgué la llamada y llamé al hombre que se encargaba de seguirla.— señor— dijo rápidamente al atender— la señora ha tenido un accidente, se ha desmayado pero estoy tratando de despertarla algo se ha encajado en su abdomen y está muy herida.— ¿Cómo mierdas sucedió esto? ¿dónde están? ¡Dímelo ahora!—señor creo que mejor debería llegar directamente al hospital la ambulancia ya viene en camino y creo que usted no le dará tiempo de llegar aquí y encontrarnos.Le dije a dónde tenía que decirle a la ambulancia que la llevara ahí estaría yo esperándola Ella tenía que tener los mejores médicos y ese era el mejor hospital y era un hospital que aparentemente estaba cerca.L
Samuel y Sara habían regresado hace horas, y yo solo he estado aquí sentado esperando respuestas, habían pasado horas desde que la operación había iniciado no sabía absolutamente nada de ella.¿Por qué no salían a decir algo al menos para tranquilizarnos?¿Porque se estaban tardando tanto en operarla? Había una posibilidad de que las cosas estuvieran saliendo mal y por eso se estaban tardando tanto.Quería ser positivo pero estaba tan acostumbrado siempre pensar lo peor para saber qué hacer en estas situaciones mi mente simplemente me llevaba a pensar lo peor también quería pensar en que ella estaría bien que todo estaría bien que salió la doctora a decirme que todo salió excelente y que ahora está en recuperación pero mi mente no dejaba de pensar que las cosas iban muy mal y por eso era que ella tardanza tenía que relajarme tenía que respirar profundo.El doctor salió lo que sinceramente le dio un alivio a mi alma.— ¿Cómo está Alaia?— Sarah fue la primera en preguntar.La pobre tení
Desperté y frente a mí había una enfermera que me miraba con una pequeña sonrisa en su rostro, me miraba con amor, con cariño incluso con felicidad y no entendia porque, rápidamente los recuerdos llegaron a mi mente.No podía creerlo¡Había tenido un accidente!Recuerdo que los frenos fallaron, que intenté no ocasionar que ninguna persona muriera o saliera herida por mi culpa, había chocado contra una pared, mi corazón se aceleró, pero mire otra vez a la enfermera para así recordar que estaba bien que ya no estaba en aquel auto, que estaba en un lugar seguro, lleva mi vista a mi vientre, ya no había nada ahí, estaba bien.Recuerdo aquel hombre, lo recuerdo pidiéndome que no cerrara los ojos, que siguiera despierta y que luchara por mi vida, recuerdo como sus ojos me miraban con desesperación para que yo no cerrara los míos como me prometía quedarse junto a mí mientras me sacaban de ese lugar.Recuerdo la tos.Recuerdo la sangre salir de mi boca.Recuerdo los gritos.Recuerdo los bombe
— Mi bebé — mi madre fue la primera en entrar sus ojos estaban cristalizados y casi corrió con los brazos abiertos para abrazarme.¿Esto es en serio?¿De verdad venía a dárselas de la mejor madre del mundo?Ahora sí venía a mi, claro que sí lo haría porque ella era la madre perfecta, porque yo era la hija perfecta porque ella quería hacer creer que éramos la familia perfecta.¿Cuál familia perfecta podíamos hacer? Claro que no éramos nada de eso, no estamos ni cerca.Mi primera reacción fue alejarme de ella, pero me quejé un poco cuando mi abdomen comenzó a doler, Matías se puso frente a ella para que no se acercara a mí.— señora le pido espacio por favor, Alaia Aún está delicada y no me gustaría que se complicará solo porque usted quiere estar cerca de ella.— dijo Matías aunque su voz no sonaba para nada amable.Me alegraba ver como al menos él me defendía me hacía sentir bien— Matías no te había visto hijo disculpa—dijo mi madre, no pudo evitar doblar los ojos ante la ridiculez qu